Esta Historia de la Literatura Universal pretende acercarnos a las diversas producciones literarias mediante una exposición clara pero rigurosa de sus correspondientes tradiciones. Habiendo optado por el estudio a través de las literaturas nacionales, al lector se le ofrece, al tiempo que mayor amenidad y variedad, una estructuración más acorde con los criterios de divulgación que presiden la obra. No se olvida, por otra parte, agrupar las diferentes tendencias como, menos aún, insertarlas decididamente en su determinante marco histórico. La quiebra de los actuales sistemas sociales, políticos y de pensamiento es resultado directo de la inutilidad de la II Guerra Mundial, pues extirpó los fascismos sin solventar la crisis que los había justificado y legitimado y de la cual todavía hoy seguimos teniendo signos inequívocos. Las artes y la cultura contemporáneas han sido incapaces, hoy por hoy, de darle una respuesta, de tal modo que bien podemos hablar de «Posmodernidad» como del resultado de insistir en los postulados de la Modernidad con pocas variaciones y escasa originalidad: las asociadas al neo-vanguardismo en cualquiera de sus formas, tanto experimentales como tradicionalistas.
Comunicación, Divulgación, Crítica y teoría literaria
Daniel Balmaceda ha unido en este libro sus dos pasiones: la historia y la palabra. ¿De dónde surgieron términos como “abatatarse” o “boicotear”? ¿Por qué le decimos cubiertos a los utensilios que usamos para comer? ¿Por qué conocemos como jacuzzis a las bañeras con hidromasaje? Cada palabra tiene su origen en una anécdota que sorprende por simple y desopilante. La historia de las palabras es la historia de nuestra propia vida. Por eso, las palabras son muy valiosas. Si queremos sacar provecho de ellas, debemos conocerlas mejor. En esta oportunidad, Balmaceda no recorre la atormentada vida de Manuel Belgrano, los actos heroicos en nuestras batallas, el romance oculto de Victoria Ocampo o las aventuras inigualables de algunos granaderos. Aquí las protagonistas son las palabras que usamos todos los días. Detrás de cada una hay tragedia, romance y comedia. Nada mejor, entonces, que sumergirnos en las emocionantes aventuras de nuestras compañeras de siempre.
Esta «Historia mínima de la literatura mexicana del siglo XIX» empieza antes de la Independencia, en 1805, con la fundación del «Diario de México», y culmina en 1913, cuando la mayoría de los escritores modernistas respaldaron el cuartelazo de Victoriano Huerta. «Siglo largo», para decirlo con la terminología en boga, nuestro XIX mexicano no es, según argumenta el autor, el de la creación de la «literatura nacional», como lo narra la historia oficial. Fue, en cambio y a semejanza de la nación misma, un territorio invadido por poderosas potencias internacionales que fueron repelidas por ingeniosas reacciones nacionalistas que matan de inanición a los poetas bucólicos y que crean —con un neobarroco como Lizardi— la novela que sólo alcanzará al gran público con «Santa», hasta 1903. Pero si la narrativa se desenvuelve con timidez y cautela, el modernismo revoluciona, a fin de siglo y para siempre, la lírica entera de la lengua, dándole sepultura al neoclasicismo. El lector encontrará en este libro a los literatos-historiadores inventando nuestro nacionalismo; a ese moderno olvidado que fue Heredia; a la Academia de Letrán, la cual, en 1836, no sabe si hablarle al romántico Lamartine o al heroico Cuauhtémoc; asimismo, hallará a los maestros liberales empuñando la espada y la pluma, sin olvidar la vida literaria en México bajo el imperio de Maximiliano o la búsqueda de una «antigüedad moderna» de cuyas ruinas nacería la literatura mexicana.
Un maravilloso libro sobre el poder de las historias. El compañero esencial de El tatuador de Auschwitz. El tatuador de Auschwitz se ha convertido en uno de los libros más vendidos de nuestros tiempos, un clásico contemporáneo. Historias de esperanza es su compañero esencial y en él Heather Morris nos ofrece un manual inspirador para nuestra vida, con emocionantes relatos de la gente que ha conocido, las increíbles historias que han compartido con la autora y las lecciones que nos enseñan a todos. Morris explora su extraordinario talento como oyente, una habilidad que empleó cuando conoció a Lale Sokolov, el tatuador de Auschwitz-Birkenau y la inspiración para su novela más celebrada. La autora comparte la historia detrás de su viaje como escritora y las experiencias de su vida, incluida su profunda amistad con Lale, y explora cómo aprendió a escuchar las historias que le contaban las personas que se acercaron a ella, unas habilidades que considera esenciales y que cree que todos podemos, y deberíamos, aprender.
Comunicación, Divulgación, Crítica y teoría literaria
Una nueva entrega de Daniel Balmaceda sobre las historias que esconden las letras, las palabras y las frases. ¿Por qué a Roberto Gómez Bolaños le dicen Chespirito? Como escribía sus propios libretos y era bajo de estatura, le decían "el pequeño Shakespeare", es decir, "Chespirito". ¿Cuál es el origen de la palabra "candidato"? El término proviene de la toga cándida que vestían los postulantes a cargos en la Antigua Roma. Usaban ese tipo de toga porque era símbolo de transparencia y sinceridad. ¿Por qué decimos "estoy baqueteado"? La baqueta era una vara de hierro con la que se castigaba a los desertores. La expresión se refiere al aspecto que presentaban después del castigo. ¿De dónde surge la frase "poner en el tapete"? El paño que cubre una mesa lúdica se denomina tapete. En los juegos de cartas, al colocar un naipe sobre el tapete, se expone ante todos los participantes. ¿Dónde nació la expresión "la mar en coche"? Al principio del siglo XX, en el Mediterráneo, ir a la playa en auto era un lujo para muy pocos, de allí "ir a la mar en coche". ¿Por qué la i latina es griega o desde cuando decimos "no hay tutía"? Tras el éxito de Historia de las palabras, Daniel Balmaceda presenta Historias de palabras y frases. Además de las curiosas anécdotas que nos ayudan a entender mejor cada palabra de nuestra lengua, esta obra revela.
Arnold Hauser se constituyó en un clásico desde que apareció en 1951 su «Historia Social de la literatura y el arte». Pocos libros han tenido, en efecto, tal éxito de crítica y público en los últimos años. La perspectiva sociológica que Hauser aplicó a la historia de la cultura es ya parte del sistema conceptual de todo hombre que merezca llamarse “culto”. “El arte y la literatura, a partir del paleolítico, hasta el cine moderno y el arte de Picasso y Dalí, es considerado como florecimiento siempre imprevisible, pero condicionado por el ambiente y por una complicada combinación de premisas económicas y sociales.” El arte y la literatura son un producto social y no pueden estudiarse sino en relación con los demás aspectos de la sociedad en que vive el artista: religión, economía, política…
El autor hace una valiosísima reflexión sobre el papel que ofrecen las Humanidades, a las que dedicó plenamente su vida como profesor en la Universidad de Columbia. Igual que Said, muchos han sido los pensadores, académicos y filósofos que nos han ofrecido sus reflexiones sobre el «papel de los intelectuales». Por ejemplo, el italiano Antonio Gramsci escribió que «todos los hombres son intelectuales» (tutti gli uomini sono intellectualli), aunque muchos no desempeñaran la función de intelectuales. Lo que Said afirma y refleja perfectamente Akeel Bilgrami es que, a menos que complementemos el autoconocimiento con la autocrítica o, mejor dicho, hasta que no comprendamos que el verdadero autoconocimiento está hecho de autocrítica, el Humanismo y sus manifestaciones disciplinares («las Humanidades») no presidirán el horizonte. La función crítica es tan necesaria hoy como antes, e incluso llegaría a pensar que cada vez es mayor el nivel de necesidad.
La selección de motivos para pinceladas interpretativas cuya secuencia constituye este libro, más que interpretar este o aquel «objeto» al cual por unas u otras razones se dirigiese nuestro interés, busca algo concerniente al propio acto de interpretar, el cual, por cierto, tampoco puede volverse él mismo tema o asunto, sino sólo ejercerse en relación con algún interpretando.
¿Qué es la literatura? ¿Para qué puede servir? ¿Cuáles son sus límites? ¿Cómo se relaciona con la visión del mundo, con los mitos, con el arte? ¿Hasta qué punto expresa una sociedad y de qué modo puede influir sobre ella? ¿Qué significan los períodos, los estilos, las generaciones, los géneros literarios? ¿Cómo funciona nuestra sociedad literaria: el mundo de la edición, de la crítica, de la subliteratura…? Cualquier lector reflexivo puede hacerse estas preguntas. A todas ellas contesta cumplidamente este libro, y lo hace de una manera poco frecuente: sin tecnicismos, con un lenguaje clarísimo, que puede ser comprendido por cualquier lector no especializado; sin notas a pie de página; citando muchísimos textos, eso sí, pero tanto o más de escritores de creación que de críticos; sin esquemas ideológicos previos, que limiten la pluralidad del fenómenos literario; con el rigor de un estudio serio y la amenidad de un ensayo personal. Y, sobre todo, este libro está escrito desde la perspectiva de la literatura actual y viva.
La presente INTRODUCCIÓN AL TEATRO GRIEGO no se limita a reseñar los principales autores y obras de la tragedia y comedia atenienses de los siglos V-IV a.C. desde Esquilo a Menandro, sino que incide asimismo en aspectos y enfoques nuevos sobre el teatro antiguo, como las relaciones entre ritual y drama, el edificio como espacio escénico o las imbricaciones, a veces veladas, entre drama y política. Por otro lado, ANTONIO GUZMÁN GUERRA trata también en este volumen de la representación del teatro clásico en el mundo moderno tanto desde el punto de vista escenográfico, como desde la perspectiva anclada en el convencimiento de que los textos y las representaciones antiguas pueden sin duda verse enriquecidas con nuevas lecturas hechas a partir de la sensibilidad de hoy.
Durante mucho tiempo, la obra de J. R. R. Tolkien ha sido considerada meramente como uno de los primeros exponentes de la literatura fantástica. Solo en tiempos recientes ha comenzado a ser entendida en toda su plenitud por los críticos y los académicos. Eduardo Segura ha trabajado muchos años para acercarse a la esencia del «legendarium» que el genial autor inglés fue tejiendo con sus leyendas, sus cuentos, su poesía y sus relatos mitológicos. Mediante una larga contemplación de la luz refractada que Tolkien retrata en «Mitopoeia» —el poema que, pese a su brevedad, podríamos considerar la piedra angular de su obra, por ser la expresión más concentrada de la particular creatividad del autor—, ha encontrado una filosofía tan coherente como sugerente que cuestiona, tanto por la vía teórica como mediante la praxis artística, la validez de los preceptos empíricos como el único modelo posible para comprender el mundo que nos rodea. La presente colección de ensayos explica, como ningún otro estudio escrito en lengua española lo haya hecho antes, las claves para entender la literatura de unos de los escritores más importantes y más incomprendidos del siglo XX.
El extraordinario ensayo del mejor crítico del siglo XX sobre Joyce y el Ulises, la obra que marcó un antes y un después en la literatura universal.En James Joyce, escrito en 1931, Edmund Wilson hace un sucinto repaso a las obras previas del autor, se lanza con su acostumbrada brillantez a un análisis en profundidad del Ulises y termina con un penetrante estudio del entonces inacabado Finnegans Wake. Según Wilson, Joyce es «El gran poeta de una fase nueva de la conciencia humana», y con el Ulises «aporta a la literatura una nueva y desconocida belleza».La obra de Joyce, tan famosa como poco leída, encuentra en este ensayo una de sus mejores explicaciones. Harold Bloom ha dicho… «Edmund Wilson sobrevive como crítico por su infinita vitalidad y su intenso amor por la literatura».
El presente libro, vertido por primera vez al castellano treinta y cuatro años después de su edición en inglés, examina en detalle la obra literaria de Jorge Isaacs. Es cierto que buena parte de sus capítulos se nutren de los escritos que el autor había publicado con anterioridad en español, pero también lo es que sólo con la edición norteamericana en un volumen compacto aquellos materiales dispersos alcanzaron un ordenamiento orgánico. El texto se inicia con un boceto biográfico de Isaacs, para pasar luego al escrutinio de la poesía y de su universo de mayores logros artísticos, . El libro es tan breve como sustantivo. El autor registra lo esencial después de filtrar la abundante documentación sobre Isaacs. Con un estilo directo, sin afectaciones, corrobora una vez más que aquello que se comprende bien se expone bien. La explosión, de sabor clásico armoniosa, coherente y sencillaavanza sin dificultades, en medio de una serenidad controlada, ajena al exceso y a la adulación. Sus páginas registran lo que es y no lo que desearíamos que fuera. La descripción y el análisis corren parejos por los cauces de una frase corta que apresa sin dificultad los rasgos esenciales de Isaacs hombre y de Isaacs artista. Allí la elegancia brota de manera natural de la claridad y llaneza de la escritura, y no de un propósito deliberado por recrear el lenguaje o depurar la frase.
Quizá ningún autor de lengua española en el siglo XX ha suscitado tantos estudios y comentarios internacionales como Jorge Luis Borges. Pese a que aún no han transcurrido ni veinte años de su muerte, ya es universalmente un clásico de la gran literatura, cuya influencia es patente no sólo en otros escritores sino también en filósofos, pintores o cineastas. Su obra en verso y prosa, a su modo sobrio y nada enfático, es sutilmente original: un revolucionario sin aspavientos pero sin concesiones. Y sus principales lemas son a fin de cuentas los enigmas básicos de nuestra condición humana, —el tiempo, el infinito, la identidad personal, la perplejidad ética…— tratados siempre con una suave y eficaz ironía metafísica. Por eso se nos ha hecho imprescindible. Fernando Savater (San Sebastián 1947), es escritor y catedrático de filosofía. Ha publicado numerosos ensayos, junto a narraciones y piezas teatrales. Uno de sus libros, «Ética para Amador», ha sido traducido a treinta lenguas. En 1982, ganó el premio nacional de literatura con «La tarea del héroe». Publicó su primer texto sobre Borges («Borges: doble contra sencillo», incluido en «La Infancia recuperada») en 1975. Entre sus últimas obras figuran «Las preguntas de la vida» y «A caballo entre milenios».
Ulises es la epopeya de dos razas (Israel-Irlanda) y al mismo tiempo el ciclo del cuerpo humano y también una pequeña historia de una jornada (vida). La figura de Ulises me ha fascinado siempre desde niño. Comencé a escribir un relato para Dublineses hace quince años pero lo dejé. Hace siete años que trabajo en este libro: ¡caray! También es una especie de enciclopedia. Mi intención no es sólo la de presentar el mito sub specie temporis nostris, sino también que cada aventura (es decir, cada hora, cada órgano, cada arte conectados y fundidos en el esquema somático del conjunto) condicione o, mejor dicho, cree su propia técnica. Cada aventura es, por decirlo así, una persona, si bien compuesta de personas: como cuenta el de Aquino de los ejércitos angélicos.
«No puede caber duda de que Bello lo repensó vigorosa y trabadamente todo ni de que, como consecuencia, no hay tema, grande o pequeño, a que no imponga una inflexión personal, muchas veces importante, o en que no ponga un matiz personal, cuando menos interesante…». —Dr. J. Gaos, Introducción a la «Filosofía del Entendimiento», 1948. Este volumen comprende una selección de opúsculos y críticas de Andrés Bello referentes a literatura y filosofía. El maestro, no conforme como simple compilador, nos brinda mucha de su propia reflexión y entendimiento, promoviendo muchos de sus juicios a expresiones de una verdad.
Además de autora de hondas reflexiones y ensayos filosóficos como Claros del bosque o La tumba de Antígona, María Zambrano (1904-1991) fue también una excelente cronista que, desde su vocación como pensadora, no desdeñó asomarse a otros campos del conocimiento. En el presente volumen, fundamental en su producción como «crítica literaria», aboga por una de las figuras clave de la literatura española, Benito Pérez Galdós (1843-1920), centrando el tiro en una de sus obras cumbre, Misericordia (1897, publicada igualmente en esta colección), en la que el escritor canario mostró sin tapujos su desencanto con los intentos regeneracionistas que imaginó para la clase media española. Como apunta el profesor Mora García en la introducción, la lucidez de Zambrano sale aquí a relucir, convirtiendo la recuperación de Misericordia «en un alegato moral y político, como lo había sido la novela galdosiana», así como en una reivindicación de la figura femenina a través de la heroína de la obra, Nina.
En las últimas décadas hemos asistido a una proliferación tan considerable de novelas sobre la Guerra Civil española que sin duda, podemos calificar este fenómeno como una suerte de moda literaria. David Becerra se pregunta: ¿a qué se debe esta eclosión de títulos que parecen cuestionar el pacto de silencio y olvido de la Transición? Pero ¿verdaderamente lo cuestionan?, ¿son novelas que reivindican la memoria histórica o, al contrario, solamente utilizan la Guerra Civil como telón de fondo? ¿Cómo nos están contando la Guerra Civil las novelas que se escriben en la actualidad? La respuesta es este libro.
Laboratorio lector presenta una visión amplia, interdisciplinaria y divertida de la lectura. Es solo un libro, pero incluye toda clase de experimentos, como en unos auténticos «juegos reunidos»: comprobar la amplitud de las fijaciones oculares, descubrir los automatismos del cerebro, tomar conciencia de las inferencias que hacemos o de la manera en que trabaja la memoria o revisar las estrategias con que exploramos un escrito para detectar su intención, su estructura o su ideología. También incluye reflexiones sobre internet y la lectura digital. Enseña a buscar información, a distinguir las webs fiables de las engañosas, a utilizar más eficazmente los traductores informáticos o a evitar los plagios. Al mismo tiempo critica algunos lugares comunes, como el de la poesía, que supuestamente expresa los sentimientos del autor –pero también los de los lectores– o el de las matemáticas, que parece que cuantifiquen la realidad de manera objetiva –pero que también persuaden y manipulan. Si te gusta leer, si tienes que leer por trabajo (aunque no te guste), si tienes años de estudio por delante, si enseñas a leer (o si enseñas algo que se aprende leyendo), este es tu libro. Superar todos los experimentos que incluye te hará un lector más maduro y perspicaz, más preparado para esta época salvaje de posverdad, infoxicación y multiculturalidad.
Crítica y teoría literaria, Fantástico, Poesía, Ensayo
La caída de Arturo, única incursión de J. R. R. Tolkien en las leyendas del rey Arturo de Bretaña, puede ser considerado su mayor logro en el uso del metro aliterado en inglés antiguo. Una obra en la que consiguió comunicar la sensación de inevitabilidad y de gravedad de los acontecimientos: de la expedición de Arturo a las lejanas tierras paganas, de la huida de la reina Ginebra de Camelot, de la gran batalla naval al regreso de Arturo a Bretaña; en el retrato del traidor Mordred, en las atormentadas dudas de Lancelot en su castillo de Francia.Desgraciadamente, La caída de Arturo fue uno de los extensos poemas narrativos que Tolkien abandonó durante aquel período. En este caso, resulta evidente que lo comenzó a principios de la década de 1930, y a su juicio estaba lo suficientemente desarrollado como para enviarlo a un amigo muy perspicaz que lo leyó con gran entusiasmo a finales de 1934, y le dijo: «¡Tienes que terminarlo!». Pero fue en vano. Lo abandonó en una fecha desconocida, aunque existen ciertas evidencias de que pudo ser en 1937, el año de la publicación de El hobbit y de los primeros albores de El Señor de los Anillos. Años después, en una carta en 1955, decía que «esperaba terminar un largo poema sobre La caída de Arturo»; pero aquel día nunca llegó.Junto al texto del poema, sin embargo, existen muchas páginas manuscritas, gran cantidad de borradores y diversos experimentos en verso en los que se revela la extraña evolución de la estructura del poema, junto con sinopsis en prosa, así como notas muy interesantes. En estas últimas, se pueden discernir claramente las asociaciones de la conclusión de Arturo con El Silmarillion, y el amargo final del amor de Lancelot y Ginebra, que nunca llegó a escribir.