Nora es ayudante de una paisajista, trabaja y vive en Londres y muchos fines de semana coge el tren y va a visitar a su hermana Rachel a Marlow, un pueblo en la campiña británica al oeste de Londres. Un viernes como otro cualquiera Nora toma el tren y al llegar a casa de su hermana, lo último que espera es descubrir el cadáver de esta en el salón de su casa familiar, víctima de un brutal asesinato. Muy pronto, en medio de la investigación policíaca que rodea al crimen, Nora se sumirá en una espiral de angustia y temor, como si los secretos del pasado hubieran despertado. El miedo de Nora se transforma en una obsesión implacable: encontrar al asesino de su hermana, aunque eso suponga poner en riesgo su propia vida y no distinguir la verdad de la mentira. Flynn Berry nos regala una narración de tono perfecto, un «thriller» literario de suspense psicológico y un personaje inolvidable, Nora, que transita entre heroína y víctima e inocente y culpable.
Gale, un niño de diez años, está hundido en el dolor tras la muerte de su hermana mayor, Layla. Sus padres continúan absortos en una investigación policial que aún no ha logrado capturar al asesino. En estas atroces circunstancias, Gale ha creado un refugio donde la figura silenciosa y fantasmal de Layla lo acompaña. Él sabe que no es real, su terapeuta de duelo le ha explicado que es solo una creación de su subconsciente y desaparecerá a medida que Gale se recupere. Pero si eso es cierto, Gale no desea mejorar. Y entonces, Layla hace algo completamente inesperado. Le revela quién la asesinó…
Al final, siempre está la muerte. Agazapada. Al acecho. Esperando el momento del zarpazo definitivo. Pero no siempre actúa de improviso. A veces la muerte se deleita en una espera en la que quien va a morir lo va haciendo poco a poco, queriendo, al mismo tiempo y paradójicamente, acabar de una vez y aferrarse a la vida. Y lo hace ante los ojos de quienes, espectadores expectantes y conmovidos ante una muerte ajena y cercana, esperamos ese desenlace que va a aliviarnos y a herirnos, que nos llenará de dolor pero nos desembarazará de la pesada carga de observar, día tras día, cómo escapa la vida de un ser que ya no es él, pero que lo es todavía, haciéndonos sentir culpables por los contradictorios sentimientos que nos embargan y paralizan.
Escapada es un libro de relatos sobre mujeres de edades y condiciones muy distintas: una joven que, aunque cree desearlo, es incapaz de dejar a su marido; una campesina que descubre, en un momento de lucidez, los limites y las falacias de la pasión. Otra mujer, personaje de tres de los cuentos, que abandona en uno de ellos su trabajo de profesora en una escuela de niñas para entregarse a un amor frenético y apasionado, vuelve más tarde, en otro relato, con una criatura a casa de los padres, donde reconsidera su vida y su matrimonio, y, al final, en el último, cree que su hija desaparecida ha caído en las garras de una secta religiosa.
En palabras de su autor: «Se trata de una novela rigurosamente existencialista, con algunos elementos que estigmatizan mis ficciones y que críticas como la de Shirley Yorleny Montero Rodríguez califica como post-modernos. Mi edad y mis depresiones me han convertido en una persona más vulnerable, motivo por el cual mis experiencias con los personajes que protagonizan en Escorias me afectaron tremendamente. Al extremo que intenté suicidarme un par de veces, con sobredosis de antidepresivos mezclados con licor. Anhelé se me oficiara un tedeum».
Ese breve espacio es la ópera prima del autor, escrita al rededor de sus 20 años, con la influencia del descubrimiento del amor, de la pasión, la sexualidad, amistades, traiciones, envidias y los primeros peligros que caracterizan los riesgos que los jóvenes siempre están dispuestos a tomar por experimentar la vida de golpe.La novela nos habla sobre cuatro amigos que deciden comenzar una serie de ataques contra el gobierno, en demanda de justicia real por la corrupción e impunidad desmedidas; pero, como en el día a día, cada acto violento corresponde a una respuesta igual de violenta y la vida siempre buscará el perfecto equilibrio, la justicia y nuestros personajes se irán develando en esta correspondencia, precisamente en Ese Breve Espacio entre la risa y el llanto, el amor y la traición y por qué no, entre la vida y la muerte.
¿A fin de cuentas, qué es la memoria? Me atrevo a llamarle patria. Mi patria es la memoria.» Son palabras del protagonista de estas Esquirlas, un texto capaz de ritualizar hasta lo más cotidiano. Con una rara habilidad para abrirse a lo simbólico, esta novela es el efecto de un estilo definido, a pesar de la juventud del autor. Notas, fotografías, fechas, rostros, recortes de periódicos, parte de una generación, una década difícil y una breve pregunta: ¿Qué hacer con los recuerdos?; cada uno de estos fragmentos quedará registrado en un libro de memorias —acaso una suerte de inventario, un inventario de esquirlas— que ha decidido escribir el protagonista como punto de partida de un viaje sin retomo: «emigrar hacia su propio cuerpo».
En una alucinante duermevela, un joven de buena familia desarraigado, que vive como un don nadie al borde de la marginalidad, nos arrastra a una auténtica pesadilla de violencia, incomunicación y soledad. En una caótica ciudad, disueltas ya las categorías sociales en la apocalíptica promiscuidad del desencanto, del miedo y del deterioro moral, el narrador, criado en un mundo parapetado tras la seguridad de blindadas y lujosas mansiones, se ve un día catapultado por casualidad (¿o por elección propia?) al submundo periférico de la delincuencia que actúa en esa frontera, ya imprecisa, con la sociedad de los guapos y ricos a la que va socavando poco a poco. Ese narrador «descolgado», verdadero estorbo para todos, que se ve involucrado en una tensa odisea de atracos, secuestros, robos, asesinatos y estupros, vuelve a la vieja y semiabandonada finca familiar en busca de paz. Pero otros inquietantes fantasmas (¿o los mismos?) le esperan también en ese nostálgico escenario de la infancia…
Tendrás miedo, pero no sabrás por qué... «Estoy pensando en dejarlo». Una vez que llega este pensamiento, se queda. Está presente siempre. Siempre. Jake y yo tenemos una conexión de verdad, un apego raro, intenso. ¿Cuánto llevamos...? ¿Un mes? Me siento muy atraída hacia él, aunque en realidad no sea precisamente guapo. Voy a conocer a sus padres por primera vez, al mismo tiempo que estoy pensando dejarlo. Jake dijo en una ocasión que «A veces un pensamiento está más cerca de la verdad, de la realidad, que una acción. Se puede decir cualquier cosa, se puede hacer cualquier cosa, pero no se puede fingir un pensamiento». Y lo que estoy pensando es que no quiero estar aquí. Estoy pensando en dejarlo.
«Ahora que las mujeres participan en la literatura en pie de igualdad, va siendo hora de que nos digan cómo ven lo real, nos den esa mitad que falta para ver cabalmente lo que existe. En esta su primera novela, Alicia Giménez Bartlett va por ese camino y va pisando bien.» GONZALO TORRENTE BALLESTER, 1984 A la bella Pamela y la frágil Clarisa, al financiero Finn, a madame Tevener, a Octosílabo el ferroviario y al poeta Léonard no les une nada... salvo EXIT, la peculiar salida de emergencia que han escogido para sus vidas. Tras pagar los correspondientes honorarios a la organización, los huéspedes permanecerán un máximo de tres meses al cuidado de dos doctores y una enfermera en la apacible mansión de EXIT hasta que cada uno decida cómo prefiere suicidarse. Desde este particular punto de partida, Alicia Giménez Bartlett retrata con un especial sentido del humor la convivencia de unos personajes entrañables en una serie de situaciones desconcertantes. -Doctor Bérset, ¿cree que sigo siendo deseable?Bérset no evitó una franca y cordial carcajada:-¡Naturalmente, madame Tevener!-Entonces, firmemos el contrato.-Ahora mismo, si usted lo desea.-Firmemos, no quiero que piense que quiero marcharme sin pagar.Su carcajada fue del mismo calibre que la de Bérset, ni un decibelio menos. Bérset pareció ahumar un poco su alegría: -Al contrario, podría ser que tuviera que devolverle dinero por no haberle prestado los servicios completos, si usted decidiera marcharse...-Ni pensarlo, querido amigo. He venido aquí a suicidarme de una manera original, personalizada, confortable y poco traumática -en suma, tal y como ustedes prometen, de una manera civilizada-, y eso es justamente lo que voy a hacer. No quiero saber más de la vida y, como usted puede fácilmente advertir, de mujer desesperada no tengo nada.
Teresa Simons viaja a la Inglaterra de su infancia para intentar superar la reciente pérdida de su marido, víctima de un asesinato en masa. Allí descubre sorprendentes paralelismos entre la masacre en la cual enviudó y la acaecida en el pequeño pueblo en que se instala. Ávida de respuestas, se sumerge en el universo que ofrece Experiencias Extremas S. A.: una realidad virtual en la que conviven las mejores y peores vivencias humanas. Teresa se adentrará en un laberinto de violencia, sexo y locura en estado puro que le revelará los aspectos más crudos de la psique así como la quebradiza relación entre pasado y presente... Una novela de poderosa sensualidad e intriga en que el magistral Christopher Priest diluye vertiginosamente realidad y ficción y reflexiona sobre el pornográfico uso que la industria del ocio hace de la violencia.
Lara Finch vive una mentira. Todo el mundo asume que es feliz en Cornualles, al lado del tranquilo Sam, pero en realidad está desencantada, por lo que acepta sin dudar un trabajo en Londres, ya que representa pasar cinco días fuera de su casa. Durante sus viajes semanales conoce a Guy, con quien inicia un romance secreto. Un viernes, de regreso a Cornualles, Lara desaparece sin dejar rastro, y la Policía sospecha que ha sido asesinada y que han arrojado su cuerpo desde el tren. Iris, una amiga de Lara, no está convencida de que esta sea la verdad y empieza a investigar por su cuenta. Pronto descubrirá algunos hechos más que sorprendentes en el pasado de Lara, lo que supone el principio de un viaje que la llevará más lejos de lo que nunca había pensado.
Tras una larga estancia en Nueva York, Matías vuelve a la Ciudad de México. No regresa por gusto ni lo mueve la nostalgia: lo ha sorprendido la muerte de su padre. Reintegrarse al pasado lo lleva a enfrentarse a todo aquello de lo que salió huyendo y el país que nunca ha sido plenamente suyo lo confronta con una realidad social inesperadamente violenta, degradada y vacua, y con su propio pasado: la familia, los amigos, los amores. Poco a poco irrumpen los agravios insatisfechos, las venganzas largamente incubadas, las cuentas pendientes, las traiciones inconfesables, los sueños frustrados. Una extraordinaria narración sin concesiones ni tregua, que se precipita de manera brutal e incandescente cuando Matías hace frente a su historia, destrozando las vidas de todos a los que dejó y todos los que lo han querido, sin esperanza casi de salvación.
Una novela de suspense psicológico, sexy y con una protagonista fascinante y ambigua. Faye, con un oscuro pasado, ha conseguido todo lo que siempre había soñado, un marido atractivo, una hija a la que quiere y, sobre todo, estatus social y una vida llena de lujo. Pero cuando, de un día para otro, esta vida perfecta se va al traste, surge una nueva mujer intrépida y vengadora. Con Faye ha nacido una nueva heroína sorprendente y polifacética, y con algunos secretos muy oscuros.
Esta novela es el testamento literario de Carlos Fuentes, una lección definitiva sobre lo que fue y seguirá siendo como escritor. Un autorretrato hablado donde el narrador se multiplica en sus personajes, creando la contradicción espiritual y filosófica que siempre bulló en su alma, una dialéctica que abre interrogaciones sin intentar respuestas determinantes. Es lo que hizo a lo largo de su vida y de sus libros: interrogar, cuestionar, abrir la ventana, asomarse, agarrar a las verdades establecidas por el rabo y hacerlas chillar. Desde su balcón en el Hotel Metropol, Federico Nietzsche, que regresa a una edad moderna con sus viejas dudas y culpas, interroga a Federico Nietzsche en el otro balcón. Carlos Fuentes, desde el suyo, interroga a Carlos Fuentes que se asoma al otro. Entre ambos hay espejos que los reflejan y reflejan a las edades. Carlos Nietzsche y Federico Fuentes conversan sobre el poder, el amor y la justicia mientras van dando entrada a estrafalarios y paradigmáticos personajes al escenario de una revolución donde caerán cabezas. Así es la historia de la ambición humana, de la intriga por el poder, del delirio que lleva al crimen, de la bastardía de la traición, porque el poder implica hilos manejados tras bambalinas, dominio sobre el otro. La gloria ha llegado, la gloria se ha ido. Volverán los de antes a levantarles monumentos a los de después, envolviendo a los sacrificados en un sudario de palabras. Y cuando Federico y su vecino cierren las puertas de sus balcones, todo volverá a empezar. SERGIO RAMIREZ.
El 26 de febrero de 1994, tras una errática investigación, la policía descubre enterrados en el jardín de Fred y Rosemary West los restos de su hija Heather. El matrimonio ya había sido denunciado hacía unos cuantos años por una jovencita que había trabajado como canguro en su casa. Pero ahora, en el atroz rompecabezas compuesto por los huesos de Heather, hay un tercer fémur que no le pertenece. Las excavaciones continuarán y los restos de otras ocho mujeres son encontrados en el jardín y en el interior de la casa. Un libro arriesgado, obsesionante, que nos obliga a indagar en el enigma del Mal. Burn reconstruye las vidas de los West desde la infancia, los sitúa en el tejido social, los va siguiendo en sus relaciones, en la progresiva cristalización de un universo de pesadilla lleno de rituales obscenos, en la constitución de esa esperpéntica familia que vivió durante años rodeada de vecinos en una pequeña ciudad de Inglaterra, sin que nadie viera nada, oyera nada, dijera nada.
La fama de Chéjov suele ocultar o pasar por alto su talento para la comedia, algo que él, a tenor de sus disputas con Stanislavski, seguramente nos reprocharía. Pero tanto en «Mercancía viva» (1882) —donde un hombre sorprende in fraganti a su mujer y a su amante, pero se aviene a un arreglo económico de inesperadas consecuencias— como en «Flores tardías» (1882) —la historia de la ruina de una familia aristocrática, y del amor ciego de una princesa por un médico que nació siendo siervo— el humor, las situaciones equívocas y las degradaciones cómicas se revelan parte esencial de su universo. Más «impecablemente» chejoviano es «Mi mujer» (1892), una obra maestra de la técnica del punto de vista que nos desvela poco a poco la odiosa personalidad de un hombre que ha perdido el amor de su mujer, y, poco a poco también, en medio de una hambruna, la transformación que le permite recuperarlo. En «Un asesinato» (1892), las desavenencias religiosas y un callado conflicto por una herencia conducen a una tragedia familiar, contada, en su preparación y en sus secuelas, con minuciosidad y sin suspense.Flores tardías y otros relatos reúne cuatro piezas rara vez antologadas de este maestro de la narrativa breve y que son un complemento imprescindible de sus cuentos.«Los relatos de Chéjov tienen un tono sincero, natural, racional, moderno; han sido calificados de modestos, delicados, grises. En realidad, son salvajes y extraños, arcaicos y de colores brillantes». Janet Malcolm
Un fiel retrato de la subjetividad de quienes no encuentran su lugar debido a una sentimentalidad incapacitada para generar lazos fuertes y a la precariedad económica Fuera de tiempo mezcla la autoficción, el diario, la autobiografía y una escritura casi teatral para hablarnos de los fracasos de largo aliento, esos que empiezan en la infancia y pasan a formar parte de la maleta emocional hasta que un día se sacan y se tienden al sol. De su observación detenida se deducen dos cosas que siempre sabemos pero que se nos olvidan: que lo personal no es solo nuestro y que el que mira no es un espectador pasivo, sino que determina lo que ve según la posición que decide ocupar. ¿Decidimos ser víctimas o nos responsabilizamos de lo que nos ocurre? Este libro híbrido se desarrolla en Valencia y en Londres, y en él se cuentan historias de padres e hijos, de canciones pop de los años ochenta, de amistad, de retiros, de precariedades autoimpuestas, de entornos urbanos periféricos, de ensoñaciones, de visitas a cementerios, de romances que mueren antes de nacer y de crisis personales que transitan en paralelo con la crisis del propio país. Fuera de tiempo es asimismo un retrato muy fiel de la subjetividad de quienes hoy están en la treintena y no encuentran su lugar. Aunque aquí el análisis es fundamentalmente introspectivo, no resulta ensimismado, y apunta a cómo del fracaso se aprende siempre más que del éxito. A través de imágenes enunciadas y descritas con la minuciosidad de un plano corto cinematográfico que se cubre con veladuras para sugerir entornos teñidos de soledad y violencia, Antonio de Paco despliega una escritura singularísima en la que lo más importante son las voces del narrador y de quienes le rodean, voces que dibujan un paisaje en el que no hay fronteras entre lo interno y lo externo (por tanto, entre el tú y el yo) por ser la pretensión de objetividad tan inútil como la mera subjetividad, y la separación, una falacia. Cada año Caballo de Troya invita a un editor a que coja las riendas del sello dejándole su impronta personal. Fuera de tiempo de Antonio de Paco es la quinta apuesta que la editora invitada Elvira Navarro trae a Caballo de Troya.
Tres semanas después de una operación que ha afectado su virilidad, Nicolás Fonseca sube a la montaña a trabajar en un pequeño observatorio en Valle Escondido, un centro de esquí vaciado de gente al inicio de la primavera. Allí, en solitario, se hace cargo de la medición diaria del clima. Atrás han quedado su pequeño hijo y la relación desfalleciente con su esposa Magdalena. En ese lugar lo acompañan un perro extraviado en la montaña y, a la distancia, un vagabundo incierto que ronda en las inmediaciones. Y por las noches, las estrellas, hasta que un fulgor repentino tal vez un meteorito o una supernova, que nadie más ha visto ni registrado en ningún aparato astronómico, logra perturbar su tranquilidad. En esta espléndida novela, Jaime Collyer nos conduce con destreza por la fragilidad y los misterios insondables de la mente humana enfrentada a lo que súbitamente la desborda y consigue, a la vez, fascinarla.
Tras soportar años de fallidos tratamientos de fertilidad, un marido infiel y una familia opresiva, a Eilidh Lawson ya no le queda nada. Desesperada por hallar consuelo, decide marcharse al único lugar que siempre ha considerado su hogar: el pequeño pueblo de las Tierras Altas de Escocia donde creció. Allí, recuperará los pedazos de su corazón destrozado y, al hacerlo, se dará cuenta de que no es la única que lucha por superar un pasado doloroso. Jamie McAnena, un amigo de su infancia, sigue allí tratando de sacar adelante a su hija Maisie él solo. Después de que su esposa lo abandonara para hacer carrera en Londres e incluso tras perder a Elizabeth, la abuela de la pequeña, parece haberse resignado a una familia de dos. Sin embargo, a veces la realidad va mucho más allá de lo que a simple vista se percibe. A pesar de sus muchos reparos, una serie de curiosas circunstancias acabarán por unir a Jamie y Eilidh. Y es que incluso cuando todo parece perdido, la ayuda puede venir de donde menos te lo esperas.