El jinete dejó el caballo echando solamente la brida sobre la barra al efecto, pero sin atar y entró en el saloon. Dos vaqueros que estaban en la puerta y que se apartaron para que pudiera entrar, al pasar junto a ellos se miraron asombrados de la estatura, ya que los dos, para poder mirar el rostro del que entraba, tenían que levantar la cabeza como si trataran de mirar al cielo.
-¡Apartaos! ¡Tiempo tendréis de leerlo todos!
Éstos eran los gritos que el sheriff daba constantemente para que le permitieran colocar, como él deseaba, aquel gran cartel que había recibido momentos antes en la diligencia y que, como siempre había pasado, a las pocas horas de comentarlo en todos los saloons de la ciudad, nadie volvería a acordarse de ello.
Carteles como ése llegaban con frecuencia; siempre decían lo mismo. Sólo variaban en las características de los personajes, cuando se conocían bien, y en la cifra ofrecida como recompensa.
—¡Silencio! ¡Su Excelencia, el gobernador de este Estado! Todos los reunidos se pusieron en pie. El gobernador saludó con una inclinación de cabeza. Al sentarse, le imitaron. Durante unos segundos, hubo un silencio absoluto. Antes de hablar, el gobernador recorrió con la mirada a los reunidos.
Frank se había extraviado una noche de tormenta y la casualidad y la fortuna le llevaron hasta el refugio de Leo, que le atendió con afecto en las primeras horas. La tormenta le obligó a pasar unas semanas en unión de Leo. Ninguno de los dos hablaron de su pasado y hasta tenían la impresión de que se mentían mutuamente hasta en lo que al nombre hacía referencia. Frank había dicho varias veces que podía llamarle Dallas.
Los hermanos Wood siguieron charlando animadamente.
Ellison, con habilidad, insistió en seguir hablando sobre Bob y sus muchas cualidades.
Audrey, para no discutir con el hermano, le escuchó, aunque sin que las palabras de Ellison la llegasen a impresionar.
—Ya nada tienes que aprender de mí, Dean. Has asimilado perfectamente mis lecciones y consejos. ¡Puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que me has superado en mucho...! Conoces todos los trucos y ventajas que pueden hacerse con las armas. Tu rapidez es única y tu seguridad escalofriante... Me asusta el pensar que he podido hacer de ti un peligroso pistolero. —Debes tranquilizarte, Pat... ¡Sólo dispararé sobre los asesinos de mis padres! —Así lo espero.
—¿Por qué no pones en explotación esos bosques? Era el sueño de tu padre. A pesar de estar bien situado este puesto peletero, los cazadores que se arriesgan a descender tanto buscan el mercado de Portland, donde consiguen mejores precios. Yo, como experto cazador, así lo haría. Las buenas pieles...
—Lo discutiremos después de la próxima temporada, ¿te has informado de los precios?
—Aquí no han variado si es que tú no decides alterarlos.
—Los de Portland son los precios que me interesan conocer.
—Ya conoces toda la historia. Y te puedo asegurar que es un verdadero milagro el que continúe con vida. Cada vez estoy más convencida que no es obra de los indios todo esto.
—Es posible que tengas razón. Pero ahora hemos de pensar en huir. Me llamo Bill. Bill Candy.
—Carolyn. Lyn simplemente para los amigos. Se han llevado todos los caballos que dejaron por ahí. De haber tenido uno, habría intentado romper el cerco durante la noche.
—¿Sabes montar?
Se hablaba animadamente en la casa de Walker, saloon situado en la calle principal de Barstow, cuando apeáronse dos hombres de sus respectivas monturas, vestidos indistintamente de cowboy y minero, en una combinación tan extraña que hacía sonreír a la mayoría de los presentes y, empujando las dos hojas de vaivén de la puerta, entraron en el local.
Una vez dentro, miraron a un sitio y a otro, escudriñando los rostros de los asistentes con tal detenimiento y fijeza, que los observadores sentíanse violentos e inquietos.
—¿Qué te pasa, papá? ¡Hace irnos días que estás tan enfurecido…! Pero no debes dejar de comer. Ya he leído lo que dice Pinkerton… —Es un miserable. Le gusta ese sistema de periodismo que parece ser es la moda en el Este. ¿Cuántos atracos se han hecho a diligencias, al tren, a Bancos en el Oeste? ¡Centenares! Se llevaron más cantidad. Hubo más muertes… y ¡nunca!, se arma este escándalo. ¿Es que Green es un mal juez? —Debes tranquilizarte, papá. Sabes que no vas a conseguir nada.
El petróleo se ha agotado ya hace muchos años, y el mundo está sumido en un caos del que no sabe como salir. De pronto surge una nueva amenaza global que empieza con explosión de bombas nucleares en distintas partes de la tierra. El joven capitán René Bastierre es elegido por una computadora para obtener la información imprescindible para detener la amenaza.
Una nave espacial en misión rutinaria de exploración por mundos lejanos, sufre una avería de pérdida de energía que la deja incomunicada obligándola a hacer un aterrizaje de emergencia en el primer planeta que tiene a mano.La nave se posa en un planeta habitado que podría ser la Tierra en la Edad Media. Hay una ciudad cercana y pronto se establecen contactos que al principio son muy tensos pero que pronto se van relajando, sobre todo cuando gracias a la tecnología, los tripulantes de la nave pueden expresarse en el mismo idioma que los nativos. Pero entre estos hay un personaje siniestro y malvado, pero dotado de una gran inteligencia: Hans. Que ve una oportunidad en hacerse con las armas de la nave y dominar el mundo…
Después de la hecatombe nuclear que ha asolado la Tierra, elImperio Galáctico ha esclavizado a la humanidad, que subsiste casi extinguida yen muy malas condiciones. Manipulada genéticamente se ha anulado casi todo elespíritu de rebeldía. Pero quedan algunos que todavía se peguntan cosas. Notodo está perdido…
El descubrimiento en el planeta Gal de una fuerza magnetoinductiva superior millones de veces a todas las conocidas, lleva a Lerka —un alto militar desequilibrado— a hacerse con el poder e intentar dominar el mundo. Su primer objetivo —su propia galaxia— lo resuelve con suma facilidad, y entonces se propone hacerse con la Tierra. Para ello secuestra una nave terrestre e inicia la invasión, pero la tripulación va a hacer todo lo posible por impedirlo…
Un barco desaparece en el Triángulo de las Bermudas. Un prestigioso científico cuyos descubrimientos interesan a las grandes potencias va en él.Agentes secretos de Francia, EE.UU. y Rusia se movilizan para localizar al científico, pero pronto su problema principal va a ser otro: sobrevivir…
La Tierra se ve asolada por una anómala sucesión de seísmos que afectan a las ciudades más importantes y las destruyen en gran parte. También se ven afectados y destruidos contingentes militares de las dos grandes potencias EEUU y la URSS, lo cual eleva la tensión entre ellos hasta el límite de la guerra total. Parece que las profecías de Nostradamus se van a cumplir…Pero un periodista italiano, Giorgio Blasetti, sospecha que hay algo más debajo de estas catástrofes, y ayudado por Nuria Riera, empleada de Totalmedia, que ha visto «cosas raras» en su empresa, se propones descubrir que hay debajo y detener el inminente conflicto bélico.
La Tierra año 2044. Cinco naves espaciales han desaparecido en el entorno del planetoide p-543 en circunstancias misteriosas, sobre todo porque la galaxia de la que forma parte, está completamente deshabitada.Desde la Tierra sale una expedición cuya misión es encontrar respuestas. Pero les esperan muchas sorpresas y grandes peligros…
Un portaaviones norteamericano desaparece misteriosamente y esto moviliza todo el espionaje internacional. ¿Están los rusos detrás de esta desaparición? Además, también misteriosamente, un testigo del hecho que es asesinado. Al poco, una base rusa al completo también desaparece sin que se sepa nada de cómo ha ocurrido.Ronald Hutchinson es encargado por los EEUU para buscar explicaciones a estos hechos, pero no logra descubrir nada, aunque en todos los escenarios se encuentra con Iliana Tochpova, la niña mimada del KGB, que siempre va por delante de él.Las circunstancias acaban llevando a Ronald al interior de las selvas de Brasil, donde se encuentra el origen de todos los misterios…
La humanidad parece fatalmente condenada a repetir de forma cíclica la misma secuencia: concentración de poder en dos superpotencias, equilibrio disuasorio basado en un enorme poder de destrucción de armas atómicas, el desarrollo por parte de científicos brillantes de la bomba de neutrones que «parece» posibilitar nuevas ambiciones expansionistas, el error de utilizar estas armas y la destrucción total.La humanidad ya ha pasado por esto dos veces, y está a punto de completar el tercer ciclo, pero dos científicos, la doctora Kilar y el doctor Kolton intentarán evitarlo…