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Etiqueta negra 41. El libro de la reina, de James Gollin

Novela, Policial, Intriga

“Un virtuoso concierto”. The New Yorker “Gollin conoce la música, y esa parte del libro está escrita desde el interior. Hay un buen material sobre el temperamento de los solistas, y también una limpia narración, una brillante trama. No hay que perdérselo”. New York Times Review of Books      Cinco músicos dedicados al barroco, a la música renacentista y medieval. Miembros de un oficio gentil, amable, que de repente los atrapa en un peligroso concierto.


Etiqueta negra 44. Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx

Novela, Policial

“En los últimos diez años, un nuevo subgénero ha nacido en Francia. Es producto del mayo del 68, se le puede llamar Polar revolucionario, o Nueva novela negra (…) Manchette, Daeninckx, Villar, Jonquet, son sus mejores exponentes”. Ernest Mandel      “Daeninckx comparte con Simenon y Balzac la capacidad de reconstruir una atmósfera”. Michel Lebrun      Una manifestación de argelinos reprimida en París en 1961, es el origen de un asesinato que va a ocurrir 20 años después. Un pequeño policía tímido y provinciano trata de desentrañar una historia terrible que sólo existe “extraoficialmente”. Una gran novela contemporánea, muestra del mejor Polar francés.


Etiqueta negra 45. Adiós Sherezade, de Donald E. Westlake

Sátira, Novela

La novela de un escritor blanco que trabaja de negro, y además haciendo porno...


Etiqueta negra 46. Los sudarios no tienen bolsillos, de Horace McCoy

Novela, Policial

«Los sudarios no tiene bolsillos» es una novela maldita. Escrita entre 1935 y 1936, al proponerse para su publicación fue rechazada por varias editoriales norteamericanas. En 1937 la aceptó finalmente una editorial inglesa, Baker, pero no sin realizar cortes en el original. Once años más tarde, el libro vio la luz en los Estados Unidos en una edición de NAL, en la que se hicieron nuevos recortes tras pasar por una seria censura. La versión original de McCoy nunca se rescató. El libro se encuentra agotado desde hace 30 años en los Estados Unidos, y ni siquiera se pueden localizar copias en las bibliotecas públicas. El autor no renovó su «copyright» y lo dejó morir. Los lectores de habla española descubrirán al leerla los motivos de la persecución a que este libro fue sometido, y se sentirán más cerca de Horace McCoy de lo que se sintieron al leer: «Di adiós al mañana, Luces de Hollywood» o «¿Acaso no matan a los caballos?», sus otras tres novelas policíacas. Horace McCoy nació en 1897 en Pegram, un pequeño pueblo cerca de Nashville, Tennessee. Vendedor de periódicos a los 12 años, héroe de la aviación durante la guerra mundial, periodista desde 1921 hasta los primeros años de la depresión, ciudadano de Hollywood a partir de 1931, donde fue extra durante años y a partir de 1936, guionista, miembro del club de la novela negra que colaboró en «Black Mask» y otras revistas «pulp» al final de la década de los veinte, autor de cuatro novelas policíacas y dos novelizaciones de películas, murió en Beverly Hills a los 58 años, víctima de un ataque al corazón. Su dureza, la sequedad de sus narraciones, la sobriedad descriptiva, la desesperanza de sus personajes, atrapados en una derrota social que los trasciende como individuos, hizo de Horace McCoy un autor marginal, cuyos libros eran aceptados a regañadientes por las editoriales e ignorados por la crítica. «¿Acaso no matan a los caballos?», a pesar de haber sido escrita en 1933, no fue editada sino hasta 1935 y no hubiera pasado de un par de ediciones a no ser por la versión cinematográfica de Sidney Pollack en 1969. Ignorado como novelista, McCoy se refugió en Hollywood realizando lo que calificó como un «trabajo de prostituta literaria». Tuvieron que transcurrir 40 años, después de la publicación de su primera novela, para que los nuevos críticos norteamericanos revaluaran su trabajo. Foster Hirsch calificó su obra como la «de un contenido social más preciso» de toda la literatura «hard-boiled»; O’Brien situó sus libros en «el centro de la narrativa negra»; Saturack descubrió sus novelas como «brillantes»; llegaron todos ellos con 20 años de retraso al reconocimiento que al trabajo de McCoy habían otorgado en Francia personajes como Jean Paul Sartre o André Malraux.


Etiqueta negra 51. Saluda al asesino, de Jay Bennett

Novela, Policial

La novela ganadora del Edgar 1974 (el premio al mejor libro otorgado por los escritores de Misterio de los Estados Unidos).
«Una historia sólida con caracteres increíbles y una trama bien argumentada. No sólo entretenimiento, también una lección de moral». Publishers Weekly.
Era una tarde lluviosa cuando Matt vio al hombre por primera vez. Aún en la sombra del teatro de Brooklyn, Matt podía ver el brillo que el miedo producía en los ojos del hombre. Minutos más tarde estaba muerto.


Etiqueta negra 57. La noche a través del espejo (Trad. S. I. González), de Fredric Brown

Novela, Policial

Fredric Brown es un autor para todos, excepto para los tristes (y aun así no sería una mala solución para su tristeza): graciosos, bromistas, chiflados, angustiados, sádicos, obscenos, viciosos, alcohólicos, soñadores, hastiados, estudiantes ingenuos y viejecitos de vuelta de todo, leed y releed a Fredric Brown, él os procurará una salida a las tensiones, un consuelo a vuestras inquietudes cotidianas y el apaciguamiento de muchos de vuestros fantasmas.
GÉRARD HELFER
 
  
 
La noche a través del espejo, considerada a menudo como la obra maestra de Brown, se centra en los acontecimientos que se acumulan mágicamente durante la noche de una pequeña ciudad para alimentar la primera página de una publicación.
JAVIER COMA


Etiqueta negra 59. Estilo indirecto, de Manuel Quinto

Novela, Policial

«Quinto es uno de estos novelistas que parten de una historia y la urden mediante un sistema de escritura adaptado a la naturaleza misma de esta historia. Novelista de retina múltiple, capaz de plantear y establecer complicidad de mirada con el lector, conecta con la actual sensibilidad tanto lectora como escribidora en el sentido de que nada de lo literario le es ajeno, ni como patrimonio ético ni como recurso estético». Manuel Vázquez Montalbán.
«Manuel Quinto es verdaderamente escritor. Eso es algo que se sabe a la quinta página, después de haberlo sospechado a la tercera». La Vanguardia.


Etiqueta negra 65. A navajazos, de Andreu Martín

Novela, Policial

Ancianitas con las bragas bajadas, un policía novato, una herencia, algunos navajazos, una historia para leer en una madrugada y no tener pesadillas… la noche anterior.


Etiqueta negra 66. A martillazos, de Andreu Martín

Novela, Policial

El loco andaba por ahí matando niños a martillazos… Pero ¿quién ponía el martillo en sus manos?


Etiqueta negra 68. Los suicidas asesinados, de Howard Engel

Novela, Policial

Benny Cooperaran comparado con su hermano, el doctor, parece un perdedor. Vive en un hotel barato. Come huevos duros. No le gustan los revólveres ni el licor. Pero puede imaginar todos los ángulos de una investigación, y seguir una pista hasta su lógica conclusión... lógica y sangrienta.      “Lo mejor de la ficción detectivesca canadiense”.  Toronto Star


Etiqueta negra 70. Play-Back, de Didier Daeninckx

Novela, Policial

La reconversión, una ciudad mutilada que muestra sus heridas y miserias. Un novelista derrotado que acepta escribir la biografía de una cantante popular, y…
«En los últimos diez años, un nuevo subgénero ha nacido en Francia. Es producto de mayo del 68, se le puede llamar Polar revolucionario o nueva novela negra Manchette, Daeninckx, Vitar, Jonquet, son sus mejores exponentes». Ernest Mandel.
«Daeninckx comparte con Simenon y Balzac la capacidad de reconstruir una atmósfera». Michel Lebrun.


Etiqueta negra 71. Saludos al jefe, de Ed McBain

Novela, Policial

Seis cadáveres (tres hombres, dos chicas jóvenes y un bebé) aparecen tiroteados en una zanja. El caso les corresponderá llevarlo a los hombres del Distrito 87, que enseguida empezarán a sospechar que tras esos asesinatos se encuentra, como telón de fondo, la guerra entre las bandas juveniles que quieren controlar la ciudad.


Etiqueta negra 72. No quiero hablar de Bolivia, de David C. Hall

Novela, Policial

Hallahan no quería hablar de Bolivia. ¿Qué había llevado a aquel americano a su muerte en un anodino hotel de Barcelona? ¿Qué significaba aquel montón de dinero junto a su cadáver? ¿Qué era lo que tenía olvidar de Bolivia? Este era el reportaje que finalmente Winddon conseguiría escribir. Pero nadie compraría la información. Ni siquiera al inspector Echevarría podía interesarle aquella verdad.


Etiqueta negra 75. Un pichón recalcitrante, de Donald E. Westlake

Novela, Policial

¡La novela que ganó el Edgar de 1967, hasta hoy inédita en español!            «Donald Westlake es sin duda el número uno en Estados Unidos».  NEW YORK TIMES            No se pueden heredar 317 000 dólares y además desconfiar de todo el mundo, porque entonces el placer se vuelve locura… Una novela brillante, llena de humor negro.


Etiqueta negra 80. El perro durmiente, de Dick Lochte

Novela, Policial

Un detective y una adolescente de 14 años y un perro llamado Groucho… y la mezcla se llena de violencia… Nominada para el Edgar a la mejor primera novela de 1986.
«¡Qué bien! Una primera novela que es original; que se desarrolla rápidamente, que tiene mucho encanto y acción; que está bien escrita, que tiene momentos de humor y algo de humor negro, y que tiene una buena trama». Newgate Callendar/New York Times.
«Si Serendipity Dahlquist no patina directo a su corazón, es que ustedes no tienen corazón». Warren Murphy.


Etiqueta negra 82. Ocho días de junio, de Albert Draper

Novela, Policial

Draper recorrió los caminos del exilado de izquierda, los ilegales pasos de frontera, y con esto de la democracia ha terminado de gorila-portero en una discoteca. Pero un asalto bancario lo llevará de nuevo a la acción... “Una novela divertida, una historia ágil, mucho sentido del humor, un personaje con el que los lectores simpatizarán.” Manuel Quinto


Etiqueta negra 86. Tiempo de matar, de Donald E. Westlake

Novela, Policial

Westlake va más allá de lo habitual, ahora incursiona en la novela de acción, que al mismo tiempo es un western urbano, y que también es, sin duda, una novela social… Continúe sorprendiéndose.


Etiqueta negra 87. Doble, de Bill Pronzini & Marcia Muller

Novela, Policial

Una experiencia literaria notable. Dos autores: Marcia Muller / Bill Pronzini, dos detectives: El Sin Nombre y Sharon McCone.“De vez en cuando y pocas veces, te topas con un escritor cuyo trabajo te gusta instintivamente; ahora, por casualidad he encontrado uno. Bill Pronzini… Tengo una simpatía básica con este detective privado, cincuentón, gordo, amoroso y anónimo. Cómprenlo, léanlo y relájense. Mejor que un baño sauna.” Los Ángeles Times


Etiqueta negra 88. Llegó la banda, de Ed McBain

Novela, Policial

Alguien arroja una bomba contra una iglesia afroamericana matando al pastor, una joven que no quiere ser encontrada desaparece, una mujer denuncia que su casa está habitada por fantasmas, una actriz es asesinada por actuar ligera de ropa, un comerciante hispano recibe una paliza, un joven se tira (¿o le tiran?) por una ventana. Todo eso es tan solo una muestra de los casos con los que a lo largo del día tienen que bregar los policías asignados al Distrito 87.


Etiqueta negra 89. La sexta isla 1, de Daniel Chavarría

Novela, Aventuras, Policial

Un alucinante diálogo con la inquisición, un mafioso norteamericano al que le gustan las adolescentes, un extraño sacerdote, un cofre del tesoro, un complot de la CIA… Eso y mucho más en una novela-río que fascinará a los lectores.
 

 
«Chavarria escribe las novelas más divertidas que he leído últimamente, y que no haya confusión respecto a la palabra diversión. Se trata de ese tipo de libros que te atrapa, te obliga a leerlo en la regadera, en el automóvil aprovechando el rojo de los semáforos, en la noche fabricando insomnio… Notable».
Paco Ignacio Taibo / La cultura de México
 

 
La sexta isla fue premio de la Crítica en Cuba en 1986.