La estratagema más maquiavélica que han ideado dos seres humanos para eliminar a un tercero. Una novela llena de sorpresas, que inspiró a Clouzot su película.
Gran Bretaña, 1984. El anuncio del cierre de las minas de carbón desata la mayor huelga de la historia británica. Piquetes, policías, esquiroles, empujones, puñetazos, golpes de porra. Para imponerse en la batalla, la primera ministra Margaret Thatcher encarga al Judío, un oscuro ejecutivo de las cloacas del Estado, que aplaste al enemigo interno recurriendo a cualquier tipo de método. Escuadrones parapoliciales, palizas, ocupación de poblaciones enteras, agentes provocadores. Enfrente estará el Sindicato Nacional de Mineros, liderado por el carismático Arthur Scargill, el Presidente, el Rey Carbón, el Führer de Yorkshire, capaz de movilizar a miles de mineros con sus piquetes volantes o de recabar apoyos y solidaridad de la Unión Soviética o de la Libia de Gadafi.
David Peace ganó el James Tait Black Memorial con esta despiadada y magistral novela negra que narra la vez que más cerca estuvo Gran Bretaña de una guerra civil.
Gog es el libro que J. J. Benítez nunca hubiera deseado escribir. Ésas son sus palabras. Pero escrito está. Según el autor navarro, lo más importante de esta supuesta novela «es lo que se intuye, no lo que se lee». Sí, Gog es una pequeña joya (envenenada). Se trata del libro más breve, y dramático, del autor de Caballo de Troya. «La información contenida en Gog es tan importante que, probablemente, es falsa. Sinceramente, si no lo lee, mejor para usted…».
Jack y Tom son dos prominentes científicos que descubren una fórmula inyectable que permite acceder al posicionamiento de una persona similar a un GPS. Todo cambiará cuando uno de los inyectados fallece. La señal que debería haber desaparecido permanece....y 30 segundos después se localiza en otra región del planeta. ¿Por qué ocurre eso? Deberán enfrentarse a uno de los misterios que siempre obnubiló a la humanidad desde sus orígenes y se darán cuenta que las preguntas que nunca tuvieron respuestas, a están a punto de dar a luz. Respuestas que revolucionarán la conciencia social, religiosa y política de todo el mundo.
Stern, erudito judío y autor de un bestseller sobre el sentimiento de culpa alemán en relación con el Holocausto, aparece asesinado en Munich. En Venecia, el agente del Mossad y restaurador de arte Gabriel Allon deja los pinceles y empieza a rastrear las verdades que Stern había desempolvado. En el Vaticano, el nuevo papa se empeña en descubrir la verdad sobre la implicación de la Iglesia en el Holocausto. Sin embargo, un poderoso cardenal se opone a la resolución del Santo Padre.
De la mano de Gabriel Allon, el lector se internará en un camino de secretos y hechos inconcebibles protagonizados por el papa Pío XII, altos mandos del nazismo, monjas de apartados conventos, asesinos a sueldo, una guapa y brillante agente secreta y un sinfín de personajes que le acompañan en su búsqueda por saber la verdad sobre la Solución Final.
El restaurador de arte y espía Gabriel Allon es enviado a Viena para investigar un atentado en la oficina de Reclamaciones e Investigaciones de Guerra. Pero lo que le espera le afectará personalmente de un modo inquietante. Se trata de un rostro, un rostro extrañamente familiar que le provoca escalofríos y al que intenta asociar un nombre, una historia, una conexión. Pero cada descubrimiento le conduce a nuevas preguntas, y cuando finalmente empieza a emerger la verdad, es más terrible de lo que podía imaginar: la más repugnante sombra del nazismo acecha sesenta años después, mueve hilos de poder y burla toda justicia. Si el papel de la Iglesia católica en la solución final inspiró El confesor, en El hombre de Viena Daniel silva profundiza en la macabra operación Aktion 1005, el programa nazi para ocultar las pruebas del Holocausto.
Gabriel Allon es un veterano espía que vive casi retirado, dedicado a la restauración de obras de arte para el Vaticano. Pero la violenta muerte de un periodista le hará volver a entrar en acción y regresar a la Rusia poscomunista, donde la corrupción y las mafias dominan el poder económico y político. En este ambiente de tensión y violencia, el Mossad y la CIA descubren que un poderoso traficante de armas ruso está a punto de realizar una entrega a Al Qaeda que podría provocar una sangrienta oleada de atentados a escala mundial. Ante esta perspectiva, las agencias de inteligencia occidentales ponen en marcha un dispositivo para tratar de evitar el desastre, y Gabriel Allon se verá pronto al frente de la operación. Aunque es un hábil y experimentado agente secreto, Gabriel deberá moverse ahora con cuidado, en un tablero de juego en el que no puede permitirse ni un solo error, ya que esta vez las reglas del juego las han escrito sus adversarios.
Siete días. Una chica inglesa. No habrá segundas oportunidades. Madeline Hart es una estrella emergente en el partido que gobierna Gran Bretaña: bella, inteligente, con una carrera meteórica desde sus humildes orígenes hasta el éxito. Pero también es una mujer con oscuros secretos: es la amante del primer ministro Jonathan Lancaster. Cuando desaparece mientras pasa las vacaciones en Córcega con unos amigos del partido, saltan todas las alarmas. De algún modo, alguien ha descubierto esa relación secreta y ha decidido hacerle pagar los pecados el máximo dirigente de Reino Unido secuestrando a su joven amante. Aterrorizado ante la perspectiva de un escádalo que acabaría con su carrera política, Lancaster decide llevar el asunto a través de vías poco convencionales. Y ahí aparece Gabriel Allon, restaurador de arte, espía y con un currículum en el que no escasea la intriga política y el asesinato. La cuenta atrás ha empezado y Gabriel tiene que lograr encontrar a Madeleine y devolverla a casa sana y salva.
El legendario espía y restaurador de arte Gabriel Allon se encuentra en Venecia trabajando en un retablo cuando recibe una citación urgente de la policía italiana. El corredor de arte Julian Isherwood se ha visto envuelto en la escena de un crimen en el lago Como y está detenido como sospechoso. Para salvar a su amigo, Gabriel deberá encontrar el cuadro desaparecido más famoso del mundo. Y, a veces, la mejor manera de encontrar una obra maestra robada es robar otra… Gabriel se embarca en una atrevida estrategia para recuperar La Natividad de Caravaggio. Esta le conducirá a una estimulante caza de Marsella a Córcega, pasando por Londres y París, hasta desembocar en un pequeño banco privado de Austria, donde un hombre muy peligroso monta guardia para proteger la ilícita riqueza amasada por uno de los dictadores más brutales del mundo.
Tumbada sin la parte de arriba del bikini en la cubierta de proa, con una copa en la mano, su piel impecable tostándose al sol, estaba la mujer más famosa del mundo. Y una cubierta más abajo, preparando un aperitivo de tartar de atún, piña y pepino, estaba el hombre que iba a matarla. Ella es un icono de la familia real británica, amada por su belleza y su labor humanitaria y detestada por su exmarido y su exsuegra, la reina de Inglaterra. Cuando estalla una bomba a bordo del yate donde pasa sus vacaciones, los servicios de inteligencia británicos recurren a un extranjero, el legendario espía y asesino profesional Gabriel Allon, para seguir la pista del autor material del atentado. El objetivo de Gabriel es Eamon Quinn, experto en fabricación de explosivos y sicario al servicio del mejor postor. Quinn es un hombre esquivo, un habitante de las sombras («un susurro en una capilla en penumbra, un hilo suelto en el borde de una prenda desechada»), pero por suerte Gabriel no parte solo en su persecución. Cuenta con la ayuda del británico Christopher Keller, un exmilitar de élite convertido en asesino profesional que conoce de primera mano la mortífera eficacia de Quinn. El espía inglés transita a la velocidad de la luz entre la suntuosa isla de Saint Barthélemy y los barrios bajos de Belfast Oeste, pasando por una casa en los acantilados de Cornualles a la que Gabriel le tiene especial cariño. Y aunque en principio no se dé cuenta, Allon va detrás de un antiguo enemigo: una siniestra camarilla de hombres poderosos a los que nada les gustaría más que eliminarlo de una vez por todas. Gabriel decidirá complacerles: porque, cuando un hombre busca venganza, estar muerto tiene sus ventajas.
Una red terrorista. Una telaraña de engaños y mentiras. Un juego letal cuyo objetivo es la venganza. Gabriel Allon está a punto de convertirse en jefe del servicio secreto israelí, pero en vísperas de su ascenso los acontecimientos se confabulan para que el legendario espía y restaurador de arte acepte una última misión. El ISIS ha hecho estallar una devastadora bomba en el distrito parisino de Marais y el gobierno francés, desesperado, quiere que Gabriel elimine al responsable antes de que ataque de nuevo. Le apodan Saladino, y es una mente criminal de ambiciones tan grandiosas como su sobrenombre: un individuo tan esquivo que incluso su nacionalidad se desconoce. Oculta tras un sofisticado software de encriptación, su red terrorista se comunica en total secreto, dejando a Occidente a ciegas respecto a sus planes y a Gabriel sin otra alternativa que introducir a un agente en el grupo terrorista más peligroso que haya conocido el mundo. Natalie Mizrahi es una joven doctora tan valiente como hermosa. A petición de Gabriel, se hará pasar por miembro del ISIS a la espera de que llegue el momento de actuar, convirtiéndose así en una bomba de relojería con el cronómetro en marcha, en una viuda negra sedienta de sangre. Su peligrosa misión la llevará desde los apacibles barrios residenciales de París a la isla de Santorini, y del mundo brutal del califato del Estado Islámico a Washington, donde el implacable Saladino prepara una apocalíptica noche de terror que alterará el curso de la historia.
Del autor de La viuda negra, número uno en la lista de los más vendidos del New York Times, llega un nuevo éxito literario protagonizado por Gabriel Allon, espía legendario, asesino profesional y restaurador de arte. La viuda negra, una historia de suspense trepidante y uno de los mayores éxitos de Silva, fue una de las novelas más destacadas de 2016. Ahora, en Casa de espías, Gabriel Allon ha vuelto y está dispuesto a vengarse, decidido a atrapar al terrorista más peligroso del mundo, el escurridizo cerebro del ISIS conocido como Saladino. Cuatro meses después del mayor atentado acaecido en suelo norteamericano desde el 11 de septiembre, los terroristas dejan una estela de muerte en el exclusivo West End londinense. El atentado es una brillante hazaña de planificación llevada a cabo en perfecto secreto, con un único fallo: un cabo suelto. Ese cabo suelto conducirá a Gabriel Allon y a su equipo al sur de Francia, hasta la lujosa mansión de Jean-Luc Martel y Olivia Watson. Olivia, una bella exmodelo británica, finge no saber que la enorme riqueza de Martel procede del narcotráfico. Y Martel, a su vez, finge ignorar que está haciendo negocios con un hombre cuyo objetivo es la destrucción de Occidente.
En un pequeño y aislado pueblo de la serranía de Cádiz, vive una misteriosa mujer de nacionalidad francesa que ha empezado a escribir unas memorias más que peligrosas. Es la historia de un hombre al que una vez amó en Beirut, años atrás, y de un hijo que le arrebataron en nombre de la traición. Esta mujer es la guardiana del secreto mejor guardado por el Kremlin: hace décadas la KGB infiltró a un agente doble en el mismo corazón de occidente, un topo que hoy se encuentra a las puertas del poder absoluto. Solo una persona puede arrojar luz sobre esta conspiración: Gabriel Allon, el ya legendario restaurador de arte y asesino que hoy sirve como director del eficacísimo servicio secreto israelí. Gabriel ya ha tenido que combatir, anteriormente, a las oscuras fuerzas de la nueva Rusia, con un elevado coste personal. Ahora él y los rusos se enzarzarán en una épica confrontación final con el destino del mundo que conocemos en la balanza. Gabriel se ve empujado en medio de la conspiración cuando su activo más importante dentro de la Inteligencia rusa es asesinado mientras intentaba desertar en Viena. Su búsqueda de la verdad le llevará atrás en el tiempo, hasta la traición más grande del siglo XX para terminar en las riveras del Potomac fuera de Washington. Rápido como una bala, extrañamente bella y llena de dobles sentidos y giros en la trama, esta novela es un verdadero tour de force que demuestra una vez más que Daniel Silva es simplemente el mejor escritor de novelas de espías de nuestro tiempo.
Lo que está hecho no puede deshacerse. En un exclusivo colegio privado suizo, el misterio envuelve la identidad de una niña de cabello negro que llega cada mañana acompañada por una escolta digna de un jefe de estado. Dicen que es hija de un empresario muy rico. En realidad su padre es el todopoderoso Jalid bin Mohamed, el ahora denostado príncipe heredero de Arabia Saudí y otrora aclamado por la comunidad internacional por su promesa de emprender reformas religiosas y sociales. Jalid es ahora objeto de duras críticas por parte de todos los gobiernos debido a su implicación en el asesinato de un periodista disidente. Y cuando su única hija es secuestrada, recurre al único hombre capaz de encontrarla antes de que sea demasiado tarde. Gabriel Allon, el legendario jefe del servicio de inteligencia israelí ha pasado gran parte de su vida persiguiendo a terroristas. Entre ellos, a numerosos yihadistas financiados por Arabia Saudí. El príncipe Jalid se ha comprometido a romper al fin el estrecho vínculo que une a su reino con el Islam radical. Solo por ese motivo, Gabriel le considera un colaborador valioso, pese a que no se fíe de él. Juntos forjarán una alianza precaria en una guerra secreta por el control de Oriente Próximo. La vida de una niña y el trono de Arabia Saudí están en juego. Tanto Allon como Jalid se han creado numerosos enemigos. Y tienen mucho que perder.
Gabriel Allon está con su familia en unas discretas y muy necesarias vacaciones en Venecia. La tranquilidad acaba cuando el Papa Pablo VII muere de improviso y el leal secretario privado del Santo Padre, el arzobispo Luigi Donati, convoca a Gabriel a Roma. Mil millones de católicos han sido informados que el papa ha muerto de un ataque al corazón. Sin embargo, Donati tiene dos buenas razones para pensar que ha sido asesinado. La primera que el guardia suizo que guardaba las estancias pontificias esa noche ha desaparecido. La segunda la carta que el Santo Padre estaba escribiendo esa noche durante las últimas horas de su vida… dirigida a Gabriel.
«Mientras investigaba en los archivos secretos del Vaticano, encontré un libro más que sorprendente…» El libro es un Testamento suprimido hace mucho, un Testamento que cuestiona la precisión de la imagen que el Nuevo Testamento da de uno de los eventos más portentosos de la historia de la humanidad. Solo por esa razón, la Orden de Santa Elena —una oscura sociedad católica con lazos con la extrema derecha europea— no se detendrá ante nada para evitar que caiga en las manos de Gabriel mientras conspiran para hacerse con las riendas del trono de San Pedro. Y esto solo es el principio.
Mientras los cardenales se van reuniendo en Roma para el Cónclave, Gabriel empieza una desesperada investigación para recabar pruebas de la conspiración de la Orden y para encontrar un largo tiempo perdido Testamento que podría poner fin a dos mil años de odio mortal. Su búsqueda le llevara desde el Puente Vecchio en Florencia a un monasterio en Asis pasando por las profundidades de los Archivos Secretos del Vaticano y finalmente la capilla Sixtina, donde será testigo del sagrado traspaso de las llaves de San Pedro a un nuevo pontífice, algo que nunca antes nadie había visto fuera del colegio cardenalicio.
El fatal envenenamiento de un multimillonario ruso envía a Gabriel Allon a un peligroso viaje por Europa y a la órbita de una virtuosa música que puede tener la clave de la verdad sobre la muerte de su amigo.
La trama que Allon descubre conduce a canales secretos de dinero e influencia que van al corazón mismo de la democracia occidental y amenazan la estabilidad del orden global.
En la nueva y deslumbrante obra maestra de Daniel Silva, Gabriel Allon se embarca en una búsqueda trepidante para descubrir al mayor falsificador de arte que jamás haya existido.
Tras cortar sus lazos con los servicios de inteligencia israelíes, el legendario espía y restaurador de arte Gabriel Allon se instala discretamente en Venecia, el único lugar donde ha conocido la paz. Su bella esposa, Chiara, dirige la Compañía de Restauración Tiepolo y sus dos hijos de corta edad acuden a una scuola elementare del barrio. Gabriel, entretanto, dedica sus días a vagar por las calles y los canales de la ciudad acuática, desprendiéndose de los demonios de su trágico y violento pasado.
Pero cuando Julian Isherwood, el excéntrico marchante de arte londinense, le pide que investigue las circunstancias que rodean el redescubrimiento y la lucrativa venta de un cuadro centenario, Gabriel no tarda en descubrir que la obra en cuestión, un retrato de una mujer anónima atribuido a Anton van Dyck, es casi con toda certeza una falsificación hecha con diabólica habilidad. Para encontrar al misterioso personaje que pintó el cuadro —y destapar un fraude multimillonario en la cúspide del mundo del arte—, Gabriel concibe uno de los planes más complejos de su carrera. Si quiere tener éxito, habrá de convertirse en la imagen especular del hombre al que busca: el mayor falsificador de cuadros de la historia.
Sussex, 1780. Cuando un cadáver sin identificar aparece en las lindes de su propiedad, la curiosa Harriet Westerman no puede evitar implicarse en la resolución de este misterio. Para ello busca la ayuda de su huraño vecino, un anatomista de inteligencia notable pero escasas aptitudes sociales. Las pistas apuntan a la familia del conde de Sussex, a su joven segunda esposa y a su hijo alcohólico, excombatiente en la guerra de Independencia americana. Mientras tanto, en Londres, Alexander Adams es asesinado delante de sus dos hijos pequeños. Las deudas y la complicada historia de los pequeños los llevarán también a Sussex, donde se convierten en un elemento clave de la resolución del misterio. La presión sobre Harriet y Gabriel es grande, y el peso de los secretos del conde amenaza con sepultarlos a todos.
Montevideo, abril de 1964: la ciudad apacible pronto va a ingresar en un tiempo de violencia política. El país es gobernado por el Colegiado y la palabra crisis aparece con insistencia en las noticias. No obstante, la convivencia social discurre en la engañosa calma que precede a las tormentas. Ese otoño, un hombre viudo de mediana edad llamado Keller vende la casa familiar y alquila un modesto apartamento en el barrio Parque Rodó después de que su hijo emigra a Australia. Con la mudanza, Keller accede a una nueva vida de hombre solitario que quiere dejar atrás el pasado. A partir de la lectura fortuita de «Asesino a sueldo», una ignota novela policial que descubre en su biblioteca, conocerá los pliegues más sombríos de su alma. Obsesionado por Beatriz, su joven vecina, Keller se entrega al juego que el siniestro Murray Sullivan, protagonista de la novela, parece enseñarle página tras página. Ese aprendizaje y su amor imposible por Beatriz empujan a Keller a trasponer límites que nunca soñó cruzar. Así, el juego intertextual entre lo que lee y lo que vive ambienta una trama de crímenes que no da respiro al lector.
En la lejana Montevideo de 1964, un misterioso asesino desvela a la policía: su difundido identikit lo describe como un hombre de sombrero, bigote y lentes de gruesa armazón que dice llamarse Milo Epstein. Pero detrás de este personaje hay un viudo solitario y de modales educados: Gabriel Keller. Un montevideano común y tan gris como su ciudad que, después de vender su casa y abandonar su empleo, alquila un módico apartamento en el barrio Parque Rodó para empezar una nueva vida signada por la irresistible compulsión de matar.