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Bolsilibros - Coral 119. Casémonos, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Me has oído, Piper?—Sí, abuelo.—¿Y qué dices?—No sé aún lo que deseas de mí.—Es preciso, Piper, que olvides tu condición de mujer. Desde ahora serás como un hombre. Te enviaré a un colegio y más tarde estudiarás la carrera de ingeniero naval. Serás un segundo Peter Eastwood.—Está bien, abuelo.—Cuando tengas veinte años has de enseñarme el título. ¿Me entiendes? Has de arreglarte de forma que para entonces puedas ocupar mi lugar.—Sí, abuelo.


Bolsilibros - Coral 120. Yo soy aquella chica, de Corín Tellado

Romántico, Novela

De pie era bellísima, con una belleza aristocrática, delicada, sin grandes exuberancias llamativas. Los cabellos muy rubios enmarcando el óvalo perfecto de su cara. Los ojos azules, como límpidas turquesas. La boca de delicado rasgo, quizá un poco gruesa, que daba mayor encanto si cabe a sus labios. Los dientes que enseñaba al sonreír, blancos, iguales, apretados. Esbelta sobre los altos tacones, de cadera redondeada y piernas bien formadas. Una muchacha que haría furor en los salones, sin duda alguna.


Bolsilibros - Coral 123. Historia de dos mujeres, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Y del amor, Niucha? ¿Qué opinión te merece el amor? Tienes veinte años y no te he conocido jamás un acompañante. Ya ves tú, yo tengo veinticuatro y...—Y has tenido muchos acompañantes — terminó Niucha.—Sí. Siempre me enamoro del último.—Ya. Una semana amas a Pedro y a la siguiente amas a Juan. ¿Sabes, Pat? Nunca has amado a ninguno.Pat se echó a reír. Prácticamente tenía mucha más experiencia que Niucha, pero ésta no deseaba en modo alguno la experiencia dolorosa de su amiga.—Mientras ames a tantos a la vez, nunca amarás realmente nada —comentó dulcemente—. El amor no es así.


Bolsilibros - Coral 124. La boda de Anita, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Cuando Anita Perkins decidió casarse con Douglas Wyman ya sabía a lo que se enfrentaba. Su padre se lo había dejado bien claro: si se obstinaba en celebrar la boda, nunca más sería recibida en la casa familiar y sus hermanos tendrían prohibido visitarla y dirigirle la palabra. Douglas Wyman era un forastero en el pueblo, un hombre sin pasado a quien se le consideraba un don nadie y un «cazadotes», pero Anita lo amaba por encima de todo. Nadie en aquel pueblo podía imaginar que el hombre al que despreciaban ocultaba la identidad de una persona muy diferente.


Bolsilibros - Coral 125. Ella era así, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Más tarde supo que se habían casado y ella se mantuvo aparentemente indiferente. Pero en el fondo de su corazón sentía un dolor agudo, terrible. Era preciso que Liliane ignorase siempre sus relaciones con Alec. Liliane no tenía la culpa de lo sucedido; era él, el ingrato, que se olvidó pronto de ella para querer a otra mujer, precisamente a su hermana.


Bolsilibros - Coral 126. La rebelde Cris, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Pero, Mary Cris...—Lo dicho, tía Juliana. Estoy harta, harta, harta.—Pero si has llegado el sábado, querida, y hoy es jueves.—¿Y te parecen pocos cinco días? ¡Oh, tía Juliana, tú no sabes lo que supone para mí este cambio tan brusco y tan poco en consonancia con mi modo de ser!—Lo comprendo, hijita.María Cristina Salgado —alta, esbelta, bonita y moderna, con unos ojos azules así de grandes— dio la vuelta en redondo y clavó la sagacidad de sus inmensos ojos en la solterona.


Bolsilibros - Coral 127. Parecía imposible, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Cállate ya, Tula.—No quiero, Harry. Estoy muy disgustada con lo de la señorita Diana. A última hora la hacienda es tanto de uno como de otro, aunque el amo nos quiera demostrar a cada instante que aquí el único dueño es él.—Pues te advierto —dijo Harry con una mueca— que tiene intención, por lo que dijo, de que la señorita Diana venga a buscar la parte que le corresponde y se largue después.—No lo quiera Dios. Es muy joven para vivir sola por esos mundos.—Tiene diecisiete años. En estos tiempos a esa edad se es ya una mujer —adujo Joe.—¿Una mujer que estuvo siempre en el colegio?—Salió todos los años a disfrutar las vacaciones con sus amigas —dijo Harry de mala gana.—El amo nunca se preocupó de ella.


Bolsilibros - Coral 130. Mi secretaria, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Qué diablos deseas hallar en tu secretaria? —preguntó Riquelme, desconcertado cuando a las dos semanas fue a visitarlo.—Nada. Eso es lo cierto. Todas las que han desfilado por aquí tienen algo. Y yo quiero una muchacha que sea inteligente, culta, que no le importe vivir sola con un hombre de mi fama. Que no piense en cazarme, que sepa mantenerse al margen de mi vida y que cuando yo dicte uno de mis párrafos, no se ruborice.—¿Y piensas hallar todo eso en una muchacha joven y bella? Porque tú has anunciado que éstas son dos cualidades indispensables para optar al puesto.


Bolsilibros - Coral 133. Él era así, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Era gentil y bonita. No es que poseyera una gran belleza ni que los rasgos de su rostro llamaran poderosamente la atención, no. Tenía algo en la mirada de sus ojos negros, en el rictus de la boca, en los mismos movimientos de su cuerpo menudo que atraía y subyugaba. Nada de rasgos clásicos, y, sin embargo, la figura en conjunto guardaba algo que llamaba las miradas masculinas, donde se retrataba un deseo casi enfermizo de analizar en el fondo del alma de aquella chiquilla un poco indiferente, cuyos ojos negros hacía tiempo que no sabían reír. ¿Por qué Emma perdió la risa de su boca, la mirada luminosa de sus pupilas soñadoras que antes, cuando él no había aparecido en su vida, sabía reír y jugar?


Bolsilibros - Coral 134. Casado por ambición, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Red Wymar —alto, fuerte, de anchas espaldas y mirada dura y fría— detuvo sus agitados pasos y contempló a su madre a través de las espesas espirales que salían de la pipa que apretaba entre los dientes.—¿No existe una solución más... más digna de mí?Alice Wymar entreabrió los labios en una sutil sonrisa un tanto desdeñosa.—¿Digna de ti, Red? ¿Acaso eres digno de algo?—Mamá, me estás ofendiendo.—Soy tu madre, Red. Te quiero muchísimo. Tú sabes muy bien que por ti estoy cometiendo una... canallada. Esa niña merece algo más que tu consideración y aun sabiéndolo, estoy dispuesta a entregártela... Quizá algún día me arrepienta de mi acción, Red, pero entretanto debo trabajar por tu bienestar futuro y es lo que hago.


Bolsilibros - Coral 135. Una chica loca, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Anne era hija de una de las dos grandes familias del pueblo pero, por disgusto de su padre, no había salido como le hubiese gustado: una damita comedida, elegante y discreta. Razón por la cual, su familia, le insistía que no tontease con uno de los hijos de la otra gran familia del pueblo, los Allyson, que eran gente más estirada y chapada a la antigua.


Bolsilibros - Coral 136. La novia de mi hermano, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—Al diablo —vociferó Dick con su acostumbrada indiferencia—. ¿Crees acaso que puedo perder todo mi dinero porque a Rock le haya favorecido hoy la suerte? Lo último, Rock —añadió volviéndose hacia el hombre que lo escuchaba con las cejas arqueadas —. Mi hija, ¿comprendes? Puedes casarte con ella cuando te plazca si tienes la maldita suerte de ganar esta última jugada, pero si pierdes, Rock…, si pierdes te quedas en la calle. Estos son testigos de la legalidad de nuestro juego.


Bolsilibros - Coral 137. Estamos casados, de Corín Tellado

Romántico, Novela

El doctor Burt, al visitar a la enferma Sra. Murphy, cae rendido ante su hija pequeña, Martha. Sus dos hermanas mayores, Susan y Mabel, la han cuidado desde que era pequeña, sobre todo después de la muerte de su padre y des de la poca salud de su madre. Años después de la muerte de su madre, Martha y Burt se casan pese a la oposición de sus hermanas. A partir de ese momento el nombre y fortuna del doctor Burt empiezan a crecer y, mientras tanto, Susan y Mabel, son testigos de las infidelidades de Burt con otras mujeres. Éstas presionaran a Martha a «hacer algo» ante ésta situación por lo que Martha echa a su marido de casa y ella misma desaparece. Burt va a vivir al hospital y se centra en su vida y en su profesión, sin excesos ni mujeres. Después de unos años, Martha regresa con sus dos hijos gemelos y casualmente uno de ellos resultara ser atendido por Burt. Es entonces cuando Martha le confiesa que son sus hijos.


Bolsilibros - Coral 138. Helen se divierte, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—¿Qué hace ésa?— preguntó Henry malhumorado—. No tengo idea de que hoy sea día festivo ni supe que se hubieran cerrado las aulas. ¿Por qué no fue Ann a la Universidad?—Tiene dolor de cabeza —indicó la dama—Ya. Dolor de cabeza y está al sol. ¿Sabes lo que te digo, Ingrid? Me desentiendo de todo. Allá tú con tus hijas. Helen es una caprichosa que se divierte a su antojo, busca un príncipe azul para marido y sueña con vestir abrigos de visón. ¡Juventud estúpida! Y Ann se burla de mí con la mayor frescura y no asiste a la Universidad porque no le da la gana.


Bolsilibros - Coral 139. La imagen de una mujer, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—No soy generoso, Andrey —en su boca se dibujó una sonrisa indefinible—. En realidad —añadió con voz un poco alterada—, no lo hago todo por generosidad. Cuando murió tu marido me sentí un poco responsable de vosotros dos. Era mi hermano y, pese a su mala cabeza, siempre lo quise mucho. Yo no puedo dejaros en la indigencia. Eres mi cuñada y tu hijo se llama Jack Kerr… Aquí, en el valle de Kerr, estaréis a cubierto de toda necesidad. Solo te pido que te hagas cargo de Natalia y la quieras como si fuera tu hija.  Andrey Bartok torció el gesto, si bien el gesto fue tan leve que Alan Kerr no se dio cuenta de ello.  —Es hija de una persona a quien he apreciado mucho, y a la muerte de esta, su hija es una responsabilidad para mí. Yo te ruego, Andrey, que la consideres como hija propia. Solo así me iré tranquilo.


Bolsilibros - Coral 141. Matrimonio singular, de Corín Tellado

Novela, Romántico

Kay, la única hija del matrimonio Ardrich, deberá sacrificarse para salvar a su familia. Durante años cumple con su cometido de esposa y madre junto a su marido Gregory Calhoun. Una enfermedad le obligará a ingresar durante un año en un sanatorio y, a su deseada vuelta, todo cambiará.


Bolsilibros - Coral 143. La máscara de una mujer, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—¿Crees que ama a otro? Porque no me irás a decir que Kathy es una sentimental… Si he conocido a una joven prosaica, sin gota de sentimentalismo, esa muchacha es mi hija. Mi propia hija. Y te digo, Andrea, que le hablaré esta misma noche. No me gusta su método de vida. Independiente, utilitaria, como si le importara un rábano la opinión paterna. Pues esto se acabó, ¿me entiendes, Andrea? Quiero que mis hijos hagan buenas bodas, que sean todo lo que yo no fui, que tengan hijos a los cuales enviarán a colegios importantes, los eduquen para figurar en el gran mundo.


Bolsilibros - Coral 144. He vuelto para ti, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—Vicente, dime, querido: ¿por qué defiendes a Luis Vera? ¿Lo consideras un hombre de gran valor o es simple afecto y simpatía?  —Lo considero un hombre completo —dijo Vicente con voz lenta—. Un amigo en quien confío plenamente, un compañero insustituible y un futuro ingeniero magnífico.  —Pero no es de tu clase —adujo la dama suavemente—. Nunca podrá llegar a ser ingeniero aunque tú creas lo contrario. Un hombre de la edad de Luis Vera tiene todo el camino andado ya.


Bolsilibros - Coral 145. Lucha oculta, de Corín Tellado

Novela, Romántico

Las mentiras, los engaños y los secretos llenan esta obra. Un amor prohibido, oculto y pasional, tan intenso que superará la mayor barrera posible: la oposición del padre. Una novela que transcurre en una época donde la corrupción, la avaricia y el dinero gobiernan. Una época en la cual las familias más adineradas se tienen que adaptar al cambio social de los nuevos ricos que juegan las mismas reglas sin que nadie lo sospeche.


Bolsilibros - Coral 147. Llegó la colegiala, de Corín Tellado

Novela, Romántico

La joven sonrió y Pedro quedó suspenso. ¿Sin dientes? ¡Diantre! Los tenía todos y eran de una belleza extraordinaria. Y aquellos hoyitos en las mejillas que se formaban al sonreír… Decididamente no era una chica fea. Si acaso un poco pálida su belleza, inexpresiva… La miró de soslayo mientras ella estrechaba su mano con gentil sencillez.  Tenía un cuerpo delgado y era alta. Claro que bajo las ropas sin estética no se podía apreciar con precisión; mas de cualquier forma que fuera no era gordita…  —Encantada de conocerle, señor Olaizola —dijo suavemente.