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Bolsilibros - Coral 203. Tú eres para mí, de Corín Tellado

Novela, Romántico

Maud y Sandra Marshall entraron en el comedor particular, situado junto a la cocina, y mientras Maud asomaba la cabeza por la puerta, Sandra dejándose caer ante la mesa. Maud vestía un pijama negro y una bata oscura. Su cabello era rubio y lo llevaba enroscado en unos moñitos ridículos. Tenía veintidós años y unos ojos azules, sin expresión definida... Su hermana Sandra vestía también pijama, de un color verde chillón, y una bata amarilla. Sandra contaría a lo sumo veinticuatro años y sus ojos eran de un azul gris y de fría expresión. No eran bellas, pero cuando se quitaban aquellas ropas, se peinaban y exageraban sus facciones con los cosméticos, resultaban aceptables.


Bolsilibros - Coral 204. El pasado vuelve aquí, de Corín Tellado

Novela, Romántico

No quedaba nada en su persona de aquella tímida Joan. Ni siquiera el nombre, pues cuando su madre murió y quedó llena de deudas y hubo de vender el comercio para hacer frente a ellas, cambió también de nombre para dejar definitivamente Nueva York. De ello hacía siete años. ¡Siete años! Se sentó en el borde de una butaca y quedó pensativa. El corazón golpeaba como loco en el pecho y hacía daño, produciéndole un tremendo deseo de llorar. Pero no lloró. Joan hacía mucho tiempo que no lloraba, pues sabía domeñar sus deseos, sus instintos y hasta sus debilidades.


Bolsilibros - Coral 205. El profesor de felicidad, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—Pero, Raf, hijo mío, ¿cómo pretendes tal cosa? Tu padre nunca te lo permitirá. Es absurdo, Raf, inconcebible en una persona como tú. Además, ¿no has viajado ya bastante? Tu padre te necesita en la fábrica. Ya no es un niño y el negocio necesita una mano dura que lo guíe. Tienes veinticinco años, has estudiado cuanto has querido sin terminar nunca una carrera. Te gustan las lenguas y has estudiado idiomas. ¿Cuántos dominas? Cinco, me parece. Ahora quieres aprender el español... Temo, Raf, que tu padre no lo consienta. El llamado Raf se hallaba ante la ventana y miraba al exterior con vaguedad. Indudablemente el sermón de su madre le tenía sin cuidado. Dejó de contemplar el parque, los dos autos negros que había detenidos ante la escalinata principal del palacio, y con mucha calma se volvió hacia la dama.


Bolsilibros - Coral 206. Una chica valiente, de Corín Tellado

Novela, Romántico

María Victoria —Viky para sus hermanos— se hallaba con la frente pegada al cristal de la ventana. Era una joven de veinte años, no muy alta, de esbelto talle, muy distinguida. Su pelo tenía un tono caoba claro, fuerte y brillante, y ella lo peinaba hacia atrás despejando la cara, sin horquillas ni prendedores. Resultaba muy femenina. Sus ojos castaños, de cálida expresión, resaltaban en medio de su linda cara de una belleza extraordinaria. Los que la conocían decían de ella: «Bastan los ojos de Viky Fuentes para entontecer a uno. Y su boca sensitiva produce cierta excitación al contemplarla». A Viky no le interesaban tales halagos, si es que así pudieran calificarse. Vivía para sus hermanos, para el hogar, y hasta la fecha ningún hombre le había interesado particularmente.


Bolsilibros - Coral 207. El papá de Sallie, de Corín Tellado

Novela, Romántico

El magnífico «Ford» de Jill Rutledge, de un tono esmeralda, haciendo juego con los ojos de su dueña, frenó ante una elegante cafetería y Jill saltó al suelo con agilidad, muy propia de su dinamismo. Miró a un lado y a otro, atisbó un grupo de amigos al otro lado de la cristalera y alzó la mano enguantada. La agitó y cerrando de un golpe la portezuela del coche, atravesó la calle a paso elástico, muy propio de su juvenil modernismo. Era una joven de veinte años, alta, delgada, de flexible talle. Tenía el pelo de un tono rojizo, abundante, sedoso y lo envolvía graciosamente tras la nuca en un moño tan gracioso como su persona. Su rostro, de tez más bien broncínea, era de pómulos salientes, acusados, exóticos, y en medio de aquella cara morena y picarona tenía dos maravillosos y extraordinarios ojos verdes, de chispeante expresión, una nariz respingona y una boca grande, de túrgidos labios, bajo los cuales dos hileras de dientes fuertes y blancos acentuaban su juventud.


Bolsilibros - Coral 208. No eres tú, de Corín Tellado

Novela, Romántico

¿Qué debo hacer? —se preguntó—. Esta situación es insostenible. Si me quedo aquí terminaré por ser cera blanda en poder de estos dos. Por gusto o a la fuerza tendré que casarme con el tendero cuarentón. Y soportar, el resto de mi vida, la presencia de Millie y el asqueroso amor de ese monstruo. Por tanto, lo que debo hacer es huir, ocultarme en Nueva York, salir de aquí y nadie podrá encontrarme.


Bolsilibros - Coral 209. Él y el otro, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—¿Y si te llama mañana? —Claro que no me llamará. Pero la llamó. Y a la otra y todas las mañanas de un mes. Las conversaciones que al principio fueron frívolas y sin sentido, se convirtieron de un día para otro en una terrible necesidad para Beatriz y si un día la llamada se retrasaba, se ponía de mal humor y se enfadaba con todos los que llamaban por teléfono y deseaban comunicación con aquella o esta oficina. No dijo nada a sus padres, ni a su madrina, ni siquiera a César; pero vivía intranquila. En cada transeúnte veía al promotor de las llamadas misteriosas y llegó a ser una tremenda obsesión.


Bolsilibros - Coral 211. La historia de mi vida, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Mi nombre es Nancy Bergerac, «tía Nancy» para mis sobrinos; «la estirada viuda» para la servidumbre, si bien dicha servidumbre, empezando por el jardinero y terminando por la última doncella, me aprecian y me respetan. «La señora Bergerac», para esta parienta pobre que tenemos en el castillo de Woodward y un día fui «Ricitos» para mi amado esposo, muerto heroicamente en la última Guerra Mundial. Estas memorias las escribo en mis ratos libres. Nunca fui aficionada a la Literatura, ni éstas serán una labor digna de pasar a la posteridad; pero (esto lo saben todos en el condado de Woodward), no tengo grandes ocupaciones. Y dedico mis ratos de ocio a fisgonear en las almas que pululan por el castillo y sus alrededores, y aquí lo plasmo. Mejor o peor, ¿qué importa? Soy absolutamente verídica y algún día, cuando pasen muchos años, me complaceré en dejar mi capital a quien más lo merezca, junto con este manuscrito.


Bolsilibros - Coral 213. Adorable esclavitud, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—¿Y con quién quieres casarte? —Eso lo decidirás tú. Kent se puso en pie rápidamente y exclamó casi sin comprender: —Yo, ¿qué? —Te voy a decir cómo la quiero. Rubia, de ojos azules. Estas son dos cosas indispensables. Estoy harto de cabellos negros, ojos oscuros y pieles malolientes. —Pero, Rex… —Saldrás mañana en mi avioneta para Nueva York; pondrás un anuncio en el periódico, del cual ya te hablaré luego, y te casarás con ella en mi nombre. Volverás cuanto antes y me la entregarás incólume. —Rex…, has perdido el juicio.


Bolsilibros - Coral 214. El secreto de Mildred, de Corín Tellado

Romántico, Novela

—He tenido carta de Mildred, de Italia.—¿De Italia? ¿Pero qué hace esa criatura, recorriendo el mundo? Tiene edad para casarse, una fortuna que le servirá de mucho para estos fines y veintitrés años. ¿Qué espera?—Llegará a Nueva York dentro de un mes —dijo June, atragantada—. Me dice que le alquile un apartamento elegante, pues viene dispuesta a quedarse aquí.Naya pestañeó.—Es estupendo —exclamó.—Sí que lo es, pero…—¿Pero qué?—No viene sola.—¿Se casó?June movió las manos en el regazo, gesto en ella característico cuando algo le afectaba íntimamente.—Si aun fuera eso —susurró—. Pero no es así. Me dice que adoptó una niña.


Bolsilibros - Coral 215. Desengaño y amor, de Corín Tellado

Novela, Romántico

Era delicioso tener un novio a quien se le veía solo una hora por las mañanas y las tardes de los domingos. Después, tantas horas libres, le quedaban para coquetear con los amigos. La vida era hermosa y Maite estaba más enamorada de ella que de su novio. Claro que esto no lo sabía Ignacio, quien, deseoso de un fiel y continuado amor, había puesto todo su interés en Maite Aguinaco.


Bolsilibros - Coral 216. Realidades, de Corín Tellado

Novela, Romántico

Victoria Arza se dejó caer en una butaca de la salita suspirando. ¡Se sentía tan cansada! «Mi cansancio —pensó—, es más físico que espiritual. ¿O será todo lo contrario?». Curvó los labios en una sonrisa. Era, aquella sonrisa, como una mueca indefinible, tal vez desazonadora.  —¿Puedo pasar? —preguntó una voz desde la puerta.  Victoria se hallaba de espaldas a ella y dio la vuelta en la butaca. Su sonrisa se hizo cordial, quizá forzada, pero en el fondo alentadora.  —Pasa, Salomé. No te esperaba ahora.  —Fui a llevar a los niños al colegio y al pasar por aquí me dije: «Subiré a ver a mi hermana». Te vendes tan cara, hija.  —Mis ocupaciones...


Bolsilibros - Coral 217. Ella y sus recuerdos, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—Bien —exclamó el doctor sujetando las manos en las rodillas—, es un caso extraño el suyo, señor Caton. Tan extraño que no acabo de comprenderlo. Padece usted, como ya le he dicho en otras ocasiones, un ataque de amnesia extremado; hasta tal punto lo considero extremado que, tras el estudio que hice de su caso, saco la conclusión de que no puedo hacer nada por usted, salvo aconsejarle que espere. Después de todo —añadió persuasivo—, usted rehízo su vida. Disfruta de una posición envidiable. Se está usted convirtiendo en un periodista famoso y posee fortuna. Mike curvó los labios en una sonrisa descorazonadora.


Bolsilibros - Coral 218. El amor llegó más tarde, de Corín Tellado

Novela, Romántico

Ketty Pugh decía cuanto sentía, cuanto pensaba, y tanto sus pensamientos como sus sentimientos a veces resultaban de una crudeza escandalosa. Pero no asustaba a sus amigos. Hacía dos años que trabajaba en París, que rondaba por los bulevares Saint-Germain y Saint-Michel, y conocía a todos los estudiantes de la Sorbona. Y estos admiraban a la esbelta escultora, le enviaban ramos de flores, le invitaban a pasear por el Bois de Boulogne y más de una vez se había ido con ellos al Museo del Louvre, en donde el espíritu inquieto y artista de aquella muchacha de veintitrés años, escultora de profesión, con residencia temporal en París, había admirado las joyas artísticas que se guardaban en aquel museo, uno de los más ricos del mundo.


Bolsilibros - Coral 219. El amigo de mi marido, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—Es usted un hombre muy extraño.  —¿Extraño?  —Dominando varios idiomas no concibo que un hombre de su edad y sus conocimientos, se entierre en un lugar como este.  Edd esbozó una tibia sonrisa.  —Tampoco yo comprendo cómo una bella y joven mujer entierra su hermosura y su juventud en esta campiña.  —¡Míster Ekiberg! Edd no se inmutó.  —Perdóneme —dijo poniéndose en pie— si mis palabras le han molestado. Tenga en cuenta que si usted tiene sus razones para vivir aquí, yo tengo las mías para dedicarme a la educación de un niño. —Una rápida transición y preguntó amable—: ¿Puedo, entonces, disponer de los libros de E.?


Bolsilibros - Coral 222. Has de ser tú, de Corín Tellado

Novela, Romántico

—Al diablo —rezongó Law con más rabia que dolor, pues no creía tan grave a su amigo.  —Eres un gran hombre, Law —dijo Donald suave mente— y un gran amigo. Ya no te casarás. Lo sé. Cuando Lori decida casarse porque es de las jóvenes que no se quedan solteras, me harás el favor de elegirle un marido a su medida. Ten cuidado, Lori es una rica heredera. Los hombres no todos son como tú y como yo. Van a la caza del dinero.  —¿Te quieres callar?  —Sí, ya me callo. Ahora puedes marchar. No digas nada a Lori.  —Claro que no. No creo nada de cuanto has dicho. Eres un hombre fuerte y tienes mucha salud.  —Ojalá fuera así.


Bolsilibros - Coral 223. Beatriz, de Corín Tellado

Novela, Romántico

La hermosa pelirroja agitó la cabeza.  —Oye —dijo en voz baja y apremiante—. Lo deseo de veras. Es un tipo que nos llama la atención a todas las chicas.  —¿Por su pelo cortado al rape? —Se burló Arturo—. ¿O por el brillo desafiador de su mirada, o por sus ropas estrafalarias?  —Por lo que sea. Tienes que presentármelo.  —Yo… ¡Ni hablar!  Y Arturo se alejó hacia la puerta del living. Beatriz (delgada, esbelta como un junco, pelirroja, ojos verdes, bonita como una aparición) fue tras él.  —Arturo…  —No te lo presentaré.  —Arturo, por favor…  —Te he dicho que no. Dedícate a tu novio.  Beatriz se enfureció.


Bolsilibros - Coral 225. El padrino de mi hermano, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Clara Santelmo, una jovencita de 17 años muy inocente, vive su vida con gran pasión e ingenuidad, sus padres muy afligidos porque ella no aprueba los exámenes del colegio deciden internarla en un colegio por 2 años hasta que apruebe.Juan, vecino y padrino del hermano de Clara, ve crecer a su pequeña vecina a la cual quiere como una hermanita. Juan es un hombre al cual le gusta salir y divertirse con sus «amiguitas» sin compromiso alguno.A su regreso Clara, ya es toda una mujer, con convicciones muy rectas.Cuando Juan y Clara se encuentran, hay una cierta afinidad entre ellos, que no quieren reconocer… Él por no aceptar un compromiso y ella porque desaprueba el proceder de Juan con su amiga Paula.


Bolsilibros - Coral 226. La doncella de mamá, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Mamá no admitió razones. Yoy, conteniendo el deseo de reír, miraba al señorito por el rabillo del ojo, y él la miraba a su vez un poco perplejo. ¿Nueva? Sí, nueva sin duda. La otra doncella de, su madre, Rafael recordaba que se había casado a finales de invierno. Bonita doncella. ¡Hum! Tenía cara de guasa. Mejor. ¡Y qué joven...! Mejor también Estaba harto de ver en Villamor rostros rugosos y cabellos blancos. Aquella joven de pelo negro y ojos azules era un recreo para la vista. ¡Vaya si lo era!


Bolsilibros - Coral 229. Él cambió mi vida, de Corín Tellado

Romántico, Novela

Tenía veinte años y era la primera vez que se había tropezado con un hombre digno de su cariño.Pero era un hombre pobre y sin proyección de futuro… y ella, en cambio, disponía de una sólida fortuna familiar.Y además, aquel hombre… ¡era el hijo de su padrastro!Un relato inolvidable en el que Corín Tellado recrea una vez más su extraordinaria capacidad de fabulación en torno a hechos tan reales como la vida…