Cuatro personas inmóviles se hallaban alrededor de una casa cerrada desde el interior. El propietario, Felix Haye, había muerto apuñalado; los otros tres, sus invitados, se encontraban en gravísimo estado por ingestión de veneno. Las primeras pistas se hallaron en los bolsillos de los intoxicados. El cirujano sir Dennis Blytone poseía cuatro relojes de bolsillo; la crítica de arte Bonita Sinclair, un paquete con cal viva y fósforo; el egiptólogo Bernard Schumann, el herrumbroso mecanismo del timbre de un despertador. Demasiado equipaje para un viaje tan corto.
¡Usted ha leído muchas novelas policiales! No ha leído ninguna en la que el arma asesina pueda haber sido el pensamiento humano. Carter Dickson, el renombrado escritor inglés, resume en esta extraordinaria novela una tesis que lo asombrará. ¿Cómo y quién mató a Sam Constable?
Mónica Stanton —joven, hermosa e inteligente—, había vivido una pacífica existencia en un villorrio inglés. ¿De dónde, entonces, extrajo ese caudal de experiencia que le permitió escribir una de las más sensacionales y crudas novelas de la época? El pueblo murmuraba tras las cortinas… ¡Ninguna joven inocente podría haber escrito una novela tan escandalosa! Pero Albion Films no se preocupaba de la moral. Contrataron los derechos de filmación de la obra, porque había tenido éxito. También la contrataron a ella para que hiciese el guión cinematográfico. Durante su primer día en los estudios sucedieron dos cosas. Conoció al apuesto escritor William Cartwright, y en un set desierto fué objeto de un atentado contra su vida.Las cosas se empeoraron de ahí en adelante hasta que vino H. M. a solucionar uno de los más extraordinarios casos de su carrera.
La muerte navega a bordo del Edwardic. “¡Apaga esa luz!” gritó una voz casi en su oído. No se había dado cuenta de que estaba en medio de una pequeña multitud, hasta que una docena de movimientos agitaron el amargo aire. Algo duro, un hombro o una mano, lo golpeó debajo del omóplato izquierdo empujándolo hacia adelante. Entró en pánico al ver la barandilla precipitarse sobre él, balanceándolo lo suficiente para ver el fosforescente hervidero debajo. Justo delante de él, alguien salió de la oscuridad y golpeó la mano que sostenía el fósforo. Su luz se extinguió. “¿Cómo se te ocurre mostrar una luz en cubierta?” exigió la voz del tercer oficial. “Hombre al agua”, Hooper logró tartamudear. “Cayó al agua, con una bala en la parte de atrás de su cabeza. Incluso vi al tipo que le disparó. Por el amor de Dios, no se quede ahí preocupándose por fósforos. Hombre al agua”.
«Hombre de Oro», nos lleva a un mundo de intrigas donde todo está desquiciado. Los personajes que en ella aparecen tienen aspecto de fantasmas que gravitan en el aire sin lograr posarse nunca en tierra. El asesinato de Dwight Stanhope cuando intentaba robar en su propia casa es el tema principal de este relato, alrededor del cual gira toda la trama de la obra. ¿Quién apuñaló a Stanhope? El misterio que envuelve este asesinato lleva consigo el descubrimiento de otros hechos delictivos, que ponen en tensión el ánimo del lector. Escrita con la sagacidad propia de Carter Dickson, esta novela subyuga desde sus primeras páginas y hace que el lector no la abandone hasta llegar al final. Betty Stanhope, Nicolás Wood, Vincent James, Christabel Stanhope..., personajes extraños que se mueven cautelosamente en torno de un asesinato incomprensible. Intriga y emoción son las características de esta obra, que ha sido traducida a todos los idiomas y llevada al cine y al teatro.
El anciano Doctor Luke Croxley relata una historia que recoge un antiguo suceso que tuvo lugar en el pueblo inglés de Lynmouth. Rita Wainwright era una bella mujer de 38 años con una debilidad por los hombres jóvenes. Su marido Alec, veinte años mayor que ella, parecía estar más interesado en las emisiones de la radio sobre noticias de la Segunda Guerra Mundial que en la evidente relación sentimental de su mujer con un joven y atractivo actor norteamericano, Barry Sullivan. Rita y Barry deciden huir juntos pero una transmisión en la radio de Romeo y Julieta aparentemente les convence para llevar a cabo un romántico doble suicidio. Después de la emisión, sus huellas conducen hasta el borde un acantilado con vistas al océano, y no hay ninguna huella de vuelta. Sin embargo, cuando sus cuerpos aparecieron, se encontraron que ambos habían recibido un disparo en el corazón a muy corta distancia. ¿Qué tiene que ver con el drama Belle Sullivan, llegada de Londres esa misma noche en pos de su marido y a la que hallan medio trastornada por el terror en un abandonado pabellón de los alrededores, escenario de los amores de Rita? El doctor Luke cree en un asesinato realizado por un misterioso tercero, y el policía Craft mantiene su creencia en el suicidio -después de que uno de los amantes dio muerte al otro-, mientras que sir H. M., que está allí de vacaciones, sigue otra pista, entablándose un renovado torneo de hipótesis y deducciones alrededor del crimen que tiene aires de ser el perfecto, hasta que al fin surge la insólita solución del enigma.
«Empezó entre fieras» es una novela originalísima que nos hipnotiza materialmente. Empieza el relato con las fieras del parque zoológico rugiendo al fondo; es decir, empieza entre fieras, pero acaba con la flema de cualquiera. Míster Benton, además de director del parque zoológico de Londres, es un gran aficionado a los reptiles. Posee magníficos ejemplares, que cuida con pasión de coleccionista de obras de arte, enseñándoselos a sus amigos como si se tratara de hallazgos inapreciables. Una noche, cuando varios invitados a cenar llegan a su casa, la encuentran vacía. Benton no aparece por ningún sitio. Al fin lo encuentran en una habitación precintada por dentro, con las rendijas de las ventanas y de las puertas tapadas con papel engomado. La habitación está llena de gas venenoso y allí está muerto Benton, en compañía de uno de los ejemplares más valiosos de sus serpientes. Nadie ha podido salir de la habitación después de precintada. Sin embargo, la muerte de Benton no parece suicidio. ¿Se trata de un crimen? ¿Cómo, de ser así, pudo escapar el asesino? Este alucinante relato es difícil de leer con sosiego. El lector se ve envuelto en la trama, que llega a dominarle, a obsesionarle, a excitarle. La solución, sencilla, aunque parezca complicada, nos da idea de hasta dónde llega la habilidad del autor para embrollar un caso que, a todas luces, se presenta claro ante los ojos del lector.
A cualquiera que saque la lámpara de bronce de Egipto le caerá una maldición, ha predicho un vidente. Lady Helen Loring piensa que esas historias son simples paparruchas. Lleva la lámpara de vuelta a Inglaterra, la coloca en la repisa de la chimenea de Serven Hall, y desaparece, tal y como dijo el vidente.
Una maldición caerá sobre cualquiera que saque la lámpara de bronce de Egipto, según ha dicho un vidente. Lady Helen Loring piensa que tales cuentos son pura fantasía. Lleva la lámpara de regreso a Inglaterra, la coloca sobre la repisa de la chimenea en Serven Hall, y desaparece, tal como dijo el vidente.
Roger Bewlay es un asesino, la policía británica está seguro de que es un asesino, y así se lo hace notar el detective Sir Henry Merrivale. Bewlay se ha casado por lo menos con cuatro mujeres que pronto se desvanecen en su luna de miel. Por desgracia, Bewlay también ha desaparecido. Años más tarde, un conocido actor recibe el guión de una obra de teatro sobre Roger Bewlay de una fuente anónima. El guión contiene información que sólo la policía, un testigo y el mismo Roger Bewlay conoce. Este suceso reabre el antiguo caso en el que se ven involucrados el actor, su atractiva directora, y una mujer llamada Mildred Lyon que pronto aparecerá muerta en la habitación del actor. Sir Henry Merrivale debe descubrir la nueva identidad de Roger Bewlay.
Todo empezó cuando el famoso detective inglés sir Henry Merrivale, la víspera de llegar a Nueva York, recibió a bordo un telegrama desafiante para que viese un milagro… Y sir Henry jamás se resistía a responder a un desafío. Apenas desembarca, él mismo embruja el ferrocarril subterráneo, crea un tumulto y se enreda en una serie de aventuras fantásticas. El misterio desemboca en un asesinato, cuando después de esfumarse ante los asombrados ojos de numerosas personas desapareciendo en el fondo de una piscina, el filántropo Frederick Mannning, es hallado moribundo en el interior de un cementerio abandonado y presto para alquilar.
En la aldea inglesa de Stoke Druid había aparecido un brote de anónimos. Todos en el pueblo habían recibido cartas de la Viuda Burlona, veneno puro en el que se mezclaban medias verdades e infundios. Y a la vista estaban los primeros resultados: la pobre solterona de miss Martin no pudo soportar las acusaciones y se tiró al río. Pero la Viuda Burlona no se sentía satisfecha y seguía mandando basura por correo. Sólo un investigador tan eficaz y tan excéntrico como sir Henry Merrivale podía desenmascarar a la Viuda y acabar con la plaga.
Inmediatamente a su arribo a Tánger, el incomparable Sir Henry Merrivale es conducido a la casa del jefe de Policía. Ahí se le expone un problema, en cuya solución se encuentran concentrados los mejores cerebros de Europa. Ha aparecido un moderno Robin Hood que vuela desde París a Bruselas y Lisboa…, y que tal vez esté en Tánger. Ultrajado por una morena, Sir Henry anuncia que resolverá el caso dentro de cuarenta y ocho horas. Como siempre en los misterios de Carter Dickson, éste es un problema espléndido, y al parecer insoluble, pero el genial detective cumple su promesa.
Cuando Henry Marshalson y Cato Forbes se encuentran en Inglaterra después de varios años sin verse, su existencia no se halla en un momento precisamente fácil. Tras la muerte de su hermano mayor, Henry regresa de los Estados Unidos convertido en el heredero de una fortuna que no desea, de modo que decide deshacerse de todos sus bienes para disgusto de su madre. Cato, por su parte, se ve inmerso en una profunda crisis de valores que le lleva a replantearse cada una de sus creencias tras haberse enamorado de un seductor muchacho del barrio marginal de Londres en el que ejerce el sacerdocio. De manera inesperada, las vidas de estos dos hijos pródigos vuelven a mezclarse en una espiral de despropósitos y venganzas que van a desembocar en una sorprendente verdad: ninguno de los dos puede huir de sí mismo.
Un oscuro secreto familiar hizo que Sarah se marchara de Oxford a los dieciocho años. En su huida a Brasil dejó atrás una vida. Pero cinco años después, tras la muerte de su padre, se ve obligada a regresar. Quiere ver a su abuela Sylvia, la mujer que la crio de niña y que ahora sufre Alzheimer. Sarah cree que estará solo unos días, pero cuando va a la Universidad donde su padre era profesor de química descubre que él se ha pasado los últimos años estudiando a Jane Eyre y buscando los dibujos de unas misteriosas flores, las flores de Gideon. ¿Quién es Gideon? ¿Qué significan esas ilustraciones? ¿Qué tiene que ver Jane Eyre en todo esto? Aunque su abuela parece conocer las repuestas, no puede ayudarla. Lo más paradójico es que el único que puede hacerlo es Liam Soto, profesor estrella de la Universidad de Oxford, el mayor experto en Jane Eyre de Inglaterra y él ni quiere ni puede estar cerca de Sarah. A través de las flores de Gideon, Sarah descubrirá el pasado de su abuela y una gran historia de amor que tal vez la ayude a recuperar su vida y le dé las fuerzas necesarias para desenterrar lo que de verdad se esconde en su corazón.
Todo parecía apacible en las tierras fértiles de Zebulon County, Iowa, cuando el irascible Larry Cook decidió, en una noche del año 79 —la misma en que celebraban todos el retorno del inquietante Jess Clark—, repartir entre sus tres hijas los mil acres que pertenecieron por cuatro generaciones a la familia. Todo habría seguido la misma rutina de no ser porque, de repente, el viejo Larry Cook, en una especie de proceso senil, empieza a vagar en camioneta por el paisaje, a beber como un cosaco y a armar líos por todas partes. La presencia insidiosa del joven Clark, partidario de una agricultura alternativa, tampoco es ajena a la inquietud que se apodera de las hermanas, quienes ya no consiguen frenar la visión detestable de un padre temible e incestuoso. Los sentimientos de venganza, celos, odio y amor, largamente sofocados, afloran a la par que el veneno que asola aquel verano las tierras, y la tensión que exaspera a sus habitantes irá también atrapando al lector en la trama densa de una tragedia shakesperiana.
Brittany Patterson había llegado a Miracle Harbor deseando empezar su nueva vida como empresaria. ¿Qué importancia tenía que hubiera heredado una panadería cuando con lo que realmente había soñado era con una boutique? ¿Y qué importaba que tuviera que casarse para poder conservarla? De cualquier manera, estaba dispuesta a quedarse con todo; Empezando por el estirado aunque irresistible abogado al que le había echado el ojo. Nada más ver a la guapísima Britt Patterson, Mitch decidió que sería la última mujer con la que se casaría: era demasiado espontánea e indomable, era demasiado fácil enamorarse de ella, y Mitch había jurado no volver a entregar su corazón a nadie. Ni siquiera a la mujer que ya había conquistado su alma.
Elizabeth es hermosa, inteligente, y todavía no ha sido presentada en sociedad. Adora todo lo antiguo, y continuamente busca tesoros para aumentar su colección particular. Llevada por esa pasión convence a su primo Devlin para que la acompañe al mercado de Rockcliffe en la frontera con Escocia, pero Lizzy ignora que allí vivirá la aventura más apasionante e increíble que una muchacha puede esperar. Blake es un hombre hecho así mismo. Además de su demostrado valor, es uno de los hombres más inteligentes de las Tierras Altas pues posee una mente brillante para los números, por eso se ocupa de las finanzas del clan McGiver. Blake detesta a los ingleses, le gusta el peligro, y las mujeres difíciles. Cuando sufre un asalto en Rockcliffe es precisamente una inglesa quien se apiada de él y lo auxilia. Ese encuentro con Lizzy cambiará su vida para siempre.
Comencé a ver cosas raras, escuchar ruidos y voces extrañas. Mi cuerpo creció… había algo que recorría mis venas… la herencia familiar. La vi y me enamoré, tan profundamente que no existe un límite.
La vida de Abril da un vuelco cuando su padre es encontrado muerto en circunstancias extrañas. Su acomodada vida se ve sacudida por los acontecimientos. La llegada de un nuevo miembro a la familia; la desaparición de un maletín; un testamento inacabado; una investigación que no llega a ningún lado y un negocio en pleno auge que hará que haya una larga lista de sospechosos. Abril se ve obligada a investigar por su cuenta, hasta descubrir la verdad. Una verdad que pondrá patas arriba su vida.