Es 1998 y a Isabel Rosen, la única hija del dueño de una tienda de aperitivos judíos del Lower East Side, le queda un último semestre en Wilder College, un prestigioso instituto de New Hampshire. Desesperada por deshacerse de sus raíces de clase trabajadora y en medio del luto por la muerte de su madre cuatro años atrás, Isabel siempre se ha sentido como una extraña en Wilder, pero ahora cree que por fin ha encontrado su lugar… hasta que un encuentro sexual sin consentimiento con uno de los únicos estudiantes judíos del campus la deja conmocionada. Por otro lado, R. H. Connelly, un poeta que alguna vez fue famoso y el profesor de escritura de Isabel, es un hombre con sus propios secretos. Connelly hace que Isabel se sienta querida, hermosa y talentosa: la mujer en la que anhela convertirse. La confianza que deposita en ella enciende una confianza en la propia joven, y ambos se lanzan de cabeza a una aventura amorosa que sacude los cimientos de la vida de Isabel, para bien o para mal. A medida que las vidas de los adultos que la rodean se derrumban poco a poco, Isabel descubre que la línea entre la juventud y la adultez está menos definida de lo que pensaba.
Moksha —palabra que en sánscrito significa «liberación», «ingreso en el nirvana»— reúne por primera vez páginas proféticas, revolucionarias, escritas por Aldous Huxley en la última década de su vida. En su novela La isla, Huxley describió una sociedad utópica en que un «remedio» imaginario llamado moksha se emplea para alcanzar la iluminación. Por esos años, los textos de Huxley fueron adquiriendo un carácter cada vez más polémico y desafiante. A partir de la premisa de que «la verdad yace en el fondo de un estanque muy fangoso», Huxley experimentó con la mescalina y el LSD como recurso para investigar en las complejas imbricaciones de la mente. Moksha es un compendio de esa apasionada investigación. Los compiladores de este volumen han reunido un vasto material que abarca conferencias, entrevistas, ensayos y cartas de Aldous Huxley. Han incluido además pasajes de muchos libros de Huxley relacionados con la experiencia visionaria y que ilustran su transición desde el poeta y el novelista hacia el místico, el ensayista, el científico. Se encontrarán aquí fragmentos de Un mundo feliz, El tiempo debe detenerse, Las puertas de la percepción, Cielo e infierno y La isla. La aventura intelectual emprendida por Huxley es vertiginosa: reúne la psicología y la medicina, la religión y la ecología, la literatura y la política. Y los puentes que tiende entre la experiencia alucinógena y el misticismo presagian muchos de los intentos que conmovieron la atención del mundo entero en la década del 60.
Agotados tras quince horas de vuelo, dos jóvenes guatemaltecos esperan sus maletas en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv. Han llegado para asistir a la boda en Jerusalén de su hermana pequeña con un judío ortodoxo de Brooklyn. Mientras que muchos buscan en Israel una tierra prometida, el narrador de Monasterio, que se define como «judío, a veces», se sorprende descubriendo el país con un malestar creciente. El azaroso rencuentro con una sensual israelí, a la que había conocido años antes en Antigua Guatemala, le obligará a enfrentarse al lugar y a la historia de su propia familia. A medio camino entre novela y autobiografía, en un tono tan sencillo como lírico, “Monasterio” es un viaje conmovedor e intenso a las profundidades de la identidad, la intolerancia religiosa, y los límites y ficciones que el hombre usa para entenderse y sobrevivir. Una nueva pieza de la constelación literaria iniciada con “El boxeador polaco” y continuada con “La pirueta”, que el periodista Suresh Menon calificó como «uno de los más emocionantes proyectos literarios en curso».
Dos productores de Hollywood rescatan un guión, y el contenido del guión, titulado «mono y esencia» nos va a adentrar en una historia, en un mundo «post» guerra nuclear y química, donde solo alguna región aislada sobrevivió (como Nueva Zelanda en la historia) y la tecnología volvió 300 años atrás. Una expedición se interna en California, para encontrar una población de humanos con malformaciones, que vivían en una sociedad comunista, donde todos trabajaban para el bien común y no para cada uno. Una sociedad primitiva, dominada por un jefe, y un obispo, sobre la base de la adoración al demonio portador de las desgracias, los ritos crueles, el salvajismo y la promiscuidad.
«Monstruos parisinos» recrea, con una sugerente y refinada prosa, los esplendores y miserias de la vida galante en los estertores del París decimonónico. Un mundo elegante y crepuscular en el que se entrecruzan las vidas de artistas, escritores, actrices, críticos y aristócratas que han hecho de la perversidad, el placer y el fingimiento un refinado arte. Como escribió Maurice Barrès: «una especie de «Comedia humana» decadente que refleja, en miniatura, la sociedad contemporánea en su declive». Mediante la distancia de la ironía, entre el horror y la fascinación, Catulle Mendès sigue los pasos de estas criaturas mundanas y sensuales, perfilando una atractiva galería de retratos conectados entre sí. Pero su caracterización deja entrever un secreto deleite, como si tampoco él pudiera sustraerse al magnetismo de las desmesuradas pasiones que terminan por arrastrar a sus personajes al abismo.
No hay motivos para sorprenderse de que Ambroise Paré (1509-1590), hombre del Renacimiento, autodidacta, cirujano curtido en cien campos de batalla, médico de varios reyes y miembro del Colegio de San Cosme (a pesar de las críticas de sus doctos colegas), aplique su a veces ingenua curiosidad a un campo que no es el suyo en sentido estricto. La edición de 1575 de su libro de monstruos humanos y animales, de falsos mendigos y curiosidades celestes, suscitó la ira de la Facultad de Medicina y una auténtica querella por atentado contra las buenas costumbres. Interesado por temas siempre actuales como el hermafroditismo y lo demoníaco, los misterios de la naturaleza y los del hombre, se enfrenta a ellos con una fascinación que no le impide recordar el objetivo científico de sus análisis, aun bajo la creencia platónica de que lo prodigioso fue antaño lo real.
Montaillou, aldea del sudoeste francés, fue hogar, durante el siglo XIV, de un buen número de inconformistas, herejes cátaros. Jacques Fournier, obispo del lugar (y futuro Papa de Aviñón), los persiguió e interrogó implacablemente hasta desenterrar la intimidad cotidiana, los dramas personales y, en definitiva, todos los secretos de la zona. Los extraordinarios escritos resultantes fueron interpretados, seiscientos cincuenta años después, por el historiador Emmanuel Le Roy Ladurie a la luz de la antropología, la sociología y la psicología modernas. En este maravilloso libro supo dar vida a este pueblecito y a sus habitantes. Un libro que recrea como ninguno la verdadera mentalidad de la Europa medieval.
En pleno periodo de transformación personal y literaria, el narrador de esta novela comienza a observar señales en puertas y en cuartos contiguos, símbolos que comunican París con Cascais, Montevideo, Reikiavik, San Gallen y Bogotá, y que le van devolviendo sigilosamente a la escritura, al deseo de transformar en láminas de vida ciertas experiencias que, como mínimo, piden a gritos ser narradas. «Te has convertido en los últimos tiempos en un escritor al que las cosas le pasan de verdad. Ojalá comprendas que tu destino es el de un hombre que debería estar deseando elevarse, renacer, volver a ser. Te lo repito: elevarse. En tus manos está tu destino, la llave de la puerta nueva». «Montevideo» es una ficción verdadera, un gran tratado sobre la ambigüedad del mundo como rasgo característico de nuestro tiempo, una novela en la que el mejor Vila-Matas encuentra la forma de nombrar nuevamente las cosas cuando todo parece ya dicho; hazaña tanto más admirable porque el núcleo central de su obra no es otro que la modernidad de la novela.
Cuba es un país de dos estaciones y dos monedas; de cubanos de adentro, y de afuera; de negros, de blancos, de dulce y salado. Es lugar de apenas norte y sur, de ciudad y campo, de La Habana y Oriente, de lluvia y sequía, de dos discursos. Y de dos literaturas: la lúdica, escapista, y la del desencanto y la realidad descarnada. A esta última pertenecen estos cuentos de Alex Heny
Morada al sur, la obra fundamental de Aurelio Arturo, es considerada como uno de los poemas más bellos de la literatura colombiana. En el sur todas las cosas están unidas por un hilo misterioso que revela la armonía del Universo. Este descubrimiento, tarea esencial del poeta, es de alguna manera un viaje de retorno al hogar simbólico, que Arturo descubre a los lectores, y un ejercicio de memoria vital. El poeta, en su búsqueda del reencuentro con la infancia, con el territorio ancestral, logra hacer de su lenguaje unión de la música y la anécdota, de la imaginación y la memoria. La obra de Arturo es un trayecto hacia el ámbito donde el pasado y el presente son lo mismo. Es una especie de viaje de purificación guiado por la memoria.
Una joven visita la aldea de su padre en Medio Oriente. Las idas y vueltas de la vida en una mesa de pool. Un falso curandero, un artista enfurecido y una chica capaz de cualquier cosa con tal de retener a su amor... Estas son algunas de las piezas que componen el mosaico de Mosquita Muerta, una colección de narraciones breves que nos conducen a los más insospechados escenarios. Con un fino manejo del humor y un ritmo que no decae, Di Tata Roitberg nos presenta un abanico de historias en las que lo cotidiano y lo inesperado se dan cita en cada una de sus páginas. Testimonios de vida, aventuras amorosas e intentos de estafa se entrecruzan en esta obra en tono de comedia que es a la vez un fresco de sutiles matices sobre la condición humana. Una obra imperdible de la nueva narrativa argentina. Incluye los relatos: El ratón Pérez Turquita Una chica prolija Allá arriba Un héroe del turf Rayada o lisa La inauguración El abuelo Gualeguaychú Mosquita Muerta
«Movimiento perpetuo» se escribió en 1972, y más que una novela, es una compilación de reflexiones, pensamientos y relatos que parecen estar conectados por una temática común invisible. Tiene una extensión muy ajustada, pero sólo por la densidad de su contenido merece mucho más la pena que infinidad de novelas de 500 páginas o más que tanto se venden en las librerías últimamente. Y es que Monterroso hace del dicho “lo bueno, si breve…” la principal virtud de su creación, de manera que la imposibilidad de seguir leyendo cuando uno llega al final, implica una rápida segunda lectura, como si fuera un libro de consulta. Lo más destacable de esta obra es el tono con que se cuenta todo, un tono que al fin y al cabo puede ser el hilo conductor del conjunto, sin que el lector se dé verdaderamente cuenta de qué puede provocar la unidad implícita de la obra. «Movimiento perpetuo» es una de las obras cumbre de la ficción breve, y por ello injustamente cuasi-desconocida, a pesar de que es y ha sido intenso objeto de estudio de cómo la prosa de corta extensión puede calar tan hondo como lo consigue, y con extraordinaria solvencia, Augusto Monterroso.
Jasper Gwyn es un escritor. Vive en Londres y, verosímilmente, es un hombre que ama la vida. De repente, tiene ganas de parar. Tal vez de parar de escribir, aunque la suya no es la crisis que aflige a los escritores sin inspiración. Jasper Gwyn parece querer cambiar de perspectiva, llegar hasta el meollo de cierta magia. Le sirve de apoyo, de cómplice, de asistente, una muchacha que va recogiendo, con rabiosa devoción, lo que progresivamente va siendo el misterio de Mr Gwyn. Alessandro Baricco entra en las simetrías secretas de este misterio con el paso seguro y resuelto de quien conoce y ama los senderos que recorre. Mueve dos formidables personajes que hacia la mitad de la novela se pasan el testigo, y si a Mr Gwyn le toca barajar las cartas del misterio, la muchacha tiene la tarea de recomponer la secuencia para llegar a una audaz y luminosa evidencia.
La historia se desarrolla en la ciudad de México, Mubarak es un perro de raza beagle que tiene insertado en su cerebro un nano-transmisor, regalo de Enki, dios de la cultura sumeria. A Mubarak le gusta escuchar historias de dictadores. La novela, describe las historias verídicas de diez dictadores de diferentes países, en forma irónica, breve y con rigor histórico y documental. Toda la acción transcurre a lo largo de varias aventuras y viajes. Alma Phillip nos presenta una novela divertida y ágil, con la particularidad de la humanización de un amable perrito.
El doctor Brian Weiss, jefe de psiquiatría del hospital Mount Sinai de Miami, relata en éste, su primer libro, una asombrosa experiencia que cambió por completo su propia vida y su visión de la psicoterapia. Una de sus pacientes, Catherine, recordó bajo hipnosis varias de sus vidas pasadas y pudo encontrar en ellas el origen de muchos de los traumas que sufría: Catherine su curó, pero ocurrió algo todavía más importante: logró ponerse en contacto con los Maestros, espíritus superiores que habitan los estados entre dos vidas. Ellos le comunicaron importantes mensajes de sabiduría y de conocimiento. Este relato, profundamente conmovedor, punto de encuentro entre ciencia y metafísica, constituyó un extraordinario bestseller y sigue siendo de obligada lectura en un mundo convulsionado, en especial para los que buscan un nuevo sentido espiritual.
Benjamin Péret es uno de los autores más importantes del movimiento surrealista francés y también el más desconocido del público español. Como buen surrealista, entendió la creación no sólo como acto intelectual, sino también como acto vital. Surrealista y libertario, desarrolló pues una doble actividad: poeta, ensayista, narrador por un lado, y hombre de acción por otro; y todos a la vez. Su obra, muy extensa, fue publicada por el editor francés Eric Losfeld de quien fue colega de lucha y amigo. «Mueran los cabrones y los campos del honor», escrita en el invierno de 1922-1923, es un ejemplo perfecto de narración —¿de novela?— surrealista, «automática». El sentido del humor, las situaciones e imágenes oníricas, la erradicación de cualquier dogma tanto formal como conceptual dan vida a personajes delirantes para los cuales todo es posible. Y, cuando todo es posible, como lo es todo en el mundo del inconsciente, la ficción pasa a ser realidad y la utopía, un hecho consumado. Esta es la fuerza del surrealismo y de la escritura automática (y, en este caso, de esta obra): invertir el orden establecido, subvertir las leyes del pensamiento, desterrar la razón, el conocimiento adquirido, dejar libre curso al acto creativo espontáneo.
Los cuentos reunidos en Muerte en el bosque, recopilación de aquellos dos volúmenes, pueden enmarcarse dentro de lo que la crítica denomina literatura fantástica. Las raíces de este género vienen de lejos, de la antigüedad, de los mitos; más en nuestro tiempo asume una dimensión nueva: para algunos escritores el universo real comporta un desencanto que consideran necesario transmitir al lector. Y si nada de lo que les rodea les parece mejor que su sueño, su imaginación crea entonces un mundo alterno, en el que existen otros destinos, regidos por otras leyes. El héroe antiguo podía esperar auxilio de la divinidad, pero ahora ésta se halla lejos y el héroe solo.
En 1927, Hemingway publicó Fiesta, y con ella inició una serie de novelas-reportaje relacionadas con su fascinación por el mundo de los toros. A ella siguió Muerte en la tarde (1932) que es, además de una descripción técnica y minuciosa de una corrida vista desde los ojos de un profano, un ensayo profundo y sin concesiones sobre el arte del riesgo y la estrecha relación entre vida y crueldad con el que Hemingway regresa, una vez más, al tema que cohesiona su obra: el sentimiento trágico de la vida y el instinto de autodestrucción.
«La obra de Antonio Martínez Sarrión puede señalarse como el exigente y prolongado empeño hasta lo óseo para cumplir con el triple compromiso en que la historia contemporánea ha puesto al poeta: preservar el lenguaje, transubstanciarlo para ofrecerle al lector otra realidad y, en ese maravilloso viaje a ninguna parte, llevar a aquel a sus límites en la extracción de una piedra de toque contra la pobreza, la miseria y la planicie de nuestra pequeñita temporalidad. En la escritura de Martínez Sarrión hay una irradiación constante entre la vanguardia y el intimismo, una dialéctica entre memoria y escarnio, entre tradición y ruptura, que le confiere una coherencia y originalidad absolutamente reconocibles». Julieta Valero «Muescas del tiempo oscuro», el material inédito que sale a la luz con este libro, recoge el conjunto de poemas que, por razones de espacio, se quedó fuera de la edición original de «Teatro de operaciones» en 1967.
En una ciudad portuaria asolada por una plaga misteriosa, una mujer intenta descifrar por qué su mundo se desmorona. No es sólo el acecho de la enfermedad y la muerte, las algas y los vientos pestíferos, los amasijos rosáceos que son ya lo único que se puede comer, sino el colapso de todos sus vínculos afectivos, la incertidumbre, la eclosión de una soledad radical. Con una prosa inquietante y rica en hallazgos poéticos, Fernanda Trías construye un universo extraordinario que descubre la inmensa belleza y el inmenso dolor que hay en la fragilidad de la vida y de las relaciones humanas. «Mugre rosa es una metáfora poderosísima de un mundo afectivo en crisis, donde todo está a punto de hundirse, aunque sostenido todavía por los hilos débiles de la memoria, la ternura, la solidaridad y el esfuerzo para llegar a un lugar donde la vida sea otra cosa. El lenguaje está cargado de aliento poético, y al mismo tiempo es concreto, sabiamente apoyado en los detalles. La lectura de esta novela singular resulta a la vez estimulante y perturbadora, y después de cerrarla sus imágenes seguirán persiguiéndonos por mucho tiempo, con su carga de belleza y melancolía. Realmente extraordinaria». Piedad Bonnett