La aparición del cadáver de un anciano solitario en un pueblo apartado de la geografía navarra, da paso a una trama policial a caballo entre dos mundos distantes seis decenios. Un caso que recae en el inspector Villatuerta tras reincorporarse al servicio después de una larga baja laboral. Le acompañan en la investigación su hija, la agente Nerea, y el subinspector Javier Erro. Los tres se enfrentarán a un asesino cuya motivación se hunde en la época de la posguerra.
Durante años huyó de la venganza, la aplacó con el trabajo extenuante de sol a sol. Pero la llamada de la sangre acabó por alcanzarlo.
Del presente en Pamplona y el Valle de Ollo al pasado en las montañas de Navarra y Estados Unidos, adonde emigraron infinidad de pastores vascos buscando un futuro mejor.
Un asesinato y demasiadas incógnitas. ¿Quién prendió el fuego de la venganza?
La enología está de moda, hay una eclosión en todo lo que le rodea: la reivindicación de la identidad vinícola (suelo, clima, planta de la vid), la renovación y fundación de nuevas bodegas, la ampliación de mercados, pero, sobre todo, la importancia adquirida por los enólogos, el factor humano.
El accidente mortal del enólogo del Señorío de Otazu lleva al inspector Villatuerta y al subinspector Javier Erro hasta Etxauri. Mientras, la agente Nerea se verá envuelta en una complicada investigación sobre narcotráfico. Los caminos de los Villatuerta y Javier Erro vuelven a juntarse con el trasfondo del mundo del vino, en que quizá no sea oro todo lo que reluce. Los tres policías tendrán que dejar de lado, una vez más sus diferencias personales para resolver ambos casos.
Un asesinato y demasiadas incógnitas. ¿Quién prendió el fuego de la venganza?
Las aguas cubren la memoria. Bajo el embalse se encuentra el antiguo pueblo de Eugi, anegado en nombre del progreso. La quietud de la superficie se ve alterada por la aparición de un cadáver que viene a abrir heridas del pasado. El inspector Villatuerta, acompañado de su hija la oficial Nerea Villatuerta y el siempre malhumorado subinspector Javier Erro, tendrán que investigar un nuevo caso en el silencio del pirineo navarro.
La vida en los años cincuenta del siglo pasado, los contrabandistas que burlaban una frontera impermeable, una fábrica de armas abandonada y un hombre que encerraba bajo siete llaves a su mujer y sus hijas. Nada es lo que parece, todos tienen algo que ocultar.
El extraño y cruel asesinato de un matrimonio de ancianos en la campiña sueca revela a Kurt Wallander la cara más oscura de la Suecia moderna. En este histórico primer encuentro con sus lectores, el inspector Wallander debe resolver un caso casi tan complicado como su vida personal. Mientras procura desenmascarar a los despiadados asesinos de una anciana que ha muerto con la palabra «extranjero» en la boca antes de que los prejuicios raciales latentes en la comunidad desaten una ola de violencia vengadora, Wallander debe enfrentar el abandono de su esposa, la hostilidad de su hija, la demencia senil de su padre y hasta su propio deterioro físico a causa del exceso de alcohol y comida barata y la falta de sueño. Wallander terminará por hallar la inesperada solución del caso, pero sus problemas familiares no acabarán con este libro. Por no hablar de los de su país, arrojado a una nueva era en la que, como cree el inspector, «la inquietud aumentará bajo el cielo».
Una fría mañana de febrero, un bote salvavidas queda varado frente a la costa sueca. Dentro yacen los cadáveres de dos hombres que, como confirma el inspector Kurt Wallander, han sido asesinados días atrás. Aquejado de estrés, con problemas de salud, lleno de remordimientos por desatender a su anciano padre y sin haber encajado bien la separación de su mujer, Wallander, una vez abierta la investigación, debe hacer de tripas corazón y posponer sus buenos propósitos de cuidarse más. Al averiguarse que los dos hombres asesinados eran letones, Wallander no tiene más remedio que viajar a Riga. En la turbulenta Letonia de 1991, en pleno proceso de restablecimiento de la democracia, Wallander se introduce en los ambientes de la oposición clandestina. En medio de esa atmósfera sórdida, conoce a Baiba Liepa: intriga, amor y conflictos de toda índole provocarán que su vida dé un inesperado vuelco.
Una tarde de la primavera de 1992, la joven agente inmobiliaria Louise Åkerblom es brutalmente asesinada en una solitaria y apartada granja de Escania. Un caso difícil para la policía, pues, a primera vista, no hay un móvil claro, y todo parece indicar que la muchacha sólo vio algo que no debía ver. Una vez más, en Ystad, el inspector Kurt Wallander debe apartar sus problemas personales y tratar de resolver el misterio. Paralelamente, en Sudáfrica, una organización de extrema derecha planea asesinar a un importante dirigente político. Para ello contrata los servicios de un asesino a sueldo, quien empieza la preparación de un atentado en Suecia, muy cerca de Ystad.
Kurt Wallander frente a un enemigo intocable y temible que pondrá en peligro su vida y a prueba toda su capacidad como detective. Lo último que ha visto un abogado, antes de ser asesinado, es un muñeco del tamaño de un hombre atravesado en la carretera, donde se vio obligado a detenerse en medio de la espesa niebla. Este extraño comienzo, cargado de una atmósfera de misterio tan clásica, es el punto de partida de un complicado caso de delincuencia económica en las altas esferas. Pero es también el inicio de un enfrentamiento cada vez más personal del inspector Wallander con un adinerado, sonriente y autoritario mecenas. Sintiendo a cada paso su vida amenazada, el inspector se ganará el respeto de su enemigo pero no se detendrá hasta borrar esa sonrisa de su rostro.
En Suecia nadie recuerda un verano tan caluroso como el de 1994. Mientras la gente sigue con pasión los partidos finales del Campeonato Mundial de Fútbol, el inspector Kurt Wallander se dispone a iniciar unas cortas vacaciones. Pero la tranquilidad de la provincia de Escania se ve truncada cuando una muchacha, posiblemente extranjera, se suicida quemándose a lo bonzo. Wallander y su equipo tratan de averiguar la identidad de la chica y los motivos de esa trágica decisión; pero los sustos no han hecho más que empezar, pues un brutal asesino en serie ha comenzado su macabra actividad. Las primeras víctimas son un antiguo ministro de Justicia, un adinerado tratante de arte y un ladronzuelo de poca monta. Sin que pueda sospecharlo, la pista a la que Wallander se aferra para detener esta carnicería le conducirá a las altas esferas de la política, y pondrá seriamente en peligro su vida y la de sus allegados.
La placidez habitual de la ciudad sueca de Ystad se ve rota cuando, con cierto intervalo de tiempo, tres hombres aparecen salvajemente asesinados. Las víctimas llevaban una vida apacible y tranquila, dedicadas a la ornitología, el cultivo de orquídeas y la poesía, lo cual hace aún más incomprensible el casi insoportable sadismo de que han sido objeto. Durante la investigación del caso, Wallander —un detective vulnerable y con aires de antihéroe— descubre que no solo debe enfrentarse a un asesino de temible inteligencia, sino que este parece guiarse por un sanguinario y turbio deseo de venganza. Cuando por fin la policía cree estar tras la buena pista, un nuevo asesinato da un vuelco a la investigación y provoca un motín entre la asustada población local.
La noche de San Juan, alguien, agazapado tras un matorral, contempla cómo se divierten unos jóvenes… Por esas mismas fechas, ajeno al drama que se fragua, el inspector Kurt Wallander regresa de sus vacaciones, y en agosto, ya metido en la rutina, empieza a acusar un extraño agotamiento que está a punto de costarle la vida en un accidente de tráfico. Cuando acude al médico, se lleva un buen susto al saber el diagnóstico. Para colmo, Svedberg, uno de sus colegas, no aparece a su vuelta de las vacaciones, y una madre presiona a los agentes para que busquen a su hija: hace ya más de un mes, la joven se marchó de viaje con unos amigos de manera imprevista, y todo indica que las postales que han enviado son falsas. Svedberg, que sigue sin dar señales de vida, ¿no estaba investigando esas desapariciones? Wallander no puede ni imaginar las incógnitas que le presentará este caso… ni los sangrientos crímenes que deberá resolver, «y cuanto antes», como le pide el fiscal.
Ystad, Suecia, otoño de 1997. Un hombre muere en extrañas circunstancias a las puertas de un cajero automático. Poco después, dos muchachas asesinan salvajemente a un taxista. Detenidas y trasladadas a la comisaría, las dos adolescentes sorprenden a todo el mundo con su agresividad y su indiferencia ante el crimen que han cometido. En un descuido de los agentes, una de ellas logra huir. Al día siguiente, un problema en el suministro eléctrico deja a oscuras gran parte de la región de Escania; cuando el técnico de mantenimiento acude a la estación transformadora, hará un descubrimiento aterrador. El inspector Kurt Wallander no lo tiene nada fácil: a las complejidades informáticas que acaban envolviendo las pesquisas, se suman los indicios de traición que el inspector descubre en su equipo de investigadores. Además, la casi insoportable soledad afectiva del protagonista hace que se cuestione seriamente su continuidad como policía.
En 1978, en la localidad de Jonestown (Guyana), murieron todos los seguidores de una secta, liderada por un hombre llamado Jim Jones, en lo que parecía un suicidio colectivo; la noticia dio la vuelta al mundo en las primeras planas de todos los periódicos. En el año 2001, cuando ese terrible suceso ya ha caído en el olvido, Linda, la hija de Kurt Wallander, regresa a Ystad para, en unos días, iniciar su trabajo en la policía. Al tiempo que empiezan las desavenencias con su padre, Linda se integra en la vida cotidiana de Ystad y reanuda sus viejas amistades con dos jóvenes, Anna y Zebran. De pronto, Anna desaparece misteriosamente. Poco después, en los bosques de los alrededores de Ystad, Linda, junto a su padre, hace un descubrimiento aterrador: una cabeza de mujer, degollada, y dos manos unidas, seccionadas; del resto del cuerpo no hay el menor rastro. Y Anna sigue sin aparecer. Es el comienzo de un nuevo y trepidante caso al que se enfrentarán juntos Kurt Wallander y su hija Linda, quien, en el curso de la investigación, conocerá al agente Stefan Lindman (el protagonista de «El retorno del profesor de baile»), que le causará muy buena impresión.
La vida del inspector Wallander ha cambiado ligeramente: no solo ha hecho realidad su sueño de tener una casa en el campo, sino que, además, su hija Linda lo ha convertido en abuelo. Sin embargo, su tranquilidad se ve perturbada cuando el suegro de Linda, un oficial de alto rango de la Marina sueca, desaparece en un bosque cerca de Estocolmo. Aunque la investigación la dirige la policía de Estocolmo, Wallander no puede evitar implicarse, sobre todo cuando una segunda persona desaparece en misteriosas circunstancias. Algunas pistas apuntan a grupos de extrema derecha en el seno de la Marina sueca y a la época de la Guerra Fría, en particular a la década de los ochenta, cuando varios submarinos soviéticos fueron acusados de violar territorio sueco. Wallander comprende que está a punto de desvelar un gran secreto cuyo alcance abarcaría toda la historia de Suecia tras la Segunda Guerra Mundial. Pero una nube aún más negra asoma por el horizonte.
En octubre de 2002, un Kurt Wallander cansado y refunfuñón va a visitar la que podría ser la casa de sus sueños, en la campiña de Löderup. Sin embargo, mientras deambula a solas por el jardín de la casa, rumiando si comprarla o no, tropieza con algo semioculto entre la hierba. Para su sorpresa, son los huesos de una mano. Esa misma noche, cuando los técnicos encienden sus focos y cavan alrededor, sale a la luz un cadáver o, mejor dicho, un esqueleto que, según los forenses, presenta signos de ahorcamiento y que lleva más de cincuenta años enterrado en ese jardín. Muy poco antes de Navidad, y pese a los recortes presupuestarios en la policía de Escania, Wallander, Martinsson y Stefan Lindman (el protagonista de «El retorno del profesor de baile») echan horas para investigar lo que parece ser un asesinato muy antiguo. Pero ¿cómo investigar una desaparición ocurrida hace unos sesenta años? ¿Es posible esclarecer un crimen cometido tanto tiempo atrás? Cuando ya están a punto de darse por vencidos, Wallander regresa al jardín de lo que podría ser su futura casa. Y algo suscita en él nuevas sospechas que se convertirán en un nuevo hallazgo.
Un interesante thriller que llevará a los amantes de la novela negra europea al corazón de Ámsterdam. Una madrugada, una mujer aparece ahorcada en una barcaza en un canal de Ámsterdam. Todo apunta a que se trata de un suicidio. La inspectora Cristina Molen, de la brigada criminal de la ciudad, se hace cargo del caso. Esa misma mañana se descubre el cadáver de una prostituta en una sórdida habitación de hotel. La inspectora intuye que ambas muertes están relacionadas y, que en este caso, nada ni nadie es lo que parece. Jacinto Rey consigue introducirnos en un sutil y fascinante juego de espejos, en el que todos y cada uno de los personajes tienen algo que ocultar, incluso el padre de la inspectora Molen. Una trama de cruces y desencuentros que no nos dará ni un solo minuto de respiro.
Un hombre aparece muerto en un almacén con unos diamantes en su bolsillo; en su coche, aparcado no lejos de allí, la policía descubre después un arma lanzamisiles. Es la inspectora Cristina Molen, de la brigada de homicidios de Ámsterdam, quien debe resolver el caso. Aunque en apariencia los principales sospechosos están claros, Cristina se ve inmersa en una espiral de acontecimientos sorprendentes que la llevarán hasta una ciudad diametralmente distinta a la suya, El Cairo. Jacinto Rey nos ofrece una novela intensa en la que su protagonista se verá atrapada en un mundo fascinante y seductor lleno de peligros y engaños, en el que deberá enfrentarse a sus dudas, a sus fantasmas del pasado y a lo que realmente desea.
Una máscara china a la que se atribuye el secreto de la inmortalidad, por cuya posesión varias personas están dispuestas a matar. El último secreto de un Papa moribundo. La inspectora Molen se enfrentará a su investigación más difícil; y la más peligrosa.
Un día tórrido de verano la inspectora Elena Blanco, al frente de la Brigada de Análisis de Casos, irrumpe en la vivienda de una familia de clase media y llega hasta la habitación del hijo adolescente. En la pantalla de su ordenador se confirma lo que temían: el chico está viendo una sesión «snuff» en directo en la que dos encapuchados torturan a una chica. Impotentes, presencian cómo el sádico espectáculo continúa hasta la muerte de la víctima de la que, de momento, no conocen el nombre. ¿Cuántas antes que ella habrán caído en manos de la Red Púrpura? La BAC ha estado investigando a esta siniestra organización desde que salió a relucir en el caso de «la novia gitana». Durante meses ha recopilado información de este grupo que trafica con vídeos de violencia extrema en la Deep Web, la cara oculta de la Red. Y a lo largo de todo este tiempo, Elena Blanco ha mantenido en secreto, incluso para su compañero el subinspector Zárate, su mayor descubrimiento y temor: que la desaparición de su hijo Lucas cuando no era más que un niño pueda estar relacionada con esa trama macabra. ¿Dónde está? ¿Quién es realmente ahora? ¿Y cuáles son los límites que está dispuesta a transgredir para llegar a la verdad?
Vuelve Carmen Mola, el último fenómeno de la novela negra española (150.000 lectores) y su autora más audaz y enigmática, con una entrega aún más revulsiva, violenta y sorprendente.
« Nadie regresa del infierno indemne ».
Es la noche del fin de año chino, empieza el año del cerdo. Chesca, al mando de la Brigada de Análisis de Casos desde hace un año, ha quedado con Ángel Zárate, pero en el último momento este le da plantón. Aun así, ella sale a divertirse, conoce a un hombre y pasa la noche con él. A la mañana siguiente, tres hombres rodean su cama, a la espera de unirse al festín. Y un repulsivo olor a cerdo impregna la estancia.
Después de un día entero sin dar señales, los compañeros de la BAC empiezan a buscar a su compañera. Cuentan con una ayuda inestimable: Elena Blanco, que aunque dejó la policía tras la debacle que supuso el caso de la Red Púrpura, no puede dar la espalda a una amiga. Pronto se darán cuenta de que tras la desaparición de Chesca se esconden secretos inconfesables.
Tras el abrumador éxito de La novia gitana y La Red Púrpura , Carmen Mola regresa en esta tercera entrega de la serie protagonizada por la inspectora Elena Blanco con nuevos e impactantes personajes, y una historia «no apta para lectores sensibles».
La inspectora Elena Blanco atraviesa el depósito de la Grúa Municipal Mediodía II de Madrid hasta llegar a una vieja furgoneta que expele un olor putrefacto. Dentro está el cadáver de un hombre atado a una silla, con un burdo costurón que asciende del pubis al abdomen. Los primeros resultados de la autopsia aclaran que a este toxicómano reincidente le arrancaron algunos órganos y le colocaron en el vientre un feto de casi siete meses. Los análisis de ADN revelan que se trata de su hijo biológico. A los pocos días, la Brigada de Análisis de Casos se desplaza a la zona portuaria de A Coruña, donde el cuerpo de un asesor fiscal de sesenta y cuatro años ha sido asesinado con el mismo modus operandi. ¿Qué relación existe entre las dos víctimas? ¿Y dónde están las madres de los bebés?
Se abre así la investigación del nuevo y perturbador caso de la BAC. Mientras la relación entre Elena y Zárate se hace cada vez más complicada por los tormentos de él sobre la muerte de Chesca y la obsesión de ella por adoptar a la Nena, todos los indicios los acercarán a una misteriosa organización cuyos hilos manejan los poderosos e intocables del país y a la que nadie parece poderse acercar sin morir.