Keops obedece los designios de su padre, el rey Snefru, y viaja a Byblos en busca de materiales destinados a la edificación de pirámides. Allí conoce a la que será su tercera esposa, una mujer que cambiará su destino y, en cierta medida, el de Egipto. Entretanto, la precaria salud del intrigante Snefru se agrava y hace temer por su vida. La incógnita sobre la sucesión desencadena nuevas pugnas entre sus cortesanos, que conspiran para apartar al legítimo heredero del camino hacia el trono. Keops escapa de la trampa mortal que le han tendido sus enemigos y, ya monarca de los egipcios, consagra su reinado a la realización de un gran sueño: la construcción de una pirámide que desafiará al tiempo y permanecerá como símbolo de grandeza de Egipto. Pero una nueva conjura, aún más sangrienta que la anterior, empieza a gestarse en el palacio real... El sueño de Keops es el segundo volumen de la Gran Trilogía de las Pirámides. El autor narra, con gran fuerza épica, el esplendor de la civilización egipcia, combinando de forma magistral drama, historia y aventura.
A la muerte de Keops le sucede en el trono el ambicioso Didufri, cegado por sus deseos de conservar el poder. Para él y para su madre los príncipes Kefrén y Djedefhor, sus dos hermanos, son los grandes enemigos a eliminar. Tras escapar de un atentado Djedefhor huirá por las costas de Asia, sufrirá la captura y la esclavitud y dedicará su vida a la búsqueda de la sabiduría interior. Kefrén, acechado por el peligro, se exiliará en la provincia de Elefantina. Pero una serie de siniestras intrigas fomentadas por las madres de estos dos príncipes, las esposas de Keops, empieza a gestarse en el palacio real. Una trampa mortal que pondrá en peligro la seguridad del tirano rey y el destino de la civilización egipcia.
La pandemia de gripe de 1918-1919 está considerada la crisis epidémica mundial más mortífera del siglo XX. Marcada por el influjo de la Gran Guerra (que movilizó mercancías, soldados y trabajadores por países como China, Estados Unidos, Francia o Sierra Leona), más de cien años después, investigadores y especialistas continúan preguntándose por su origen y las razones de su intensidad. Pese al injusto sobrenombre de “española” (a causa de la censura militar impuesta en los países beligerantes), esta enfermedad también hizo estragos en nuestro país, donde contó con hasta tres grandes brotes, que se ensañaron especialmente con la capital y sus alrededores. La experiencia de la pandemia transformó la sociedad en casi todos los órdenes y su impacto pervivió décadas y condicionó la respuesta a las siguientes pandemias, pero pasada la urgencia, parte de las reformas sanitarias y sociales propuestas para modernizar y mejorar el país se demoraron, otras se abandonaron y, con ello, se perdió una gran oportunidad y se lastró nuestro desarrollo durante mucho tiempo.
En el periodo más oscuro de la historia, ¿todavía hay esperanza para los finales felices?
Durante generaciones, la familia de Soline Roussel ha regentado un exclusivo salón de novias en París. De hecho, se dice que la novia que se casa con un vestido Roussel tiene garantizada la felicidad para siempre. Pero la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial lo cambia todo. Soline se convierte en voluntaria en un hospital y allí conoce al hombre de su vida. Sin embargo, su fe en el amor se quiebra cuando debe emigrar sola a Estados Unidos y dejarlo todo atrás.
Cuatro décadas más tarde, en 1985, Rory Grant es una joven de Boston que quiere abrir una galería para artistas emergentes. Para ello, alquila una antigua propiedad de Soline y allí, bajo el hueco de una escalera, descubre una caja que contiene un vestido de novia por estrenar junto con unas misteriosas cartas. Cuando Rory contacta con Soline para devolverle la caja, entre ellas surge una improbable amistad, y es que ambas saben lo que es amar y haber perdido al hombre de su vida. ¿Y si Rory y Soline estaban destinadas a encontrarse? ¿Puede haber un final feliz cuando parece imposible? Al fin y al cabo, tal vez, la magia existe.
Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, La guardiana de los libros quemados es una inolvidable novela histórica sobre los destinos cruzados de tres mujeres que creen en el poder de los libros para superar los momentos más oscuros de la guerra. Berlín, 1933. A raíz del éxito de su primera novela, la escritora americana Althea James es invitada por el mismísimo Joseph Goebbels a participar en un programa de intercambio cultural en Alemania. Allí conoce a una hermosa mujer que le promete enseñarle el auténtico Berlín, y no tarda en sumarse a un grupo de resistentes que la llevan a cuestionarse todo lo que sabe sobre sus anfitriones... y sobre sí misma. París, 1936. Aunque llegó a la Ciudad de la Luz huyendo de Berlín, Hannah Brecht pronto descubre que no está en un refugio contra el antisemitismo que pensaba haber dejado atrás. Desconsolada y atormentada por el papel que desempeñó en la traición que destruyó a su familia, Hannah se zambulle en su trabajo en la Biblioteca Alemana de Libros Quemados. Nueva York, 1944. Desde que su marido Edward murió luchando contra los nazis, Vivian Childs ha estado librando su propia batalla: impidiendo los intentos de un poderoso senador de censurar las Ediciones de las Fuerzas Armadas, libros de bolsillo que se envían a millones de los soldados destinados en el extranjero. Viv sabe hasta qué punto son importantes para los soldados gracias a las cartas que recibe..., incluida la última que le escribió su marido. Cuando Viv, sin saberlo, hace que su lucha contra la censura colisione con los secretos del pasado reciente, los destinos de estas tres mujeres confluyen... y las tres cambiarán para siempre. «Brianna Labuskes escribe sobre el poder de los libros, las bibliotecas y la amistad para sostenernos en tiempos difíciles, a la vez que hace una dura advertencia, absolutamente relevante en la actualidad, sobre los peligros de la censura». JENNIFER CHIAVERINI, autora de Las mujeres de la Orquesta Roja «Un oportuno recordatorio de que la quema de libros o su prohibición son el primer paso de una escalada bélica contra la libertad de pensamiento y expresión. Las mujeres de esta novela, cada una a su manera, desarrollan la fuerza necesaria para superar el miedo y las dudas y para resistirse a la censura y el odio... Una lectura entretenida y fascinante». KIM VAN ALKEMADE, autora de Huérfana #8 «Un libro apasionante que demuestra lo poderosas que pueden ser las palabras y las ideas. Cargada de intriga y secretos, sigue los pasos de tres mujeres que, desde Berlín hasta Nueva York, pasando por París, reparan los daños del pasado valiéndose de los libros como armas». ELISE HOOPER, autora de Angels of the Pacific «Labuskes despliega una historia de censura y miedo en la Alemania de los años treinta y de esperanza y valor en el Nueva York de 1944. Una novela de exquisita factura, que atrapa y estimula, que nos recuerda los peligros de la censura, el poder de los libros y el deber que tenemos todos de alzarnos en defensa de las libertades». KRISTIN HARMEL, autora de La lista de los nombres olvidados
Inglaterra, Distrito de los Lagos, años sesenta: la joven Abbie Myers vuelve a casa tras la muerte de su madre. Después de haber permanecido alejada de su turbulenta familia durante años, le rompe el corazón enterarse de que la culpan de la tragedia. Decidida a descubrir el pasado de su madre, se acerca a Millie, su querida abuela, en busca de respuestas. A medida que la anciana le narra las historias de su pasado como institutriz y de la revolución que estalló a su alrededor, Abbie se ve transportada al esplendor del Imperio Ruso de 1911. Mientras Abbie se esfuerza por reconciliarse con su familia y mantenerse a sí misma y a su hija, se va dando cuenta de que los sucesos del pasado crearon repercusiones que amenazan con alterar la frágil paz que anhela.
Inspirándose en la historia que el mundo olvidó y que el Gobierno ruso niega, Erin Litteken relata la crisis de una hambruna provocada por el hombre que, en Ucrania, robó casi cuatro millones de vidas. Es 1929 y Katya tiene dieciséis años, está rodeada de su familia y enamorada de su amigo de la infancia. Cuando los activistas de Stalin empiezan a llegar a Ucrania defendiendo la grandeza de la agricultura colectiva, son solo unos pocos. Pero pronto los vecinos empiezan a desaparecer; los que hablan nunca vuelven. A partir de entonces, cada nuevo día se convierte un futuro incierto. La resistencia tiene un precio y, mientras la desesperación y el hambre se apoderan del campo, la supervivencia parece más un sueño que una posibilidad Pero, incluso en los momentos más oscuros, el amor prevalece. Setenta años después, una joven viuda descubre el diario de su abuela, un hallazgo que revelará los secretos enterrados del tormentoso pasado de su familia, a la vez que le enseñará a hacer las paces con el amor después de la pérdida de su marido. Esta es una historia sobre la resiliencia del espíritu humano, el amor que nos acompaña en nuestras horas más oscuras y el verdadero horror del Holodomor, una de las grandes hambrunas de la historia de Europa.
“Quien no sea capaz de engañar y por lo tanto sorprender nunca logrará sobresalir en el arte de la guerra, de la escritura.” A lo largo de la historia, la violencia a gran escala que los seres humanos se infligen unos a otros ha sido representada por todas las formas de arte, entre ellas la literatura. Desde las epopeyas que glorifican héroes y campañas hasta las crónicas íntimas de soldados y víctimas, numerosas obras relatan esa experiencia que transforma vidas y marca generaciones. En este nuevo libro, Ana María Shua recurre al microrrelato –género que domina con maestría reconocida en el ámbito internacional– para observar de cerca el fenómeno de la guerra en sus más variadas formas. Algunos de estos textos brevísimos tienen relación con guerras del pasado y otros con guerras del futuro. De las trincheras a las invasiones extraterrestres, de las Cruzadas a la Convención de Ginebra, de Sun Tzu a la Biblia, de Mata Hari a los guerreros aztecas, del arco y la flecha a los ataques bacteriológicos, no hay aspecto, imagen o idea en torno al tema que sea ajeno a su escritura. El resultado es un panorama escalofriante pero genial de esa manera de dirimir conflictos que la humanidad inventó desde su origen y todavía sigue practicando.
Viaje a través de la noche, La guerra de Galio es un cruce de la imaginación con la historia colectiva y las íntimas catástrofes, retrato de la generación que comenzó su vida adulta en 1968, vivió la guerrilla de la década siguiente y mientras tanto llevó a cabo en México la formación de una vida intelectual y una prensa modernas. «La virtud de La guerra de Galio —ha escrito Carlos Fuentes— es que deslinda y distingue con una claridad deslumbrante, aunque en una atmósfera turbia, las pasiones y posiciones reales del disfraz político. Todos los mexicanos hemos vivido por lo menos una parte de esta guerra de Galio. Todos conocemos a los hombres brillantes que dejaron el talento en la charla de café, la borrachera, la política fraguada entre el burdel y la cantina. Aguilar Camín ha vivido y escrito esto para nosotros. Estas biografías laceradas son, pudieron ser, las nuestras».
Un reino. Dos familias. Treinta años de guerra. Pobre del reino cuyo soberano es un hombre débil. Inglaterra, 1437. Nubes amenazantes opacan los cielos ingleses. La rebelión está a punto de estallar en los territorios franceses y, en palacio, las intrigas ponen de manifiesto la inminencia de la guerra. No es tiempo de paz cuando la ambición por el trono enfrenta a los más poderosos en una lucha cuyo botín no es otro que el destino de Inglaterra.
1454. Mientras los traidores avanzan, la reina debe resistir. ¿Quién ganará la batalla por el trono? ¿Qué sacrificarán las casas de los York y de los Lancaster en nombre de Inglaterra? Cada uno debe decidir dónde yace su lealtad y dónde su renuncia.
Ricardo, duque de York, ha sido asesinado: sus ambiciones de reinar han desaparecido como nubes tras un temporal, y su cabeza, decapitada, se exhibe sobre las puertas de la muralla de York, macabro recordatorio para todos aquellos que piensan enfrentarse a los Lancaster. Mientras tanto, el rey Enrique IV está todavía preso y la reina de los Lancaster, Margarita de Anjou, se dirige al sur con su séquito de guerreros, un ejército que hasta la fecha parece implacable. Pero la muerte del padre ha desencadenado la ira de los hijos. Así, Eduardo de March, ahora duque de York, se autoproclama rey legítimo de Inglaterra.Nuevos bandos se forman y se deshacen como copos de nieve; mucha sangre va a derramarse y multitud de venganzas se forjan hasta el momento en el que un rey se enfrente al otro. Porque dos hombres pueden competir por una corona, pero solo uno podrá tenerla.
Un futuro incierto y nebuloso se cierne sobre Eduardo IV. La Casa de York ha sido derrotada y el rey se ha exiliado en Flandes, aunque no por mucho tiempo. El empeño por defender aquello que considera suyo lleva a Eduardo a zarpar junto a su hermano hacia Ravenspur, el lugar donde se dejará su destino. Un ejército diezmado y exhausto llega a la costa, a casa. Las fuerzas escasean, y en el horizonte solo se dibuja una opción: atacar. Sin embargo, nuevos vientos soplan no lejos de allí y el joven Enrique Tudor, convertido ya en un hombre, será llamado a entrar en el tumultuoso curso de la historia, la historia de la guerra de las Dos Rosas.
En medio de la guerra civil emprendida por la aristocracia francesa durante la minoría de edad de Luis XIV, dos mujeres se enfrentan con todas sus armas: en la lucha por el poder, ponen en liza su belleza, su gran capacidad para la intriga, su amor y sus celos, sin renegar del coraje ni de sus dotes militares. Alexandre Dumas (1802-1870), autor de algunas obras maestras del espíritu romántico como «El conde de Montecristo», recrea una estampa de la guerra de «La Fronda», con dos personajes que quieren ser los equivalentes femeninos de sus célebres mosqueteros: la astuta y encendida amante del duque Epernón, Nanón de Lartigues, fiel a una Ana de Austria y a un cardenal Mazarino que tratan de salvaguardar la corona para quien luego sería el Rey Sol, Luis XIV; y la rubia y valerosa Claire de Cambes, que sostiene la rebelión de los príncipes de Condé con su inteligencia y su astucia. Estas dos mosqueteras con faldas, como se las ha llamado, se convierten en eje de una narración que contiene los mismos ingredientes de «Los tres mosqueteros», la novela más célebre de Dumas: acción, intriga y rapidez descriptiva; pero aquí el autor privilegia un aspecto: el amoroso, con su inevitable acompañamiento de celos y rivalidad femenina, pues las dos protagonistas se enamorarán del mismo hombre.
Las Cortes de Cádiz a petición de la Junta Superior de Cataluña envían un agente de inteligencia a la ciudad de Tarragona, Pedro Sevilla, capitán de alabarderos, para que indague la trama que se cierne sobre la villa, dado que desde el Obispado de Solsona se comunica a sus miembros que las tropas francesas entrarán en la ciudad el próximo 28 de junio de 1811, pero el comisionado de las Cortes, de camino a la urbe, es interceptado por guerrilleros afrancesados de La Embrolla, un grupo de maleantes y asaltadores de caminos capitaneados por un antiguo corsario apodado El Jerezano, que colabora con la red de espías franceses instalada en la plaza. Un espía enviado personalmente por el emperador, quien adopta varias personalidades, suplanta la identidad de Pedro Sevilla, logrando convencer a los miembros de la Junta Superior de Cataluña de que él es el enviado por las Cortes. El enviado de Bonaparte es un hombre camaleónico, capaz de adoptar el aspecto de diversos personajes, el más relevante es el de Joan Ixart, el impresor de la gaceta del Diario de Tarragona, que maquina con los agentes franceses y los soplones de la ciudad, para que la traición culmine con la entrega de la plaza a las tropas bonapartistas dirigidas por el mariscal de campo, Louis Gabriel Suchet. El tablero está dispuesto, los peones ocupan sus lugares, la partida empieza cuando el conde Alacha entrega Tortosa, a partir de ese momento, la maquinaria de guerra del mejor ejército del mundo se enfrenta a la desvalida y traicionada Tarragona, pero sus habitantes, los migueletes y los somatenes, les harán frente hasta la muerte.
Desde julio de 1811 hasta agosto de 1813, las tropas imperiales del mariscal Louis Gabriel Suchet ocuparon la ciudad de Tarragona. A ese periodo se le conoció como “El tiempo de la esclavitud”.Los habitantes de la ciudad, hartos de las humillaciones que padecían, constituyeron un grupo de resistencia que actuaba contra las fuerzas invasoras.A esos valientes se les conoció con el nombre de Brigants. Las fuerzas que residían en el interior de las murallas, socorridas por somatenes, funcionarios corruptos y hombres de Lacy y del barón de Eroles, realizaron diferentes tentativas para acabar con la vida de los soldados y recuperar la soberanía de la plaza abaluartada.Sus gestas, hazañas, incursiones y sabotajes, traiciones, amoríos, intrigas, así como los ahorcamientos y fusilamientos que padecieron durante esos dos años de esclavitud, son de nuevo relatados por El Mellado, en esta delirante segunda entrega de La Guerra del Francés en Tarragona.
Hace más de cien mil años, la tribu de los Oulhamr huye, vencida, detrás de su jefe. Han perdido el fuego, están a merced del frío y de la noche. Dos guerreros intentan reanimar ese fuego perdido: Naoh, hijo de Leopardo, el más grande y más ágil y Aghoo, hijo de Uro, el bruto más velludo de los Oulhamr.
Para reconquistar el fuego los guerreros tendrán que vérselas con el oso gris, el león gigante, la tigresa, los devoradores de hombres, los mamuts, los enanos rojos, los hombres sin hombros, los hombres de pelo azul y el oso de las cavernas.
Es Naoh secundado por sus fieles compañeros, Gaw y Nam quien lo consigue después de numerosas aventuras. Naoh es retratado como el primer espíritu prehistórico en barruntar que la bondad puede ser más favorable que la crueldad, en él se resumen años y años de prehistoria; él es la muestra de la evolución de la humanidad, lenta, oscura, incomprensiblemente, pero con seguridad, con aplomo, por esta fuerza imperecedera que el hombre lleva dentro, desde los tiempos más remotos: el alma.
La guerra del fuego, es la primera novela de la serie «Los oulhamr» (también «ulhamr» y «ougmar», según diversas traducciones), a la que siguieron El león de las cavernas (1918) y Helgvor, el guerrero del Río Azul (1929), siendo la primera la más famosa, en parte a causa de La Guerre du feu , película rodada en 1981 por Jean-Jacques Annaud.
Esta joya de J.-H. Rosny aîné consigue identificarnos, a pesar de los siglos y de las diferencias de todo orden, con el protagonista del libro. Y hasta se diría que lo consigue poéticamente, llevando la obra a la categoría de un verdadero clásico.
Inmediatamente después de la conquista de la Nueva España, en el Reyno de Goathemala, los dominicos y los colonizadores se enfrentan ante las disposiciones de las «Leyes Nuevas».
La guerra de los judíos, del historiador Flavio Josefo, tienen como asunto central la guerra de ese pueblo contra los romanos, comandados por Vespasiano y por Tito. La obra comprende siete libros, los primeros componen una vasta introducción histórica con los antecedentes remotos y próximos de la guerra. En el libro tercero hace su aparición ya Vespasiano dando inicio la narración de la verdadera guerra, la cual se prolonga a todo el libro sexto, que concluye con la expugnación de Jerusalén. El libro séptimo hace las veces de epílogo, dándonos cuenta de las últimas operaciones militares dentro y fuera de Palestina y del triunfo de los Flavios en Roma. Josefo, un hebreo que había participado activamente en el conflicto, apoyado en el valor de su testimonio, ofrecen su versión de los hechos. La guerra de los judíos conlleva un evidente propósito pacificador
Año 1524: los campesinos se sublevan en el sur de Alemania. El levantamiento se extiende, gana rápidamente adeptos en Suiza y Alsacia. En medio del caos destaca una figura, la de un teólogo, un joven que lucha junto a los insurgentes. Se llama Thomas Müntzer. Su vida es terrible y novelesca. Pese a su trágico final, similar al de sus seguidores, fue una vida que merecía vivirse, y merecía, por tanto, que alguien la contara. Nadie mejor que el premio Goncourt Éric Vuillard para seguir los pasos de ese predicador que simplemente quería justicia. También para retratar a otros personajes que, como John Wyclif o John Ball en la Inglaterra de dos siglos antes, o Jan Hus, abrieron una brecha y, esgrimiendo la Biblia —traducida ya a las lenguas vulgares, y cuyo mensaje llega a todos—, se alzaron contra los privilegiados.
El espíritu que animó a aquellos valientes interpela incisivamente la realidad de nuestros días: hoy como ayer, los desheredados, aquellos a los que antaño se les prometía la igualdad en el Cielo, se preguntan: ¿y por qué no conseguir la igualdad ahora, ya, en la Tierra?