Si todas las bellezas de la alta sociedad que se empujaban para recoger el ramo de novia y suspiraban por convertirse en la esposa de Garrick Rylance supieran que el elegante hombre en cuestión sólo tenía ojos para una mujer... Zara, la dama de honor de la boda, había sido su amiga y su amante... pero cinco años atrás, antes de marcharse a la ciudad y desaparecer de su vida. Como resultado, Garrick levantó un muro alrededor de su corazón. Por eso, al verla de nuevo, Garrick no pudo evitar sentirse cauteloso. Pero había algo que tenía claro: ¡no dejaría que esa vez se fuera!
Will nunca había tenido un padre, pero, nada más ver a James Scott, se dio cuenta de que era justo lo que necesitaba. No tenía miedo de los toros, criaba todo tipo de animales y además, por las noches, hacía que se alejaran los monstruos que tanto miedo le daban a Will. El pequeño no sabía por qué su mamá lo había llevado a casa, pero ella y James no dejaban de hablar de una maravillosa noche de hacía mucho tiempo... una noche que había cambiado su amistad para siempre. Will no entendía muy bien lo que estaba sucediendo, pero hasta un bebé podía darse cuenta de que a veces los adultos necesitaban un poco de ayuda para que ocurriera lo que tenía que ocurrir.
Cally iba buscando un poco de paz y tranquilidad cuando llegó a aquel pueblo de España pero la llegada del misterioso millonario, Nicolás Llorca lo cambió todo. El increíble atractivo y los encantos de aquel hombre resultaban extremadamente difíciles de resistir. Pero Cally no tenía ningún interés en mantener una aventura … Además, estaba claro que Nicolás tenía algunos secretos, Aunque estaba decidida a alejarse de él su seguridad empezó a tambalearse, cuando Nicolás le hizo una oferta que no pudo rechazar. Estaba claro que la deseaba, pero también que no quería nada serio.
Y el premio era… ¿una boda? Cansada de ser siempre la dama de honor, Francesca Milano se apostó con su familia que en la próxima boda sería ella la novia. Para ello empezó a tomar lecciones de seducción de Brett Swenson, su irresistible vecino, y pronto descubrió que quería entregarse a él, el único hombre al que siempre había amado. Pero Brett era un soltero empedernido, ¿querría aceptarla como esposa una vez que la hiciera su amante?
Axel Clay estaba volviéndola loca. Tara Browning no se lo podía creer. Con la misma rapidez con la que se había descubierto disfrutando de un inesperado y delicioso fin de semana con Axel Clay, este había desaparecido de su lado sin despedirse siquiera. ¿Habría sido un sueño? Pero el bebé que estaba esperando parecía bastante real. Varios meses después, Axel se presentó en la puerta de su casa diciéndole que iba a ser su guardaespaldas mientras su hermano testificaba en un juicio contra un peligroso criminal. Estando tan cerca de él, ¿sería capaz de mantener Tara su secreto? Y más aún, ¿sería capaz de mantener las manos alejadas de aquel hombre autoritario que había vuelto a ponerse a su alcance?
Lucinda no era la clase de persona que el atractivo viudo Diego Montfalcó tenía en mente para cuidar de Rosa, su pequeña hija. Pero la joven logró convencerlo de lo contrario y todo resultó bien... hasta que Lucinda comprendió que Diego se había convertido para ella en algo más que un jefe...
Katherine tenía múltiples razones para estar agradecida con Jason Fitzroy. Después de todo, él la había rescatado de las fatigas que soportaba en la casa de su hermano y le había encontrado una nueva forma de vida. Pero él sólo era amable con ella, parecía imposible que llegara a amarla. ¿Quién volvería la vista para ver a Katherine, cuando la hermosa Dodie estaba presente?
¿Podría lograr que comprendiera lo que sentía por él?
Damon pensaba que Emma era solamente una coqueta y no creía en su amor. Se resistía a perder su dignidad por una mujer que tal vez no fuera sincera.
Emma sólo sabía que ahora lo necesitaba más que nunca. El amor que había sentido por él cuando tenía diecisiete años no había muerto; al contrario, se había acrecentado. Ahora, su amor por Damon era el de una mujer, no el de una alocada adolescente. ¿Cómo podría hacérselo entender?
¿Sería posible recuperar aquel amor que creía perdido?
A pesar de llevar dos años divorciados y de saber que su ex marido estaba comprometido con otra mujer, Karen seguía amando a Paul. De pronto, por extrañas circunstancias, se vio obligada a encontrarse de nuevo con él.
Su joven e irresponsable hermana pequeña se había enamorado del hermano casado de Paul y ella tenía que acabar con ese romance. Karen temía ver a Paul, pero estaba dispuesta a enfrentarse a él para salvar a su hermana. Con lo que no contaba era con las sorpresas que el destino le había reservado y que se desvelarían en su reencuentro...
Sabrina perdió la vista antes de conocer a Bay, de quien quería su amor... no su lástima. Sabrina siempre se había preguntado el motivo por el que Bay salía con ella si estaba ciega. Secretamente dejó de pensar que era por lástima. Bay había usado la palabra compasión, pero ni siquiera esa palabra menos dura calmaba un poco la conversación que acababa de escuchar. Él estaba dejando que esta lástima tuviera dos fines. Mientras le daba una o dos noches a la semana a Sabrina por compasión, trataba de poner celosa a Roni.
Cristina viajó a Portugal aprovechando sus vacaciones en la universidad para quedarse en casa de su hermano, pero allí descubre que no es bien recibida por su cuñada. Poco después conoce a Carlos Ramírez, el dueño de una quinta que le ofrece un trabajo.
Lo que sentía por aquel hombre iba mucho más allá de la compasión y la pena…
Su sentido del deber y el deseo de complacer a su padre hicieron que Fleur Maynard accediera a emprender una misión que a otros les había resultado imposible llevar a cabo: animar a Alain Treville, un joven conde francés cuya ceguera le hacía sentir una profunda amargura que descargaba sobre los demás.
Tras pasar varias semanas a su lado, Fleur comenzó a enamorarse de él, a pesar de su arrogancia, su excesivo orgullo y sus comentarios hirientes. Tras ese tiempo, Alain se sometería a una operación y regresaría a Francia, por lo que Fleur debía olvidarlo. Pero entonces él le hizo una proposición de lo más sorprendente...
Llegó a ser la primera bailarina de un ballet mundialmente famoso, pero a costa de su libertad.
Silvia, inexperta jovencita deseosa de convertirse en una gran estrella de ballet, aceptó casarse con el dominante empresario Antonio de Mericourt, quien la entrenaría para convertirla en primera bailarina. Su matrimonio sólo iba a ser un formulismo, le había dicho él, y su propósito era impedir que la chica se involucrara con otro hombre.
\- Si estás atada a mí, será más fácil para ti resistir las tentaciones.
Ella no quería ser su conejillo de Indias, pero le había prometido obediencia absoluta y tenía que ocultar sus verdaderos sentimientos.
Fue un terrible choque para Carolina cuando se hermana desapareció dejándole su bebé, pero se prometió a sí misma que haría lo que fuera por el niño. Cuando el tío del pequeño, Domenico Vicari, apareció para ofrecerle matrimonio y darle al niño un hogar y seguridad, sintió que no podía rehusar.
Sin embargo, una de la condiciones de este matrimonio era que éste sería solo de nombre, ya que Domenico creía que Carolina era la madre del niño. ¿Cuál sería su reacción al descubrir el engaño?
Charlotte nunca había dormido con un hombre, pero meses después de hacerlo, iba a tener un hijo del hombre que sospechaba era el causante de la muerte de su padre. Sabía que al nacer su hijo, tendría que abandonarlo, pero ella le amaba...
Cuidado Caroline, estás jugando con fuego. Para un hombre rico como Adam Steinbeck, las mujeres no son más que juguetes. Y tú estás cayendo dentro de la trampa. Además es imposible que un hombre glamoroso como él no sea casado y con una tropa de hijos - le decían sus amigas a Caroline, preocupadas por su relación cada vez más íntima con el poderoso jefe de la empresa donde ella trabajaba. Sin embargo, Adam no era casado. Era viudo y padre de un muchacho de la misma edad de Caroline y que no dudó un solo momento en mostrar interés por ella.
Él era un místico... Sin embargo, la belleza de la joven Miranda lo perturbaba creándole un conflicto interno.
Miranda viajó a México para investigar el paradero de su sobrina Lucy que fue considerada muerta en el mismo accidente aéreo en el cual sus padres murieron. Al fin la encontró en buenas manos, las de Juan Cueras que quería adoptarla y parecía quererla. Juan era un hombre amable que enseguida se enamoró de Miranda. Pero era Rafael, el enigmático hermano de Juan, quien ejercía sobre ella una profunda atracción. Ambos parecían destinados a proporcionarle infelicidad. A Juan no lo amaba, pero Rafael era indiferente a sus encantos. ¿Cómo resolvería Miranda este dilema?
\- ¿Crees que porque me compraste debo permanecer impasible ante tu indiferencia?
Jake Howard era muy atractivo e inmensamente rico. Empezó desde abajo, hasta lograr una posición envidiable. Su esposa Helen era su complemento perfecto: bella, inteligente y de buena cuna. Parecía un matrimonio perfecto pero las apariencias engañan. Ella fue escogida únicamente para coronar su éxito social y Helen lo aceptó como el medio para obtener una vida llena de comodidades, ya que había estado acostumbrada a ellas desde su nacimiento. Habían hecho un trato al casarse : ella sería la esposa perfecta de un hombre de éxito y a cambio él no la tocaría. Sin embargo, tras varios años de matrimonio, Jake por fin parece consciente de que Helen es algo más que un mero adorno en su casa...
\- ¡Quiero la verdad! El dinero que me pides ¿es para dárselo a tu amante?
Con gran amargura, Dionne volvió a Francia para pedir ayuda a su marido, que tres años antes la había abandonado.
"¿Qué buscas? - le preguntó él despectivo -. ¿Dinero? Debes estar desesperada por tu amante, puesto que te urge tanto. Haré un trato contigo: yo te doy el dinero y tú volverás conmigo".
Ella lo amaba, pero a pesar de todo no podía aceptar sus humillantes condiciones...
\- ¡Te juro por Dios que no hice nada! Ella fabricó todo, ¿no te das cuenta que envidiaba nuestra felicidad?
Por primera vez, desde el rompimiento de su matrimonio, Julie comenzó a tener dudas acerca de la infidelidad de su esposo. Tal vez debió creerle a él en lugar de a su mejor amiga, Angela.
Suponiendo que Jonas fuera inocente, o culpable, esto ya no tenía importancia: ella lo amaba. - Creo que debes saber, Angela - dijo Julie - que amo a Jonas y si me perdona volveré con él.