En el convulso México prerrevolucionario de finales del siglo XIX Emilia Sauri crece en el seno de una familia liberal. Durante su infancia, transcurrida entre conversaciones políticas, infusiones y remedios naturales, tiene la fortuna de aprender el mundo de quienes viven con ingenio, avidez y entereza. Con los años, Emilia se convierte en una mujer que lucha por sus convicciones y se niega a renunciar a sus sentimientos, enfrentando las limitaciones impuestas a su condición femenina y el peligro de amar locamente a dos hombres: a Daniel Cuenca, un aventurero y revolucionario que pobló sus sueños infantiles y, ya en su madurez, a Antonio Zavalza, un médico que busca la paz en medio de la guerra civil. Sensacional contadora de historias, Ángeles Mastretta retrata la de una pasión entretejida con la de un país a su vez apasionado, la de una guerra y de una familia, y la de algunas vocaciones desmesuradas.
Dos soledades en Nueva York: un lisiado y su acompañante, ambos hostigados por el fantasma de una mujer esperada, rechazada o perdida para siempre. Uno es argentino, tiene setenta y cuatro años, es escritor y ex preso político; el otro tiene treinta y seis, es profesor de historia, divorciado, estadounidense. El primero no quiere recordar lo que ha ocurrido; el segundo no puede olvidar. La necesidad de afecto y los obstáculos para comunicarse definen la trama de esta novela, donde los personajes se confrontan, proyectan, descubren y reinventan a través de diálogos y silencios, extremo punto de encuentro y desencuentro de dos individuos tanto como de dos culturas.
María es una joven tímida y apocada recién establecida en Madrid. Procedente de un pequeño pueblo de Alicante, se ve obligada, no sin reparo, a instalarse en la capital, donde acaba de obtener una plaza como profesora de instituto. Un día, sin que su presencia sea advertida, descubre a Blanca, su compañera de piso, siendo amenazada por un desconocido con acento extranjero.
Dos días después Blanca desaparece sin dejar rastro. María inicia entonces, acompañada por una peculiar empleada doméstica marroquí, una búsqueda frenética y rocambolesca en la noche madrileña. "Maldita Cenicienta" es la tercera novela de la autora, una intriga urbana que sorprende por su inagotable sentido del humor y una cuidada trama de insospechado desenlace. Traducida a varios idiomas, como el alemán, el francés o el rumano, "Maldita Cenicienta" es un novela rápida y llena de acción, en la que Isabel Camblor, con su voz fresca y precisa, consigue retratar el Madrid contemporáneo mediante un hilo conductor de novela negra y una gran dosis de humor inteligente.
El personaje principal, que tiene el mismo nombre que el autor, se desnuda, expone su historia que transcurre entre la fama y el mundo de la televisión, la soledad y el dolor, las traiciones. Esta es la historia de un niño que quiere ser famoso y lo logra. Un reportero de la televisión que se enamora de un chico de la calle. Una estrella de la TV cuenta a todo el mundo una mentira y llora: tiene Sida. Una aspirante a primera dama que gana un concurso haciendo trampa. Un amigo que muere solo. El autor retrata el parque Kennedy de los ochenta, el mundo del periodismo y la televisión, y la caída del personaje, el secreto de su fracaso. Aquí, durante los 17 capítulos del libro, el humor y la tragedia se mezclan, provocando carcajadas y llanto al mismo tiempo.
Malena tiene doce años cuando recibe, sin razón, y sin derecho alguno, de manos de su abuelo el último tesoro que conserva la familia: una esmeralda antigua, sin tallar, de la que ella nunca podrá hablar porque algún día le salvará la vida. A partir de entonces, esa niña desorientada y perpleja, que reza en silencio para volverse niño porque presiente que jamás conseguirá parecerse a su hermana melliza, Reina, la mujer perfecta, empieza a sospechar que no es la primera Fernández de Alcántara incapaz de encontrar el lugar adecuado en el mundo que la rodea. Se propone entonces desenmarañar el laberinto de secretos que late bajo la apacible piel de su familia, una ejemplar familia burguesa madrileña. A la sombra de una vieja maldición, Malena aprende a mirarse, como en un espejo, en la memoria de quienes se creyeron malditos antes que ella y descubre, mientras va llegando a la madurez, un reflejo de sus miedos y de su amor en la sucesión de mujeres imperfectas que la precedieron. Y es que no hay otra maldición que la vida, ni otra culpa que atreverse a vivirla.
Nadie dijo que la vida fuera fácil. Pero lo es mucho menos en Balseras, barrio de la periferia. Un niño huérfano busca al asesino de su perro Bruto, con la ayuda de su primo y otros amigos, miembros de una banda que a pesar de su juventud conoció tiempos mejores. Un comercial del sector de los electrodomésticos se topa en una de sus habituales carreras nocturnas con una mano amputada de mujer, y decide, contra cualquier asomo de cordura, llevársela a casa. Un disminuido psíquico trabaja en el mantenimiento de una comunidad de vecinos de alto nivel, donde vive la niña Sonia, por la que estaría dispuesto a dejarlo todo. Tres historias salvajes y extrañamente líricas, que confirman a Daniel Ruiz como gran narrador.
Grace Adams es una adolescente que lleva años soportando los inconfesables abusos sexuales de su padre, en apariencia un respetable abogado, con el consentimiento de su madre enferma. Al límite de la desesperación, Grace consigue reunir el valor necesario para matar a su padre, un acto terrible que inevitablemente marcará su vida para siempre.
Grace pasa un tiempo en la cárcel, donde madura y aprende a vivir ante la adversidad. Al salir es una mujer curtida que intenta rehacer su vida y, de hecho, tras varios tropiezos logra encontrar por fin el verdadero amor. Pero las pesadillas del pasado no son tan sencillas de olvidar y pondrán en peligro la felicidad que tanto le ha costado conseguir.
Danielle Steel aborda en profundidad dos temas tan actuales como inquietantes: los abusos sexuales a menores y los perniciosos efectos que la prensa sensacionalista ejerce en la vida privada de las personas.
He aquí un mundo que pertenecería al futuro si no se construyera con los temibles materiales del presente, con pesadillas sin tiempo, inagotables. La ciudad está rendida al imperio de una droga que se consumirá durante la «fiesta del milenio». La vida es un territorio donde las pastillas de mamut abren puertas que cierran caminos y hasta los éxitos fracasan poco a poco. Todos persiguen sueños en ruinas: esas búsquedas dan forma a un relato ubicado en la mejor tradición de la intriga americana y alumbran la atmósfera más angustiosa e hipnótica hoy sometida a la avidez de los lectores. Una obra que logra atraparnos desde la trepidante primera página, en la que ya se adivina la fuerza de una voz narrativa que poco a nada tiene que ver con otros autores de su generación.
XXXII Premio Felipe Trigo de narración corta Un día, Joaquín Solís falta a su trabajo en una empresa de teleoperadores y no vuelve a dar señales de vida. Es un hombre oscuro y poco comunicativo; nadie lo echa en falta excepto Gabriela, una de las empleadas, que está lejos de su patria y ha compartido con Joaquín momentos de soledad y nostalgia. Un sentimiento de grati tud impulsa a Gabriela a investigar la desaparición de su compañero. Pero la única pista que encuentra es un papel con una dirección, un número de teléfono y una misteriosa frase: Mamá duerme la siesta. Tirando de ese hilo, Gabriela se adentrará en territorios insospechados
Desde su primera aparición pública, en 1731, la pérfida Manon ha seducido a generaciones enteras de hombres y mujeres como arquetipo de la cortesana buena, pero inconstante, y ambiciosa de bienes materiales, de la mujer que hace perder el sentido y nos invita a escuchar el llamado de la pasión en un acto de adoración y entrega absolutas, olvidando las normas sociales, las buenas costumbres y los principios que dicta la razón. En las páginas de esta novela del Abate Prévost (1697-1763) —pieza emblemática de la literatura amorosa y de las letras francesas— conocemos la desventurada historia de Manon Lescaut y de su enamorado Des Grieux que, con tal de mantenerla a su lado, roba, engaña, burla a su familia, a su religión y a la milicia, para terminar convertido en un pelele. Genuina escuela de la pasión, claro antecedente de «Carmen» de Merimée, de «La dama de las camelias» de Alejandro Dumas y de «La mujer y el pelele» de Pierre Louÿs, la vigencia de este libro radica en su visión directa de las emociones, la frescura de su estilo, su excepcional agilidad narrativa y la gracia irresponsable con que describe los peligros del alma.
Bill Gray, un escritor de éxito, vive recluido trabajando en una novela fallida que no consigue acabar. Cuando le piden ayuda para la liberación de un rehén secuestrado por un grupo terrorista maoísta, emprende un viaje sin retorno al centro de la violencia política. Su ausencia perturbará las vidas de Scott, su obsesivo asistente, y de Karen, pareja de Scott y amante de Bill.
Don DeLillo descubre un mundo inseguro y brutal, con constantes movimientos de masas: multitudes de revolucionarios, multitudes de víctimas, multitudes en televisión, multitudes en las calles. Cautivado por el espíritu de figuras como Andy Warhol o Mao Tse Tung, DeLillo nos enfrenta a nuestros miedos, y desde la catástrofe logra construir un relato íntimo sobre la esperanza y la salvación.
Galardonada en 1992 con el PEN/Faulkner Award, Mao II predijo de forma impresionante la era del terror, y confirmó a su autor como uno de los mayores y más provocadores genios literarios contemporáneos: «DeLillo nos arrastra a un viaje sin aliento, más allá de las versiones oficiales de la historia cotidiana, detrás de las fáciles presunciones sobre quién se supone que somos, con una visión audaz y una voz elocuente y moralmente definida únicas en la literatura norteamericana», Thomas Pynchon.
La novela explora el abandono infantil con la visión de una Europa voraz e insensible como telón de fondo. Lorenzo viaja a Rumanía tras los pasos de una madre, Lula, siempre en fuga que huyó de su lado cuando era niño en pos de un malogrado sueño empresarial. Allí trata de comprender quién era esa mujer que recuerda a la par que se enfrenta con la miseria moral de unos pioneros italianos dispuestos a traficar con los dramas de un país que trata de salir de las ruinas del comunismo.
Marcos Montes nos habla de las peripecias de un obrero que trata de salir de una mina de oro tras un accidente, y de las dificultades que encuentra para conseguirlo. Es además la confluencia entre seres exhaustos y angustiados por una suerte dudosa. Pero es también, quién sabe si por encima de todo, defensa y apología del perdón, tanto del ajeno como del propio. David Monteagudo, con la habilidad narrativa y las cualidades con las que nos sorprendió en Fin, nos conduce de nuevo —y nos conmueve— en un viaje que acaricia los valores esenciales y más livianos del alma humana.
Marcos Villarí, es la primera novela de Bartolomé Soler, y en ella canta, con acento universal, la masía catalana, el paisaje y la grandeza del alma con calidad trágica y épica a la vez.
Dos madres, dos hijos, un país y un exilio: una pequeña gran novela de una de las grandes autoras de la literatura italiana actual. Jamila tiene apenas veinte años y ya es viuda y madre. Su hijo Farid ha crecido rodeado del polvo rojo del desierto y nunca ha visto el mar. La guerra arrasa su país, Libia, y Jamila sueña con buscar refugio en Italia. Así, emprende con Farid un viaje en barcaza, prometiéndole que durará menos que una canción de cuna. Desde la otra orilla, Angelina ve los navíos procedentes de Trípoli llegar a puerto. Hace cuarenta años emprendió el mismo viaje y ahora rememora la imagen del temible Gadafi, los amigos árabes que la recibieron y a Alí, su promesa de amor. Los caminos de Angelina y Jamila nunca se cruzarán, pero ambas tejen distintas tramas de una misma historia.
Mariana Pineda es una obra de teatro del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca basado en la vida de Mariana de Pineda Muñoz, figura relevante de la resistencia a la restauración absolutista en España del siglo XIX.
«Marianela» (1878) pertenece a lo que Galdós llamó Novelas de la Primera época (que comprenden obras como «Doña Perfecta» y «Gloria»). Partiendo de un caso extraído de un tratado de Psicología (la recuperación de la visión en un ciego congénito), Galdós creó una de sus novelas más famosas. La vida trágica de la muchacha Nela, fea y deforme, enamorada del ciego Pablo a quien sirve de lazarillo, es el hilo conductor sobre el que se entrelazan tres temas: la ceguera y su posible cura, la relación sentimental y la situación socioeconómica. La maestría del escritor canario se demuestra en la articulación narrativa de las oposiciones principales: belleza física y belleza moral; industria y agricultura, el hoy y el ayer; cultura y naturaleza. La relación del ciego con su lazarillo ha quedado como una de las más bellas surgidas de la pluma de Galdós.
Edimburgo, inicios de la década de los ochenta. Margaret Thatcher aplica sus recetas de dama de hierro en Gran Bretaña y estallan las huelgas mineras, el paro crece a un ritmo enloquecido y la gente se pregunta qué demonios le está pasando al país. Y por si la situación no fuese ya suficientemente complicada para las cada vez más empobrecidas clases trabajadoras urbanas, la heroína y el sida empiezan a circular masiva y descontroladamente por las calles.
Y allí están Renton, Spud Murphy, Sick Boy, Begbie…, los personajes de Trainspotting, unos años antes de convertirse en los protagonistas de esa novela que supuso el deslumbrante debut literario de Irvine Welsh. En esta precuela igualmente arrolladora y feroz, pero más cargada de conciencia política y crítica social, el autor pinta un fresco demoledor de un país conducido al desastre por las salvajes políticas neoliberales y de una generación devastada por la heroína.
Begbie −el psicópata de aquella pandilla de inadaptados que protagonizaba «Trainspotting»− se ha reformado. Ahora vive en la costa de California, tiene una casa confortable y elegante, una esposa llamada Melanie y dos hijas, un nuevo nombre −Jim Francis− y una nueva profesión: es un escultor, reconocido por sus bustos distorsionados y mutilados de rostros famosos. Pero el pasado siempre vuelve, y, tras un extraño incidente durante un paseo por la playa en el que su familia se ve amenazada por dos tipos, su hermana llama para informar de que Sean, uno de los dos hijos de una relación previa que dejó en Edimburgo, ha muerto. Más concretamente: ha sido asesinado. Begbie regresa al hogar, asiste al funeral de un vástago al que apenas conoció y, ante la falta de pistas de la policía, se pone a indagar por su cuenta. Estas andanzas detectivescas propiciarán el reencuentro con viejos conocidos, la destrucción de valiosos cuadros, el incendio de una casa, un reguero de cadáveres y diversas situaciones adrenalínicas de violencia extrema… hasta llegar a una resolución del caso del todo inesperada para el improvisado investigador. Mientras tanto, Melanie −que también ha aterrizado en Edimburgo cruzando el Atlántico− empieza a descubrir aspectos de la personalidad de su marido que ignoraba por completo… El autor regresa al submundo de «Trainspotting» para hablar del pasado que nos persigue tirando de la novela negra en versión trepidante y ultraviolenta, con toques de humor feroz a costa del arte contemporáneo. Una nueva entrega del novelista escocés más desbocado, cafre y vibrante: ¡Irvine Welsh «on fire»!
Estamos en 2015 y los destinos de Renton, Begbie, Sick Boy y Spud vuelven a cruzarse. Es decir: tenemos de nuevo reunido al cuarteto protagonista de «Trainspotting» en lo que el autor ha anunciado como «el Grand Finale de la saga». Renton es ahora un exitoso representante de DJs que viaja por todo el mundo y se topa en un vuelo transatlántico con Begbie, reconvertido en artista de éxito, hombre casado y padre de familia. A los otros dos no les ha ido tan bien en la vida: Sick Boy sigue en lo del negocio de explotación del cuerpo femenino y Spud es una suerte de mendigo profesionalizado que pide dinero por las calles acompañado de su perro. Las cosas empiezan a complicarse con un turbio asunto de tráfico de órganos y riñones donados o robados, a lo que se suma un cadáver y la aparición de algún que otro secundario de lujo como el taxista priápico Terry Lawson, viejo conocido de los lectores fieles de Welsh. Y así, a un ritmo acelerado que no da tregua, nos deslizaremos por una enloquecida montaña rusa de sexo —explícito y a veces grotesco cómico—, drogas —en todo su amplio espectro—, alcohol, sátira social, reflexión sobre el paso del tiempo y las dudosas probabilidades de madurar, y desenfreno y delirio en cantidades industriales. En esta novela los protagonistas han alcanzado la mediana edad, pero ¿los ha hecho eso más sabios? ¿Han sentado cabeza? ¿Han aprendido algo de la vida? Esta nueva entrega y broche final de las andanzas de los ya icónicos personajes de «Trainspotting» no defraudará a los seguidores de Irvine Welsh, que sigue en plena forma y dispuesto a dar caña y guerra.