Almería. Todo apuntaba a que el descubrimiento del cuerpo sin vida de una prostituta, arrojada en un barranco, sería un caso más sin importancia en la Comandancia de la Guardia Civil, pero tras hallar otro cadáver en condiciones similares los investigadores empiezan a pensar que podrían estar detrás de un peligroso asesino en serie. Acompáñalos en esta demencial investigación en la que los fantasmas del pasado tienen más importancia que nunca.
París está conmocionado, y no es para menos. En la Academia Francesa, la institución de los Inmortales, está ocurriendo algo terrible: cada vez que se nombra a un nuevo académico, muere el mismo día de su investidura. El sillón que dejó vacante la muerte de Mons. d’Abbeville parece estar maldito. ¿Se trata de una extraña coincidencia de muertes naturales, son auténticos asesinatos o existe realmente una maldición? Pasen y vean… El sillón maldito, novela escrita entre 1909 y 1910, es una obra de misterio —y a la vez parodia del mismo género— cuya trama y estilo vivo y curiosamente moderno atrapará al lector desde la primera página. «En Francia, siempre se encuentra a un ciudadano con valor y sentido común para avergonzar, con su ejemplo, a la plebe…», Gastón Leroux.
El solista es un personaje complejo, mezcla de artista —es un pianista de fama mundial—, de asesino y de don Juan. El origen de sus tendencias homicidas hay que buscarlo en un ciego afán de venganza al enterarse, por una carta anónima, de que su abuelo, el viejo Mikali, no murió por accidente, como parecía, sino asesinado por ciertas autoridades griegas, temerosas de que denunciase a las Naciones Unidas las atrocidades cometidas con los presos políticos. El solista mata a los asesinos en un golpe de audacia formidable. Un famoso criminalista de París lo descubre, tiene pruebas, y las emplea como chantaje para obligarle a cometer otros crímenes en interés de aquél, cuyas actividades de abogado no son más que una pantalla de otras mucho más oscuras y de alcance internacional…
Publicado por entregas en 1887 y en volumen único en 1888, El sombrero del cura, de Emilio de Marchi, supone el feliz punto de arranque del aclamado género giallo italiano. La obra conoció un asombroso éxito de ventas en su época, siendo tempranamente publicada en Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Hungría, Dinamarca Argentina y España (La Nóvela Ilustrada, Madrid, 1910); mientras que en Italia, hasta cuatro casas editoriales llegaron a compartir su publicación (contando con un abultado número de reediciones; hecho realmente extraordinario, en un país que aún registraba altas tasas de analfabetismo). Sobre el atractivo fondo de la mísera y populosa Nápoles, El sombrero del cura narra las desventuras del atormentado barón Carlo Coroliano de Santafusca, que reducido a la ruina por las deudas del juego y una vida de ocio y disipación, asesina a don Cirilo, un siniestro clérigo consagrado a la usura y la especulación, a objeto de hacerse con sus riquezas y salvar así su comprometida posición. El crimen parece perfecto, sin embargo, el barón descuida un detalle: el sombrero del cura. Una pista peligrosa, que atormentará al asesino como una suerte de recurrente alucinación, intensificada en fatal in crescendo. Sugestiva novela negra de suculentas implicaciones psicológicas, en El sombrero del cura, Emilio de Marchi recoge con desparpajo las lecciones de la gran narrativa europea (de Dostoievski a Poe, de Dickens a Guy de Maupassant, de Manzoni al Verismo), alternando magistralmente el tono ligero del boceto ottocentesco con el registro oscuro de la novela gótica.
En el subsuelo de la Iglesia de San Sebaldo, en Núremberg, un arqueólogo e investigador jesuita, descubrió a poco de finalizada la II Guerra Mundial, dos palimpsestos, uno en latín y el otro en arameo. Dentro del segundo, aún enrollado, un papiro redactado en hebreo arcaico. Los tres idiomas empleados, hablaban de la importancia del escrito. Después de profundos estudios, llegó al convencimiento que se trataba de un texto profético, anterior a los incluidos en el Antiguo Testamento. Su contenido es inquietante. Anuncia gravísimos trastornos en la Iglesia Católica y anticipa para la segunda mitad de este siglo, el fin de los tiempos. La Profecía se mantiene en reserva dentro del Palacio Vaticano. Pocos han tenido acceso a ella. Al igual que el sacerdote, descubridor de la Profecía, tengo el convencimiento más absoluto de la veracidad de su contenido. Entiendo la posición de la Iglesia Católica a no difundir los escritos de este estudioso, a pesar de tratarse de hechos anunciados en la Biblia. Parecen demasiado cercanos y catastróficos, pudiendo provocar pánico a quienes los conozcan.
La aparición de tres cadáveres esparcidos entre el pueblo de Teovín y el inmenso bosque de Tierra de Pinares, donde Moisés sintió la verdadera naturaleza de la fe siendo solo un niño, desencadenará una serie de pistas reveladoras que relacionarán al asesino en serie más buscado de España con los diez mandamientos de Dios. Desde ese preciso instante, el expolicía judicial tendrá que volver a sus orígenes más primitivos e iniciar una carrera contrarreloj para salvar a la única persona que le ha importado de verdad a lo largo de una vida marcada por la soledad. Esta es la historia del soñador que consiguió entender a su verdadero yo y se enfrentó a los demonios que un día se le aparecieron para hacerle dudar de un destino que ya tenía asignado bajo la inconfundible melodía de los almendros. Una leyenda mágica que se hizo real después de conocer el amor, oler la sangre de los inocentes y pelear consigo mismo mientras perseguía al monstruo que mantuvo a todo un país en vilo durante dos largas, frías e interminables semanas invernales, en uno de los casos más escabrosos de la crónica negra.
Para Carolina la vida en un pequeño pueblo es aburrida, ella está planeando vivir lejos de casa y convertirse en un ejemplo para todos. Ser exitosa y lograr ganar mucho dinero en la capital es su más anhelado sueño. Este relato empieza tras la desaparición de Carolina, narra la preocupación de sus padres por encontrarla, llegando a descubrir sus secretos: ella estaba reuniendo dinero para irse a la capital y había estado ocultando los problemas recientes con su novio –quien es hijo del alcalde. Descubre como en un pueblo tan pequeño y alejado que parece olvidado por la justicia logran encontrarla.
Una novela llena de misterio, humor, amor y dudas que apasionará a los lectores. Silen ha admirado esa casona de indianos desde que era una niña. Cuando la hereda, se encuentra en un momento crítico de su vida: sin dinero y convencida de que tendrá que pedir ayuda económica a sus padres. Ella no conocía al dueño, la propiedad nunca estuvo habitada y no sabe por qué lo ha hecho. Cuando entra en la casa siente miedo, ¿qué va a hacer con su sueño convertido en realidad?, cada vez que lo intenta el temor aumenta. Sorprendentemente, el abogado que contrató el dueño también ha heredado la casa contigua a la mansión, otra vivienda que estaba vacía y que compró hace muchos años el propietario de la casona. ¿Por qué? No entiende nada e intentará averiguarlo... Mientras, la atracción con su ahora vecino aumenta.
Catorce años atrapada en un psiquiátrico. Valentine Borderer acaba de salir gracias a la ayuda de su psiquiatra, Amanda Flemming. Pero su futuro es incierto. Sólo Amanda cree en ella, en que podrá afrontar una nueva vida, libre de las espantosas pesadillas que la han estado atormentando desde los seis años. Puede que pese a su criterio, respetado y valorado gracias a su dilatada carrera como profesional, el consejo del centro donde ha pasado su vida logre devolverla a su encierro y retenerla para siempre. ¿Por qué? Mientras viaja a Nueva York, acompañada del hombre de confianza de Amanda, el padre Jiggs, tiene un extraño encuentro… Tropieza con un desconocido. No sabe quién es, pero él conoce su nombre. Cuando la sujeta, sus manos hacen que su corazón se dispare, un fuego abrasador recorre su cuerpo, desbarata sus sentidos, llenan su alma de algo desconocido… Valentine apenas se sostiene, y entonces él desaparece. «Ten cuidado, Valentine…» Las palabras de ese hombre resuenan en su mente una y otra vez… «Ten cuidado…» «El viaje de Valentine no ha hecho más que empezar. Una historia sorprendente, nueva, vital, que llenará tu corazón de emociones e interrogantes hasta un final… que no esperarás»
Novela galardonada con el segundo premio en el I Certamen de Novela Casino de Monóvar. Misterio, amor y sufrimiento en una novela ambientada en La Manga y Cartagena. 1999. Macarena Montiel desaparece de forma repentina. Poco después de los hechos, su marido vende la casa donde pasaron juntos el último verano. 2009. Como cada verano, Celia acaba de llegar a su casa de la playa. Pero todo es diferente ese año, la empresa de su padre se encuentra en una situación crítica, al borde del cierre y cada día Celia vive atormentada por las peleas de sus padres. Lo peor es que Celia no puede evitar sentirse en parte culpable de todo lo que está pasando. Aunque la calidez de la playa y un nuevo vecino pronto revolucionan el mundo de Celia, le sigue costando sonreír. Hay cosas muy extrañas que empiezan a ocurrir en su propia casa. Cosas que la conducen hasta un misterio desconocido para ella: la antigua propietaria de la casa desapareció al poco de decidir separarse de su marido y el último sitio en el que se la vio con vida fue, precisamente, en aquella casa.
En apariencia, Gentry podría pasar por una ciudad más. Pero Gentry tiene dos caras, tan opuestas entre sí como el día y la noche. A la luz del sol, sus calles son un mar de monovolúmenes, jardines y golden retrievers; al caer la oscuridad, sin embargo, el secreto inunda todos sus hogares, recordando a sus moradores la siniestra razón de su fortuna. Sí, porque aquel lugar en el que todos parecen nacer, crecer y morir sin sentir necesidad de marcharse es el mismo en el que nadie olvida jamás comprobar dos veces la cerradura de su casa, colgar herraduras sobre la entrada, llevar varios amuletos o, en ocasiones, dejar incluso una pequeña ofrenda en el patio trasero para lo que pueda acechar entre las sombras. En Gentry se da por hecho que, cada siete años, un niño morirá... O mejor dicho, como Mackie Doyle sabe de sobra, que un pequeño será raptado de su cuna y suplantado por un doble que, al poco tiempo, fallecerá y será enterrado sin que nadie vuelva a hablar de ello. Mackie, un quinceañero pálido, retraído y de profundos ojos negros, sufre en especial la carga de Gentry: con sólo acercarse al acero o a un rastro de hierro en el aire o con oler el aroma dulzón de la sangre, sus mareos y dolores se acrecientan. Emma, su adorada hermana, siempre le ha hablado de la noche en que suplantó al benjamín de los Doyle. Él es lo que en Gentry todos temen, pero no «existe». Él fue en su día el sustituto. Y ahora tal vez pueda por fin entender por qué sobrevivió y a qué lugar pertenece.
Que Eliot Conte se gane la vida como detective privado, sacando fotografías de casados pillados in fraganti con sus amantes, no significa que no se sienta fracasado. Le gustaría seguir yendo a la ópera y dando clases de Historia de la Literatura en la Universidad de California, pero desde que estuvo a punto de tirar por la ventana al rector, tuvo que renunciar a su carrera académica y regresar a casa, a la desolada Utica, al norte de Nueva York. Allí su anciano padre, Silvio Conte, sigue moviendo desde la sombra los hilos de la política local, y Antonio Robinson —al que a pesar de no llevar la misma sangre quiere como a un hermano— se ha convertido en el primer comisario de policía negro. Cuando este le pide un favor de los que un comisario no debería pedir, Eliot comenzará a seguir un rastro que, a través de un territorio marcado por la depresión económica y las tensiones raciales, lo conducirá hasta el golpe más espectacular dado por la mafia en toda la historia de la ciudad…
A veces, iluminando la verdad se puede recuperar la fe en el amor. Y como la luz de un faro, el amor siempre gana a la oscuridad. Después de sorprender por su sensibilidad y empatía en El vuelo de la mariposa, David Olivas vuelve a emocionar con su nueva novela, un canto al amor, la esperanza y la verdad. El azar lleva a Eva Ayala, una policía divorciada de carácter fuerte y decidido, a investigar el caso de un niño que desapareció la Noche de San Juan en el pueblo de Calella de Palafrugell, en la Costa Brava. Además, Eva arrastra el trauma de un pasado muy reciente y debe lidiar con su propia crisis personal. La complicidad que la unirá con Isabel, la madre del pequeño desaparecido, ayudará a Eva a afrontar su tragedia y recuperar la fe en sí misma. Pero solo conseguirá estar en paz si descubre la verdad detrás del caso, por mucho que este esconda un terrible secreto que amenazará con cambiar su vida para siempre. Mezclando elementos de thriller y novela negra, la segunda novela de David Olivas es ante todo una emotiva historia sobre la importancia de la familia; un canto al amor y al coraje de las madres. Una historia que enhebra luz y misterio, amor y tensión, esperanza y tristeza, como la propia vida" Elvira Sastre.
En una urbanización "modelo" de casas idénticas donde las mujeres son perfectas amas de casa y madres ejemplares, los hombres trabajadores y padres abnegados, los niños seres formales y educados con una monótona vida social preestablecida irrumpe un ser imperfecto, Nora Silk, mujer divorciada con dos hijos y varios trabajos para llegar a fin de mes convirtiendose en la nota discordante del barrio y motivo de reflexión para las mujeres y de deseo para los hombres. Dentro de los muros de sus perfectas casas las frustraciones personales, el vacío del matrimonio, la cotidianidad, los sueños, las crisis personales y la doble moral están a flor de piel, las familias se reprimen, se esconden, disimulan, se asustan de sus propios deseos y de repente algunos comienzan a huir de todo aquello que los ahoga y los aprisiona, otros se resignan y soportan la carga, y otros modifican su entorno para bien como mejor pueden, muchos han alcanzado la luz interior gracias quien sabe a que o a quién.
Ed Dawson lleva una apacible existencia en Roma como corresponsal de un periódico neoyorquino propiedad del magnate Sherwin Chalmers. Pero su vida dará un giro radical el día que su jefe le pide que se ocupe de su hija Helen, estudiante de arquitectura, que va a viajar a la capital italiana.Al principio Dawson cree que no tendrá que hacer frente a grandes preocupaciones en su papel de niñera, porque la chica parece muy capaz de cuidar de sí misma. Pero las cosas no son lo que parecen, se descubre un cadáver y Dawson no tardará en verse envuelto en una turbia historia en la que acabará siendo objetivo de la mafia y sospechoso de asesinato.James Hadley Chase, maestro del thriller clásico, nos presenta una narración trepidante con mujeres fatales, tráfico de drogas, falsas apariencias, mentiras y un protagonista, acosado por el crimen organizado y la policía, que debe descubrir al verdadero asesino para demostrar su inocencia.
Por el vigor de su talante narrativo, por la naturalidad con que despliega sus tramas, JAMES HADLEY CHASE está considerado como uno de los maestros del género. “Fruto prohibido” (SSC 1) es una clara muestra de ello. Ahora, con TRATO HECHO, nos ofrece un episodio palpitante que comienza cuando aparece en un hospital francés una mujer que ha perdido la memoria, y cuyos únicos datos personales consisten en unos signos misteriosos tatuados sobre su cuerpo.
JAMES HADLEY CHASE es siempre ágil, preciso en el modo de contar el relato, y posee el don de absorber al lector desde el comienzo. Como «Fruto prohibido» (SSC 1) y «Trato hecho» (SSC 25), UNA RADIANTE MAÑANA ESTIVAL forma parte también de la larga lista de sus éxitos.
James Hadley Chase (1906) es, a pesar de nacer en Inglaterra, uno de los máximos representantes de la novela negra norteamericana.La acción de LA CAÍDA DE UN CANALLA se desarrolla en Paradise City, en torno al astuto plan urdido por una grotesca banda para robar un banco. Volvemos a encontrar en esta novela, al igual que en «Fruto prohibido» (SSC 1), «Trato hecho» (SSC 24) y «Una radiante mañana estival» (SSC 30), el peculiar humor negro de Chase.
La anciana Mademoiselle Roget es asesinada en medio de misteriosas circunstancias. En su juventud, la mujer había sido una exitosa estrella del teatro francés, hasta que una enfermedad acabó con su belleza. Ahora, el principal sospechoso es su propio hijo. Egerton, un miembro de la Cámara de los Comunes, queda a cargo de la investigación del crimen; gracias a su sagacidad y a sus convicciones humanistas consigue imponer una mirada distinta sobre el delincuente. En la sólida tradición inglesa de Dickens y Wilkie Collins, Gilbert logra un policial atrapante y reflexivo a la vez. Anthony Gilbert (Lucy Beatrice Malleson) consigue mantener sin esfuerzo un nivel de excelencia. «Mi experiencia —dijo Egerton— me ha demostrado que nada es más difícil que convencer a la mente lega de que un hombre es siempre mucho más que un criminal, por muchos que sean los delitos que pueda haber cometido».