Su instinto le decía que huyera por si todo salía mal... pero entonces no descubriría el amor...
Después de que la abandonaran siendo niña, Roz Bennett nunca había sentido que perteneciera a ningún lugar. Pero justo cuando pensaba que la mala suerte había vuelto a cebarse con ella dejándola en mitad de ninguna parte con el coche roto y sin dinero, alguien acudió en su ayuda...
El guapísimo e inquietante Mason Striker le ofreció la salvación: una cama, comida deliciosa y un empleo. Y la trataba como si fuera una mujer especial y atractiva; algo completamente nuevo para Roz, pues nunca la habían amado, cuidado... ni deseado.
El poderoso y guapísimo jeque Rashid al Halzid era todo lo que Bridget Rossi sabía que jamás podría tener. Al fin y al cabo, ¿qué podía tener en común una tranquila bibliotecaria con un jeque? Por eso le resultó tan difícil de creer cuando la invitaron a quedarse en el oasis de Rashid, con él y con su hijo. ¿Cómo podía haber un final feliz para dos personas tan diferentes en todos los aspectos? Sólo había una manera de que Bridget lo averiguara...
¿Se atrevería a dar el gran paso?
María sabía que era una ridiculez, pero le daban miedo las alturas y cualquier otra cosa mínimamente arriesgada. Entonces, ¿por qué había accedido a saltar desde un avión?
Sí, también sabía que era una estupidez, pero la culpa era de su orgullo y de su necesidad de estar con Eddie, que iba a saltar con ella. El atrevido y aventurero Eddie, su primer amor, el mismo que la había rechazado hacía años con la excusa de que era sólo una chiquilla.
Eddie no podía evitar darse cuenta de que María era ya toda una mujer... una mujer que lo atraía enormemente. El problema era que sabía que ella lo odiaba por todo lo ocurrido en el pasado. ¿Se atrevería a dar el paso para saltar del avión... y comenzar una vida junto a él?
¿Primero llega el amor... y después el matrimonio?
Él había sido el amor de su vida, pero cuando se marchó a la gran ciudad, los sueños de Claire Dent de compartir con él su futuro se esfumaron en el aire. Ella se había forjado una buena vida en su pueblo y no iba a dejar que el regreso del ahora rico y poderoso Hunter Starnes la afectara... por muy atractivo que fuera.
Aquellos doce años habían cambiado a Hunter. En otro tiempo se había alejado de sus raíces y de su amor por Claire. Pero ya no era el hombre que huía de lo que quería... y Claire ya no era la chiquilla que creía en los cuentos de hadas; era una seductora mujer que merecía algo más real: un anillo y la promesa de una familia. ¿Podría el hombre que le había robado los sueños convertirse en la persona que se lo diera todo?
El diario de Jess Thompson...
Viernes 7: Mi negocio está en las últimas. Necesito saber algo de mi rival Alex Calahan. El riquísimo empresario está buscando esposa, y mi amiga cree que quizá yo podría ayudarlo...
Miércoles 12 por la mañana: ¡Alex me ha contratado para que le enseñe el arte del romance! Pero no puedo enamorarme de él. Es cierto que es guapísimo, pero parece estar muy interesado en esa esnob de Natasha Bradford-Jones.
Miércoles 12 por la tarde: ¡Vaya! Alex me ha convencido para que finja ser su prometida y así poner celosa a Natasha. ¿Pero por qué querrá a esa mujer? ¡Yo soy la mujer perfecta para él!
Viernes 14: Parece que la farsa está teniendo el efecto contrario al deseado... ¡Alex cada vez está más interesado en mí! ¿Puedo ya enamorarme de él?
Le había resultado más sencillo enfrentarse al fuego enemigo que a las insinuaciones de la hija del general. El marine Rad Kozlowski tenía que admitir que estaba en verdadero peligro y sólo había un modo de huir: encontrar una mujer que fingiera ser su novia. Afortunadamente, conocía a una bella rubia ideal para aquella misión...
La inteligente librera Serena Anderson sabía por experiencia que debía alejarse de los militares. Pero cuando Rad le propuso aquel trato, no pudo negarse a fingir un poco. Al fin y al cabo, ninguno de los dos buscaba nada serio, así que sólo tendrían que darse algunos besos... y luego algunos más.
La estaba conquistando un hombre al que deseaba pero al que no podía tener... Para ayudar al negocio de su hermana, Roxanne Gray aceptó un empleo en el que tendría que pasar mucho tiempo con el importante arquitecto Cade Taylor Watson. Lo cual no era precisamente un suplicio porque era alto, guapo e irresistiblemente atractivo. Pero también era terreno prohibido, así que no debía dejarse llevar. El problema era que Cade también sentía algo por Roxanne... y así comenzó una persecución que quizá terminara en el altar...
Las hermanas McIvor iban a encontrar mucho más de lo que jamás habían esperado...
Darcy se quedó de piedra al enterarse de la última voluntad de su padre. Bien era cierto que había heredado la mitad de sus propiedades, pero la otra mitad era para su hermana Courtney, ausente desde hacía mucho tiempo. Y eso no era todo: su padre le había dado control absoluto de las tierras a Curt Berenger, un hombre al que él odiaba, pero con el que Darcy había estado a punto de casarse.
Por desgracia para Darcy, la cazafortunas de su hermana parecía tener la mirada puesta en Curt. En su Curt. El mismo a quien, si quería albergar la esperanza de recuperar, tendría que contar el verdadero motivo por el que lo había dejado hacía tantos años...
Su única hija acababa de casarse y ahora, a sus casi cuarenta años, Sara Simpson estaba a punto de celebrar… su propio matrimonio. Criar sola a su hija había resultado muy difícil, pero su nueva filosofía de vivir las cosas al máximo la empujó a celebrar un matrimonio relámpago. Tenía la intención de disfrutar de la vida y viajar un poco con su flamante esposo para disfrutar de la libertad… pero resultó que se había quedado embarazada en la noche de bodas...
Siempre tenía a los hombres a sus pies
El estilo de la experta en moda Coreen Fraser nunca dejaba a los hombres indiferentes. Pero proporcionar el vestuario para un fin de semana de misterio y crímenes dejó de ser divertido cuando descubrió que tenía que llevar un serio traje de tweed y calzado cómodo.
Su mejor amigo, Adam Conrad, tenía sus propios planes para el fin de semana… y un beso a la luz de la luna le abrió a Coreen los ojos. Adam era el único que conocía a la verdadera chica que había tras los tacones de vértigo y el pintalabios rojo pero, ¿tendría el valor de invitarlo a que la besara siempre que quisiera?
El problema era que Trick Templeton nunca permitía que ninguna mujer se acercara demasiado a él y Brandy Mitchum estaba demasiado ocupada cuidando de su hija y pagando las facturas como para pensar en romances.Pero Brandy pronto comenzó a pensar en Trick como el único hombre de su vida. Durante el día, jefe y empleada se esforzarían por evitarse, pero no serviría de nada…El contacto diario estaba a punto de provocar una situación crítica que se escapaba al control de las fuerzas más poderosas del cielo…
El resultado de aquella prueba de embarazo debería haber hecho que aquél fuera el día más feliz de la vida de Amber Woodworth... pero sucedió el mismo día que descubrió que se había quedado viuda. Ahora Amber tendría que empezar de nuevo como madre soltera e independiente. Su nuevo vecino, Adam Carruthers, era un atractivo bombero que había dedicado su vida a ayudar a los demás y con el que Amber no tenía la menor intención de complicar la suya…
Rebecca Saunders no era en absoluto el tipo de mujer que le gustaba al barón Tiele Raukema van den Eck; de hecho, ella ya lo había oído describirla como un ratón flacucho. Pero lo cierto era que había sido muy amable al rescatarla de un hogar insoportable y al darle trabajo como enfermera de su madre. Puesto que Tiele tenía una novia bellísima, Becky sabía que era una locura enamorarse de él… pero desgraciadamente, ya era demasiado tarde.
¿Qué mal podría hacer que se acostara con su marido? Habían prometido amarse y respetarse mutuamente, pero entre ellos había otra promesa que ninguno de los dos había pronunciado. Jenna Butler le había salvado la vida a Gage Dalton, por lo que él estaba obligado a devolverle el favor. Y sólo el matrimonio le daría a Jenna la custodia del bebé de su hermana. Así pues, Jenna se mudó al rancho de Gage… pero no a su cama. Había llegado virgen al matrimonio y, aunque se decía una y otra vez a sí misma que no esperaba nada, lo cierto era que sí tenía ciertas esperanzas. Su esposo la respetaba, pero parecía necesitar la ternura que sólo una esposa podía darle...
Todo el mundo hablaba de su compromiso... un compromiso que ella deseaba que se hiciese realidad… Los compañeros de trabajo de Emma se quedaron de piedra cuando se enteraron de que iba a casarse con el guapísimo y millonario empresario Harry Buchanan. Lo que ellos no sabían era que Harry y Emma habían sido muy amigos de niños… y que su compromiso no era más que una mentira. Con esa farsa Harry podría escapar de una absurda competición para descubrir al hombre más guapo y, a cambio, él la ayudaría a no perder el empleo. El problema era que Emma llevaba años soñando con casarse con Harry, por lo que fingir que era su prometida, bailar con él, besarlo… se estaba convirtiendo en una tortura. Especialmente cuando la verdad era que se estaba enamorando perdidamente de él.
Heather Jackson llevaba diez años tratando de olvidar que en otro tiempo había sido una feliz esposa. Había tenido que elegir entre su familia y su marido… y finalmente se había visto obligada a sacrificar su matrimonio. Pero su ex marido había vuelto. Era evidente que Hunter seguía dolido por la ruptura, pues no entendía por qué Heather lo había abandonado. Pero incluso después de que ella le confesara la verdad, Hunter siguió creyendo que sería difícil reconciliarse. Sin embargo, Heather sabía que la atracción seguía existiendo… y en el fondo, también había amor.
¿Tendría el valor necesario para darle una segunda oportunidad a su matrimonio?
Erin había accedido a llevar a su hijo al desierto australiano para que se encontrara con su padre, el ex marido de Erin, a quien no había visto en cinco años.
Al volver a ver a Luke, Erin no supo cómo comportarse con el hombre al que tanto había amado. El recuerdo de todo lo que habían compartido no tardó en apoderarse de ellos. Revivieron todos los buenos momentos... pero también todo lo que había acabado por separarlos.
Lo que ella no sabía era que Luke deseaba que esa vez se quedara a su lado e iba a hacer todo cuanto estuviera en su mano para conseguirlo.
Aquello era como vivir en un cuento de hadas… El príncipe Conrad de Beloria acudió a Nueva York a presidir un banquete en honor a su familia, pero su reputación de mujeriego lo precedía. Todas y cada una de las mujeres solteras de la ciudad querían acompañarlo al baile. Pero, para disgusto de su madrastra, el guapísimo príncipe sólo tenía ojos para una mujer… La recepcionista de hotel Lily Tilden no era precisamente la mujer con la que se esperaba que saliera un príncipe, pero Conrad quedó automáticamente prendado de su belleza y de su inteligencia. Así que Conrad iba a necesitar toda la fuerza de su noble legado para cumplir sus obligaciones como príncipe sin ir contra los deseos de su corazón…
Laura estaba completamente prendada de un desconocido... nunca nadie le había hecho sentirse tan especial. Pero a medida que se unían, Talique sufría cada vez más. Laura no conocía su verdadero nombre ni sabía nada sobre su pasado. ¡ Ni siquiera sabía que era un jeque¡ Sólo veía el mundo perfecto que él había creado para ella. Pero cuando sus secretos estaban a punto de ser revelados, Talique descubrió que sus deseos habían cambiado... quería convertir a Laura en su esposa.
Una mesa iluminada por la luz de las velas, una docena de rosas rojas y una botella de champán… Todo estaba preparado para la perfecta cita a ciegas
Si había algo que Serena detestaba eran las citas a ciegas. Había decidido darle la espalda a su inusual educación y deseaba casarse con el hombre perfecto.
Jake era un ejecutivo de éxito, un hombre responsable que había trabajado con ahínco para escapar de sus raíces y vivía de acuerdo a una sola regla: no casarse nunca.