Antes de que la adaptación cinematográfica de Mystic River lo lanzara a la fama, Dennis Lehane ya se había afianzado como uno de los autores más destacados del género negro gracias al ciclo de los detectives bostonianos Patrick Kenzie y Angela Gennaro. Sin embargo, ha sido en la última década cuando su enorme talento para desarrollar historias de gran tensión y complejidad psicológica le ha procurado un aluvión de premios y ha convertido sus novelas en una inspiración constante para Hollywood, hasta consagrarlo definitivamente con series tan prestigiosas como «The Wire» y «Boardwalk Empire». Sin duda, no hay en la actualidad ningún escritor que retrate con mayor verosimilitud el mundo de los gángsters en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX, y esta electrizante novela que cierra la trilogía de Cualquier otro día y Vivir de noche es la mejor prueba de ello. Padre de un niño de diez años al que adora, el antaño todopoderoso Joe Coughlin casi ha logrado cortar amarras con su turbulento pasado, aunque no del todo, pues ejerce de consejero del importante clan mafioso de los Bartolo. Pese a ello, lleva una vida más o menos tranquila hasta que dos hechos inquietantes vienen a perturbarla: la aparición del fantasma de un chico que le resulta vagamente familiar, y, mucho más grave, el soplo de que alguien ha puesto precio a su cabeza y planea matarlo durante el Miércoles de Ceniza. Así pues, entre su tarea de mediador entre clanes mafiosos al borde del conflicto y sus pesquisas para descubrir quién quiere acabar con él, Joe se verá retrotraído a los viejos tiempos, aquellos años de traiciones y venganzas, bañados en sangre, donde cada día podía ser el último. Y es que tal vez haya llegado al fin la hora de pagar por sus pecados.
El detective Joe Faraday sabe que debe fiarse de los confidentes, que no tiene más remedio que creer en las pistas que le sugieren porque, en muchos casos, son ellos los que le llevarán al final del callejón, pero, aun así, su instinto le dice que no baje la guardia, que mantenga las distancias. Por eso, cuando Juanita empieza a soltar nombres, lugares, situaciones y a conectar lo inconectable, Faraday se tensa: si lo que dice esa mujer es cierto, la desaparición de Stewart Maloney es algo más que un «ir en busca de una nueva vida».
Bazza MacKenzie, qué durante años ha sido el gran capo de la droga en la ciudad inglesa de Portsmouth, ha tomado la decisión de convertirse en gentleman y pasarse a los negocios legales, aunque ahora vive uno de sus peores momentos. Sin embargo, la policía desconfía de este cambio de vida tan radical y organiza una, operación secreta para desenmascararlo. Al principio todo parece ir sobre ruedas, pero la labor del detective Joe Faraday se complica cuando las mafias del norte del país deciden repartirse el pastel de las drogas utilizando unos métodos que poco tienen que envidiar a los de MacKenzie y, además, su hijo J. J. se ve envuelto en la muerte por sobredosis de un compañero de estudios.
Dos hombres, uno encadenado en un túnel y mutilado por las ruedas del primer tren que sale de Portsmouth hacia Londres; el otro desaparecido y sin dejar ningún tipo de rastro. El inspector Joe Faraday y el detective de policía Paul Winter se enfrentan una vez más a dos casos singulares que pondrán a prueba su intuición, fortaleza y capacidad de reacción.
Otra novela del detective de policía Joe Faraday y su compañero y a veces amigo a veces controvertido investigador el detective Paul Winter.
Una vez más Hurley nos entretiene con un ritmo trepidante, humor negro, y conocimiento de cómo se llevan a cabo las investigaciones policiales.
El misterio esta vez se centra en un ginecólogo que desaparece, y las sospechosas son sus múltiples y enfadadas pacientes. La política, y fuerzas mafiosas locales entorpecerán a nuestros detectives.
En su búsqueda del desaparecido contable de los Farino, una familia de la mafia, Kurtz se mezcla con la gente equivocada, aunque por buenas razones. Solo cuarenta y ocho horas después de salir de la cárcel, ya tiene a dos asesinos de poca monta sorprendentemente eficaces siguiendo su rastro, a una preciosa pero indomable mujer en su cama, a un legendario asesino a sueldo llegado desde Dinamarca pisándole los talones, y los restos de su tormentoso pasado desmoronándose a su alrededor. En su travesía por las sombras de ese caótico submundo, Kurtz se topa con mercenarios, tarados, traidores y psicópatas. El desenlace será lo más devastador de todo.
Pequeño Jaco Farino, el último patriarca de una familia de la mafia, quiere muerto a Kurtz y está mandando a pelotones de asesinos a sueldo a por él. La bella Angelina Farino, hermana de Pequeño Jaco, ha vuelto de Sicilia y también tiene sus propios y mortíferos planes para el detective. Por si eso fuera poco, un violinista moribundo le pide a Kurtz que encuentre al asesino de su hija. Al principio rechaza el caso, pero pronto se encuentra tras la pista de un hombre que no es solo autor de la muerte de una niña, sino un despiadado asesino en serie; un maestro del cambio de identidad con el poder suficiente para enviar cien hombres a la caza del duro detective.
Parece que alguien ha decidido que el exdetective privado Joe Kurtz no merece ni un momento de sosiego. Cuando se despierta en el hospital con una herida de bala en la cabeza, sabe que el intento de asesinato no puede haber sido ordenado más que por dos personas: la bella y letal Angelina, cabecilla de los Farino, una de las familias de la mafia de Búfalo, o Toma Gonzaga, el mayor rival de Angelina, quien tiene sus propias rencillas con Kurtz. Lo extraño es que, cuando sale del hospital, ambos pretenden contratar sus servicios para averiguar quién está diezmando sus tropas. Atrapado entre la mafia y la policía, ignora que su verdadero enemigo es un maniaco que está esperando para atacar…
En Manhattan, paralelamente al mundo «normal», hay cuatro mil vampiros organizados en bandas rivales, que, como las familias de la mafia, están al borde de la guerra. Joe Pitt no es sólo un vampiro; también es investigador privado con su propio código que se niega a integrarse en ninguno de los clanes y esto no le facilita las cosas. En esta novela, la primera de la serie de Joe Pitt, está trabajando en dos casos: por una parte, tiene que eliminar a unos zombis que andan sueltos; por otra, encontrar a la hija adolescente de una decadente y adinerada pareja. Y como suele ocurrir en los buenos «thrillers», las dos tramas se funden. Huston ha creado una fantasía urbana uniendo el género de vampiros con un estilo reminiscente de los maestros del «pulp».
Joe Pitt no ha tenido un caso en mucho tiempo y sus reservas se están agotando. ¿Qué reservas? Las únicas que cuentan para alguien como Joe: sangre y dinero.
Pero descubre que hay una nueva droga en la calle que podría dar a los vampiros de Nueva York una publicidad indeseada. La droga, «anatema» parece que viene de Harlem y el jefe de La Sociedad le encarga que investigue su origen.
Por desgracia, eso significa que Pitt debe salir de su territorio e internarse en el de la temida Coalición y en El Barrio de los vampiros negros… para verse atrapado en la encarnizada lucha entre dos clanes rivales.
En Manhattan no hay demasiado espacio ni demasiada sangre y los Clanes de Vampiros no son partidarios de compartir. Por eso, cuando por túneles y puentes empiezan a llegar nuevos infectados por el Virus, los Clanes quieren saber la razón.
Joe Pitt, que se ha convertido en jefe de seguridad de la Sociedad para poder cuidar de su amiga, Evie, debe cruzar el puente para buscar al clan de los Engendros y descubrir que está impulsando a ese grupo de salvajes a llamar a la puerta de la Sociedad.
El perro que corría hacia una estrella, excelente novela del escritor sueco Henning Mankell, es una narración poética inteligente y comprometida sobre un joven cuyo retrato no será fácil borrar de nuestra memoria. Joel, que vive con su padre en un pueblo perdido del norte de Suecia, sueña con inmensos océanos y lejanos países para encontrar, durante los duros y fríos inviernos, experiencias que lo inicien en la vida y lo fortalezcan para afrontar su propio destino. Aunque son muchas las preguntas que Joel se hace, son pocas las respuestas que obtiene: pues, en la soledad, la única arma es la imaginación. Por eso, su sueño más importante es ese en el que, por las noches, busca a un perro que va camino de una estrella.
Esta vez Joel, que también fue protagonista de El perro que corría hacia una estrella, es atropellado. Como sale ileso, considera que ha sucedido un «milagro» y que debe realizar una buena acción. Pero, ¿qué hacer y cómo llevarla a la práctica?, muchos serán los divertidos y curiosos personajes que se vean involucrados en esta nueva aventura: Gertrud, la Mujer Sin Nariz, el Hombre Descalzo, el Hombre Caviar, o Simón Tempestad. Pero, a veces, por mucho que uno se empeñe y se esfuerce, las cosas salen mal... Esta novela de Henning Mankell, maestro indiscutible de la psique juvenil, refleja un drama, pero un drama de esos que jamás pierden la poesía que les pertenece y que no duele contemplarlos.
En esta tercera aventura, el protagonista de El perro que corría hacia una estrella y de Las sombras crecen al atardecer ha cumplido trece años. El pueblo en el que vive, en el norte de Suecia, se le está quedando pequeño y ha empezado a experimentar ese hormigueo que los adultos llaman amor. El problema es que la mujer de sus sueños tiene diez años más que él. Para encontrar una salida a sus problemas decide convertirse en una estrella del rock. Esto le abrirá las puertas del mundo a todo aquello que le aguarda más allá del río y de los bosques donde vive.
Viaje al fin del mundo es la cuarta y última entrega de la historia de Joel. El protagonista acaba de cumplir 15 años, ha terminado el colegio y decide buscar su futuro. Para ello, abandonará el pequeño pueblo de Suecia donde vive con su padre y en el que nunca ocurre nada interesante. Su padre había prometido llevarle a una ciudad más grande, con puerto, donde el hijo podría buscar empleo en un barco, como hizo él cuando era joven. Pero de Estocolmo llega una carta. En ella se desvela el lugar donde vive la madre de Joel, que lo abandonó siendo un bebé. Es éste también un poderoso motivo para hacer las maletas y dar un gran salto hacia la edad adulta y encontrar nuevas experiencias.
Johanna y Alex son dos amigos que han compartido alegrías y tristezas, que se conocen a profundidad. Han sido un mutuo paño de lágrimas, un mutuo hombro para llorar y un mutuo refugio seguro. Johanna está a punto de casarse, mientras Alex sigue buscando el amor. Conforme la boda se acerca ambos descubren que sus sentimientos van más allá de la amistad. Mientras uno lucha por sumergirlos en lo más profundo de la memoria y el corazón, otro busca dejarse consumir por ese fuego abrazador. El amor no siempre sigue los guiones establecidos, y este par de amigos están apunto de descubrir lo difícil que es amar cuando todos los indicios indican que no es posible.
John Blu es un investigador privado y que está teniendo un mal día . Despertar en una casa extraña con una resaca enorme y un cuerpo muerto de arriba es sólo el comienzo de la misma. Cuando descubre un vial que contiene un líquido azul extraña , encuentra rápidamente se querían por uno de los señores del crimen más grandes de la ciudad. Frente a la decisión de ya sea correr o pelea, John decide ir mano a mano con el jefe del crimen en una acción repleto de historia que te dejará con ganas de más .
En Algonquin Bay, una pequeña ciudad canadiense, han desaparecido cuatro adolescentes sin dejar rastro. La policía abre una investigación, que pronto se revela infructuosa. El único que se resiste a abandonar el caso es el solitario y tenaz detective John Cardinal. Tendrá que darse prisa, porque quizá esté en juego la vida de otros inocentes.
Esta primera novela de su Serie Marciana —once volúmenes llenos de aventura, intriga y, quizá, ciencia ficción— nos lleva a recorrer un planeta Marte donde conviven multitud de razas de muy diversa índole, condición y colores, todas ellas enfrentadas en una serie continua de guerras y enfrentamientos.
Allí es donde llega, huyendo de los apaches, nuestro héroe, John Carter, un soldado de la Confederación que decide hacerse buscador de oro (como su padre literario) cuando acaba la guerra entre los Estados y que se ve misteriosamente trasladado a un planeta Marte que no es otro que el Marte soñado por el astrónomo Percival Lowell, con sus canales y todo; un mundo lleno de vida.
Las aventuras de John Carter le hacen encontrarse con la hermosa Dejah Thoris, princesa de Helium, a quien, en una serie ininterrumpida de hechos trepidantes que le llevarán a recorrer todo el planeta, acabará encontrando y perdiendo en numerosas ocasiones. Su amor, capaz de romper la barrera que separa los mundos, nos hará descubrir todo el exotismo y variedad de ambientes de uno de los mundos alienígenas más coloridos que se han dado en la literatura.
Si en «Una princesa de Marte» dejamos a John Carter de vuelta en la Tierra de un modo tan misterioso como llegó al Planeta Rojo por primera vez, aquí le vemos de vuelta al mundo de sus sueños, Barsoom, tras una prolongada estancia en la Tierra que se produce tras el final abierto de la primera novela de la Serie Marciana.
Ahora John Carter se encuentra en el Paraíso de los marcianos, ante las aguas del misterioso río Iss, el mismo que recorren los habitantes del Planeta Rojo cuando desean reunirse voluntariamente con la diosa Issus.
Pero no todo es tan amable como les han querido hacer ver: la diosa Issus es una diosa de la maldad que no desea otra cosa que los cuerpos de sus adoradores para practicar con ellos unos rituales que están más allá de la comprensión y la caridad humana.
Luchando ferozmente al lado de su siempre aliado Tars Tarkas, el marciano verde, líder de las hordas errantes, John Carter se enfrentará a los peores enemigos de un mundo despiadado: los sagrados therns, protectores de Issus y guardianes de ese Paraíso que, en realidad, no es más que el Infierno. Y se las verá con los terribles piratas negros de Barsoom, quienes, desde una de las lunas del Planeta Rojo, lanzan devastadores ataques contra un mundo indefenso ante su poder.