Sephy Vincent estaba muy contenta como secretaria del departamento de atención al cliente de Quentin Dynamic cuando le dijeron que tenía que sustituir por enfermedad a la secretaria del mismísimo señor Quentin. Teniendo en cuenta que nadie quería el puesto, la cosa no prometía ser fácil.
Conrad, el todopoderoso jefe de la empresa, y conocido rompecorazones, se había quedado impresionado por la inteligencia de Sephy y la quería con él a toda costa. Pero no sólo como su secretaria, sino también como amante. ¿O era más que eso?
Al tomar en sus brazos al bebé recién nacido de un amigo, el doctor Sam Wheatley sintió deseos de tener un hijo. Pero, después de llevar dos años manteniendo relaciones con Cathie Morris, representante de una compañía farmacéutica, Sam no conseguía convencerla de que la quería y de que sería maravilloso que se casaran. Ella parecía ser una soltera empedernida y, lo que era peor, lo veía más como un objeto sexual que como un futuro marido. Sam decidió entonces tomar medidas drásticas, con la esperanza de que ella se rindiera a él.
Ally Sloan se sintió halagada cuando un atractivo desconocido la invitó a cenar. Libre al fin tras años de cautiverio en un matrimonio sin amor, una vertiginosa noche de pasión era todo lo que necesitaba para recobrar la confianza en sí misma, y recordar que la vida podía ser una aventura apasionante. Al día siguiente, rumbo a las Bahamas, Ally se sintió aliviada por no tener que volver a ver a Raúl. Después de todo ¡ella era mayor que él! Pero se encontraría con más de una sorpresa en el cálido ambiente caribeño...
Embarcada en una dura misión sólo para satisfacer los deseos de su abuela, Roxanne Salyer se encontraba en mitad del desierto de California. Con el coche averiado, sin móvil y quemada por el sol… hasta que el fuerte y sexy Jack Wheeler llegó a rescatarla. Roxanne había crecido con la idea de ser una profesional independiente, no una madre de familia, así que en el rancho de Jack, rodeada de animales de todas las especies, se encontraba totalmente perdida. Lo más peligroso era que Jack tenía a su hija con él y esto empezaba a provocar en Roxanne unos sueños tan imposibles para ella como el matrimonio y la maternidad. No obstante Roxanne estaba empeñada en no rendirse a tales sentimientos… hasta que probó ese primer beso…
Cuando el doctor Lafe Hilliard la encontró, Suzannah Scott ya no esperaba nada de la vida. Su prometedora carrera como médico se había visto repentinamente truncada y el hombre al que creía amar la había traicionado.
Rodeados por la gélida belleza de Newfoundland, Lafe la ayudó a rehacer su vida, y lo único que esperaba a cambio era su sinceridad. Pero el sentimiento de culpabilidad no le permitía a Suzannah confiar su pasado a nadie. Si Lafe llegaba a descubrir lo que había ocurrido en Inglaterra, se arriesgaba a perder el respeto que sentía por ella como profesional, pero también su amor.
Cassie había arruinado su noche de bodas y su matrimonio por culpa de los nervios y la inexperiencia. Estaba demasiado enamorada de Román Fernández, su atractivo marido español.
Después de un año separados, Cassie se sentía más segura, hasta que tuvo que volver a España a ayudar a su hermano, para lo que no le quedaba más remedio que enfrentarse a Román. Al llegar allí, Cassie descubrió emocionada que su marido estaba empeñado en recuperarla y poner a prueba su nueva disposición... en el dormitorio.
Cuando Lily conoció a su padre descubrió que tenía una nueva familia... una familia de la que formaba parte un arrogante aunque tremendamente guapo hijastro.
Sebastian Caine no podía confiar en Lily, pero eso no le impedía desearla... ni intentar seducirla a la menor oportunidad. Era cierto que Lily tenía un secreto que pensaba desvelar, pero antes Sebastian tendría que aprender a confiar en ella...
Nada más ver a Lisa Gray, la cabeza de Slade Logan se llenó de recuerdos. Dos años antes habían vivido un romance, pero un fuerte sentimiento de culpabilidad le había impedido a Slade compartir su vida con ella. Sin embargo, desde entonces, Lisa no se había sentido sola precisamente: una parte de él había permanecido con ella, puesto que tenía un hijo suyo.
Un día que Lisa vio la muerte de cerca, se dio cuenta de que el pequeño necesitaba a su padre... aunque Slade no la necesitara a ella. Por eso cuando su antiguo amante le pidió que se casaran, ella estaba convencida de que lo hacía por el bien del niño. El caso era que algo parecía cambiar en los duros rasgos de Slade cada vez que miraba a Lisa y a su hijo. ¿Estaría dispuesto a hacer sitio para los dos en su maltrecho corazón?
Rose se quedó de piedra cuando James volvió a aparecer en su vida... años después de su matrimonio de conveniencia. Ella entonces había amado a James, y había luchado con fuerza para superar su rápida separación.
Cuando se puso en contacto con él para pedirle el divorcio no esperaba que apareciera en persona y le dijera que no estaba preparado para poner fin a su matrimonio.
¿Lo estaba ella? A pesar del tiempo transcurrido, Rose seguía enamorada y seguía existiendo una fuerte atracción entre los dos.
Obligado por su honor y el amor que tenía a su país, Adam Sinclair no dudó un momento en ayudar a la princesa Isabel Stanbury a poner en práctica su inteligente plan para rescatar a su padre, el rey Michael. Con lo que no había contado era con los sentimientos que volverían a surgir al estar al lado de la única mujer a la que realmente había amado en su vida... Tampoco se le había ocurrido que le iba a resultar tan agradable fingir que eran un matrimonio. Adam era consciente de que el país dependía de que él fuera capaz de rescatar al amado Rey, pero, ¿sería capaz de ir contra los mandatos de su corazón?
Dominic Wolfe, uno de los empresarios más astutos de Nueva York, debería haber sabido que una aventura de una noche, por magnífica y apasionada que hubiera sido, no era motivo suficiente para casarse. Pero no era a su cabeza a lo que estaba obedeciendo cuando le pidió a Sierra que fuera su esposa.
Tampoco ella se había parado a pensar demasiado. Estaba empeñada en enseñarle que había más cosas en la vida aparte de reuniones y fusiones. En poco tiempo, Dominic empezó a preguntarse si aquella era la mujer adecuada...
Olivia Morrel empezó su nuevo trabajo un poco inquieta. Quería huir de todo y de todos, pero en Kirrijong, un pueblo aislado en el interior de Australia, solo había un médico. Y por lo que todos decían, el doctor Clemson era un jefe malhumorado y difícil.Clem empezó a sospechar que su nueva enfermera había ido a Kirrijong a curar las heridas de su corazón. Pero esto no impidió que se sintiera atraído por ella. A lo mejor, si Olivia tenía que aprender que sí se podía confiar en algunos hombres, él fuera el más indicado para enseñárselo...
Nick Chapman, un camarero de espíritu luchador, despertó con sus tiernos besos la pasión de Megan y le robó el corazón. Entonces ella supo la verdad: Nick era Nicholas Chapman, heredero del conde de Shrafton... y estaba prometido a otra. Con el corazón destrozado, Megan se fue. Y descubrió que tenía dentro de sí un precioso recuerdo de su amor.
Con más años y más sabiduría, Megan se dio cuenta de que su hijo debía conocer a su padre. Pero antes de encontrar a Nick, éste la encontró a ella. Una vez más, Megan cayó bajo el embrujo poderoso del conde. Pero, ¿qué diría cuando descubriese a su heredero?
Después de pasar toda su vida en la selva panameña, Destiny se dirigía a Londres a reclamar su herencia: ¡un negocio valorado en millones de libras! Pero se encontraba perdida y totalmente insegura en el desconocido mundo de los negocios internacionales, y el despiadado y guapísimo magnate Callum Ross no la ayudaba a hacer las cosas más fáciles. Él estaba empeñado en comprar una empresa que ella se negaba a vender. Así que, para Callum, solo había una opción: fusionarse a través del matrimonio.
Georgina estaba trabajando en la empresa de su hermano sólo de manera temporal, pero entonces descubrió que el arrogante Matt Cervera estaba tratando de absorber el negocio y se dio cuenta de que tenía que dejar de trabajar allí inmediatamente. ¡Jamás podría estar a las órdenes de un hombre así!
Sin embargo, decirle a Matt lo que opinaba de él resultó no ser tan buena idea. Enseguida amenazó con retirar su oferta de compra, a menos que Georgie accediera a trabajar para él y a acompañarlo a su casa de España. Georgie se encontraba entre la espada y la pared, y Matt estaba empezando a atraerla irresistiblemente.
La vida del agente de policía Jack DeRosa era un desastre. Después de una larga baja, lo único que le podía devolver su prestigio profesional era tener éxito en su próximo caso: investigar a una cuidadora de animales.
Ya de incógnito, Jack se enfrentó sin demasiados problemas a los perros, y a los gatos que lo arañaban todo el tiempo; pero, con solo echar un vistazo a la guapísima sospechosa, se dio cuenta de que aquel caso no iba a resultarle tan sencillo...
De repente, el multimillonario novio de Amber le dijo que estaba a punto de casarse con otra... Cinco años después, Amber creía haber olvidado a Lucas, hasta que heredó la mitad de su empresa. La compañía corría peligro de ser absorbida y Lucas, que volvía a estar soltero, pensó que el único modo de salvarla era casándose con Amber. ¿Cómo iba a estar ella dispuesta a casarse cuando y como él quisiera cuando cinco años antes la había considerado digna de ser sólo su amante? Pero, ¿cómo podría no casarse con él... sabiendo que era el único hombre al que querría?
Abandonar a su marido, el jeque Kahlil al-Assad, fue lo más difícil que había hecho Bryn en toda su vida; por eso, cuando tres años después él volvió a aparecer en su vida, ella no supo qué hacer.
Estaba claro que Kahlil no la había perdonado por haber traicionado los votos matrimoniales y, cuando descubrió que se había perdido los tres primeros años de vida de su hijo, decidió que tenía que vengarse de ella. La venganza consistía en aprovecharse de la poderosa atracción sexual que sentían el uno por el otro. ¿Sería capaz Bryn de resistir la tentación de volver a los brazos de su marido?
Un año. Ese era el tiempo que Jassie McQuilty tenía que permanecer en Bear Claw, Montana, antes de que pudiera vender el periódico de su tío. Así que, mientras estaba allí, lo mejor sería que intentara divertirse. Nada más ver al sheriff John T. Stone se dio cuenta de que no quería tener nada que ver con ella ni con sus ideas de chica de la gran ciudad. Ya le habían destrozado el corazón una vez y se negaba a arriesgarse de nuevo. Sin embargo, Jassie estaba decidida a conquistar a aquel hombre...
La doctora Skye Kennedy no quería tener a aquel guapísimo actor siguiéndola por todo el hospital... ¡le daba lo mismo que estuviera allí para preparar su nuevo papel! Estaba preocupada por cómo pudiera afectar la presencia de la estrella de cine a sus pacientes... pero sobre todo la preocupaba el efecto que tenía en ella.
Skye conoció al famoso Kyle Sullivan en Nueva York tiempo atrás... pero habría preferido olvidarlo. Sin embargo ahora Kyle era mayor, más maduro y mucho más guapo. ¿Podría fiarse de que no volviera a romperle el corazón?