Su plan incluía a los niños... pero no al padre
Sí, gracias a su mejor amiga, Lucy Caldwell iba a darle a su hijo, Cain, la oportunidad de tener hermanitos, aunque fuera sólo de manera temporal y además fueran unos verdaderos diablillos. Lucy estaba segura de que aquel iba a ser el verano de sus sueños, pero no contaba con el papá de los pequeños. Aunque no tardó en estar dispuesta a incluir al guapísimo Woody Pembrooke en todos sus planes... para toda la vida.
Iba a resolver aquel caso... ¡Y no importaba cuántas veces tuviera que besarla para conseguirlo! Hallie Fitzgerald era una mujer amable y educada... pero el tipo que la había robado iba a llamarla a aquel teléfono público. El mismo que estaba utilizando el guapísimo nuevo jefe de policía de la ciudad. El agente Marc Walcott tenía la sensación de que la menuda aunque fiera Hallie sabía más de lo que le decía en relación al robo del museo, y estaba dispuesto a utilizar todas sus técnicas para averiguar la verdad... incluyendo una profunda exploración de sus labios.
Vayan donde vayan, las gemelas Morgan causan problemas...
Al ver aquella extraña nave, la doctora Madeline Morgan estuvo a punto de creer a todos los lunáticos que hablaban de ovnis. Hasta que se dio cuenta de que aquel hombre verde no era ni más ni menos que el guapísimo capitán Brad Hawkins vestido de camuflaje...
¿Cómo iba a saber ella que se había colado en una zona militar de alto secreto? ¿Y cómo iba a poder controlarse durante el arresto domiciliario... junto a Brad?
George Bentley era un maestro en el arte de la negociación, por eso cuando su madre le pidió que le hiciera un favor a una amiga, se dio cuenta inmediatamente de que estaban tratando de emparejarlo. Lo peor era que el favor se lo tenía que hacer a Amy Richards, una chica a la que en otro tiempo no había podido ni ver. Pero ahora, para su sorpresa, sólo deseaba estar con ella... sobre todo desde que se había enterado de su secreto. Quizá, después de todo, su madre no estuviera tan desencaminada al querer emparejarlos...
¿Cómo podría perdonar al hombre que la dejó plantada en el altar?
Mary Beth Morgan tenía la sensación de que por fin había conseguido lo que deseaba: un papel importante en una nueva serie de televisión, una casa en la playa y el éxito necesario para presentarse en la inminente reunión de antiguos alumnos de su instituto.
Lo que no esperaba era que su ex novio, el guapísimo Zack, tuviera la desfachatez de acudir después de lo que le había hecho... o que intentara recuperarla.
Iba a ser una huida difícil…
De repente, Kirk Dunmore se vio envuelto en serios problemas. Cuando se detuvo para ayudar a Bree Brown, acabó siendo perseguido por unos tipos que iban detrás de la mascota de Bree... ¡un toro! Y mientras intentaban escapar, Kirk acabó enamorándose de Bree. Ahora tenía que encontrar las palabras adecuadas para convencerla de que en su vida había espacio suficiente para ella… y para su mascota.
A la periodista Wynn Ascot le gustaba cubrir las noticias del pueblo, y comprendía que McCabe Foxe, corresponsal de guerra, tuviera que viajar por todo el mundo enfrentándose al peligro. Tras recibir una herida de bala, McCabe volvió a casa, demasiado cerca para la tranquilidad de Wynn. Él era para ella tan peligroso como excitante. Wynn estaba a punto de casarse con otro hombre, pero ahora tendría que buscar la verdad... en su propio corazón.
¿Hasta dónde se podía llegar con el dinero?
Louie Ragazzi era un antiguo delincuente, sexy y un poco peligroso…. Y Alicia Hansen estaba enamorada de él. Estaba decidida a ayudarlo a superar su turbulento pasado, y para ello lo tenía todo, incluido el dinero.
Louie se negaba a dejarse comprar por nadie, pero tras pasar unos días con ella intentando dejar atrás su historial delictivo, empezó a considerar la idea de asociarse… y algo más.
El amor se encontraba en las cualidades más insospechadas
La reportera Tara Butler estaba encantada con el encargo de la revista Real Men: actualizar el primer artículo escrito en 1949, "Cuarenta y nueve cosas que necesitas saber sobre un hombre de verdad". Era una ocasión para descubrir cómo habían cambiado los tiempos y quizá, sólo quizá, para conocer a un hombre de verdad. Pero cuando se vio trabajando junto al escritor Chase Montgomery, un hombre sin una sola de las cualidades que anunciaba la revista, Tara empezó a preguntarse si su lista estaría equivocada.
Cómo podría demostrarle que nadie la había amado jamás? Lo último que Kati, escritora de novelas románticas, deseaba en el mundo era pasar las navidades con el exasperante hermano de su compañera de piso. Un ranchero de Wyoming como Egan Winthrop se sentía tan perdido en Nueva York como ella se habría sentido en mitad del campo. Lo que Kati no preveía era que los increíbles besos y abrazos de aquel hombre no tardarían en dejarla completamente indefensa. Y aquella invitación para visitar su rancho no era otra cosa que un chantaje de lo más sensual. En muy poco tiempo, ella había entregado su corazón con la pasión de las heroínas de sus propias novela
Cuando pensaba que las cosas no podían empeorar... Jayde había conseguido el trabajo de sus sueños, así que debería haberse limitado a disfrutar cuidando la casa del magnate Bradford Hale. Pero no había previsto tener que mentir a sus padres para poder conservar el trabajo... y desde luego jamás habría pensado que se enamoraría de su guapísimo jefe. Las cosas no podían ir peor... hasta que se presentó allí su familia para conocer a Brad... ¡su nuevo yerno!
Ella no quería escapar de aquella prisión… La reportera Melanie Mulcahy no podía creer la buena suerte que tenía: había sido secuestrada por Hal Smothers, el hombre de hielo. Si no se separaba de él, tendría una estupenda historia que la convertiría en una estrella del periodismo. Además, para ser un hombre tan peligroso, resultaba increíblemente sexy… y desde luego sus besos no tenían nada de fríos. Pero lo más sorprendente era que Hal era de los que creían en el matrimonio, mientras que ella lo veía como una trampa. Pero estaba empeñado en hacerla cambiar de opinión… y nadie podía decir no al hombre de hielo.
Ella no imaginaba las consecuencias que tendría aquella broma... Todo empezó como una broma. Sabina sólo estaba fingiendo estar prometida con su mejor amigo, el millonario Al Thorndon. Al la había convencido de que lo hicieran para engañar a su hermano Thorn. Sabina pensó que aquello duraría sólo una noche. Pero entonces, Thorn la acusó de ser una cazafortunas. No sabía las repercusiones que podía tener dicha acusación: Thorn descubrió todos los secretos que ella llevaba tanto tiempo ocultando. Sabina temía que los sacara a la luz, pues volvería a recordar cosas que había luchado mucho por superar. Sin embargo no podía decepcionar a su mejor amigo...
Tres días podían cambiarlo todo...
No podía haber dos personas más diferentes que el millonario Dirk Harriman y la bailarina Belle O’Leary. Él era un magnate de las comunicaciones mientras que ella hablaba con sus animales. A él le gustaba el champán caro, ella sólo esperaba que los refrescos estuvieran bien fríos. Belle era impulsiva, extravagante y la mujer más interesante que Dirk había conocido en toda su aburrida vida. La atracción sexual fue inmediata y ambos se dejaron llevar. Dirk se lo estaba pasando mejor que nunca, pero ¿qué pasaría a la mañana siguiente?
Catherine Blake siempre había estado perdidamente enamorada de Matt Kincaid, aunque sabía que era uno de esos hombres que no querían ni oír hablar de matrimonio. Resignada, había hecho de su adoración por él un amor platónico, y se había centrado en sus estudios. Pero para su sorpresa, cuando consiguió un empleo, él intentó retenerla a toda costa. De pronto empezó a tratarla de una manera distinta, como si se hubiese dado cuenta de que ya no era una chiquilla, sino una mujer. A Catherine se le planteó entonces un dilema: ¿debería dejarse llevar y sucumbir a sus encantos, o luchar por su independencia y huir antes de que la hiriera?
Nada más conocerse, saltaron chispas entre Cecilia Mendoza y el joven Geoff Bingham, el soltero más solicitado del condado de Merlyn. Pero lo que más sorprendió a Cecilia fue que su primera cita acabara convirtiéndose en una noche de pasión desenfrenada que ninguno de los dos podría olvidar. Pero Cecilia era una mujer práctica a la que no le bastaba con una sola noche. Sin embargo necesitaba la ayuda de Geoff para convertir en realidad la ilusión de su vida... tener un hijo. Pero pronto ambos comenzarían a dudar si lo que los unía era sólo el deseo de engendrar un hijo... o había algo más.
Necesitaba saber la verdad sobre sí misma tanto como deseaba desvelar todos los secretos de aquel hombre...
Una por una, sir Ian MacGowan había asustado a todas sus posibles ayudantes. Como aquellos viejos terratenientes, MacGowan se había convertido en una fiera con demasiadas heridas. Pero Jenna Craddock supo ver lo que había detrás de la apariencia de su jefe. Había algo en la forma de mirarla... Ian exigía profesionalidad y Jenna le dio perfección. Él escondía muchos secretos y ella insistió en que cuando estuvieran en la cama nada se interpondría entre ellos...
Claire tenía una vida perfecta... en sus sueños
Claire Quinn tenía un empleo fijo en una agencia de publicidad, un apartamento caro y un canalla por novio. Así que había llegado el momento de hacer realidad su sueño.
Pero no sabía cómo hacerlo, seguramente sólo tenía que poner en marcha su plan. Afortunadamente tenía a sus leales amigas, que de vez en cuando se quejaban sobre su vida sentimental, pero jamás lloriqueaban. Con tan buenos consejos y su resuelta actitud, nada podía salirle mal.
El problema era que el chico tan encantador que acababa de cautivarla tenía una filosofía de la vida que no encajaba con sus planes.
Parecía que iba a tener que dejar de seguir sus propios consejos...
¿Estaría dispuesto a enfrentarse a sus miedos y tener una familia?
Cuando la viuda Nan Kramer se vio obligada a enfrentarse a los hábitos delincuentes de su hijo Justin, no supo qué hacer. Aquellos dos años ocupándose ella sola del muchacho la habían llevado al límite. Pero entonces apareció un viejo amigo que le ofreció un hombro sobre el que llorar y mucho, mucho más...
David Elliot se había dedicado a proteger a los Kramer después de sobrevivir al tiroteo en el que había muerto el marido de Nan y que a él lo había dejado con un enorme sentimiento de culpabilidad. Él siempre había creído que los policías no debían tener familia, pero en cuanto comenzó a ayudar a Justin, empezó también a sentirse atraído por la tranquila belleza y la fortaleza de Nan...
Cuando terminara con su plan, los hombres habrían aprendido una buena lección...
La mitad de la población, la que tenía el cromosoma Y, parecía pensar que la afable Phoebe era una incauta. Como su ex, su jefe, el vendedor de coches usados que la había estafado, o el tipo que le ponía las manos encima en el ascensor, por nombrar algunos ejemplos. Pero Phoebe tenía un nuevo lema: «Phoebe consigue lo que quiere».
Se estaba haciendo con el control de su vida y no pensaba aceptar órdenes de nadie... ni siquiera del guapísimo joven que estaba volviéndola loca. Si Jeff Fischer quería algo de ella, tendría que esperar...