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Historia del arte español 25. Escultura del siglo XV, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

El siglo XV es uno de los más gloriosos para la escultura española, tanto en calidad como en abundancia de obras. España sigue abierta a las influencias del exterior, que si bien antes eran francesas, ahora proceden de Borgoña, cuyo paladín había sido el genial Claus Sluter, con sus paños ondulados y fuertemente agitados y el penetrante realismo de los rostros; pero, a partir del segundo tercio del siglo y, sobre todo, al mediar éste, el estilo que predomina en la escultura española es el flamenco, de paños angulosos y muy atenta observación del natural.


Historia del arte español 26. Pintura del siglo XV en Levante, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Los pintores españoles siguieron pintando en gótico durante el siglo XV, y, por cierto, con tanta variedad y riqueza que nos ha parecido conveniente dedicar dos series a la pintura del siglo XV. De tal modo que el tema presente muestra las principales obras de los maestros catalanes, valencianos, mallorquines y aragoneses del siglo XV, mientras que el siguiente se dedica a los pintores castellanos y andaluces de la misma época.


Historia del arte español 27. Pintura del siglo XV: Andalucía y Castilla, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

En el siglo XV discurre en Cataluña y Levante bajo la influencia de las dos grandes escuelas renacentistas europeas: italiana y flamenca. En Castilla la pintura del siglo XV sigue un rumbo diferente que hemos de analizar con más detalle. Ante todo, hemos de decir que se nota un sensible retraso entre los estilos renacentistas de Cataluña y Castilla. Es un retraso espacial, puesto que Cataluña se halla en contacto directo con los focos franceses, y mantiene con Italia un ininterrumpido comercio marítimo. Castilla se encuentra un tanto descentrada de las rutas comerciales más frecuentes, y hasta ella llegan las novedades italianas con un considerable retraso.


Historia del arte español 28. La arquitectura bajo los primeros Austrias, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Ya anticipábamos en la tema 24, dedicada al arte isabelino y plateresco, lo convencional de la duración de un periodo artístico. A esa convencional división cronológica se le añade la necesidad de reducir a dos temas la arquitectura renacentista española. Ante tamaña dificultad, hemos huido de los caminos habituales, buscando la mejor realización práctica de los temas. De este modo, podemos asegurar una visión completa de la arquitectura renacentista a través de las series 24 y de esta.


Historia del arte español 29. La pintura del siglo XVI, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

El término Renacimiento es demasiado amplio -y no poco confuso- a la hora de precisar los límites del fenómeno pictórico. Para unos el Renacimiento es una continuación del arte gótico; para otros es, sin embargo, una reacción contra él; unas veces se habla de Renacimiento con un sentido temporal (siglos XIV a XVI), otras prefiere entenderse como norma espacial (Italia y Flandes). Estas distintas interpretaciones, que conviven y alientan en el complejo vocablo, nos anuncian la única cualidad clara y distinta del Renacimiento: su falta de claridad.


Historia del arte español 30. El Greco, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Hacia el último tercio del siglo XVI vino a España un pintor excepcional: Domenico Theotocopulos, El Greco. Ya habían venido y seguirían viniendo, contratados en su mayoría por Felipe II, otros pintores, como Cincinato, Cambiaso, Zuccaro, Il Tibaldi, etcétera, pero eran todos artistas de segunda fila, como ocurriría luego en el siglo XVII. El Greco es, en cambio, un personaje de talla incomparable e imprevisible. Se ha dicho muchas veces que a pesar de su ascendencia cretense, el Greco tiene más de veneciano y de español, porque fue en estos países donde realizó su tarea pictórica, su formación como pintor.


Historia del arte español 31. El Renacimiento en la escultura, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Desde los últimos años del siglo XV, la España de los Reyes Católicos conoce el resurgir de la vitalidad nacional. La victoria política deja también su impronta en lo cultural. Se abren las puertas a todo lo que signifique influjo exterior para asimilarlo, pero sin olvidar lo propiamente hispánico. Si años antes lo dominante en escultura había sido lo flamenco, ahora el influjo directo va a proceder de Italia. Todo lo que allí, en Florencia sobre todo, van a crear un Ghiberti en el campo del relieve, un Donatello en la introducción de vida a las esculturas, o un Miguel Ángel con todo su brío y su originalidad, tendrá su eco en nuestra escultura renacentista.


Historia del arte español 32. Ribera, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

José de Ribera nació en Játiva (Valencia) y fue bautizado en aquella localidad el 17 de febrero de 1591. Hijo del sastre Simón Ribera y de su esposa Margarita Cucó, sus padres le enviaron a Valencia para que siguiera la carrera de Letras en aquella Universidad, pero su afición a las Bellas Artes le hizo cambiar los libros por los pinceles y asistir al taller de su paisano Francisco Ribalta (1565-1628). Ribalta abrió al joven Ribera el camino para llegar a convertirse en uno de nuestros mejores pintores.


Historia del arte español 33. Zurbarán, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Nació en Fuente de Cantos, provincia de Badajoz, allá por el año 1598, a muy corto espacio de tiempo de otros «intocables», como Ribera o Velázquez, que nacen también al filo del 1600. Esta fecha es una de las más notables forjadoras de artistas, no solo en España, sino también en el extranjero. Nombres como Rembrandt, Vermeer, Poussin, etc, aparecen en el mundo por las mismas fechas, es decir, son hombres de la misma generación. La generación de 1600 es una de las primeras generaciones de la Europa moderna, que es casi como decir de la Europa barroca.


Historia del arte español 34. Velázquez, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Nace Diego de Silva y Velázquez en la ciudad de Sevilla el año de 1599. Su padre, Juan Rodríguez de Silva, es de ascendencia portuguesa y de familia noble. Su madre, Jerónima Velázquez, cuyo apellido va a perpetuarse en la historia de los pinceles, es de antigua familia sevillana. Desde muy joven siente Diego de Silva la llamada de la pintura, y acude a los talleres de los maestros sevillanos más competentes, como Herrera el Viejo, con quien se cree que estudió, aunque no hay pruebas documentales al efecto. Sabemos, sin embargo, con toda seguridad, que a los doce años estaba trabajando como aprendiz en el taller de Francisco Pacheco.


Historia del arte español 35. Murillo, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

La vida de Murillo resulta menos conocida que la de otros maestros de la época. Sabemos que queda huérfano a muy temprana edad (catorce años) y que entra en el taller de Juan del Castillo, como Zurbarán había hecho en el de Villanueva y Velázquez en el de Pacheco. Los tres pintores superaron ampliamente a sus maestros, de donde cabe deducir que la experiencia sólo puede servir de muleta al genio, tanto en éste como en cualquier orden de cosas.


Historia del arte español 36. Escuela madrileña del siglo XVII, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Toda la producción artística de la corte española durante el siglo XVII está marcada por dos hechos fundamentales que condicionan la marcha de la pintura, tanto en el modo como en la intencionalidad de su representación: la monarquía absoluta y la Contrarreforma, desembocando en un arte que, por excelencia, es religioso y cortesano.


Historia del arte español 37. Pintores andaluces del siglo XVII, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Al arte pictórico le fueron planteados, con harta frecuencia, problemas de índole ornamental, y así, en cierto modo, se volvió al gusto por el ondulamiento de las figuras, que el gótico había sido el primero en practicar y a las representaciones de telas como elementos de vida independiente, con fines decorativos más que puramente plásticos. Unida con la arquitectura, la pintura llegó a desbordar, en un alarde de composición a base de figuras dispuestas de manera hasta ahora desconocida, con fondos sin fin y con un alarde cromático, los límites impuestos por las estructuras murales.


Historia del arte español 38. Escultura barroca castellana, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Tras la escultura renacentista y su última etapa de profundo manierismo, el siglo XVII trae consigo una nueva concepción de la escultura. El clásico equilibrio entre la masa y el movimiento que se producía en las obras renacientes se rompe ahora en favor de este último, haciendo que las figuras se muevan en el espacio con gestos teatrales y ampulosos. Esta va a ser la constante en la escultura europea de la centuria, que seguirá fielmente los dictados de la escultura italiana; pero, en cambio, en España durante este siglo, el Siglo de Oro de la escultura hispana, se realizarán obras de características propias bien diferenciadas de las europeas.


Historia del arte español 39. Escultura barroca andaluza, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Además de la escuela castellana, a la que se ha dedicado el volumen precedente, la escuela andaluza es la más floreciente durante el siglo XVII. Sevilla es una ciudad que ahora está en auge a causa del comercio con las Indias. Esto explica la abundancia de encargos y la aparición de una mayor cantidad de escultores, que extenderán su actividad también a Granada y a otras ciudades andaluzas, al igual que dejarán sentir su influjo en la otra orilla del Atlántico.


Historia del arte español 40. Artes industriales de los siglos XVI y XVII, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Los centros cerámicos habían desarrollado en tiempos anteriores técnicas peculiares —el reflejo metálico— que tuvieron amplia resonancia en Europa. Pero el Renacimiento va a incorporar una nueva estética y unas nuevas técnicas para la cerámica. Se hará, a imitación de lo italiano, loza pintada con un repertorio de temas decorativos distante de lo mudéjar, lo geométrico da paso, paulatinamente, a las representaciones figuradas, y aparecen las grandes composiciones de azulejos.


Historia del arte español 41. El barroquismo en la arquitectura - I, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Entendemos por arquitectura barroca un estilo de construcción y decoración característico, que comienza a instalarse en Europa a finales del siglo XVI y perdura sin trascendentales variaciones hasta la segunda mitad del XVIII. El siglo clave, pues, del arte barroco es el XVII. Las fronteras exactas de este modo arquitectónico no pueden determinarse, pues, aunque tradicionalmente venía concediéndose a Lorenzo Bernini la paternidad simbólica del estilo, la historiografía actual descubre antecedentes barrocos en hombres de tanta importancia como Miguel Ángel.


Historia del arte español 42. El barroquismo en la arquitectura - II, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Era totalmente forzoso dividir esta serie en dos grupos, dada la ingente cantidad de obras —todas ellas importantes— que la arquitectura barroca tiene en nuestra patria. Quizá este hecho puede ser la mejor demostración del auge, la importancia y la autenticidad del estilo barroco, pese a todas las críticas y prejuicios negativos.


Historia del arte español 43. Arte Colonial, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

Hasta hace poco tiempo el arte colonial era considerado como una prolongación del arte español peninsular. Pero no es así; se trata de un arte de carácter peculiar en el que las influencias europeas, españolas sobre todo, son utilizadas con un sentido plenamente original por tres razones fundamentales: el medio ambiente, la tradición precolombina y la intervención de la mano de obra indígena. Desde los primeros años del siglo XVI y hasta comienzos del siglo XIX el gótico, el renacimiento, el barroco y el neoclasicismo vivirán en los territorios americanos un desarrollo paralelo al de la España peninsular, si bien con peculiares características.


Historia del arte español 44. El Neoclasicismo, de Ernesto Ballesteros Arranz

Ensayo, Arte, Historia

A mitad del siglo XVIII llegan las nuevas corrientes neoclasicistas, fruto de la importación como las anteriores. El gusto versallesco de Felipe V fue sustituido por las preferencias italianas y neoclásicas de Carlos III. Es con este monarca, que reina de 1759 a 1788, con quien debemos relacionar la moda neoclásica española, al menos en su época de introducción. Existen algunos ensayos o anticipaciones en tiempos de Fernando VI e incluso en los de Felipe V. Tal hemos considerado obras como el Palacio de La Granja, donde conviven y se intercalan los últimos ecos del barroco con los primeros timbres neoclásicos.