En Cela, piel adentro, el hijo del Premio Nobel logra realizar el retrato más literario y personal de Camilo José Cela, sin duda una de las figuras cruciales de la literatura española que dio el siglo XX. En el que es el mejor homenaje y relato de quien soñaba desde su juventud con el premio Nobel de Literatura, Cela Conde hace un repaso por la vida de su padre, el hombre que fue para él, sobre todo, un vagabundo genial. La síntesis o, mejor dicho, el contraste entre el libro anterior, Cela mi padre, y las cartas que se cruzaron Camilo José Cela y su mujer Rosario Conde, nos lleva a descubrir una figura insólita y sorprendente del reconocido escritor, del todo apartada de la imagen pública que se difundió en especial tras obtener Cela el Premio Nobel. Este libro viene a hacer más entrañable y cercano al autor de La colmena y La familia de Pascual Duarte. Nadie mejor que su único hijo para relatarnos cómo era en la intimidad, cómo actuaba, se divertía o pensaba. Con un gran sentido del humor, tan sano como crítico, nos cuenta la trepidante vida de la familia en Madrid, los veraneos en Cebreros, las constantes mudanzas en Mallorca, episodios y anécdotas sorprendentes. Un viaje, en suma, a la verdadera forma de ser del magnífico escritor.
Neus Català era una joven de veintiún años cuando estalló la Guerra Civil. Se mudó a Barcelona desde la comarca catalana del Priorat para estudiar enfermería y acabó dirigiendo la sección sanitaria de una colonia infantil en la que vivían ciento ochenta y dos niños. Con ellos emprendió el duro camino al exilio. En Francia se enamoró y, junto a su marido, acabó colaborando con la Resistencia. Fue capturada y encarcelada en Limoges. En febrero de 1943 la deportaron al campo de exterminio de Ravensbrück y en mayo a un campo de trabajo en Checoslovaquia. Sobrevivió al horror del campo gracias a su fuerza moral y a la solidaridad de sus compañeras. Cuando las liberaron, se prometieron que no olvidarían y sesenta y siete años más tarde, Neus continúa fiel a su promesa. La solidaridad, la fortaleza de espíritu, el canto y la alegría fueron las armas que Neus Català utilizó para combatir el miedo, el hambre, las sed, el frío, el cansancio y el insomnio que sufrió en los campos de exterminio nazi. «Cenizas en el cielo» relata la vida de una mujer extraordinaria, luchadora y valiente, una historia que nos acerca al horror del holocausto, pero sobre todo una lección de humanidad, alegría y vitalidad.
Cerati en primera persona es la reconstrucción detallada del pensamiento del líder de Soda Stereo, surgida a partir de una exhaustiva investigación periodística que recoge sus testimonios de diferentes medios de todo el continente en el período que va entre la grabación de «Colores Santos» en 1992 y la presentación de «Fuerza Natural» en 2010. Este libro ofrece con armonía un relato conexo construido en base a declaraciones textuales del músico, donde Gustavo da a conocer la génesis de cada uno de sus discos, el proceso de composición de sus canciones más destacadas, las experiencias que inspiraron sus creaciones y su personal mirada del mundo. El foco está puesto en su carrera solista, pero también se abordan los últimos álbumes de Soda, la despedida y su posterior regreso, todos ellos elementos necesarios para comprender el camino de su trascendente obra. La autora analizó cientos de entrevistas, ensayos y artículos periodísticos, además de haber accedido al archivo de prensa exclusivo de Gustavo, compartido generosamente por la familia Cerati en apoyo a su tarea. De esta forma, concreta una investigación que expone con la mayor fidelidad el universo creativo y la sensibilidad de un artista inigualable. La propuesta de Maitena Aboitiz seduce de entrada: descubrir las creaciones de Gustavo Cerati a través de sus propias palabras.
“Cuando el Mundial comenzó, en la puerta de mi casa colgué un cartel que decía: Cerrado por fútbol. Cuando lo descolgué, un mes después, yo ya había jugado sesenta y cuatro partidos, cerveza en mano, sin moverme de mi sillón preferido. Esa proeza me dejó frito, los músculos dolidos, la garganta rota; pero ya estoy sintiendo nostalgia.” “Desde chico quise ser jugador de fútbol. Y fui el mejor de los mejores, pero sólo en sueños, mientras dormía. Al despertar, no bien caminaba un par de pasos y pateaba una piedrita en la vereda, ya confirmaba que el fútbol no era lo mío. Estaba visto: yo no tenía más remedio que probar algún otro oficio. Intenté varios, sin suerte, hasta que por fin empecé a escribir.” Este libro reúne todos los textos que Galeano escribió sobre fútbol, la mayoría dispersos en su obra publicada, pero también varios inéditos y verdaderos hallazgos, como la crónica en la que, con sólo 23 años, llama “traidor” al Che Guevara en persona por haber adquirido en Cuba la pasión por el béisbol. Las páginas proponen un recorrido por la historia del fútbol, desde la época en que un jugador recibía una vaca por cada gol hasta el tiempo de los jugadores multimillonarios agobiados por el éxito, pasando por el relato de los diez futbolistas que se pintaron la cara de negro en solidaridad con su compañero discriminado por la hinchada; también hablan de Maradona, “el hombre que no podía vivir sin la fama que no lo dejaba vivir”, y de Zidane, que en su último partido embistió a un rival y se retiró expulsado de un mundial mediocre. Eduardo Galeano creía que el fútbol expresaba “emociones colectivas”, esas que generan “fiesta compartida o compartido naufragio, y existen sin dar explicaciones ni pedir disculpas”. De esas pasiones habla Cerrado por fútbol.
En 1843, después de tres años en los mares del sur, Melville se enroló en la fragata «United States» y volvió a América. Un año de travesía sometido a la dura disciplina naval le proporcionó el material de «Chaqueta Blanca» (1850), un libro hermoso y complejo, mezcla de novela, erudición y reportaje, cuyo subtítulo, El mundo en un buque de guerra, anticipa igualmente su peculiar, intensa y muy melvilleana dimensión alegórica. Pues ese «castillo de roble consagrado a la guerra» que es el «Neversink» puede igualmente ser «una ciudad flotante», «una prisión estatal», «un manicomio» o «un infierno», un microcosmos, en fin, del mundo y la humanidad. De las bodegas a las gavias, de las rutinas de limpieza o rancho a las vergonzosas prácticas de flagelación, del tormentoso paso del cabo de Hornos a una calma chicha en el ecuador, el narrador de este viaje no deja rincón sin escudriñar, episodio sin relatar, oficio sin describir. Animado por una conciencia humanista que se planta ante el principio de autoridad, y por una sensibilidad pareja para lo lírico, lo heroico y lo grotesco, «Chaqueta Blanca» es uno de los títulos cruciales en la obra del autor de «Moby Dick».
En la II República, en la preguerra civil española, se crearon grupos revolucionarios con el asentimiento del gobierno y la complicidad de las autoridades civiles, permitiendo que grupos anarquistas, del PSOE y del PCE se alzaran con el poder de decisión sobre quién debía vivir y quién no. En todas las grandes ciudades se organizaron las chekas para ese fin. César Alcalá, un historiador experto en la España contemporánea, así como de los nacionalismos que azotan a la política y a la sociedad civil, nos cuenta con detalle qué eran las chekas, quién las dirigía y qué sucedía dentro de aquellos lugares del horror. Lejos de ser un método cívico y justo, eran más bien un sistema de imposición del terror pero solo a una parte bien definida de ciudadanos: civiles de ideología derechista, practicantes de la religión católica, militares sospechosos y todo aquel que fuese acusado de cualquiera de las razones anteriores. No existían juicios, solo torturas y la decisión personal de unos frentepopulistas y milicianos, sobre si los mataban o no. El relato que expone el autor, no es para todos los públicos pero sí todos los públicos deben conocer la existencia de esta realidad histórica que se escapa de las tesis de la Ley de Memoria Histórica. El origen y dónde estaban enclavadas dentro de cada ciudad es fundamental para sacar conclusiones acertadas, y César Alcalá lo cuenta todo.
Una hija y un padre viajan desde la Argentina a buscar lo que queda de esta historia. Y de la suya propia. El Levantamiento de Varsovia fue uno de los movimientos de resistencia más importantes, heroicos y trágicos de la Segunda Guerra Mundial. Comenzó el 1 de agosto de 1944, y su historia es casi desconocida. Dos meses después, la capital polaca era arrasada hasta sus cimientos por orden de Hitler. Cerca de 150 sobrevivientes entre aquellos jóvenes insurgentes -instruidos en la clandestinidad, organizados en secreto y casi sin armas- llegaron a la Argentina a fines de los años 40 con reputación de héroes. En busca de esas historias, Ana Wajszczuk remonta sus raíces y emprende la aventura junto con su padre en un viaje a la vez íntimo y trascendente, que va de Buenos Aires a Europa. Crónica de viaje, ensayo poético y brillante reconstrucción periodística e histórica, Chicos de Varsovia conmueve y atrapa mientras repone este capítulo olvidado de la historia contemporánea como un cuento de buenas noches al revés: una hija que le narra a su padre la historia desconocida de su familia.
Aunque escrito hace tiempo, el presente texto no pierde validez ya que explica con sencillez y claridad, sobre todo a las jóvenes generaciones, la caída del gobierno Allende, sus motivaciones y señalando a los ejecutores directos e indirectos del golpe de estado.
Cualquier intento de comprender el futuro papel de China en el mundo comienza con el reconocimiento de su historia: ningún otro país puede reivindicar una relación tan poderosa con su pasado y sus principios tradicionales, y son muy pocas las sociedades que han alcanzado una dimensión y una sofisticación comparables. Henry Kissinger fue el gran artífice de la apertura de China al mundo con su visita en 1971 como secretario de Estado, y la preparación de la que al año siguiente llevaría a cabo el presidente Nixon. Desde entonces, la relevancia de China en el mundo no ha dejado de crecer. Kissinger ha ayudado a configurar las relaciones de China con Occidente, y ha escrito por fin la historia de un país que conoce íntimamente. A partir de documentos históricos y de las conversaciones mantenidas con los líderes chinos durante los últimos cuarenta años, examina el modo en que China ha abordado la diplomacia, la estrategia y la negociación a lo largo de su historia, y reflexiona sobre sus consecuencias en el balance global del poder en el siglo XXI.
Allá por abril de 2012, decidimos poner rumbo a uno de los países más diferentes e ilusionantes para nosotros: China. Se produjo una total y absoluta regresión a la infancia. Nuestras caras transmitían el entusiasmo propio de edades tempranas y las dificultades que nos esperaban apenas cobraban protagonismo en nuestras mentes. Ilusos ignorantes con una felicidad inusitada, nos disponíamos a dar un paso importante en nuestras vidas que de seguro no nos iba a dejar indiferentes. Cuando la motivación es elevada, la valentía no es necesaria. Sin saber una sola palabra en mandarín, sin trabajo y sin conocer a nadie que estuviera esperando nuestra llegada, aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Cantón dispuestos a adaptarnos a una de las culturas más distintas con uno de los gobiernos más controvertidos del mundo. Este libro no es en absoluto una guía de viajes, sino más bien un largo recorrido de adaptación a un escenario diferente y, en ocasiones hostil, que ha satisfecho nuestras ansias de curiosidad e inquietudes, así como nos ha permitido entregaros un retrato fresco de la sociedad china. También hay lugar para divertidas anécdotas que nos han ayudado a extraer conclusiones con las que, por supuesto, no esperamos que estéis de acuerdo en su totalidad. Tocamos temas como la censura, el machismo, la creatividad, la practicidad, el ocio, la filosofía oriental, la inocencia asiática, la represión emocional, la presión social y familiar, las clases sociales, los escándalos nacionales o los conflictos entre minorías. Todo ello basado en experiencias personales reales, en múltiples entrevistas realizadas a protagonistas de la compleja realidad china y en un largo proceso de investigación, tratando siempre de hacer una comparación con la sociedad occidental de la que provenimos. Hemos derribado numerosos estereotipos y confirmado otros tantos. Analizamos las situaciones que hemos ido enfrentando desde una perspectiva psicológica, no quedándonos en la mera descripción cultural y social, sino además ahondando en la mente individual de los ciudadanos sinohablantes. Para profundizar en una cultura no hay otra que introducirse en la psique de los individuos que la componen. Esta vivencia chinesca ha supuesto un torbellino de estimulación continua que nos ha alejado del letargo en el que nos habíamos introducido durante los últimos años de nuestra vida en España. Para todo aquel que se disponga a visitar o residir en esta nación, aficionado a la cultura asiática o interesado en conocer sobre el proceso de adaptación a una sociedad compleja y diferente, este libro va a ser de gran utilidad.
Esta es, sin duda, la mejor biografía de Winston Churchill que se haya publicado.Andrew Roberts, considerado como el mejor historiador militar británico, ha podido utilizar para su trabajo una gran cantidad de documentos que ningún biógrafo había podido consultar con anterioridad, incluídos los diarios privados del rey Jorge VI, que se reunía regularmente con Churchill durante la guerra. La riqueza de la documentación que maneja permite a Roberts ahondar en la realidad humana del personaje, siguiendo su vida desde su infancia y la conflictiva relación con su padre hasta su declive, lo cual hace que el lector pueda «ver la segunda guerra mundial a través del prisma del resto de su vida».
A través de los ojos de un grupo de niños nos adentramos en la vida de una pequeña localidad minera norteamericana, en un pasado evocado desde una actualidad muy distinta. Son los recuerdos de una adolescencia feliz aunque no ajena a los problemas de su entorno. Homer H. Sonny Hickam, Jr. y sus amigos se dedican a construir cohetes con la ilusión de, algún día, lanzarlos al espacio. Lo que empieza como un juego infantil se convierte pronto en el centro de interés de todo el rico entramado de adultos con los que conviven. La ambición de los muchachos despierta reacciones enfrentadas, pero supone también un respiro para un pueblo sumido en la preocupación a causa de las graves penurias económicas por las que pasa su industria minera. Cielo de octubre está basada en la infancia de Homer H. Hickam, Jr., quien con los años llegó a ser un reputado ingeniero de la NASA. Sus memorias destilan una sensibilidad y un humor que recuerdan el Tom Sawyer de Twain y son una muestra de cómo los sueños, pese a las muchas adversidades, pueden llegar a hacerse realidad.
En abril de 1969 un grupo de hombres escogidos, miembros de las fuerzas especiales de choque, fueron reunidos en la base aérea de Bien Hoa, Vietnam del Sur. Se les encomendó una misión secreta: asesinar a once altos jefes chinos y norvietnamitas, incluyendo al general Giap, legendario comandante de Vietnam del Norte. El comando recibió un nombre cifrado: cinco dedos. Cinco dedos no contaría con ningún tipo de ayuda. No podría establecer contacto radial con sus superiores, ni debía esperar operaciones de rescate. Quedaría enteramente librado a sus propias fuerzas. Cada uno de los siete era experto en el manejo de armas y explosivos. Todos estaban perfectamente entrenados para matar o morir. La misión era casi suicida: atravesar solos las selvas de Laos y de Vietnam, penetrar en China, llevar a cabo el golpe y regresar por sus propios medios, a través de cientos de kilómetros de territorio enemigo. El autor de este libro, que firma con el seudónimo de Gayle Rivers, era el miembro más joven del equipo. Su relato, recogido por el periodista James Hudson, es uno de los hechos reales más espeluznantes que puedan conocerse. Una historia de muerte, violencia y crueldad, narrada con un tremendo realismo.
Las interpretaciones de los recuerdos personales y de los colectivos, construidas al paso del tiempo, son el material de la crónica que cada uno hacemos al llevar un diario, participar del mito o contar el sucedido. Porque resulta que cronistas somos todos y entonces nuestro primer derecho —¿o deber?— es participar en la construcción de esa memoria. El que goce sus nostalgias que arroje el primer relato ♦ Y eso hizo Manuel Blanco a lo largo de mil quinientos noventa y seis días recontándonos sus memorias en la «Ciudad en el alba» que publicó entre 1984 y 1989 en «El Nacional». Pero también construyéndola paso a paso al tratar el hecho del momento y preocupándose por el futuro de esta megalópolis que odia y ama profundamente ♦ El presente volumen incluye una selección de ciudades en el alba, tantas como lectores y lecturas puedan tener. Selección caprichosa —como todas— pretende reflejar con apenas algo más de la décima parte la riqueza del mundo que nos platica Manuel Blanco. Allí está el lenguaje, las canciones, los personajes, la cocina, los oficios, la nota roja casera, los muertitos, nuestras tradiciones, los gustos, el temblor ♦ El lector tiene en sus manos un capítulo de esa otra realidad para que le haga las correcciones, adiciones y tachoneados que quiera. Sólo nos resta invitarlo a pasar a lo barrido en este danzón dedicado a la gran ciudad que nos acompaña. (Salvador Ávila Beltrán)
La crónica del debate que cambió la historia de las mujeresLa historia acostumbra a construirse sobre paradojas. Este libro rescata una de ellas: cómo España consiguió aprobar el derecho al voto femenino en un encendido debate en el Congreso que tuvo lugar entre dos mujeres parlamentarias: Clara Campoamor y Victoria Kent, posicionadas a favor y en contra del sufragio universal. Cuando se cumplen noventa años de ese hito y en una edición de lujo con ilustraciones de Helena Pérez García, Isaías Lafuente escribe el relato definitivo sobre este momento histórico e intenta poner fin a todos los falsos mantras que hoy en día siguen proclamándose. Una narración exquisita que nos acerca a uno de los mayores hitos de la historia del feminismo en España
La Transición es un período complejo de nuestra historia reciente. Contada desde diferentes puntos de vista por historiadores, novelista, series de televisión y documentales, ha primado, a la hora de describirla, el lado anecdótico, la influencia directa de los personajes políticos y la madurez del pueblo español que supo entender el cambio de régimen sin enfrentamientos ni mayores convulsiones sociales. Ahora que tanto se cuestiona el proceso, este libro aporta otra mirada, diferente y crítica, que destaca la influencia extranjera, el papel de la CIA, las FF. AA., el verdadero papel de Suárez y del Rey, así como la labor, en la sombra, de otros protagonistas. Es posible que la sociedad, acostumbrada a medias verdades, desee ya saber que la Transición NO fue, en realidad, como se cuenta.
Alto, de voz suave y uno de los actores más importantes desde los años sesenta, decidió diversificarse dirigiendo y produciendo películas. Pronto Clint Eastwood pasó de ser un popular actor de películas para su pase en televisión, ambientadas en el Western, para convertirse en una de las estrellas más prestigiosas del mundo, ganando igualmente gran prestigio como director. Su compañía de producción, Malpaso, un nombre poco apto para supersticiosos, ha conseguido realizar grandes películas contando con presupuestos muy bajos, pero muy ambiciosas desde el punto de vista personal y artístico. Eastwood no forma parte del sistema tradicional de Hollywood y su negocio está centrado en Carmel, California, en la Península de Monterrey, donde ha ejercido también como alcalde y tiene un restaurante en propiedad. Eastwood creció en los años de la Gran Depresión, en California, donde sus padres eran obreros eventuales sin empleo fijo. Después de terminar la escuela secundaria, trabajó como leñador en Oregón, además de tocar el piano, y ser instructor en el Ejército americano. Mientras estaba en el ejército, estudió en el City College de Los Angeles. Cuando firmó un contrato como actor para la Universal, una de sus primeras experiencias fue en un filme de gran éxito pero de ínfima calidad artística titulado “Francis en la marina” (1955), siendo Francis una mula parlanchina a las órdenes de Donald O’Connor. Después continuó realizando algunas películas de serie B, hasta que se fue a Nueva York y ganó cierto prestigio como el jefe Rowdy Yates en la serie de Televisión 'Rawhide' (195966). Los horarios concretos de la Televisión y un buen entrenamiento físico anterior, le ayudaron a desarrollar un buen estilo como actor secundario que le condujo poco a poco a ser figura principal. Su primer triunfo mundial lo logró en Europa, donde consiguió un gran reconocimiento en una trilogía de Spaghetti Westerns dirigida por Sergio Leone que se rodó en España. Nervudo, lacónico, y especialmente letal, logró popularizar las películas del Oeste americano rodadas en Europa, siendo su primer gran triunfo la violenta y bien dirigida “Por un puñado de dólares” (1964). Después vinieron “La muerte tenía un precio” (1966) y “El Bueno, el feo, y el malo” (1966), consiguiendo ser reconocidos posteriormente como Westerns clásicos y él mismo una gran estrella mundial. Una vez abandonado ese género, consiguió otro gran triunfo con “La jungla humana” (1968), una inteligente película sobre violencia urbana dirigida por Don Siegel. La segunda gran oportunidad de Eastwood llegó con la encarnación en la pantalla del personaje apodado “El sucio” (Harry Callahan), un policía que daba el nombre al filme “Harry el sucio” (1971) de Don Siegel. Su mayor habilidad para resolver los casos dudosos era disparar a los sospechosos, en lugar de interrogarles. De esa larga serie de películas sobre Harry destacamos “Impacto súbito” (1983), y una frase suya que dice: “Hoy no es mi día”, cuando está a punto de morir amenazado por una pistola. No obstante, estas películas no tenían la suficiente calidad artística y su ideología violenta molestaba a muchas personas. Sobre esta crítica, Eastwood ha declarado que <i>“Mis personajes son hombres que tienen un alto concepto del bien y del mal, pero a veces no tienen paciencia para que un juez ponga en libertad a un asesino”</i>. También añade que “Mis películas hablan de problemas morales y sociales, no de política”. Su amistad con Ronald Reagan también le ha proporcionado algunas críticas, suponemos que de quienes no le votaron, pero la preocupación de Eastwood por el medio ambiente, le ha proporcionado un gran respeto en el Departamento del Interior.
Las recetas más sabrosas y representativas de nuestra cocina Paella, gazpacho, fabada… son platos típicos y muy característicos de la cocina española, pero hay muchísimos más; cada comunidad autónoma tiene sus propios platos diferenciadores, pero muy apreciados por todos aquellos que los conocen. Incluso un mismo plato puede tener diferentes formas de presentación dependiendo de los ingredientes, la preparación, etc., tal y como podremos comprobar en este libro. Gracias a esta obra de Cristina Sala, usted podrá recorrer gastronómicamente —y sin moverse de casa— toda la península Ibérica y degustar los platos más singulares de cada región. La cocina es también una forma de conocer culturas… Primeros platos, segundos y postres componen esta magnífica recopilación gastronómica, todos ellos elaborados con ingredientes típicos de la región, pero fáciles de encontrar en cualquier mercado local.
Además de uno de los grandes narradores del siglo XX, Hemingway fue también un extraordinario cronista. «Las verdes colinas de África» es una obra maestra del reportaje donde Hemingway cuenta la estancia de un mes (diciembre de 1933) en África, dedicado a una de sus grandes pasiones: la caza mayor. La luz africana, el paisaje febril, la excitación y la tensión que produce la cinegética se convierten para Hemingway en motivos de reflexión que van mucho más allá del safari y la simple narración turística. Como siempre, Hemingway logra elevar la anécdota a la categoría de mito, explorar la condición del hombre a través de sus instintos más primarios y, en definitiva, indagar en torno a la eterna cuestión de la muerte, el deseo y la supervivencia.
Esta obra no es una novela, sino un reportaje, un reportaje de unos hechos alucinantes. Porque la vida y la muerte de Hildegart Rodríguez tienen mucho de asombrosas y poco de vulgares o tranquilizantes. Es una mujer extraña que, ya antes de su nacimiento, aparece siempre bañada en una luz irreal, moviéndose en un clima onírico, respirando un aire fantasmal. Abundan en su historia los hechos que superan la capacidad de comprensión de muchos personajes —ella misma o su madre—, que parecen arrancados de una angustiosa y obsesiva narración de Kafka o de Poe, cualidades todas que aconsejaron llevarla a la pantalla, en una película dirigida por Fernando Fernán Gómez.