De día, Kraft trabajaba como oficial del Servicio de Inteligencia del Ejército; por la noche, informaba acerca de los triunfos y fracasos de su servicio. Una noche, Kraft presenta un informe alarmante: en las filas del Ejército se ha infiltrado un peligroso traidor, cuyas revelaciones al enemigo han hecho fracasar media docena de misiones vitales. Kraft recibe el encargo de descubrirle. Pero su misión oculta es encontrar una cabeza de turco a quien hacer pasar por el traidor. El plan de Kraft requiere la colaboración de una persona ajena al Servicio: un agente sin escrúpulos y buen observador, cuyas pruebas contra el falso culpable no puedan ser discutidas. ¿Será Wolfram Stark, rudo y cínico profesional de bien probadas habilidades, la persona adecuada para ello? Pero, ¿seguirá Stark sus órdenes? ¿O tiene planes y órdenes propios? Apremiado por el tiempo, Kraft somete a Stark a una prueba. A una prueba que puede costarle la vida.
Piloto de motocicletas, aspirante a torero en Málaga y aviador de la RAF a los diecisiete años, Frederick Forsyth ingresó muy joven en el periodismo. Enviado por la agencia Reuter a cubrir los viajes del general De Gaulle en la época de los atentados de la OAS, concibió contar un atentado desconocido: el que cometió Chacal. ¿Se trata sólo de una novela? ¿Mezcla el autor realidad y ficción? ¿Ocurrió realmente?
El Chacal ha elegido el 25 de agosto, Día de la Liberación, para realizar la más audaz y riesgosa tarea que se le haya encomendado jamás a nadie, aunque para pagársela sea necesario arrasar con todos los Bancos y joyerías de Francia. Media Europa es alterada: miles de cables telegráficos se cruzan en endiablada y frenética carrera para prevenir sin despertar sospechas, para averiguar datos, para confrontar fechas…
El apelativo de el Chacal se debe precisamente a esa ferocidad implacable, a esa astucia sutil que lo hace escurrirse entre los dedos de sus perseguidores, demostrando su brillante inteligencia y su profundo conocimiento de los hombres y sus debilidades.
No en vano esta novela ha sacudido profundamente a millones de lectores en todo el mundo.
Dos hombres murieron el 22 de noviembre de 1963: el presidente John F. Kennedy fue asesinado en Dallas; un viejo judío alemán, Salomón Tauber, se suicidó en Hamburgo. Aparentemente, ambos hechos carecían de relación entre sí, pero cada uno de ellos tuvo imprevistas consecuencias. De eso trata Frederick Forsyth en Odessa, obra que sigue la estela del grandioso éxito alcanzado por Chacal en todo el mundo y que ha hecho de su autor uno de los novelistas más leídos y admirados.
El mayor superpetrolero del mundo, el Rossia, propiedad de la compañía rusa Rosfnet, realiza su viaje inaugural desde los astilleros de Shanghái alrededor de África, tras cargar sus tanques en Irán. Su tamaño le impide cruzar el canal de Suez, por lo que debe doblar el cabo de Buena Esperanza. En su viaje realiza descargas simbólicas en refinerías de compañías amigas. Tras una parada en Durban, el siguiente puerto de escala es Santa Cruz de Tenerife. A la llegada del coloso de los mares a Canarias, las autoridades y la prensa son invitadas a una recepción a bordo. Ese mismo día, un grupo de terroristas chechenos que ha embarcado dos tráileres cargados de nitrato de amonio provenientes de Marruecos en el ferry rápido que une Gran Canaria con Tenerife, tienen previsto secuestrar el barco a mitad de la travesía, lanzarlo a toda velocidad contra el superpetrolero y hacer que la carga de los camiones explote en el momento del impacto. El petrolero, la refinería y media ciudad están en peligro. En el momento planeado, los terroristas se hacen con el barco a punta de pistola. Pero no han previsto una eventualidad: a bordo se encuentran Ariosto y su chófer Olegario. Y eso puede convertirse en un problema.
En una isla de las costas de Maine, un hombre es encontrado muerto. No hay identificación de su cuerpo. Solo el esforzado trabajo de un par de periodistas locales y de un graduado en medicina forense logra descubrir algunas pistas para, después de un año, saber quién es el muerto. Pero es aquí donde comienza el misterio. Porque cuanto más descubren del hombre y de la extrañas circunstancias de su muerte, menos comprenden. ¿Se trata de un crimen imposible? ¿O algo aún más extraño…? Con ecos de «El halcón maltés» de Dashiell Hammet y de la obra de Graham Greene, Stephen King presenta un relato sorprendente y conmovedor, cuyo tema es nada menos que la naturaleza del propio misterio.
«A la vista de que el Gobierno de los Estados Unidos piensa retirarse de Irak dejando tras de sí un rastro de muerte y destrucción que ha arrasado el país, hemos decidido que la empresa culpable de tan cruel y nefasto desastre —la Dall&Houston, de la que ustedes son los principales dirigentes y accionistas— reintegre los beneficios que ha obtenido de tan bárbara e injustificada agresión. Nos consta que no es posible resucitar a los muertos, pero sí lo es reponer en parte los daños causados, y por ello exigimos que devuelvan dichos beneficios, que hemos calculado en torno a los cien mil millones de dólares. De no aceptar nuestra justa demanda, cada dos semanas uno de ustedes será ejecutado; no importa lo que aleguen en su defensa, dónde se oculten o cómo intenten protegerse. La mejor prueba de que hablamos en serio reside en el hecho de que el cadáver del único compañero del Consejo de Administración que en estos momentos falta a la cita y cuyo sillón aparece vacío, Richard Marzan, se encuentra actualmente en el interior de una de las tinajas que adornan el jardín de su fastuosa mansión, a orillas del río. Si deciden colaborar les enviaremos una lista de los hospitales, escuelas, edificios, puentes y carreteras que deberán comenzar a construir inmediatamente. De no ser así, antes de que finalice el verano tan sólo dos de ustedes habrán sobrevivido, pero será por un muy breve espacio de tiempo. El dinero sucio de sangre, con sangre se limpia. Aarohum Al Rashid».
Es diciembre de 2008 y, el escenario, un profundo valle de los Pirineos. De camino al trabajo, los empleados de una planta hidroeléctrica descubren el cuerpo de un caballo decapitado suspendido en la cara helada de la montaña. La investigación del macabro hallazgo es asignada al comandante Servaz, un cuarentañero hipocondríaco que siempre actúa guiado por su instinto. Se trata del caso más extraño de toda su carrera. ¿Qué motivos podría tener alguien para asesinar a un caballo a dos mil metros de altitud? Todo indica que este es solo el principio de una larga pesadilla. Ese mismo día, una joven psiquiatra se inicia en el mundo laboral en el psiquiátrico de la zona. Atmósfera opresiva, suspense desde la primera página, así como un viaje a los miedos más atroces del ser humano. Estamos ante una de las novelas revelación de este año.
Un horripilante asesinato en una pequeña ciudad universitaria del suroeste de Francia nos devuelve a Martin Servaz (protagonista de «Bajo el hielo»). Un vecino llama a la policía para advertir de que hay un joven sentado junto a la piscina de la víctima, que está llena de muñecas flotantes. El joven, Hugo, drogadicto, resulta ser el único hijo de Marianne, el gran amor de Servaz y a la que este no ve desde hace más de veinte años. Hugo parece el único sospechoso del terrible crimen pero una vez que Servaz se pone a investigar, descubre algo mucho peor: El perverso asesino en serie de «Bajo el hielo», podría estar detrás del crimen…
Desde que el psicópata Julian Hirtmann le envió el corazón de Marianne dentro de una caja de cartón, el comandante Martin Servaz ha permanecido internado en un centro para policías, luchando por sobreponerse a un golpe tan atroz. Necesita descanso y, sobre todo, recuperar las ganas de vivir. Sin embargo, un día Servaz recibe por correo la llave electrónica de una habitación de hotel en la que un año antes una artista se quitó la vida de una forma sobrecogedora. Intrigado por los motivos que han llevado al misterioso remitente a contactar con él, Servaz contraviene las órdenes de guardar reposo y decide investigar por su cuenta.
Al mismo tiempo, la periodista radiofónica Christine Steinmeyer encuentra en su buzón una misiva anónima perturbadora: la carta de una suicida, primer paso de un acoso sin tregua que continuará con llamadas amenazadoras, extorsión e intimidación sexual; una serie de agresiones que la sumirán una pesadilla que podría arrebatarle la cordura.
Conforme Martin y Christine se ven envueltos en situaciones cada vez más extrañas, las claves para resolver este misterio inexplicable surgirán en sitios tan dispares como las óperas clásicas de desenlaces trágicos, un diario desgarrador o en el corazón de la industria aeronáutica, basada en Toulouse. Ante estas circunstancias, dos personas en un estado mental extremadamente frágil no tendrán otra salida que plantar cara a sus demonios más íntimos y a un enemigo perturbado dispuesto a todo por hacerse con el control de sus vidas.
Mayo de 1993. Atadas a troncos de árboles y vestidas de primera comunión, Amber y Alice Oesterman son halladas muertas a orillas del Garona.
Así comienza la primera investigación de Martin Servaz, que centra su atención en Erik Lang, un autor de novelas negras de tintes crueles y perturbadores, entre las que se encuentra una titulada precisamente La primera comunión, y del que las dos hermanas eran fervientes seguidoras. El caso se cierra a raíz de un desenlace imprevisto, que deja a Servaz corroído por la duda.
Febrero de 2018. El escritor Erik Lang descubre a su mujer asesinada, vestida también de primera comunión. Veinticinco años después, Martin Servaz se ve inmerso de nuevo en aquel doble crimen y sus temores de ataño vuelven a despertar, hasta rayar la obsesión.
Con la aparición del cadáver de Karina Perodici, violado y torturado, la comisaria de la Ertzaintza, Julieta Laborda y su ayudante Pepe Dueñas, apoyados por el Equipo de Homicidios, desarrollarán una carrera contrarreloj por descubrir y encajar el escabroso «puzzle» de su muerte.
Así «Bilbao, expediente 406» sumerge al lector en el mundo de la policía autónoma vasca, descubriendo las inquietudes, frustraciones, alegrías y sentimientos de sus personajes que quedan magníficamente plasmados en la tensa relación amorosa de sus tres principales protagonistas. Todo ello dentro de los estamentos de la villa bilbaína, desde los tugurios de Las Cortes, hasta los palacetes de la alta burguesía de Neguri, poniendo de manifiesto las miserias y grandezas que el Gran Bilbao oculta.
En «Urdaibai sangriento» nos encontramos, de nuevo, con la Comisaria Julieta Laborda, su fiel ayudante Pepe Dueñas y el Equipo de Homicidios de la Ertzaintza, sumergidos en las pesquisas sobre la desaparición y posterior muerte de una joven turista.
La investigación se desarrolla en plenas fiestas de Bilbao, en su Semana Grande. Esto permite a la autora retratar el ambiente festivo, desenfadado y alegre de la ciudad por un lado, y por otro, esa otra cara, escondida a simple vista y que, sin embargo, está ahí: vidas truncadas, relaciones inconfesables, sórdidas y muerte. También Donostia, la Bella Easo, es escenario de una parte de la trama. Ambas ciudades en espléndida e inefable armonía, junto a Urdaibai, son los espacios por donde circulan los más intrigantes y oscuros personajes, sometidos a sus pasiones, prisioneros de sus vidas y llenos de dolor.
Madrid, verano de 2010. Corren los días del Mundial de fútbol y, mientras los ojos de todos están puestos en los tortuosos avances del equipo de España en Sudáfrica, la comisaria María Ruiz se enfrenta a un tenebroso crimen: un joven ha aparecido asesinado. Sin identidad visible. Sin pistas aparentes. Sin móvil.
Mujer atractiva, concienzuda y tenaz, María iniciará una investigación que se complicará cada vez más. Pero no está sola: el veterano periodista Luna, un maestro de la profesión hoy acorralado por la crisis y la era digital, y Tomás, brillante informático de la policía, serán claves para llegar hasta el fin. La intriga será para ellos tan trepidante como la que acompañó a la selección nacional hasta su gesta final.
Tras una larga convalecencia por las heridas sufridas en un duro cuerpo a cuerpo, la comisaria Ruiz ha vuelto. Lo hace el mismo día en que un hombre es hallado muerto entre los setos del Retiro. Es otoño en un Madrid enrarecido en el que las protestas de los indignados se mezclan con noticias de suicidios en una multinacional. El cadáver encontrado en el parque parece cuadrar en este grave asunto laboral y, sin embargo, algo no encaja. La joven comisaria se verá arrastrada más pronto de lo que debería a un combate entre lo que le dicta su instinto y su salud. Ella y el veterano periodista Luna quedarán atrapados en una batalla propia de una era de codicia y desigualdad.
La comisaria María Ruiz se encuentra desterrada en una de las provincias españolas más tristes para una investigadora criminal. En Soria el último suceso irresuelto del que se tiene noticia ocurrió en 1954, cuando una mujer que presuntamente asesinó a su marido con matarratas desapareció para siempre. De estar viva, tendría 101 años. Desde que la destinaron a Soria, sacándola de la fiebre de Madrid, la comisaria Ruiz viaja todos los fines de semana a Ávila, donde acompaña en su trance entre la vida y la muerte a su compañero Tomás, que está en coma. Su viejo amigo, el comisario Carlos, finalmente ha conseguido convencerla para que un fin de semana se airee y vaya a visitarlo a Santander. Pero lo que tenían que ser un par de días de tranquilidad se convierte en el mejor incentivo para la comisaria Ruiz. El nuevo caso que Carlos tiene entre manos arranca con un coche abandonado en la zona del puerto. En el maletero, una chica muerta, y en el asiento del copiloto, un ejemplar del periódico The Times con fecha del 15 de octubre de 1998 y una noticia recortada. A estas pistas tendrá que enfrentarse una comisaria a quien el caso no le pertenece, pero que ella sí que necesita para no perder la cabeza y volver a sentirse realmente en activo y cercana a la realidad que mejor la define.
La comisaria Ruiz vuelve a Madrid para preparar su defensa. El viejo Jefe Superior de la policía ha logrado su suspensión en venganza por una antigua investigación y María está temporalmente fuera del cuerpo. Pero eso no la va a frenar. Es el mes de mayo, tiempo de fiestas en torno al río Manzanares, y la aparición de unos animales muertos es el primer indicio de una anomalía que pronto dejará más huellas letales: la ejecución de una joven becaria de Historia del Arte en uno de los puentes del río. Y no será la única. La policía investiga magia negra, acoso sexual o sadismo, pero los distintos sucesos empiezan a conformar una serie de escenificaciones que llevarán a la comisaria Ruiz hasta el legado de Goya. Sin equipo, sin uniforme y sin pistola, María se enfrenta esta vez a un ser de extrema inteligencia, marcado por una obsesión y con gran capacidad de manipulación. En su lucha contra el tiempo recorrerá casas okupas, túneles subterráneos y un Madrid oculto y ajeno al Estado.
Año 1997, la comisaria Rocío Prados se halla en el cementerio de Santander con María, dispuesta a poner fin de una vez por todas al caso de «Una rosa blanca, una rosa negra». Mientras, en Madrid, su fiel Mendía acude a la llamada de una mujer que asegura tener pruebas que apuntan a su marido como el responsable de la muerte de su hermano, diez años atrás. Asegura que no ha sido su único crimen. Cuando la policía llega el marido ha huido.
En esta tercera entrega, la hija mayor de la comisaria Rocío Prados, Patricia, asume un protagonismo similar al que disfrutó, como periodista recién licenciada, en la segunda entrega, Aunque sea lo último que haga. No así en la primera entrega Un Rosa Blanca Una Rosa Negra , en la que al inicio de la trama apenas contaba con dos años, al finalizar era ya adolescente.
El comisario Jean-Baptiste Adamsberg, tras unas merecidas vacaciones en Islandia, se interesa de inmediato a su regreso a Francia por la muerte de tres ancianos a causa de las picaduras de una Loxosceles rufescens, más conocida como la reclusa: una araña esquiva y venenosa, pero en ningún caso letal. Adamsberg, que parece ser el único intrigado por el extraño suceso, comienza a investigar a espaldas de su equipo, enredándose inadvertidamente en una delicada y compleja trama, llena de elaborados equívocos y profundas conexiones, cuyos hilos se remontan a la Edad Media. Un caso elusivo y contradictorio que se escapa a cada momento de las manos del comisario, haciéndole regresar a la casilla de salida. Solo sus intuiciones, tan preclaras como dolorosas, serán capaces de devolverle la confianza que necesita para salir ileso de la red tendida por la más perfecta tejedora… Cuando sale la reclusa es sin duda la obra más ambiciosa de Fred Vargas, la reina indiscutible de la novela negra europea. En ella se entrecruzan con maestría todos los temas que han convertido la publicación de cada una de sus novelas en un auténtico acontecimiento literario, tanto para la crítica como para los lectores: el medievo, la arqueología, los mitos, el mundo de los animales y, por supuesto, la descripción detallada y poderosa de los oscuros laberintos del alma humana.
Ha aparecido un cadáver en una céntrica plaza de la ciudad de Roma. Lo que en principio parece el cuerpo sin vida de un vagabundo pronto se revelará como uno de los casos más enrevesados a los que el sagaz inspector Alec Blume ha tenido que hacer frente en su carrera... Cuando Blume descubre el diario del fallecido, se da cuenta de que en realidad es un talentoso falsificador de arte. Entre calles romanas, galerías de arte, las mejores cafeterías y pizzerías de la ciudad, rodeado de intrigas de un libro dentro de otro libro y de un Velázquez inédito, Blume arriesgará la vida enfrentándose a un entramado altamente corrupto....