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Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 19. Chacales de Angola, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Las calles de Nueva Lisboa tenían un aspecto deplorable. Casas semidestruidas, coches incendiados por el efecto de las bombas y los cañonazos, gente llorando por las calles y preguntando por sus seres queridos, algunos cadáveres destrozados o calcinados por el fuego que eran retirados por las brigadas de socorro. Desde su habitación en la quinta planta del Hospital General, el capitán Paulo Da Cunha observaba, consternado, el triste espectáculo que se ofrecía ante sus ojos. El constante ulular de las sirenas y el esporádico estampido de los disparos indicaban que el combate aún no había cesado. Las tropas gubernamentales acababan de ocupar la ciudad que hasta entonces estaba en manos de los rebeldes.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 20. El valor de un cobarde, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

El teniente Wallace estaba sentado en la amplia sala, sujetando su gorra y sus guantes. Se mostraba erguido como si montase un caballo, mirando a través de la habitación el mapa de Corea. La estancia olía a desinfectante y eso le hacía sentirse a disgusto. También le molestaban otras cosas, como por ejemplo el hecho de que un suboficial estuviese en mangas de camisa, trabajando ante él como si aquello no tuviera ninguna importancia. A Wallace le parecía imposible que el ejército tolerase ciertas cosas. Al menos, en un lugar como aquél donde estaban altos jefes militares. Cambió la gorra y durante unos instantes jugueteó con los guantes. Luego volvió a adoptar la misma posición erguida y siguió esperando. Una sola luz brillaba sobre la cabeza del teniente, pero era tan intensa que le hacía sentir más fuerte el calor. Su frente debía de estar empapada.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 21. El largo camino de la esperanza, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Un hospital alemán para inválidos y mutilados de guerra se encuentra en medio de la nueva ofensiva rusa hacia Prusia Oriental. Los pacientes del hospital, entre los que se encuentra el capitán de panzergrenadier Lothar que ha perdido las dos piernas, se verán ante la disyuntiva de rendirse o resistir... Interesante novela en la que se nos muestra el drama de los soldados gravemente mutilados, especialmente el del protagonista que ha perdido las dos piernas, lo cual no es obstáculo para que sea el único de los paciente en hacer frente a los rusos y tampoco de encontrar el amor en una guapa enfermera del hospital. Vamos, que por lo menos aquí tenemos la novedad de que el chico de la novela no tiene piernas… La parte final con el francotirador ruso persiguiendo a los huidos aunque flojea en credibilidad en algún momento resulta bastante intensa. Por otro lado, se nota que el autor está bien documentado sobre la Segunda Guerra Mundial con detalles de este conflicto que agradecemos los apasionados del tema. Es difícil hacer una chapuza con la portada de una novela de este género ya que casi cualquier escena bélica puede valer...pues aún así lo consiguen y nos meten un par de soldados americanos en una novela en la que no aparece ninguno.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 22. Sangre inocente, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Abdel sentía un odio visceral hacia los franceses. No era un odio gratuito. Sus dos hijos y su nuera, miembros del FLN1, habían caído en la lucha contra el invasor. Sin embargo, él no podía empuñar un fusil y dejarlo todo para largarse a los montes junto al resto de sus compatriotas. Se lo impedían sus setenta años, su salud ya resquebrajada y, sobre todo, su nieta Aicha, que habiendo quedado huérfana estaba a su cuidado. Pero Abdel no había renunciado a colaborar con la causa argelina. Lo hacía a su manera, clandestinamente, abasteciéndolos de víveres y pasándoles información sobre cuanto acontecía en el pequeño pueblo de Arzew.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 25. Sólo se muere una vez, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Harold Heacht descubre que su empleado de confianza Curley le está robando y le da la opción de denunciarlo y que lo encarcelen o alistarse en el ejército. Este, lleno de rencor, no tiene más remedio que alistarse y al llegar al grado de teniente se le presenta un día la oportunidad de vengarse: Bruce, hijo de su ex jefe participa bajo su mando en una misión de comando para destruir una base de abastecimiento de submarinos de los japoneses en una isla cerca de Nueva Guinea. Así se propone esperar el momento adecuado durante la misión para acabar con el desprevenido Bruce. ¡Lo que no tiene en cuenta el vengativo Curley es que en la isla se van a tener que enfrentar a algo más mortífero que los japoneses...una tribu de salvajes caníbales!


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 29. El búnker de la Adolfplatz, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

El Obergefreiter Willy Vother se arrastró penosamente por el fondo de lo que había sido, hasta la víspera, una trinchera normal y corriente. Ahora ya no lo era. Obuses de todos los calibres, morteros silbantes como grandes moscones coléricos, aparte de cientos de miles de balas, habían devorado glotona y rabiosamente la estructura de la trinchera, no dejando de ella más que la poco profunda zanja por la que el hombre se arrastraba ahora. —¿Qué mosca te ha picado? —inquirió deteniéndose junto al Gefreiter Rolan Keil. —No ha sido ninguna mosca, Willy…, ¡mira!


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 35. Muerte en lo profundo, de Clark Carrados

Aventuras, Novela

Muerte en lo profundo nos narra las aventuras de Barry Blake, un teniente de la US Navy acusado de un asesinato que no cometió. Aunque las pruebas contra él parecen claras, la Marina preferiría que no se celebrase el juicio, a fin de evitar el consiguiente escándalo, por lo que proponen a Blake la retirada de todos los cargos en su contra, a cambio de que presente la dimisión y abandone la Armada. A Blake no le queda más remedio que aceptar eso o la cárcel, así que dimite. Meses más tarde, Blake, bajo la falsa identidad de Thomas Andrew Smith, malvive agarrado a una botella de licor. Un día, poco después del ataque a Pearl Harbor, una patrulla de la Policía Naval irrumpe en su cochambroso apartamento y se lo lleva detenido bajo la acusación de deserción, ya que un tal Thomas Andrew Smith, marinero de segunda, había abandonado su barco cuatro semanas antes sin permiso. La misión de los policías militares es devolverle a Pearl Harbor. El ataque japonés provocó numerosas bajas entre la marinería, por lo que la US Navy anda escasa de hombres, razón ésta por la que no se tendrá en cuenta su deserción. Pero si vuelve a hacerlo, acabará frente a un pelotón de ejecución. Nuestro protagonista se encuentra ante una terrible disyuntiva. Puede decir quién es realmente y librarse de ir a la guerra, ya que el teniente Blake dimitió presionado por el Alto Mando, pero, por alguna razón que ni él mismo acierta a entender, no lo hace. Poco después, el marinero Smith es destinado al submarino Rayfish, a las órdenes del comandante Harnigan. El submarino parte hacia una misión, mientras Blake/Smith descubre entre los tripulantes al hombre que declaró falsamente contra él en el pasado, Dickie Pollock. Otra sorpresa aguarda a nuestro héroe. El comandante Harnigan le ha reconocido, y en una tensa entrevista con él, le comunica que tan pronto como regresen de esa misión deberá abandonar su buque. Harnigan es un buen oficial, pero sabe que Blake era mucho más competente que él, y no le agrada la idea de tenerlo a bordo. De todas formas, a su manera, Harnigan es un hombre justo, y no piensa ensañarse con Blake ni mucho menos. Es más, pide a éste que le eche una mano al alférez MaCkay, un oficial recién incorporado al servicio que, en palabras de Harnigan, está demasiado verde. Mientras se encuentran combatiendo el tráfico marítimo nipón, Harnigan recibe un mensaje del Estado Mayor. Debe dejar a un lado su misión rutinaria y acercarse a determinada posición costera para recoger a un agente secreto, cuyo nombre en clave es Crisantemo Negro, un espía poseedor de importantísima información sobre los efectivos militares nipones. Una vez a bordo el agente, el Rayfish deberá dirigirse hacia unas coordenadas determinadas, donde les estará esperando un hidro, un Catalina, para trasladar al agente a Pearl Harbor. Harnigan pone a Blake en el grupo que, a bordo de una lancha neumática, deberá recoger al agente secreto. A pesar de estar a punto de caer en una emboscada japonesa, logran rescatar al espía y llevarlo al submarino. El agente resulta ser una mujer, y no una fémina cualquiera, sino Moira Edwards, la joven por culpa de la cual Barry Blake echó su carrera por la borda casi dos años atrás. Las cosas se complican para la tripulación del Rayfish. Todos los oficiales, menos el bisoño alférez MaCkay, han muerto durante el combate contra los japoneses. El novato alférez es víctima de una crisis nerviosa, y sólo Smith / Blake puede comandar la nave. Con la eficaz colaboración del contramaestre Crequod, que desde el principio le había reconocido pero que no había dicho nada por no molestarle, Blake se dispone a completar la misión del Rayfish. Pero antes, él y Moira, que también le ha reconocido a pesar del frondoso bigote que altera ligeramente sus facciones, exorcizarán sus demonios interiores, logrando que el amor renazca entre ellos. Será precisamente Moira quien obligue a Pollock a confesar por escrito que Barry Blake fue víctima de una encerrona, para hacerle aparecer como culpable de un asesinato cometido por otros. Lo mejor de la novela, aparte de las sucintas pero correctas descripciones del carácter de los personajes, son sin duda los pasajes de acción, en los que Carrados describe con mano maestra los combates del submarino contra las unidades de la Flota Imperial japonesa. Carrados consigue transmitir al lector toda la tensión, la angustia y el ambiente claustrofóbico que se respira a bordo de un sumergible en misión de guerra, especialmente en los pasajes en los que el Rayfish es acosado por los destructores enemigos y sus terribles cargas de profundidad. MUERTE EN LO PROFUNDO se revela, así, como una de las novelas de guerra más logradas de LGL, un relato en el que el interés no decae en ningún momento a lo largo de sus 96 páginas.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 36. El experto, de Frank Caudett

Aventuras, Novela

Melissa Koster, además de la propietaria, sí era una gran cosa. Llena, rebosante, además, de grandes cosas. Cosas muy ostensibles bajo el tenue entramado de su malla escarlata… tentadora, insinuante. Más ostensibles todavía cuando las mallas iban cayendo, con habilidad demoníaca, entre cadencias de bongos, tecleo rítmico de un piano febril, y ambiente cálido en la apretada sala, en algo menos que penumbra, donde los caballeros —es un decir— contenían a duras penas su agitada respiración y las damas —también es otro decir— su desbocada envidia. Melissa Koster… divina. Y Michael Brown, que la contemplaba atentamente, supuso que además de divina, con mucha «tela», con mucho dinero.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 39. El ídolo que bebe sangre, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Dos vehículos, un gran camión y una furgoneta Ford de anchas ruedas, esperaban, a menos de cien metros del lugar de aparcamiento para aviones en el que el aparato, procedente de Orly, acababa de aterrizar. El avión, de la compañía Air France, había sido fletado en vuelo especial, y no llevaba a bordo, además de la tripulación y el personal auxiliar de vuelo, más que a las seis personas que lo habían abordado en París. Durante el vuelo, los «fichajes» de Morris se habían mantenido apartados, mirándose con cierta desconfianza, sin llegar a entablar ninguna conversación consistente. Sólo Gino Loretti, en dos o tres ocasiones, había intentado mostrarse galante con Pamella, pero la severa presencia de Alan al lado de la muchacha, había terminado por alejar al vehemente napolitano.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 51. Vientos de derrota, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Estaba solo. Sólo como únicamente puede estarlo un soldado. Sólo en la gran noche, abierta como un inmenso abanico estrellado. Sólo consigo mismo, como si su singular situación lo ubicara fuera del tiempo y del espacio, en un universo incomprensible, absurdo. Hubiera deseado ardientemente amoblar su soledad con los recuerdos, los deseos, los íntimos proyectos que como criatura humana tenía derecho a tener. Pero, ante su sorpresa primero, luego ante una progresiva indiferencia, no pudo abrir ninguna de las puertas tras las cuales se ocultaban las cosas buenas, malas o regulares de su corto pasado, ya que acababa de cumplir veintidós años. Al no poder apoyarse en nada, ante su tremenda incapacidad de recordar lo que fuera, de agarrarse a una imagen, una palabra o un gesto de pasado, afianzándose a ello como un náufrago a una boya salvadora, comprendió que estaba solo.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 53. Sabor a muerte, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Las balas silbaban por todas partes sembrando el pánico, la muerte y la confusión. Él rugido de las ametralladoras se mezclaba con el estruendo de los misiles y las explosiones de las granadas. El ataque de los vietcongs había sido sorpresivo y fulminante. Refugiados en la espesa vegetación de la jungla, habían caído sobre los soldados americanos al amparo de la oscuridad, sin darles la menor oportunidad de replegarse sobre la base. El teniente Ralph Blake había visto caer a Micke, a Richard y al sargento Dobs, que eran los más próximos a él en el momento en que se inició el ataque. Milagrosamente, las balas no le habían tocado y se arrojó dentro de un pozo producido seguramente por el estallido de un obús.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 59. Tigres voladores, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

El viejo Bentley se detuvo frente a la barrera de la base. Un gran cartel situado sobre la alambrada, advertía: «Zona Militar: Prohibido el paso». El conductor aguardó pacientemente a que se acercara el centinela y le enseñó unas credenciales. Después de examinar detenidamente el documento, el soldado levantó la barrera y el coche se internó en la base, bordeando los barracones y deteniéndose finalmente junto a los hangares. El chófer, un hombre pequeño de tez amarilla y ojos oblicuos, saltó del coche y abrió la portezuela trasera de la que descendieron dos individuos. Ambos vestían de paisano pero mientras uno de ellos no tendría más de veinticinco años, el otro pasaba largamente los cuarenta y cinco. Sin que entre ellos mediara palabra alguna, se encaminaron a los hangares donde un mecánico trabajaba arduamente sobre el motor de un biplaza. —¿El teniente Hataway? —preguntó el joven.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 72. Orden: Ejecución, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

La plaza de San Marcos estaba casi desierta. La tarde era fría y una llovizna helada caía sobre Venecia desde hacía varias horas. Pierre Lenoire bajó del transbordador y se dirigió, presuroso, a uno de los bares que estaban al otro extremo de la plaza. Vestía una gabardina gris y un sombrero de ala ladeado sobre sus ojos. Recorrió con la vista el espacioso salón del bar y se situó en una de las mesas más apartadas. Pidió una grappa al camarero y se dedicó a saborearla mientras tenía los ojos clavados en la puerta.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 79. Misión sin retorno, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

El coronel Buster era un hombre grande, en el sentido más amplio de la palabra. Tenía una gran cabeza ovalada, del tamaño de una pelota de rugby para gigantes. Sus manos no eran más pequeñas que un perro pachón adulto, y un apretón de sus dedos podía destruir un ladrillo. —¡Ewy! —bramó el coronel. Su voz de catedral gótica resonó por todo el ámbito de la Casa. Everett Murphy (Ewy para los amigos) se levantó y pasó entre dos sobresaltadas secretarias hacia la puerta del despacho del coronel. Era un hombre de mediana estatura, ojos de un azul muy pálido, casi transparente, nariz aguileña y labios muy finos. Su cabello era completamente blanco como la nieve, pese a que no tenía más que treinta y dos años.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 84. Héroes sin rostro, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

El capitán Philippe Donadieu escuchó el zumbido de la radio y conectó el transmisor. —Aquí el capitán Donadieu. ¿Quién habla? —Teniente Cassure del servicio de información de la tercera compañía. Tengo un importante servicio para usted. —Adelante. Le escucho.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 86. Retirada, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

El capitán Hermann Velger y su compañía se dirigen a Stalingrado llenos de optimismo después de que el mismo Hitler en persona se haya dirigido a ellos en un discurso patriótico de ánimo y sacrificio en la gran lucha contra la Unión Soviética. Pero cuando llegan a su destino se dan cuenta de que el avance alemán está paralizado en esa ciudad que en realidad es una trampa infernal de la que muy difícilmente podrán salir con vida...


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 88. Más allá del paralelo 38, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Ernest Cotten escuchó a lo lejos el rugido de unos motores y se incorporó en la cama. Era un zumbido apenas perceptible, por lo que supuso que se encontraba a varias millas de distancia. Se puso en pie trabajosamente y avanzando en medio de la penumbra se dirigió hacia la puerta de la habitación. Antes de salir, Cotten volvió la cabeza para comprobar que Hua Pinn continuaba durmiendo. Se quedó mirándola durante unos segundos en los que sus ojos recorrieron el bronceado y curvilíneo cuerpo de la muchacha coreana.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 89. Matar ó morir, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

El amanecer presagiaba un día caliginoso al tiempo que el siroco soplaba con fuerza creciente. Hasta la cabaña de piedra, de troncos y adobes, llegaba el polvo levantado por aquellas ráfagas. La puerta y las ventanas estaban cerradas y eso hacía que el interior oliese a humanidad sudorosa, como si los hombres allí reunidos no se hubieran lavado o cambiado de ropas en un mes. Fuera de la cabaña montaba guardia Mikis Pharandouri, con cuatro bombas de mano sujetas por el cinturón, las cananas cruzándole el pecho y el fusil ametrallador en las manos.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 93. Pelotón de ejecución, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

Estamos en el siempre convulso Oriente Medio con el eterno enfrentamiento entre judíos y árabes/palestinos en una historia muy coral con el punto de unión de una ejecución. Quizá ese aspecto, el que aparezcan tantos personajes, no sea el más adecuado para un bolsilibro por lo limitado de su extensión. Y es que en la historia viajamos al pasado de la mano de los recuerdos de varios personajes a acontecimientos tan dispares en el tiempo y el espacio como la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Los séis días en el Oriente Medio de los años 60. La verdad es que el autor en lugar de 'dispersarse' tanto con personajes que al fin y al cabo nada influyen en la historia y tendrían que ser muy secundarios podía haberse centrado más en los que son realmente relevantes en la historia. Desde luego entre tanto personaje podemos decir que el principal es el reo que espera su ejecución y el autor sabe reflejar muy bien la angustia de alguien en esa situación extrema. El final la verdad es que resulta un poco desconcertante pero no voy a comentar nada por no poner spoiler. Desde luego no creo que esta sea una mala novela ya que resulta entretenida e interesante en todo momento , además de reflejar la calidad literaria de un destacable autor como es Martínez Fariñas, simplemente se podría haber mejorado en los aspectos mencionados.


Bolsilibros - Metralla Ecsa (2ª Epoca) 95. Profesionales de la muerte, de Clifford Hilton

Aventuras, Novela

Tom Martín lo había perdido todo. Arrojó las cartas sobre la mesa y levantó la cabeza hacia Simley que lo contemplaba con una sonrisa cínica. —Lo siento, Tom. Hoy no era tu noche. —Ni la de hoy, ni la de toda esta semana. Simley asintió con la misma sonrisa mientras jugueteaba con las cartas en la mano. —Me debes diecisiete mil dólares —dijo con voz suave pero con cierto tono de amenaza.