LA PERLA apareció sorprendentemente, causando un gran escándalo, en julio de 1879 en Londres, proclamándose a sí misma como la única revista erótica para todos los gustos. Floreció en el mercado Underground hasta diciembre de 1880, cuando desapareció tan misteriosamente como había aparecido. Los dieciocho números incluyeron, además de muchas anécdotas, cuentos, chistes y chascarrillos, seis novelas completas, que pronto pasaron a formar parte de las obras maestras de la literatura erótica. A pesar de la persecución a que se vio sometida, nunca la justicia victoriana y mojigata pudo averiguar ni el editor, ni los autores, ni la imprenta que le daba el ser.
LA PERLA apareció sorprendentemente, causando un gran escándalo, en julio de 1879 en Londres, proclamándose a sí misma como la única revista erótica para todos los gustos. Floreció en el mercado Underground hasta diciembre de 1880, cuando desapareció tan misteriosamente como había aparecido. Los dieciocho números incluyeron, además de muchas anécdotas, cuentos, chistes y chascarrillos, seis novelas completas, en forma señalizada, que pronto pasaron a formar parte de las obras maestras de la literatura erótica. A pesar de la persecución a que se vio sometida, nunca la justicia victoriana y mojigata pudo averiguar ni el editor, ni los autores, ni la imprenta que le daba el ser.
LA PERLA apareció sorprendentemente, causando un gran escándalo, en julio de 1879 en Londres, proclamándose a sí misma como la única revista erótica para todos los gustos. Floreció en el mercado Underground hasta diciembre de 1880, cuando desapareció tan misteriosamente como había aparecido. Los dieciocho números incluyeron, además de muchas anécdotas, cuentos, chistes y chascarrillos, seis novelas completas, en forma señalizada, que pronto pasaron a formar parte de las obras maestras de la literatura erótica. A pesar de la persecución a que se vio sometida, nunca la justicia victoriana y mojigata pudo averiguar ni el editor, ni los autores, ni la imprenta que le daba el ser.
LA PERLA apareció sorprendentemente, causando un gran escándalo, en julio de 1879 en Londres, proclamándose a sí misma como la única revista erótica para todos los gustos. Floreció en el mercado «Underground» hasta diciembre de 1880, cuando desapareció tan misteriosamente como había aparecido. Los dieciocho números incluyeron, además de muchas anécdotas, cuentos, chistes y chascarrillos, seis novelas completas, en forma serializada, que pronto pasaron a formar parte de las obras maestras de la literatura erótica. A pesar de la persecución a que se vio sometida, nunca la justicia victoriana y mojigata pudo averiguar ni el editor, ni los autores, ni la imprenta que le daba el ser.
Relato, Aventuras, Ciencia ficción, Romántico, Terror
Hay historias, argumentos e ideas, que si bien son llamativos o atractivos, en la mayoría de ocasiones no dan para más de unas pocas páginas o, incluso, palabras, quedando relegadas al fondo de los cajones, viendo la luz raras veces. Aunque en este caso si que han sido publicados, en su mayoría en medios amigos, los relatos reunidos en este pequeño libro, por su heterogeneidad, tanto en el formato como en el género, han hecho que hayan pasado un tanto desapercibidos para el público en general. Es por ello, que los reunimos en este breve volumen, para que juntos sean algo más que palabras perdidas, y conviertan este cajón de sastre en un auténtico, aunque modesto, libro de relatos.
Un periodista novato se juega su carrera rastreando las huellas de un grupo de militares chilenos perdidos en la Antártica. Una joven mujer intenta escapar de su cuerpo, deformado por una extraña enfermedad. Un genio del jazz predice terremotos desde su lecho de muerte acosado por la lucidez de los que caminan al borde de la locura.Según Benjamín Labatut hay un centro incandescente en las cosas que pocos pueden alcanzar. Los que lo tocan se queman, se iluminan por un instante y luego se consumen. Ese núcleo secreto tironea a los personajes de esta colección de relatos.
Las plegarias abarcan historias cortas que pueden ser omitidas sin perjuicio de la crónica principal, pero que a su vez aportan información sobre eventos aislados para quien desee ampliar su conocimiento.La presente tiene lugar después del tomo 2 del testamento del Gris, aunque es posible su comprensión tan solo habiendo leído el tomo cero.
Para este volumen hemos elegido cinco relatos que serán otras tantas pruebas de su eficacia y de su variedad. Sólo hacia el fin de “The House of Mappuhi” el lector advierte cuál es el verdadero protagonista; “The Law of Life” nos revela un destino atroz, aceptado por todos con naturalidad y hasta con inocencia; “Lost Face” es la salvación de un hombre ante la tortura mediante un artificio terrible; “The Minions of Midas” detalla el mecanismo despiadado de una sociedad de anarquistas; “The Shadow and the Flash” renueva y enriquece un antiguo motivo de la literatura: la posibilidad de ser invisible. Jorge Luis Borges
A diferencia de su contemporáneo, el joven Wells, que buscó en la ciencia la posibilidad de lo fantástico, Gustav Meyrink la buscó en la magia y en la superación de todo artificio mecánico. “Nada podemos hacer que no seaa mágico”, nos dice en “El cardenal Napellus”; sentencia que hubiera aprobado Novalis. (…) Albert Soergel ha conjeturado que Meyrink empezó por sentir que el mundo es absurdo y que por consiguiente irreal. Estos conceptos se manifestaron primeramente en libros satíricos; luego, en libros fantásticos y atroces. Los tres relatos reunidos aquí prefiguran su obra capital, El Golem…
Los cuentos de este libro proceden de una fecha en que el hombre se reclinaba en su melancolía y en sus crepúsculos, pero la melancolía y los crepúsculos no han cesado aunque ahora el arte los vista con disfraces distintos. Jorge Luis Borges
Villiers en París quería jugar con el concepto de la crueldad, de igual manera que Baudelaire jugaba con el mal y con el pecado. Ahora, desventuradamente, nos conocemos demasiado para jugar con ellos. Contes cruels es ahora un título ingenuo; no lo fue cuando Villiers de l’Isle-Adam, entre grandilocuente y conmovido, lo propuso a los cenáculos de París. Este casi indigente gran señor, que se sentía el protagonista enlutado de imaginarios duelos y de imaginarias ficciones, ha impuesto su imagen en la historia de la literatura de Francia. Jorge Luis Borges
Wells entendía que un relato fantástico debe incluirun solo hecho fantástico; esa opinión corresponde a una época incrédula, que nose entrega fácilmente a lo maravilloso.(…)Lamento haber descubierto a Wells a principios denuestro siglo: querría poder descubrirlo ahora para sentir aquella deslumbraday, a veces, terrible felicidad. Jorge Luis Borges
Muy anterior a la literatura realista, la literatura fantástica es de la ejecución más ardua, ya que el lector no debe olvidar que las fábulas narradas son falsas, pero no su veracidad simbólica y esencial. Resignémonos a admitir que la literatura es un juego, ejecutado mediante la combinación de palabras, que son piezas convencionales, pero no olvidemos que en el caso de sus maestros —Machen es uno de ellos— esa suerte de álgebra o de ajedrez debe corresponder a una emoción. … Arthur Machen puede, alguna vez, proponernos fábulas increíbles, pero sentimos que las ha inspirado una emoción genuina. Casi nunca escribió para el asombro ajeno; lo hizo porque se sabía habitante de un mundo extraño. Jorge Luis Borges
Cabe prever una época en que el género policial, invención de Poe, haya desaparecido, ya que es el más artificial de todos los géneros literarios y el que más se parece a un juego. El propio Chesterton ha dejado escrito que la novela es un juego de caras y el relato policial un juego de máscaras… Pese a esta observación y al posible eclipse del género, estoy seguro de que los cuentos de G. K. C. siempre serán leídos, ya que el misterio que sugiere un hecho imposible y sobrenatural, es tan interesante como la solución de orden lógico que nos dan las últimas líneas.
Jorge Luis Borges
La elaboración, en Kafka, es menos admirable que la invocación. El argumento y el ambiente son lo esencial; no las evoluciones de la fábula ni la penetración psicológica. De ahí la primacía de sus cuentos sobre sus novelas; de ahí el derecho de afirmar que esta compilación de relatos nos da íntegramente la medida de tan singular escritor.
Fuera de alguna desafortunada incursión en el género humorístico, la palabra pesadilla es aplicable a casi todas las narraciones de Poe. Para este libro hemos elegido cuatro de sus más apasionadas piezas y el relato policial The Purloined Letter. A diferencia de los ulteriores cuentos de Wells, MS Found in a Bottle no quiere parecer verídico, pero es tan concreto y tan poderoso como lo son las alucinaciones; en The Facts in The Case of M. Valdemar el horror físico se agrega al horror de lo sobrenatural; en The Man of the Crowd los temas centrales son la soledad y la culpa; The Pit and the Pendulum es una exaltación gradual del terror. Jorge Luis Borges
Descubrir cada tanto tiempo el Oriente es una de las tradiciones de Europa: Heródoto, la Sagrada Escritura, Marco Polo y Kipling son los nombres que acuden en primer término. El más deslumbrante de todos ellos es el libro de «Las Mil y una Noches». En él parece estar cifrado el concepto de Oriente. Esa extraña palabra que abarca tantas y tan desiguales regiones, desde Marruecos hasta las islas del Japón. Definirla es difícil, porque definir es diluir en otras palabras y la palabra Oriente y la palabra Mil y una Noches ya nos colman de magia. Jorge Luis Borges
En Trieste, en 1872, en un palacio con estatuas húmedas y obras de salubridad deficientes, un caballero con la cara historiada por una cicatriz africana -el capitán Richard Francis Burton, cónsul inglés- emprendió una famosa traducción del Quitab alif laila ua laila, libro que también los rumíes llamaron de las 1001 Noches. Uno de los secretos fines de su trabajo era la aniquilación de otro caballero (también de barba tenebrosa de moro, también curtido) que estaba compilando en Inglaterra un vasto diccionario y que murió mucho antes de ser aniquilado por Burton. Ése era Eduardo Lane, el orientalista, autor de una versión harto escrupulosa de las 1001 Noches, que había suplantado a otra de Galland
Para esta antología hemos elegido cuatro relatos muy diversos. En La vida privada se conjugan lo fantástico y lo satírico, el tantas veces recreado tema del doble, caro a Stevenson y a Papini, la burla a las espléndidas nulidades que cruzan los visibles escenarios del mundo. Owen Wingrave puede parecer, al principio, un alegato pacifista; vemos después que la gravitación de lo antiguo y de lo espectral no excluye lo épico. Los amigos de los amigos encierra una profunda melancolía y es, al mismo tiempo, una exaltación del amor elaborado en el más secreto misterio. A estos tres relatos fantásticos hemos agregado otro que no lo es, pero que constituye quizá la obra maestra de Henry James en el cuento. La humillación de los Northmore es la crónica de una paciente venganza, tanto más atroz cuanto que ignoramos su última realidad.
Para ayudar a nuestra imaginación a aceptar un mundo de cuatro dimensiones, Hinton, en el primer relato de este libro, propone un ámbito no menos ficticio, pero de acceso más posible: un mundo de dos. Lo hace con una probidad tan minuciosa y tan infatigable que seguirlo suele ser arduo, pese a los escrupulosos diagramas que complementan la exposición. The Persian King, el tercer relato de este libro, que al principio parece ser un juego a la manera de Las Mil y Una Noches es, al fin, una parábola del universo, no sin alguna inevitable incursión a las matemáticas.