En la constelación de autores británicos que surgieron en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, muy pronto se destacó la figura de Harold Pinter (que hoy sigue en el primer plano de los grandes autores), se diría que como una brillante ilustración del parentesco que el filósofo Georg Lukacs encontraba entre el naturalismo y la vanguardia. Se diría que se trataba de un absurdo bañado de realidad reconocible, y que los espectadores del teatro —y de la radio, y del cine y de la televisión— reconocían y reconocen como una voz aguda contemporánea. Pinter comenzó su hoy extensa obra en 1957 con «The room» («El cuarto»), siendo desde entonces los cuartos cerrados, con muy pocos personajes, dos o poco más, los escenarios de muchos de sus dramas. En 1960 daría «The caretaker» (que se tradujo como «El guardián»), y comenzó su fama. Aquella vanguardia naturalista trascendió luego, hasta nuestros días, en un teatro político que da lugar a temas como la tortura y la opresión lingüística. A esta fase corresponden las excelentes muestras contenidas en este volumen.
La presente polémica estaba completamente olvidada. Se trata de la primera que ocurre entre un intelectual del grupo Orígenes y otro del grupo Avance. Se ha dicho que entre estos grupo hubo un distanciamiento que no fue ni siquiera polémico. Este texto, junto a la posterior polémica entre Mañach y Lezama de 1949, echa por tierra esta tesis historiográfica. Aborda, además, un tema de especial significación para las letras cubanas del siglo XX: la contradicción de modelos entre el escritor-contemplativo y el escritor-político.
Un grupo de disidentes judíos planea secuestrar al premier soviético Vasily Yermakov durante su viaje en el expreso Transiberiano. Su objetivo es exigir que se les conceda el permiso de salida a varios científicos judíos destacados para que puedan emigrar a Israel. Sin embargo, su plan se complica por la presencia de agentes de la KGB, la CIA y el Mossad, que tienen sus propios intereses en el destino de Yermakov
Dijo que había visto la puerta de un apartamento abierta y había entrado pensando que encontraría a alguien. Según había oído, en el primer piso de aquel edificio funcionaba una granja con patos, gallinas y de todo. Después de echar una mirada, se dio cuenta de que no estaba en la granja que buscaba sino solo en un corral de ovejas. Luego descubrió que se había quedado encerrada.
1537, isla de Tenerife. Un grupo de mujeres, mientras entonan antiguos cantos, forman un círculo alrededor de una joven parturienta. Sus alaridos resuenan en todo el valle. De repente, se hace el silencio. Y un último grito desgarrador… Entre las cobijas que debían arropar a un bebé, asoma lo que parece una pequeña mano cubierta de pelo. Ha nacido Petrus Gonsalvus, un rey guanche. Y esta es su historia… Rechazado por su pueblo, que lo considera un ser demoniaco, Petrus acaba en la corte de Enrique II de Francia y Catalina de Médici, a donde llega como un obsequio para el rey. Allí lo tratan como una simple mascota para divertimento real. Sin embargo, el monarca ve en él el brillo de una inteligencia despierta y sensible, y decide acogerlo bajo su protección. Petrus conoce entonces a Diana, hija bastarda del rey, que se convertirá en su amiga, cómplice y confidente. Los dos aprenderán a desenvolverse en la corte y lucharán por encontrar su lugar en ese mundo que los margina. Hasta que se cruza en su camino Catherine, una hermosa dama de compañía de la reina, elegida para ser la esposa de Petrus. Él se verá obligado a tomar una difícil decisión…
Una delicada talla gótica ha sido sustraída de una iglesia alemana. En la persecución la policía dispara a uno de los ladrones. Él no sabe muy bien dónde le duele, pero se le empieza a nublar la vista. La talla se ha manchado de sangre y tiene un agujero. La preciosa obra de arte ha salvado la vida al ladrón más famoso del mundo: Erik el Belga. Así empieza la autobiografía de René Vanden Berghe, Erik el Belga, escrita con increíble ritmo narrativo a cuatro manos con Nuria de Madariaga. Su vida es la demostración de que la realidad supera la ficción. Nada hacía suponer que el pequeño René fuera a convertirse en un ladrón. Su abuelo le transmitió el amor por el arte gótico y el románico, su madre lo introdujo en el mundo de la pintura, y su padre le enseñó los secretos del bosque, las armas y los libros antiguos. Pero el ambiente tras la segunda guerra mundial era perfecto para aprender las artes del contrabando y su carácter le dio el ansia por el conocimiento y la lógica necesaria para justificar su querencia por las piezas de arte sacro: «soy católico y la Iglesia es de todos los católicos, luego lo que es de la Iglesia también es mío» o «si no hubiera salvado esta pieza de la carcoma ahora no existiría…». En ocasiones, no le faltaba razón. Un auténtico thriller en el que se desvela la trama que hay tras los robos de arte. A Erik se le calculan unos 600 golpes en Europa, algunos muy sonados en España, donde a nadie parecía importarle el patrimonio. Y todos por encargo, porque para que alguien se lleve estas piezas únicas tiene que haber una persona dispuesta a comprarlas.
Tara, Katherine y Fintan son tres amigos irlandeses de la infancia que van a vivir a Londres. Tara: treintañera con serios problemas de autoestima y un novio que se dedica a criticarla. Katherine: treintañera incapaz de aventurarse a tener cualquier clase de relación con un hombre. Fintan: treintañero gay con pareja que trata de ayudar a sus dos mejores amigas para que sean felices. Preocupaciones comunes: una pareja estable, el sexo, el peso y el empleo. Aficiones comunes: emborracharse juntos y contarse sus más íntimos secretos. La última oportunidad: llegará a través de los deseos de un moribundo. Es entonces cuando podrán salvarse por los pelos de una existencia infeliz.
Por mis muertos es un intenso despliegue de historias situadas en zonas limítrofes. ¿Qué es lo verdadero? ¿Dónde termina la ficción? ¿Somos lo que somos o lo que contamos? Flavia Company consigue llevar al papel los elementos esenciales de la tradición oral y nos ofrece un libro lleno de vida. Justo en la frontera con la muerte. 'Comenté con mi esposa la posibilidad de invitaros a escuchar estos cuentos frente a la chimenea. Enseguida apeló al principio de realidad del que tan a menudo carezco: 'Cariño, tus lectores no nos caben en el salón'. Sonreí y acepté su propuesta: 'Escríbeles y pídeles que, después de leerlos, se los cuenten a algún amigo, a su novia, a los padres. Que los cuenten'.
PornoBurka es un corte de mangas ante la impostura como forma de vida, articulado sobre cuatro personajes: una pornoterrorista encandilada por su macho alfa, un español de provincias transmutado en argentino, una estrella del pop gay aunque bisexual y un artista xenófobo enamorado de un frutero pakistaní. El escenario, el barrio barcelonés del Raval, antiguo bajo fondo reconvertido en barrio de moderneo, emerge como metáfora de la sustitución de la vida en favor del espectáculo, de la ocultación de la mierda bajo la alfombra como lema. En este clima, en el barrio aparece un burka. Y todos olvidan su propio hundimiento y se lanzan a salvarlo, a liberarlo sin preguntarse jamás qué hay debajo, sin atreverse a mirar: metáfora de la gran pornografía de la ocultación (no del cuerpo, sino del ser), del sometimiento a las servitudes (no de la cultura, sino de la pertenencia), de todos los ejercicios cotidianos del «soy» y «seré» en detrimento del «estoy siendo».
«Me gusta mucho esta historia que empezó cuando en París llegué con Sophie Calle a un pacto: acordamos que durante un año yo le escribiría a Sophie la vida, y ella la viviría…», comentaba Enrique Vila-Matas a propósito de este peculiar relato donde el autor juega con las probabilidades de la ficción y las sorpresas que nos trae la realidad. Y, junto a las palabras, las ilustraciones de Sonia Pulido, que invitan a crear una nueva versión de la historia: una combinación perfecta para el placer de la lectura.
¿Cómo justificar la reflexión filosófica a la luz de esosobjetivos de política pública que la filosofía no es capazpor sí misma de satisfacer? En este necesario y perspicaz ensayo, Carlos Peña se hace cargo críticamente del menosprecio del que, de un tiempo a esta parte, es objeto la filosofía. En base a acusaciones de despilfarro e inutilidad, ha sido progresivamente desplazada de los planes educativos en pro de una enseñanza enfocada en lo técnico y lo útil. Es por eso que el autor se pregunta si efectivamente la enseñanza de la filosofía carece hoy de justificación y sentido.
Las Mujeres critican a los hombres por ser insensibles y descuidados, por no escuchar, por no ser afectuosos ni considerados, por no comunicarse, por no expresarles todo el amor que ellas necesitan, porque nunca encuentran nada en la nevera, por no comprometerse en las relaciones, por preferir el sexo a hacer el amor y por dejar la tapa del inodoro levantada. Los Hombres critican a las mujeres por su forma de conducir, por mirar los mapas al revés, por su falta de sentido de la orientación, por utilizar los lavabos como salas de reuniones, por hablar demasiado sin ir al grano, por no tomar la iniciativa más a menudo en el sexo y por dejar bajada la tapa del inodoro. ¿Por qué? Porque los hombres y las mujeres son diferentes. El propósito de los autores es divulgar, de modo ameno y divertido, las diferencias entre ambos, para que las relaciones de pareja sean más gratificantes, placenteras y satisfactorias. Este libro explica por qué: —Los hombres no deben nunca mentir a una mujer —Las mujeres hablan tanto y los hombres tan poco —Los hombres quieren sexo y las mujeres quieren amor… Barbara y Allan Pease han utilizado un amplio abanico de investigaciones, conversaciones, creencias y escenas diarias para escribir este libro, que lo hacen ameno y proponen al lector aprender más de si mismo y sobre el sexo opuesto.
¿Sabes cuáles son las siete cosas de los hombres que sacan de sus casillas a las mujeres? ¿O cuál es el verdadero motivo por el que las mujeres lloran más que los hombres? ¿Qué es lo que el hombre busca en realidad en la mujer… tanto a primera vista como a largo plazo? Por qué los hombres no se enteran y las mujeres siempre necesitan más zapatos echa un vistazo a algunos de los problemas que llevan siglos confundiendo a hombres y mujeres.
Los Pease se sirven de los más novedosos descubrimientos científicos sobre el cerebro, de los estudios sobre los cambios sociales, de la biología evolutiva y de la psicología para enseñarle a sacar el máximo partido de sus relaciones o, como mínimo, empezar a comprender de dónde viene su pareja. Ayudan a las mujeres a comprender por qué los hombres eluden el compromiso, qué es lo que los lleva a mentir y a descodificar el discurso masculino. Explican a los hombres por qué las mujeres les dan la lata, cómo utilizan el chantaje emocional y a comprender (y aprovechar) el sistema de puntuación ultrasecreto que todas las mujeres aplican. Adornado con su característico sentido del humor, Por qué los hombres no se enteran y las mujeres siempre necesitan más zapatos aborda además una cantidad importante de campos de batalla básicos, desde el zapping con la televisión hasta la tapa del retrete, pasando por las compras y la comunicación. Por qué los hombres no se enteran y las mujeres siempre necesitan más zapatos, un número uno en ventas ya en todo el mundo, es la clave para llevarse bien con el sexo opuesto.
La historia narra la vida de Jerónimo, un chico de veintiséis años de edad, muy trabajador y amante de la literatura, que vive con su madre en un pequeño pueblito, alejado de todo, llamado Santa Isabel. Jerónimo comete el error de su vida: el enamorarse de Julia rápidamente, una hermosa chica que huele sus miedos y que porta un olor peculiar. Sin él saberlo, empieza a sospechar que Julia esconde una versión de ella misma, resultando ser el mismo diablo por dentro. ¿Encontrará Jerónimo a alguien que le ayude a ver quién es Julia por dentro? Una historia llena de misterio, aventura y romance se envuelven en la vida de este chico.
Considerada en EE. UU. como una de las novelas más influyentes de la década de los setenta, Postales de invierno es la novela con la que Ann Beattie debutó y que le sirvió para ser inmediatamente identificada como una de las voces más importantes de su generación. La novela -que retrata como pocas el desencanto de la juventud americana posterior al movimiento hippie- cuenta la historia de Charles, un joven perdidamente enamorado de Laura, una mujer casada; de su amigo Sam, eterno parado; de Clara, su hipocondríaca madre que se pasa el día deprimida en la bañera; de Tod, su padrastro; y de Susan, su hermana. La música pop, el cine y otros elementos de la cultura popular le sirven a Beattie para tratar con ironía temas tan universales como el amor no correspondido, la insatisfacción laboral o las relaciones familiares; y así lo que podría leerse como una divertida comedia de situación se convierte en una aguda mirada sobre una generación que se resiste a abandonar el idealismo de su juventud y a someterse a las normas que imperan en la sociedad. Postales de invierno resulta ser -recogiendo las palabras de Rodrigo Fresán en el prólogo- «una de las novelas más tristemente graciosas o graciosamente tristes que jamás se hayan escrito».
Elige tu horario, elige tu trabajo, sé tu propio jefe, decide cuánto quieres ganar... bienvenido a la economía colaborativa, un nebuloso conjunto de plataformas y aplicaciones que prometen innovación, trascender el capitalismo, llevar el emprendimiento a las masas... En el presente libro, Alexandrea J. Ravenelle comparte las historias personales de casi ochenta trabajadores, en su mayoría jóvenes, de Airbnb, Uber, TaskRabbit y Kitchensurfing. Sus testimonios ponen de relieve la volatilidad del trabajo en la economía gig: la autonomía que estos trabajadores esperaban encontrar se ve usurpada por la necesidad de mantener unas tasas de respuesta y un nivel de aceptación que cuenten con la aprobación del algoritmo. Ravenelle examina los distintos tipos de trabajador de esta economía (desde las historias de éxito hasta los que tienen que pluriemplearse para conseguir unos ingresos mínimos), así como sus costes y beneficios y su impacto social, y muestra que la economía colaborativa invalida de hecho generaciones de protección a los trabajadores y no es sino una nueva versión del trabajo precario con un salario mínimo.
El mundo es una escala de grises, pero siempre lo vemos en blanco y negro. El blanco de quien es inocente y se acerca a la prisión con miedo a convertirse en una víctima. El negro que inunda las celdas de aislamiento. Y el gris que envuelve el lugar, plagado de matices.
Un día me dijeron: «Leire, no vayas a la cárcel, hay gente peligrosa». Y les sorprendió cuando contesté: «Y fuera también».
Ambientada en una cárcel, Presas narra la realidad de una prisión desde dos puntos de vista opuestos: el de Leire, que accede como voluntaria, y el de Azahara, encerrada por un crimen terrible. Sin embargo, por muy distintas que sean sus perspectivas, pronto ambas descubrirán que unos barrotes no son la única forma de convertir a las personas en presas.
¿Podemos amar después de que nos hayan roto el corazón? ¿Cuántas veces se puede alguien enamorar como la primera vez? ¿Se cierra con el tiempo la herida de ese amor? Esta novela, protagonizada por un joven que vive su primera pasión, aborda todas estas cuestiones: la violencia torrencial con la que llega el enamoramiento, la falta de recursos del individuo ante la experiencia, y la huella que deja en el resto de la existencia. Una historia de amor y de descubrimiento que abarca casi cinco décadas en la vida de sus protagonistas y del país.
Amores de adolescencia evocados con serena nostalgia, jóvenes apenas vislumbradas, reseñas de jazz sobre discos imposibles, un poeta amante del béisbol, un simio parlante que trabaja como masajista y un anciano que habla del círculo con varios centros… Los personajes y las escenas de este esperadísimo volumen de relatos hacen saltar por los aires los límites entre la imaginación y el mundo real. Y nos devuelven, intactos, los amores perdidos, las relaciones truncadas y la soledad, la adolescencia, los reencuentros y, sobre todo, la memoria del amor, porque «nadie podrá arrebatarnos el recuerdo de haber amado o de haber estado enamorados alguna vez en la vida», asegura el narrador. Un narrador en primera persona que, a veces, podría ser el propio Murakami. ¿Es entonces un libro de memorias, unos relatos con tintes autobiográficos o un volumen exclusivamente de ficción? El lector tendrá que decidir.
Un autor famoso dedicado exclusivamente a escribir novelas góticas decide abandonar definitivamente el ocio. Frustrado y amargado por haber permitido que sus aspiraciones literarias de juventud quedaran sepultadas bajo las exigencias del mercado editorial, decide dar un giro radical a su vida y entregarla al opio. Para conseguirlo cruzará Buenos Aires en el autobús 126 junto a una desconocida llamada Alicia —un ama de casa que bien podría ser el amor perdido de su época de estudiante en la Facultad de Ingeniería— hasta un submundo conocido como la Antigüedad, donde se encuentra el «dealer» que puede proporcionarle la tan ansiada llave que le permita acceder a la nueva Realidad.