La mitología es un conjunto de relatos que forman parte de una determinada religión o cultura. Los relatos están basados en la tradición y en la leyenda, y se crearon para explicar el universo, el origen del mundo, los fenómenos naturales y cualquier cosa para la que no había una explicación simple. Sin embargo, no todos los mitos tienen por qué tener este propósito explicativo. Igualmente, la mayoría de los mitos están relacionados con una fuerza natural o deidad, pero muchos son simplemente historias y leyendas que se han ido transmitiendo oralmente de generación en generación. Comprender la mitología es entender a los seres humanos. Al igual que los seres humanos, los mitos pueden ser inspiracionales, divertidos y hermosos pero también pueden ser complicados, crueles, violentos, obscenos o simplemente absurdos. «Mitología para dummies» incluye los principales mitos griegos y romanos, con sus dioses, héroes y criaturas monstruosas, y sus historias mitológicas más conocidas como La Ilíada, La Odisea o La Eneida. También explora la mitología nórdica y la leyenda de Beowulf, entre otras, la leyenda del Rey Arturo, la mitología egipcia, la mitología asiática y la mitología nativa americana.
Las grandes batallas de la Historia de España desde la más remota antigüedad hasta la Segunda Guerra Mundial narradas de un modo didáctico y ameno. La primera parte va de la batalla de Baecula, acaecida en el año 208 a.C entre cartagineses y romanos, a la de San Quintín, en 1557, momento que marca el punto álgido de la hegemonía española en Europa.
Las grandes batallas de la Historia de España desde la más remota antigüedad hasta la Segunda Guerra Mundial narradas de un modo didáctico y ameno. La segunda parte va de la batalla de Lepanto, acaecida en el año 1571 y que supuso la mayor victoria naval española de todos los tiempos, a la de Krasni Bor, en 1943, peleada en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial por los soldados españoles de la División Azul.
Este libro propone una nueva categoría de análisis para el estudio de la educación física y los deportes en México, la "cultura física" entendida como el conjunto de ideas, prácticas y creencias que respecto al ejercicio corporal se expresan en determinada sociedad. Se propone que las primeras manifestaciones para estimular la actividad física en el siglo XIX estuvieron a cargo de individuos particulares quienes, por sus propios conocimientos, gustos e intereses económicos, establecieron los primeros centros dedicados a la práctica y enseñanza metódica y sistematizada de la gimnasia. Fue en torno a esos gimnasios -que funcionaron como empresas privadas a partir de la década de los cuarenta- que se introdujo y desarrolló la novedad en materia de ejercicio corporal del siglo XIX en Mé la gimnasia o gimnástica, como entonces se la llamaba.
Se analizan los mecanismos a través de los cuales la enseñanza de la gimnasia se incorporó al mediar el siglo en las escuelas públicas y privadas de la ciudad de México y cómo a consecuencia de la derrota militar sufrida ante Estados Unidos se creó la Escuela Gimnástica del Ejército. Por último, se analiza cómo a través de la labor desempeñada por gimnastas y médicos se desarrolló la rama medicinal de la gimnasia estableciéndose al menos un gimnasio especializado en la rehabilitación física.
Enlínea con sus grandes best-sellers Stalingrado y Berlín, Antony Beevor,acompañado esta ver por su esposa Artemis Cooper, relata en este libro laagitada historia de Francia durante los años inmediatamente posteriores a suliberación del dominio nazi. Tras un breve preludio que incluye el colapso dela nación y la ocupación de París por los alemanes, el colaboracionismo y laresistencia, los autores nos describen las luminosas jornadas de la liberación,el París, año cero de Simone de Beauvoir, de Sartre, de Camus y de Malraux,pero también de Hemingway, de Beckett, de Picasso y de García Márquez, laspurgas salvajes, el gobierno provisional, el regreso de los presos y exiliados,la guerra fría, la bulliciosa vida intelectual del barrio latino, losamericanos en París o el papel desempeñado por el Partido Comunista francés enun libro excepcional escrito a partir de documentos oficiales, archivosprivados, memorias personales e historias orales de los protagonistas deaquellos inolvidables años de optimismo y de esperanza. Técnicamente se tratade un libro excepcional, pero además su lectura es pura delicia: apasionante,revelador, divertido y admirablemente tolerante y objetivo en sus opiniones.
Entre enero y julio de 1919, tras la primera guerra mundial –ese devastador conflicto cuyas consecuencias se extendieron hasta Oriente Próximo y zonas de Asia y África–, dirigentes de todo el mundo llegaron a París para tratar de organizar una paz duradera. En esa Conferencia de Paz, los «tres grandes» –el presidente estadounidense Woodrow Wilson, más los primeros ministros de Inglaterra y Francia, David Lloyd George y Georges Clemenceau– se enfrentaban a una tarea gigantesca: poner en pie una Europa en ruinas, obtener de Alemania unas gravosas reparaciones de guerra, detener el avance de la reciente Revolución rusa y gestionar el inestable equilibrio de poderes tras la desaparición de viejos imperios y la aparición de nuevas entidades políticas, como Iraq, Yugoslavia o Palestina. El apasionante y pormenorizado relato de unas negociaciones en que se decidía sin compasión el destino de las más diversas naciones hace de París, 1919. Seis meses que cambiaron el mundo un libro fundamental para entender los conflictos del último siglo y descubrir la cara oculta y poco amable de la diplomacia internacional; no menos fascinante es la galería de retratos de personajes como Lawrence de Arabia, Winston Churchill o Ho Chi Minh, que años después acabarían desempeñando un papel preponderante en la historia del siglo XX.
La historia se escribe cada vez más en primera persona. Los historiadores no se limitan ya a reconstruir e interpretar el pasado; ahora sienten la necesidad de incluirse a sí mismos en sus historias. Se ha creado un nuevo género híbrido, ejemplificado en particular por las obras de autores como Ivan Jablonka o Philippe Artières, que ofrecen la narración de sus investigaciones y describen sus emociones con un estilo muy literario. A la inversa, siguiendo la estela de Patrick Modiano y W. G. Sebald, algunos autores como Javier Cercas, Éric Vuillard o Laurent Binet hacen que se desplace la frontera entre verdad novelesca y verdad histórica con la creación de «novelas sin ficción». Este auge del yo plantea cuestiones epistemológicas y otras, más profundas, que conciernen al mundo en el que vivimos, su nueva razón neoliberal y el individualismo que la caracteriza. En este ensayo, Enzo Traverso analiza este giro subjetivista destacando sus potencialidades creativas, ambigüedades políticas y límites intrínsecos.
El primer libro dedicado a la historia de la Semana Santa en España con el sello de amenidad y rigor del canal de televisión Historia. ¿Cuál fue el origen de la Semana Santa? ¿Dónde se fundó la primera cofradía? ¿Qué fueron las Hermandades de Sangre? ¿Cómo se vive la Semana de Pasión en los distintos lugares de España? Basado en una de las series de producción propia de más éxito de HISTORIA, Pasión y muerte profundiza en la Semana Santa en las diferentes provincias de España y ofrece respuesta a algunos enigmas que envuelven a la fiesta con más arraigo en nuestro país. De los orígenes bíblicos a las primeras celebraciones cristianas, de las fiestas medievales a las reformas ilustradas, sin olvidar los usos y las costumbres de la Semana Santa en la actualidad, incluyendo los ritos más pintorescos y desconocidos. Un emocionante viaje por las procesiones de cada una de las regiones españolas. El origen, la tradición, el ritual, el arte y los secretos de la Semana Santa como nunca antes se habían contado.
Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana. Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies.
Un país no son sus nobles ni sus reyes ni sus ricos. Un país es su pueblo y su gente corriente. Es el momento de recuperar nuestra historia. Durante demasiados años los españoles hemos vivido sintiéndonos extranjeros en nuestra propia casa, en un cruel exilio interior y sin la sensación de tener un país bajo nuestros pies. Últimamente hablar de España, de patria o de nación se asocia a ideas conservadoras, derechistas y retrógradas, pero no siempre fue así. Hubo una época en la que gritar «¡Viva España!» sirvió para derrocar reyes, expulsar ejércitos imperiales, redactar una de las primeras constituciones liberales de la historia y avanzar en derechos democráticos. Es hora de recuperar ese patriotismo decente y popular. Porque el verdadero patriotismo no se viste de banderas ni se practica odiando al diferente. Patria digna es un recorrido didáctico y accesible por la historia popular de nuestro país y una invitación a construir entre todos y todas un orgullo nacional progresista que durante décadas se nos ha negado.
Pax Romana es una obra exhaustiva y rompedora que lleva al lector a un viaje desde las sangrientas conquistas de la agresiva República, pasando por la época de Julio César y Augusto, hasta la época dorada de la paz y la prosperidad bajo grandes emperadores como Marco Aurelio, ofreciéndonos una revisión equilibrada y matizada de la vida en el Imperio romano cuando estos dominaban gran parte del mundo conocido.
Ésta es la historia de Idi Amin Dada, Bokassa, Banda, Mobutu Sese Seko, Sékou Touré, Haile Selassie, Macías y Obiang. Eran unos ignorantes y se apropiaron del papel de maestros. Eran insignificantes y se creyeron dioses. Es la historia de un puñado de dictadores africanos. Estos hombres se presentaron ante los suyos y ante todo el mundo como unos seres excepcionales. En justa correspondencia con sus supuestos méritos, se otorgaron títulos altisonantes, como Líder de Acero, Señor de las Bestias de la Tierra y del Agua, y Milagro Único; se hicieron transportar en silla gestatoria; obligaron a sus pueblos a dirigirles plegarias; colgaron sus retratos en escuelas, iglesias, tabernas y burdeles, y dieron su nombre a calles, universidades, islas y lagos. Nada era imposible para estos individuos: podían trasladar la capital de su país a un remoto poblado de la selva o depositar el tesoro del banco nacional en el sótano de su casa. Si así lo decidían, el Parlamento pasaba a ser dirigido por una bruja. Cualquier capricho se convertía en realidad por obra de su voluntad. Eran payasos pero también eran monstruos. Y en el monstruo la extravagancia es inseparable del espanto. Sus súbditos sufrieron todo el espectro de los horrores. Si no fuera porque han sido contemporáneos nuestros, tendríamos la tentación de negar su existencia. Pero eran reales. Por eso hemos preferido cederles la palabra, que sean ellos mismos los que se retraten tal como eran o tal como son.
Del México prehispánico hasta el inicio de la Colonia. En el principio era el sexo… y los dioses nahuas lo disfrutaban intensamente, tanto y con tanto vigor que originaron el universo. Así, los antiguos mexicanos se vieron unidos al inicio candente de la vida y concibieron la sexualidad como un regalo divino que habría de acompañarlos a lo largo de su historia. Mayas, zapotecas, mixtecas, nahuas todos exaltaban a los dioses del amor y el placer, algunos utilizaban la carne de culebra como afrodisíaco, la flor adulterina como estimulante y no les era ajena la práctica de diversas desviaciones. Las exquisitas cortes nahuas eran testigos de la poligamia y potencia sexual de algunos monarcas, y de la peculiar costumbre de una princesa que, tras satisfacer sus deseos, asesinaba a sus amantes para conservarlos dentro de ánforas de barro con las que decoraba su palacio. Todo esto se perpetuó hasta la llegada de los españoles que, con brutalidad, impusieron la moral católica, transformando por completo el sofisticado mundo indígena. Tras una exhaustiva investigación, Eugenio Aguirre inicia con este primer tomo una entretenida y reveladora crónica del placer y la moral de los mexicanos a través de la historia.
Fascinante colección de relatos históricos cuyas magníficas y fieles descripciones te llevarán a conocer las pequeñas historias de las grandes culturas, desde la antigüedad hasta nuestros días. En cada relato serás partícipe de las inolvidables y peculiares vivencias de sus personajes.
El escándalo de la modernidad Pobre niña rica, coleccionista de maridos y de cuadros, fundadora de la galería y de la colección que dieron entidad al arte del siglo xx, viajera, amante de la noche y de la vida social, gran lectora, divertida, manipuladora, complicada... el perfil humano y profesional de Peggy Guggenheim se desvela por fin en esta biografía breve pero completa, basada en el propio relato de su protagonista y el de quienes la conocieron. Y de fondo, todo el mundo cultural europeo y estadounidense del último siglo.
Publicado por primera vez en 1845, el Facundo es uno de los textos fundacionales de la cultura y la literatura argentinas. Obra excepcional que cruza distintos géneros y registros —del ensayo histórico a la biografía novelada, pasando por la argumentación política y el estudio geográfico y cultural—, la vida de Facundo Quiroga, caudillo federal del interior del país, es utilizada por Sarmiento en su campaña antirrosista para explorar el espíritu político, económico y social de la época y revelar, finalmente, la dicotomía central en la que el autor ve cifrado el porvenir argentino: civilización o barbarie.
«Por un lado, el Facundo es un germen del Estado y, por otro lado, es el germen de la novela argentina. Tiene algo de profético y de utópico y produce el efecto de un espejismo: en el vacío del desierto se vislumbra como real lo que se espera ver.» Ricardo Piglia
La «intelligentsia» rusa es una de las presencias claves, fundadoras, para entender la historia espiritual y política de Europa en la segunda mitad del siglo XIX. Tolstoi, Turgeniev, Herzen, explican —en ideario y en obra, en actitud vital— los perfiles de esa intensa revolución intelectual que preparó, en cierto modo, la liquidación del zarismo y la transformación radical del que llegaría a ser el primer país socialista del planeta. Sir Isaiah Berlin —una de las personalidades más brillantes del liberalismo contemporáneo— ofrece en este volumen (preparado por Henry Hardy y Aileen Kelly) un panorama completo y penetrante de esas extraordinarias figuras y su contribución indeleble al nacimiento de los tiempos modernos. Esta colección de ensayos constituye una de las más luminosas aportaciones a la historia de las ideas en la Rusia decimonónica y, en una perspectiva más amplia, es un libro esencial para estudiar las raíces de la modernidad. Por ello, C. M. Bowra señaló ya la «enorme influencia» de Isaiah Berlin en el pensamiento de nuestra época.
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Podemos estar o no de acuerdo en nuestras posturas, pero necesitamos que la verdad tenga valor. Que los datos, las fuentes, la opinión de los expertos y las construcciones argumentales importan es un principio que debería trascender cualquier grieta.
De lo contrario, los hechos se vuelven hechos en la medida en que encajen en los deseos de cada grupo, de cada tribu.
Prosperan los lenguajes que privilegian la capacidad de incitar a las emociones, las narrativas que construyen pasiajes solo accesibles a quienes compartan la forma de mirarlos. Como los ojos son diversos, aunque el mundo sea uno, el discurso tribal nos separa progresivamente y nos polariza. Y en la tierra baldía alrededor del abismo, crece esta semilla prolífica: la posverdad.
Guadalupe Nogués propone un viaje introspectivo sobre la forma en la que vemos y analizamos el mundo. A través de ese recorrido,reclama la oportunidad de disccutir políticas públicas. Y, sobre todo, la de restaurar los vínculos humanos que la posverdad nos robó.
La Revolución no es un tema de la Historia como otros pues constituye un patrimonio político y moral, más que una curiosidad intelectual. A tal punto que, si reconocemos que hay tantas historias de una revolución como familias políticas obligadas a definirse con respecto a ella, todas estas historias ofrecen a través de sus opiniones opuestas una obsesión común: el aniversario de un punto cero. En consecuencia, la línea divisoria en la historiografía de la Revolución no es, en términos intelectuales, aquella que separa políticamente, sino la que enfrenta a la historia conmemorativa con la historia conceptual: Michelet y Tocqueville en nuestro caso. Partiendo del ejemplo de la Revolución Francesa, François Furet trata de comprender en qué formá se puede elaborar una historia conceptual de la Revolución. Devolver a ésta la frescura creadora de su propia dinámica y descubrir lo que el acontecimiento presenta como radicalmente nuevo o la continuidad que se asume bajo las apariencias de la ruptura, presupone reconstituir el objeto de estudio diferenciándolo de un desarrollo lógico que lo incluiría fatalmente. Una de las dificultades mayores para el historiador es escapar al cautiverio de la seducción revolucionaria o contrarrevolucionaria, no identificarse con el discurso de la época cuestionada. Así pues, François Furet investiga un fenómeno particular, la Revolución Francesa, pero preocupado por la producción de conceptos científicos su ensayo apunta más allá: a la ideología de la revolución. Al hacerlo así, Furet se aparta de la interpretación dominante, marxista, de la Revolución, que considera ésta como como un hecho exclusivamente económico-social derivado de la lucha de clases, y pasa a fijarse en el problema de la cultura política. Recuperando, en parte, los trabajos del injustamente olvidado Augustin Cochin, Furet defiende la idea de una revolución de las elites, iniciada en 1787, que se habría visto frustrada por el Terror de 1793 —cuyos orígenes y antecedentes sitúa Furet en fecha tan temprana como 1789—, al tiempo que señala «una posible consonancia entre el Terror y la Revolución en su totalidad». No sin polémica, los libros de Furet sobre la Revolución francesa han creado escuela, siendo muchos los historiadores que hoy siguen sus líneas metodológica y de investigación.
La historia vivida por la sociedad humana y el esfuerzo científico para describirla, para pensarla e interpretarla, son los dos polos entre los que se compendian el concepto mismo de historia, ambiguo y mudable, y la relación entre pasado y presente. Este libro es una apasionada investigación que une erudición y relato, como es ya habitual en Jacques Le Goff, y que en sus diálogos con otras disciplinas —de la filosofía a la sociología, de la antropología a la biología— propone tanto una historia política, económica y social, como una historia de las representaciones, de las ideologías y de las mentalidades, de lo imaginario y de lo simbólico: en pocas palabras, una historia de la historia. «La paradoja de la ciencia histórica hoy es que precisamente cuando bajo sus diversas formas (incluida la novela histórica) conoce una popularidad sin igual en las sociedades occidentales […], ahora […] pasa por una crisis […]: en su diálogo con las otras ciencias sociales, en el considerable ensanchamiento de sus problemas, métodos, objetos, se pregunta si no está perdiéndose.» Del «Prefacio» de Jacques Le Goff