Francis Bacon advirtió de que los hombres que han alcanzado altas posiciones acaban siendo extraños a sí mismos. Consideraba que a la ardua ascensión de los poderosos seguía inevitablemente un eclipse que derivaba en «cosa melancólica», pues resulta muy difícil resignarse a la vida privada y al retiro. Montaigne confesaba en sus ensayos que en su dedicación a los otros, a la política, no pudo evitar apartarse de sí mismo. ¿Por qué tantos hombres de sabiduría se han metido en política?, se pregunta el autor, en clara alusión a su propia experiencia.Casi todos los intelectuales han fracasado en este empeño: Platón frente a la Corte de Dionisio II en Siracusa; Aristóteles frente a Alejandro; Cicerón frente a Marco Antonio; los intelectuales que sostuvieron la Segunda República frente a la barbarie fascista y los estalinistas. Pero a pesar de la plena dedicación al servicio público como un deber hacia los demás, debe primar una exigente alerta con el fin de no perder la autonomía de acción, la libertad de opinión y la capacidad de retirarse en cualquier momento para cuidar del alma y de sí mismo. Este volumen recorre algunos de los momentos clave de la historia de la difícil relación entre el poder y la cultura, ofreciendo un análisis equilibrado, incisivo, valiente y esclarecedor. Supone una reivindicación clara de lo que nunca debiéramos dejarnos arrebatar, guiada por la convicción de que es precisamente en la educación y la cultura donde residen las únicas garantías del nuevo e indispensable renacimiento.
Crítica y teoría literaria, Fantástico, Poesía, Ensayo
La caída de Arturo, única incursión de J. R. R. Tolkien en las leyendas del rey Arturo de Bretaña, puede ser considerado su mayor logro en el uso del metro aliterado en inglés antiguo. Una obra en la que consiguió comunicar la sensación de inevitabilidad y de gravedad de los acontecimientos: de la expedición de Arturo a las lejanas tierras paganas, de la huida de la reina Ginebra de Camelot, de la gran batalla naval al regreso de Arturo a Bretaña; en el retrato del traidor Mordred, en las atormentadas dudas de Lancelot en su castillo de Francia.Desgraciadamente, La caída de Arturo fue uno de los extensos poemas narrativos que Tolkien abandonó durante aquel período. En este caso, resulta evidente que lo comenzó a principios de la década de 1930, y a su juicio estaba lo suficientemente desarrollado como para enviarlo a un amigo muy perspicaz que lo leyó con gran entusiasmo a finales de 1934, y le dijo: «¡Tienes que terminarlo!». Pero fue en vano. Lo abandonó en una fecha desconocida, aunque existen ciertas evidencias de que pudo ser en 1937, el año de la publicación de El hobbit y de los primeros albores de El Señor de los Anillos. Años después, en una carta en 1955, decía que «esperaba terminar un largo poema sobre La caída de Arturo»; pero aquel día nunca llegó.Junto al texto del poema, sin embargo, existen muchas páginas manuscritas, gran cantidad de borradores y diversos experimentos en verso en los que se revela la extraña evolución de la estructura del poema, junto con sinopsis en prosa, así como notas muy interesantes. En estas últimas, se pueden discernir claramente las asociaciones de la conclusión de Arturo con El Silmarillion, y el amargo final del amor de Lancelot y Ginebra, que nunca llegó a escribir.
De una forma inteligente e ingeniosa, con elegancia y erudición, Bryan Ward Perkins argumenta lo que muchos pensaron siempre pero no se atrevían a decir: el Imperio romano en realidad no sufrió una decadencia y caída […] lo que ahora llamamos la «transformación» del mundo romano fue un cambio a peor, la Edad Oscura fue verdaderamente sombría […] Ward-Perkins escribe una historia exhaustiva, despierta a todo tipo de evidencias, incluyendo restos de cerámica y poesía, vidas de santos y pintadas en las paredes de los burdeles. Incluso el corte de las barbas de los turistas britanos en Bolonia. Es calculadamente provocador, divertido y estimulante. Con su agudas críticas, muy constructivas, el autor acierta al desatar un debate sin cortapisas.
¿Qué significa (y qué debería significar) 'ser hombre' hoy en día. Este divertidísimo e inteligente manifiesto nos da la clave. ¿Qué clase de hombres haría 'del mundo un lugar mejor para todos'? ¿Qué pasaría si redefiniésemos la vieja, machista y anticuada versión de la masculinidad para abrazar una nueva manera de 'ser hombre'? La práctica de lo masculino suele identificarse con experiencias extremas: ganar batallas, seducir a mujeres o ejercer el mando. Pura adrenalina. Pero hay otros caminos. Grayson Perry ha escrito un m anifiesto para hombres donde se analizan con humor fenómenos tan masculinos como la violencia, el exhibicionismo físico o la competitividad. Una de sus propuestas es renunciar a la voluntad de poder y asumir las emociones como parte esencial de nuestra felicidad.
El 21 de junio de 1940, cuando Francia capituló en Compiègne, Hitler había ganado la guerra. Aparte del territorio del Reich, dominaba Noruega, Polonia, Checoslovaquia, Países Bajos, Bélgica y Francia. Era aliado de Italia y tenía relaciones muy amistosas con Franco, que le debía la victoria en la guerra civil. Se aprestaba a establecer pactos o a ocupar Finlandia, Rumanía, Hungría, Bulgaria, Croacia… Además, mediante un tratado, se había repartido Polonia con Stalin, y el III Reich recibía de la URSS todo tipo de materias primas. Disponía de un territorio con enormes reservas humanas, industriales, económicas, agrícolas y mineras, que colaboraría más o menos forzadamente con el esfuerzo militar alemán. Se ha reiterado que la «pequeña Alemania» sucumbió aplastada por el peso de la mitad de las naciones del mundo. Y eso es verdad sólo a partir de finales de 1941. Antes no. Con la forja de un poderosísimo partido y la remilitarización del país, Hitler había devuelto a Alemania su lugar perdido entre las naciones europeas. Por tanto, ¿por qué el III Reich sufrió la más espantosa de las mortandades y destrucciones? David Solar, autor de El último día de Hitler, analiza, en una apasionante narración, la derrota alemana y aborda páginas ineludibles del conflicto mundial, como la ocupación de Noruega, el pacto con Stalin, la batalla del Atlántico, operaciones fundamentales como Félix o Malta, las limitaciones de la Luftwaffe, el desacierto de la campaña de África, el infierno que supuso la batalla de Stalingrado o las destrucciones de Hamburgo y Dresde. David Solar desgrana uno a uno los errores que llevaron a Alemania a perder la guerra que tenía ganada en junio de 1940, cuando Gran Bretaña se quedó sola ante la maquinaria militar que había forjado Adolf Hitler.
La Gran Guerra no fue tan sólo un conflicto europeo. Eugene Rogan, autor de «Los árabes», nos relata esa otra Gran Guerra que se desarrolló en el Oriente Próximo entre el Imperio Otomano, aliado a Alemania, y las potencias coloniales europeas. Una «guerra santa» proclamada por el sultán turco con la intención de sublevar contra sus colonizadores todos los países islámicos, desde Marruecos a la India, que pudo haber cambiado el resultado final del conflicto. Rogan revive aquí los episodios de esta otra guerra demasiado ignorada: el desastre de Galípoli, en que hubo medio millón de bajas; el genocidio de los armenios, que llevó al exterminio de un millón y medio de seres humanos; la campaña de Mesopotamia, con el dramático sitio de Kut, una de las mayores derrotas británicas, o la revuelta árabe, que precipitó la derrota de los otomanos y el fin de un imperio que durante seis siglos había sido una gran potencia mundial. Unos antecedentes que es preciso conocer para entender la naturaleza de los problemas actuales del Oriente Próximo.
La caída en el tiempo, el quinto de los libros de E. M. Cioran escritos en francés, se publicó por primera vez en 1964. Es uno de sus textos más desencantados, diríamos casi amargos, pero también más hondamente lúcidos, más implacables con lo que llamamos la condición humana. Los temas que comenta aquí son hoy recurrentes en toda su obra, pero algunos, como el que precisamente da título al libro, fue en su momento del todo inexplorado, desconcertante, como casi todos los temas que nos ha ido «revelando» este hombre que «ha caído del tiempo», como él dice de sí mismo. «A fuerza de permanecer sentados al borde de los instantes para contemplar su paso», escribe, «acabamos no distinguiendo ya en ellos sino una sucesión sin contenido, tiempo que ha perdido substancia, tiempo abstracto, variedad de nuestro vacío. (…) Nos toca ahora devolverle la vida y adoptar para con él una actitud clara, carente de ambigüedad. ¿Cómo lograrlo, cuando inspira sentimientos irreconciliables, un paroxismo de repulsión y fascinación?». Las cuestiones que plantea Cioran en sus libros, y en La caída en el tiempo en particular, están siempre destinadas a situarnos sin piedad ante la perplejidad de estas y otras paradojas en las que se empantanan nuestra vida y nuestro pensamiento. Así, ¿es la inocencia el estado natural del hombre?, ¿en qué es sospechoso el interés del hombre civilizado por las poblaciones «atrasadas»?, ¿por qué el escéptico es ante el bárbaro un muerto en vida?, ¿por qué unos prefieren la gloria y otros la inmortalidad?, ¿aumenta el dolor la conciencia del hombre?, ¿por qué al que «sabe» le sobreviene irremediablemente la inquietud?, ¿en qué cambia al hombre el miedo a la muerte?
Tras tres largos años de recorrido y entrevistas por toda España, el autor presenta una exposición de testimonios de hombres víctimas de denuncias falsas a través de la actual Ley Integral sobre la Violencia de Género (LIVG). El libro esencial e imprescindible para todo aquel que esté atravesando un proceso de separación o divorcio en el que su pareja o expareja haya decidido dañarlo a través de estas denuncias. Incluye MANUAL para la victima de denuncia falsa por maltrato. Revisado y aprobado por dos abogadas y una juez, en este libro encontrará casos de hombres que han dormido en fríos calabozos, hombres que han sido separados de su hogar, de sus hijos, de su trabajo, de su libertad... siendo inocentes.
Durante sus años de estancia en Inglaterra (1583-1585), Giordano Bruno (1548-1600) fue criticado por defender opiniones copernicanas y acusado de plagiar las obras de Marsilio Ficino: su respuesta sería censurar la pedantería gramático-retórica y la falta de interés científico-natural de sus adversarios de Oxford. En Londres, sin embargo, Bruno descubriría un clima intelectual muy distinto del rígido dogmatismo oxoniense: nacida en estrecha relación con los círculos mercantiles y navieros de la capital, la corriente de los científicos populares (a la que contribuían universitarios como Robert Recorde y Thomas Digges) estaba abierta a los rumbos más innovadores del pensamiento europeo. Primero de los seis diálogos italianos escritos en Inglaterra, La cena de las cenizas se propone fundamentar físicamente el copernicanismo y desarrollar todas sus posibilidades cosmológicas. La obra puede ser considerada como el manifiesto de la filosofía nolana, en la que la reforma cosmológica y la reforma religiosa son partes indisociables de un mismo proyecto.
La crisis de las instituciones, del estado de bienestar y, por extensión, de los dirigentes políticos no tiene parangón. A merced de las agencias de calificación y de los mercados, los políticos se enfrentan a un descrédito del que apenas pueden escapar. En medio de esta crisis de imagen y representación, La ceremonia caníbal pone en relación su imagen y nuestra vida cotidiana, la autodestrucción de la clase política y la legitimidad de sus medidas. Convertidos los políticos en un producto de la subcultura mediática, luchan por asomar la cabeza, recuperar su rol dirigente, mientras pende sobre ellos el fantasma de su total desaparición. Al menos tal y como los hemos conocido hasta la fecha.
«El hombre político se presenta cada vez menos como una figura de autoridad, alguien a quien obedecer, y más como algo que consumir; menos como una instancia productora de normas que como un producto de la subcultura de masas, un artefacto a imagen de cualquier personaje de una serie o un programa televisivo...»
«La comunicación política ya no apunta solo a formatear el lenguaje, sino a hechizar las mentes y sumirlas en un universo espectral del que los políticos son a la vez performers y víctimas. Este libro quiere describir su condición inconfortable; lo he escrito dividido entre una cierta admiración por los performers y una auténtica compasión por las víctimas. Por una feliz coincidencia, resultan ser los mismos: Kafka los llamaba artistas del hambre.»
Este libro es una invitación a emprender un viaje apasionante: un modo diferente de concebir la ciencia y la religión que vincula ambos campos. Frente a las muchas predicciones de los filósofos de salón y los gurús de los medios de comunicación, Dios no se ha ido, ni tampoco ha desaparecido el interés por el ámbito de lo «espiritual». Hoy es el Nuevo Ateísmo el que suena a rancio y a gastado. La ciencia desde la fe pretende explorar un modo de ver las cosas que se enriquece tanto de la ciencia como de la religión en sus mejores versiones respectivas.
Todas las especies están condenadas a la extinción. A pesar de que esta realidad científica se reconoció hace apenas doscientos años, el registro fósil que desde entonces los investigadores han leído en las rocas muestras que los animales que habitan hoy en el planeta son verdaderos sobrevivientes y herederos de otro 99.9% de especies que cumplió apaciblemente su ciclo de vida, o que encontró su inevitable fin en uno de los episodios de extinción masiva que han ocurrido en la Tierra. Grupos completos —como el de los trilobites— o individuos únicos de su especie —como el Solitario George—, así como dinosaurios, mamuts, dodos, moas y parientes extintos del ser humano moderno, vuelven a vivir en estas «Crónicas de la extinción», cuya lectura nos hace preguntarnos quién escribirá el relato del «Homo sapiens» cuando éste ya se haya extinguido. Las «Crónicas de la extinción» comienzan con la historia de las tortugas de las islas Galápagos, y continúan en los episodios II y III con el recuento histórico de la manera en que la ciencia comprobó a través del registro fósil la extinción de las especies. La llamada extinción de los dinosaurios se detalla en el episodio IV; mientras que los capítulos V y VI narran las extinciones de la llamada megafauna de la Era de Hielo y la de los parientes extintos del ser humano. En el capítulo VII se abordan las historias de extinción de algunas especies contemporáneas al hombre, y finalmente, en los episodios VIII y IX, se aborda la manera en la que la ciencia enfrenta el problema de las extinciones modernas.
«La ciudad» es uno de los libros que más ha influido en el cómic y la novela gráfica del siglo XX. Esta novela sin palabras, publicada en 1925, fue realizada con grabados en madera y ha sido considerada por artistas como Will Eisner una obra maestra absoluta del arte del pasado siglo. Masereel representa escenas de la vida cotidiana de una ciudad enmohecida por el hollín de las fábricas y la oscuridad de la pobreza. Este ambiente contrasta con el brillo y la majestuosidad de las zonas ricas de la misma urbe. Hombres de capa y sombrero, obreros de rostros enjutos, prostitutas y damas de la alta sociedad son parte de los habitantes de este libro.
«La Ciudad de las Damas», considerada una clara anticipación del feminismo moderno, corona una obra que cultiva la poesía, la historia y los temas moralizantes. La argumentación sorprende por su modernidad, abordando temas como la violación, la igualdad de sexos, el acceso de las mujeres al conocimiento, etc., que convierten a este libro en una obra capital para la historia de las mujeres y para el pensamiento occidental en el alba de los tiempos modernos.
Este ensayo está escrito durante su estancia en la Ciudad de Nueva York. El autor explica el novedoso arte de la publicidad: «la cultura que está naciendo de la confluencia de razas y de pensamiento humano en esta isla del Hudson», reflexiona sobre la relación de los neoyorquinos con el tiempo. También observa el movimiento que se desarrolla en la Gran Estación Central o en la Estación de Pensylvania que llama «los templos del Moloch de Manhattan, que es el tiempo». Arturo Uslar Pietri nos habla de la Nueva York que inunda los sueños de personas de todo el mundo. Es el lugar donde todos llegan en busca de fama y fortuna pero al que nadie realmente pertenece. Todos están de paso en Nueva York. Además de La ciudad de nadie, este libro contiene también los ensayos de viajes: El otoño en Europa y Un turista en el Cercano Oriente
Nueve segundos. A eso ha quedado reducida nuestra capacidad de atención en el mundo contemporáneo: somos una sociedad incapaz de mantener la concentración más allá de la excitación inmediata del último tweet. Pero nuestra distracción endémica, auténtica plaga de la sociedad moderna, es resultado de la imposición dirigida de un modelo de negocio, un capitalismo digital que ha encontrado en la red la posibilidad de un mercado en perpetuo crecimiento, una economía de la atención cimentada sobre la destrucción de nuestra concentración, sobre el fomento de nuestra continua ansia de novedades, de imágenes, de estímulos, de 'likes'. La buena noticia es que esto quiere decir que no se trata de una nueva condición humana. No somos desatentos, nos han hecho así. Y por eso mismo podemos dejar de serlo.
La civilización sumeria, la primera y la más antigua del mundo, va desvelando día tras día sus secretos gracias a los continuados esfuerzos de un buen número de estudiosos. El presente libro, haciéndose eco de esos esfuerzos plasmados en diferentes revistas científicas de difícil acceso en nuestro país, intenta de modo resumido poner al alcance de un amplio número de lectores amantes de la historia, los conocimientos que en la actualidad se poseen de Sumer, región geográfica de la antigua Mesopotamia (hoy componente de la República de Iraq), regada por el Éufrates y el Tigris, dos de los cuatro brazos del bíblico río del Edén. Sus habitantes, según se ha demostrado arqueológica y documentalmente, fueron capaces de ser los primeros en fundar ciudades, Estados e Imperios. Fueron también los primeros en inventar la escritura, en idear los primeros contratos comerciales, en establecer los primeros Códigos jurídicos, en instituir las primeras escuelas, en crear las primeras joyas y los primeros trazos de la escultura. También fueron los primeros en escribir poemas de amor, en idear la bóveda y la columna, en fabricar cerveza… Todos esos logros, positivos, tuvieron también como contrapartida la realización de los negativos. En Sumer fue donde apareció por primera vez la guerra, la esclavitud, los primeros campos de concentración, el despotismo, la primera condena a muerte… De cualquier manera, sus creaciones y alcances técnicos, su pensamiento y filosofía eran las manifestaciones de una abierta mentalidad que se sentía componente del cosmos, en el cual los dioses, imaginados a la manera humana, tenían siempre la definitiva palabra. En este libro hemos articulado, bajo las exigencias metodológicas de la Historia total, los componentes de la Historia externa sumeria, desde sus orígenes antediluvianos (5500 a.C.) hasta su extinción como entidad política (2004 a.C.), así como los de la interna: instituciones, estructura económica, técnicas, artes y oficios, buscando con todo ello demostrar lo que el sumerólogo Samuel Noah Kramer dijo en su día: que la Historia de la humanidad empezaba en Sumer.
El libro parte de un ensayo titulado "La clave para obtener lo que deseamos", en el cual se expone la tesis de que la información es una fuente de poder más efectiva que el dinero y la violencia. Posteriormente se incluyen 101 textos breves en los cuales se exponen diversas estrategias para mejorar nuestra calidad de vida.
El sábado 14 de marzo de 2020, el presidente Pedro Sánchez comparecía ante los medios para anunciar el estado de alarma y el confinamiento de la población. La economía española paraba en seco mientras la crisis sanitaria amenazaba con colapsar los hospitales. Habían pasado justo dos meses desde la formación del primer Gobierno de coalición. Dos meses de euforia y entusiasmo en la izquierda, precedidos de una encarnizada batalla entre PSOE y Unidas Podemos y dos elecciones generales. Una coalición en minoría que se enfrentaba ahora a la mayor crisis sanitaria, económica y política de la historia reciente de España. María Llapart y José Enrique Monrosi presentan aquí la crónica de cómo se gestionó políticamente esa crisis, de la convivencia entre Sánchez e Iglesias y de las pugnas que se dieron dentro del Gobierno, de los desafíos que pusieron al país en jaque, de las decisiones históricas en situaciones límite y de las interioridades de un momento político de excepción.
Tengo el gusto de presentarles La cocina de la escritura, un manual de redacción para todos aquellos que escriben —¡o deberían escribir! Si ustedes son empleados de una empresa y tienen que redactar, si son estudiantes que se juegan el futuro en los exámenes, profesores que los corrigen o literatos en potencia, este puede ser un libro con el que aprender a escribir, al que pueden llegar a querer y al que seguro que terminarán aborreciendo. Si ustedes están fascinados por la escritura, si odian escribir o si se parten de risa leyendo lo que escriben los demás, este libro puede ayudarles a experimentar con mucha más nitidez esas emociones. La cocina recoge lo más importante de la tradición occidental en redacción. Expone las investigaciones científicas más relevantes; las estrategias para buscar, ordenar y desarrollar ideas; la estructura del texto, o algunos trucos retóricos para encandilar al lector. Con ella pueden aprender la técnica de la escritura... pero, desengáñense, eso no les convertirá en grandes escritores. ¡El talento no se enseña! Tienen en sus manos una cocina sin puertas, secretos ni tapujos. ¿Han entrado alguna vez en ella? ¿Les gustaría espiar al escritor? Pues, venga. ¡Pasen! ¡Entren en mi cocina! Encontrarán en ella un frigorífico repleto de comida: sucios borradores, fragmentos inacabados, ejemplos, ejercicios e ideas para preparar sofritos. Está equipada con los artilugios más modernos (microondas descongelaideas, hornos para párrafos, licuaprosas y cuchillos cortafrases) sin olvidar las técnicas más populares (la inspiración al baño maría o la corrección con chino). El cocinero fue amante y pinche de la escritura. Aprendió a escribir hace más o menos veinticinco años (en una pequeña ciudad barcelonesa, con fecunda tradición de escritores), no ha parado de garabatear desde entonces y se gana la vida enseñando a escribir en una universidad. Tal es su obsesión por la escritura, que siempre lleva delantal y sólo consigue escribir sobre escribir o sobre como se enseña y se aprende a escribir. En fin, el plato que les ofrezco hoy es suculento y variado. Lo he preparado con esmero y confío que les agrade. ¡Buen provecho! Gratinadamente, El jefe de cocina