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Bolsilibros - Oeste Legendario 896. Falsos indios, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

El capitán Jennings estaba a la puerta de la cantina. Estaba observando a la muchacha. Con la fusta, se golpeaba suavemente en las altas botas de montar. Por fin se decidió a caminar hacia ella.


Bolsilibros - Oeste Legendario 905. Contrabando en Bisbee, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Las primeras manos eran de tanteo para fijarse en la forma de jugar del adversario. En estas primeras manos, la fortuna se repartió según los naipes de cada cual, pero cuando comenzaron a apostar fuerte, Mike se fijó en Niven, como en realidad se llamaba el compañero de Brown, que hizo una mueca a éste.


Bolsilibros - Oeste Legendario 921. Rancho apache, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

—¿Quién es ese muchacho? —preguntó Jane, propietaria del local, a una de sus empleadas. 
—¿A quién te refieres? 
—A ese gigante. 
—Es la primera vez que le veo. Será forastero. 
—Puede que sea así, pero no me gusta que en mi casa no se beba. 
—¿No ha bebido nada? 
—Lleva husmeando por las mesas de juego más de treinta minutos y sin hacer el menor gasto. Dile que si no bebe que se largué. ¡No me gustan los curiosos!


Bolsilibros - Oeste Legendario 924. ¡No fallan nunca!, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

—¡Dame un doble con mucha soda! ¡Estoy sediento! Tippy, barman del local propiedad de Flanklin, contempló al muchacho con curiosidad. Era la primera vez que le veía. Y supuso que era forastero. Claro que esto no era muy extraño en Santa Fe.


Bolsilibros - Oeste Legendario 925. Distribuidores de hierba «Marihuana», de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Ella quedó pensativa al marchar Larry para recoger sus cosas. Y en un saloncito estuvo sentada sola y pensando. Se levantó y salió para pasear. Durante el paseo las ideas se ordenaron y llegó a la conclusión de que era lógico pensaran como Larry le había dicho que pensaban los demás. No era norma que el capataz viviera en la vivienda principal. No sabía de ninguno que lo hiciera. Tom entraba y salía a su antojo sin pedir permiso para hacerlo. Si ella ordenaba algo que no compartía Tom, dejaba de hacerse.


Bolsilibros - Oeste Legendario 930. De Topeka a Pecos, de M. L. Estefanía

Novela, Aventuras

Uno de los reclusos de la penitenciaria del Estado, fue llevado ante la presencia del alcaide, por orden de éste. 
Edgar Dee, como se llamaba el recluso, ignoraba la razón por la que el alcaide deseaba hablar con él. Caminaba en silencio y preocupado. 
Los dos funcionarios de prisiones que le acompañaban, no le habían informado del interés del alcaide por hablar con él, y aseguraron ignorar la razón de ello. 
Al llegar ante la puerta del despacho del alcaide, uno de los funcionarios se adelantó para llamar con suavidad a la puerta, que no abrió hasta tener autorización para ello.


Bolsilibros - Oeste indómito 15. Pasto de buitres, de M. Saavdrovitch

Aventuras, Novela

El reptil atacó súbitamente, con la velocidad del rayo. Aquel viejo, un «rata del desierto» a juzgar por su apariencia, había llegado junto al riachuelo media hora antes, casi arrastrando su reata de dos cuadrúpedos, una mula, huesuda y de gran alzada, y un asno, pequeño y no menos huesudo que la mula.


Bolsilibros - Oeste indómito 75. Botín de sangre, de Jan Hutton

Aventuras, Novela

Ninguno de los viajeros se dio cuenta de que la diligencia corría hacia una tragedia. Salvo, precisamente, el hombre que había sacado su brazo por la ventanilla. Dijo, para justificar su acto de abrirla, que dentro del coche hacia demasiado calor.


Bolsilibros - Oeste indómito 84. Tu juegas, tahúr, de Franklin Ingmar

Novela, Aventuras

Francisco José Ínigo Martín que escribió con los seudónimos Frank Hunter, Frank King, Frank Martin o Franklin Ingmar.


Bolsilibros - Oregon 12. Frontera siniestra, de Cameron Jones

Aventuras, Novela

Todo esto es demasiado extraño. La voz del jinete resonó lacónica, extraña. Levantó el ala del sombrero Stetson y contempló la vasta extensión que se extendía ante él, cortada en lontananza por los agudos picos de los San Francisco Mountains.


Bolsilibros - Pantera 8. La carga de llano rojo, de Donald Curtis

Aventuras, Novela

El sol se ocultó tras la línea irregular del horizonte. Una tonalidad rojiza, de matices sangrientos, perfiló las siluetas de las lejanas montañas. En el porche de la hacienda, Josiah Salters acarició tiernamente los cabellos del pequeño Mike. Sonrió al ver fija en él la mirada celeste del niño.


Bolsilibros - Pantera 17. La sombra negra, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

La canción de las hachas había terminado en los bosques de Nap Wilson. Había sonado la trompeta anunciando la hora del mediodía y los taladores de árboles acababan de poner fin a su media jornada. 
Morgan Bergen, el capataz, un mocetón alto, duro de carnes, flexible de cintura, con el pelo rubio y ensortijado, la nariz pronunciada, el mentón cuadrado y unos ojos azules intensos, que con el pelo denunciaban su origen irlandés, se echó la pesada hacha al hombro y con los brazos al aire mostrando sus músculos curtidos y la negrura de su piel tostada por el aire y el sol, se encaminó alegremente a su cabaña.


Bolsilibros - Pantera 30. El mejor hombre malo, de Anthony G. Murphy

Aventuras, Novela

El bravío paisaje, cruzado de cañones y profundos desfiladeros, imponía por su soberbia belleza. Altos y bermejos farallones, rodeados en sus bases por una policroma alfombra de artemisa, y grupos de verdes piñoneros, daban al agreste lugar un encanto paradisíaco, en nada comparable al tórrido desierto calcinado que Hans Malone acababa de abandonar. 
El rubio jinete procedía del horrendo “Llano Estacado”, tumba de incautos y refugio de fugitivos. Traía arena en los ojos, en la garganta, en todo el cuerpo. Pero, a pesar de ello, Malone sonreía, sonreía porque había dejado muy atrás a sus implacables perseguidores, escapando una vez más a las garras de la Ley.


Bolsilibros - Pantera 75. Poco espacio para dos, de Fidel Prado

Aventuras, Novela

El clima alegre y optimista que había reinado en el rancho de James Loge durante los tres días que durara el intenso y fructífero rodeo celebrado y la franca camaradería que se observó durante la gran comida celebrada en el inmenso patio del rancho después de terminadas las rudas faenas del acoso de las reses, había bajado en muchos grados a medida que se aproximaba la hora de celebrar los festejos organizados por el dueño de la hacienda, para obsequiar, como era costumbre, al centenar largo de invitados que había reunido en torno a las mesas.


Bolsilibros - Pantera 89. El lenguaje de las armas, de M. L. Estefanía

Aventuras, Novela

Lentamente desmontó del caballo apoyando un pie en una roca y mirando hacia el fondo del ralle que se dominaba desde el lugar en que había hecho alto. Echó el sombrero hacia atrás y se limpió el sudor de la frente con un sucio pañuelo. Sus ojos semicerrados lo miraban todo. Y lo hacían con un interés intenso.


Bolsilibros - Piratas 1. El corsario de oro, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Las banderas ondeaban a media asta sobre el castillo de Haversham. Eran la señal de duelo que toda la comarca de Wiltshire había estado esperando durante largas semanas. Justamente las que duraron la larga y penosa agonía del muy honorable, respetado y querido sir Ronald Haversham.


Bolsilibros - Piratas 2. El galeón negro, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

En un suburbio portuario de la ciudad de Dublin, una figura se mueve en la noche y se detiene frente a una casa, donde acomoda un bulto. Minutos mas tarde una fuerte explosión sacude la ciudad. El atentado se cobra la vida de dos irlandeses integrantes de la familia Flanagan. La hija de Flanagan , Patricia, sobrevive a la explosión y jura, frente a la tumba de su hermano y su padre, vengarse de los ingleses. El relato continua años después en el puerto ingles de Plymouth, en la posada del 'cisne rojo' donde Brian Sheldon, espera la partida del 'Victory', un barco que zarpara rumbo a las Antillas. Pero dos hombres ingresan por la noche a la posada asesinando a Sheldon. Ralph Miller, un enviado de su Majestad, presencia el crimen y recibe una extraña llave de Sheldon antes de morir, junto con la advertencia de cuidarse de la hermandad y del galeon negro. Miller decide embarcarse en el Victory, usando el pasaje de Sheldon para seguir el rastro de la hermandad. El Victory zarpa al día siguiente con dos pasajeros y una carga de esclavos, durante el viaje son perseguidos y abordados por un barco pirata, el 'Irish rose' y para sorpresa de la gente del Victory, los piratas son liderados por una mujer a la que llaman Pat. La capitana ordena encerrar a los esclavos y pasajeros para liberarlos mas tarde en alguna isla, pero discute al respecto con su segundo de abordo Sean Dogherty, quien prefería ahorrarse el trabajo lanzando a los prisioneros al mar. Por suerte para los prisioneros las ordenes de la capitana son obedecidas. Poco tiempo después un motín, liderado por Dogherty, estalla a bordo y los fieles a la capitana son encerrados junto a los prisioneros. Pat, en cambio, es llevada a un camarote donde es violada por Dogherty. Ralph Miller junto a algunos esclavos y los piratas fieles a la capitana logran salir de su prisión retomando el control de la 'Irish rose' y devolviendo el mando a Pat. Miller revela ser un enviado de la corona y estar investigando una secta pirata conocida como la hermandad. La capitana Pat Flanagan llega a un acuerdo con Miller, ayudarlo a buscar al grupo criminal a cambio de cualquier cosa de valor que puedan poseer los piratas de la hermandad. Pero la aparición de un galeón negro fuertemente armado complicara la misión de Miller.


Bolsilibros - Piratas 3. Halcones sobre Jamaica, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

En la sala se respiraba la solemne atmósfera de todo proceso judicial que podía implicar la pena de muerte, circunstancia que todos los presentes sabían que iba a producir el final del mismo, ocurriese lo que ocurriese durante el juicio, porque las leyes eran lo bastante severas como para que no hubiese dudas al respecto, cuando el reo que se sentaba en el banquillo estaba acusado nada menos que de alta traición.


Bolsilibros - Piratas 4. El bucanero fantasma, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

El bucanero Christian Laurent, apodado "el ángel negro", es traicionado por uno de sus hombres y va a ser ajusticiado en Providence, pero antes de subir al patíbulo escribe una carta para que sea entregada a miles de kilómetros en Francia a Maurice Leduc. Cuando este, que está a punto de casarse, recibe la misteriosa carta desaparece sin dar explicaciones...La revelación de el mensaje provocará el regreso de "El ángel Negro".


Bolsilibros - Piratas 5. Máscara de terror, de Donald Curtis

Novela, Aventuras

Don Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares y valido del rey don Felipe IV, contempló ceñudo a su visitante paseando inquieto por entre los oscuros, sobrios cortinajes de la austera sala de recepciones en el real Alcázar de Madrid. 
Un ambiente tenso, un silencio casi agobiante, presidía la reunión de aquellos personajes en la fría noche madrileña allá en el exterior de los sólidos muros de piedra del palacio. Era evidente que ninguno de los dos que asistían a aquella cita se sentía particularmente feliz ni tan siquiera cómodo.