«Me gusta escribir versos aliterados —escribió J. R. R. Tolkien en 1955—, a pesar de que, exceptuados los fragmentos contenidos en El Señor de los Anillos, apenas si he publicado algo más que La llegada al hogar de Beorhtnoth». El primero de los poemas de este volumen es la Balada de los hijos de Húrin, obra temprana pero, aún así, la más sólida de cuantas escribió en antigua métrica inglesa. En ella J. R. R. Tolkien pretendía narrar en versos solemnes la tragedia de Túrin Turambar, pero la abandonó cuando sólo había redactado la parte inicial. En ella describe la muerte de Beleg a manos de Túrin, amigo suyo, y hace una soberbia descripción de la gran fortaleza de Nargothrond.La Balada de los hijos de Húrin fue sustituida por la Balada de Leithian, «Liberación del cautiverio», en la que el autor da forma poética a otra importante leyenda de los Días Antiguos. Aunque constituye la principal fuente del relato corto en prosa de Beren y Lúthien que figura en El Silmarillion, también ésta quedó incompleta. En ella se cuenta, no obstante, la búsqueda del Silmaril, y el relato sólo se interrumpe tras el encuentro con Morgoth en su fortaleza subterránea. Muchos años después, cuando ya había terminado El Señor de los Anillos, J. R. R. Tolkien volvió sobre la Balada de Leithian y empezó una nueva versión, que es dada igualmente aquí.Las baladas están acompañadas de comentarios sobre la evolución de la historia de los Días Antiguos, desarrollada en gran parte durante los años en los que el autor las escribió.También se incluye un notable y minucioso estudio crítico de las Baladas de Leithian escrito por C. S. Lewis, que la leyó en 1929.
Crítica y teoría literaria, Fantástico, Novela, Ensayo
Los papeles del Notion Club fueron escritos por Tolkien en 1945-1946, en el intervalo entre Las dos torres y El retorno del rey. Estos misteriosos papeles reproducen las discusiones que se oían en un supuesto club literario de Oxford entre los años 1966-1967, y en las que sus miembros se plantean la posibilidad de los viajes en el espacio y el tiempo a través de los «sueños verdaderos», las extrañas comunicaciones que parecen referirse a la Atlántida, y la violenta irrupción de la leyenda en el noroeste de Europa.El hundimiento de Anadûnê es una nueva version de la leyenda númenóreana y una elaborada aunque incompleta descripción del lenguaje de los Hombres del Oeste, el Adunaico, que Arundel Lowdham, miembro del Notion Club, aprendió en sueños.
Ensayo, Crítica y teoría literaria, Memorias, Viajes
Una larga fascinación por Chéjov, y un deseo casi más de proteger que de desvelar su intimidad, impulsa a Janet Malcolm a viajar a Rusia y visitar los lugares en que el escritor vivió o que con tanta fuerza plasmó en sus obras. Aun así, escéptica con la literatura de viajes, se ve a sí misma dentro de la «farsa absurda del peregrino literario»; más escéptica todavía con el género biográfico, cree que es vana su pretensión de captar «el meollo» de una vida, del mismo modo que la crítica literaria tiene «poca capacidad para explicar el resplandor del arte». Y, sin embargo, por la misma reflexión que sustenta estas prevenciones, o porque conoce y expone sus peligros, Leyendo a Chéjov consigue ser a la vez un libro de viajes, un esbozo biográfico y un ensayo literario de primer orden, en el que no faltan la revelación incisiva, el detalle analítico y, sobre todo, un gran respeto por los secretos en los que descansa, como decía Chéjov en uno de sus relatos, «toda existencia personal». Quien quiera conocer la vida y la obra del gran escritor ruso una de las mayores influencias del siglo XX encontrará en este volumen el mejor compañero, el más ameno y agudo, amén del más chejoviano, para guiarle a través de su literatura.
En el centro de nuestra cultura se encuentran los libros, que han guardado el saber de Occidente durante siglos y lo han transmitido a las siguientes generaciones. Los libros han cambiado el paso de la Historia universal, han abierto nuevos horizontes y han puesto a disposición de un amplio público los conocimientos de filósofos, poetas, científicos y artistas. Para remediar el abandono que está sufriendo la cultura en los últimos tiempos debido a un exceso de información combinado con un déficit de conocimientos, Christiane Zschirnt ha desempolvado una serie de obras imprescindibles en las que se recoge el saber del mundo occidental. Pero no se ha limitado a elaborar una lista de libros, sino que los ha sacado de las estanterías y los ha limpiado del academicismo que les resta atractivo a los ojos de algunos lectores. De esta forma, la autora ha democratizado la cultura, la ha hecho accesible a todos. Con «Libros» no se pretende crear un nuevo canon, sino presentar una serie de libros que nos ayuden a comprender la complejidad de la sociedad moderna: desde la Biblia hasta «Harry Potter» pasando por «Leviatán», desde Shakespeare hasta Beckett pasando por Balzac, desde Lope de Vega hasta Cela pasando por Borges y Juan Rulfo. Por eso, Christiane Zschirnt no los ha clasificado cronológicamente, sino por temas que afectan a nuestra vida cotidiana como el amor, la política, el sexo, la economía, las lecturas escolares, el ciberespacio… En suma, una brújula para navegar por el mundo de los libros con introducción de Dietrich Schwanitz, autor de «La cultura».
Esta nueva guía de David Pringle —autor de «Ciencia ficción. Las 100 mejores novelas»— comprende las cien mejores novelas de literatura fantástica de lengua inglesa desde 1945 hasta nuestros días. La selección es amplia, y Pringle resume y estudia historias de horror sobrenatural, magia, fantasía heroica y «fabulaciones», historias que tienen como escenario un mundo real pero sutilmente distorsionado. Los títulos se discuten en el orden cronológico de publicación y abarcan desde «Titus Groan» de Mervyn Peake, «Siete días en Nueva Creta» de Robert Graves, «Conan el Conquistador» de Robert Howard, «El Señor de los Anillos» de J. R. R. Tolkien, «El vino del estío» de Ray Bradbury, «Un mago de Terramar» de Ursula K. Le Guin, «Camelot» de T. H. White, hasta obras más recientes como «Noches de circo» de Angela Carter, «Las brujas de Eastwick» de John Updike, «El día de la creación» de J. G. Ballard y «Aegypto» de John Crowley. David Pringle, editor de las renombradas revistas británicas «Interzone» y «Foundation», es autor de una «bibliografía definitiva» de J. G. Ballard, y crítico de «The Guardian» e «Imagine».
En la composición de este manual de «Historia de la Literatura» nos ha guiado el propósito de que pudiera ser de alguna utilidad a los alumnos que cursan esta asignatura en los años de Bachillerato. Por consiguiente hemos procurado ceñirnos lo más posible al más reciente programa del curso de Historia de la Literatura Universal. Así, se explica que —aparte, claro está, las naturales preferencias del autor— algunos temas aparezcan un tanto excesivamente desarrollados, teniendo en cuenta que se trata de un compendio, mientras que otros se despachan con breves alusiones. Esto explica también la omisión de toda referencia a literaturas como la árabe y la japonesa, que suelen ser tradicionalmente tratadas en manuales de este tipo. Como la Historia de la Literatura Mexicana e Iberoamericana es materia de otra disciplina, que se cursa a la par, hemos optado por no incluirla en el presente compendio, conscientes de que un estudio somero de la misma, hubiera resultado superfluo y uno amplio hubiera desequilibrado las proporciones del volumen.
Ensayo, Crítica y teoría literaria, Filosofía, Otros
Un análisis admirable y lúcido de uno de los temas más apasionantes de nuestra época, el conflicto entre el mundo humanista y el mundo científico, y que el novelista C. P. Snow llama el problema de «las dos culturas». Aldous Huxley es quizá el autor contemporáneo que ha probado de modo más evidente —y con su propia obra— la posibilidad de una reconciliación entre la ciencia y la literatura. En estas páginas muestra que la esencia del conflicto puede explicarse como una oposición, declarada o no, entre la experiencia pública y la experiencia privada, apoyando elocuentemente su tesis con numerosos ejemplos de las letras inglesas, italianas y francesas.
Ensayo, Crítica y teoría literaria, Ciencias sociales
¿Por qué nos fascina tanto el crimen, qué dice de nosotros como individuos y como sociedad? ¿Qué maneras ha buscado el género negro de representar la faceta más tenebrosa del ser humano, colocando a nuestra altura un espejo perturbador frente al cual apartamos la vista, pero que a la vez nos atrae irremediablemente? Lo leo muy negro es un ensayo sobre ficción, crimen y vida que aborda el género negro desde múltiples ángulos: sus páginas exploran desde aspectos históricos hasta el perfil de autores clásicos y las claves de la obra de algunos de los autores contemporáneos más destacados, sin olvidar cómo dialogan novelas y ensayos negrocriminales con producciones audiovisuales de ayer y de hoy. En última instancia, este libro recurre a la literatura de crímenes para hablar del lado oscuro de todos nosotros.
James Wood, uno de los grandes críticos literarios contemporáneos, revela su íntima relación con la palabra escrita en este luminoso ensayo. Leer «Lo más parecido a la vida» es asistir a una clase magistral impartida por James Wood, uno de los grandes críticos literarios americanos de nuestro tiempo. Para él, de entre todas las artes, la ficción tiene una capacidad única a la hora de describir la textura de nuestras vidas y rescatarla de la muerte y el olvido histórico. A partir de discusiones brillantes con grandes obras literarias como «El beso» de Chéjov, «Los emigrados» de Sebald y «La flor azul» de Penelope Fitzgerald entre otras, Wood nos transmite su comprensión del acto de leer como la más sagrada y personal de las actividades. «Lo más parecido a la vida» es el libro más personal de James Wood, que huyó de la rigidez académica para mostrarnos la conexión de la literatura con la vida. Es un luminoso ensayo y una invitación a reconsiderar lo que está en juego cuando leemos y escribimos ficción, que entusiasmará a lectores de Muriel Spark, Nabokov, Saramago, Naipaul, W. G. Sebald, Thomas Bernhard, Javier Marías, Danilo Kis, Ian McEwan, Penelope Fitzgerald, Alice Munro o Zadie Smith.
De Gogol a Raymond Carver. Este volumen reúne catorce lecturas en profundidad de algunas obras clásicas de la narrativa breve, desde Gógol hasta John Cheever y Raymond Carver, pasando por Melville, Henry James o Yasunari Kawabata. Los comentarios surgieron de un taller de creación literaria donde Eduardo Jordá —ante todo, narrador— ha ido explicando los sutiles mecanismos compositivos que permiten alcanzar algo muy parecido a la perfección artística. El título del libro está tomado de un aforismo de Joubert —“Todo lo que tiene alas está fuera del alcance de las leyes”—, pues el ensayista elude las interpretaciones académicas o profesorales que a menudo no hacen otra cosa que oscurecer los relatos en vez de iluminarlos. Para Jordá, la mejor interpretación posible de un relato es una lectura atenta por parte de un buen lector. ¿Quién le roba el abrigo al escribiente de Gógol? ¿Existen o no existen los fantasmas de La vuelta de tuerca? ¿Qué altura tenía el edificio en el que trabajaba Bartleby el escribiente? ¿Dónde está realmente el nadador de John Cheever cuando empieza la historia? ¿Existió un burdel real con muchachas narcotizadas en el que se inspirara Kawabata? Estas son las preguntas que Jordá responde en las catorce esclarecedoras y fascinantes lecturas de Lo que tiene alas.
Lorca, poeta maldito. El planteamiento de este libro es ya sugestivo, nuevo y controvertible, en principio. Se trata de una visión de García Lorca —vida y obra— absolutamente distinta de las usuales. Francisco Umbral, partiendo del hecho a estudiar de que la literatura española no ha dado nunca poetas malditos, rastrea y descubre en Federico García Lorca —el español más universal después de Cervantes— una secreta y profunda vinculación con los grandes malditos «oficiales» de las literaturas europeas, en lo que éstos tienen de más auténtica y angustiadamente existencial, lejos del concepto entre burgués y mondaine de maudit. Lorca, revolucionario a nivel político, rebelde a nivel metafísico, es, en lo más hondo, un desarraigado, un angustiado, en la teoría del autor. Su adhesión a las grandes razas malditas de Occidente —gitanos, negros, homosexuales—, su «panteísmo antihedonista», su desgarrón o desdoblamiento psicológico, su «radical tragicismo» y, finalmente, su muerte prematura y brutal, vienen a dibujar la figura de Lorca como la de un grande y nuevo «maldito», en el más profundo y menos peyorativo sentido del vocablo.
Los siete ensayos reunidos en este libro fueron, con una sola excepción, leídos en público, y aunque casi todos tienen como origen los trabajos de Tolkien sobre literatura medieval, son accesibles a aquéllos que no conocen profesionalmente estos temas. Dos de los ensayos se refieren a Beowulf, incluyendo la conferencia que da nombre al libro. Las páginas dedicadas a las lenguas inventadas, con ejemplos de las lenguas élficas, fueron leídas en 1931. Estos textos cubren un período de cerca de treinta años, comenzando con la única ocasión en que Tolkien habló académicamente de sus invenciones literarias y concluyendo en el momento en que se despidió de su carrera de profesor. Contenido: —Beowulf: Los Monstruos y los Críticos —Sobre la traducción de Beowulf —Sir Gawain y el Caballero Verde —Sobre los cuentos de hadas —El inglés y el galés —Un vicio secreto —Discurso de despedida de la Universidad de Oxford
Referencia, Crítica y teoría literaria, Sociología
El autor reconstituye la representación de la historia de los bajos fondos. La literatura, la prensa y los estudios sociológicos le brindan la oportunidad de sumergirse hacia esos espacios en donde la miseria, la inmoralidad, el vicio y el crimen se convierten en la alusión inmediata hacia esa realidad social que divide a la población entre buenos y malos. Dominique Kalifa nos muestra la configuración de ese concepto que desde mediados del siglo XIX adquiere su sentido moderno. Una construcción cultural hecha en el tiempo que, simultáneamente, fascina y produce horror. Como un Dante nos conduce por los recónditos lugares que se asocian con los bajos fondos y nos ofrece en este viaje a los infiernos urbanos las características que los definen. Nos muestra a los excluidos de la sociedad occidental, a aquellos miserables sucios, viciosos, portadores de epidemias, mendigos, ladrones, asesinos, miembros de una organización oculta cuya existencia no deja lugar a dudas, que representan un mundo aparte con categorías distintivas, con fisonomías específicas, un mundo que invita a visitarlo y del que la literatura y el periodismo se han alimentado.
Referencia, Arte, Filosofía, Crítica y teoría literaria
Tras haber narrado en Los descubridores la búsqueda del hombre para conocer el mundo, Daniel J. Boorstin completa aquella imagen con la de Los creadores: los héroes de la imaginación que con sus visiones «han engrandecido, embellecido y adornado nuestra experiencia». Aunque nos hable de todas las formas del arte, desde los orígenes hasta nuestros días, Los creadores no es una «historia del arte», sino que va mucho más allá y más adentro: es una guía para comprender las razones que movieron a los creadores y para disfrutar plenamente de sus obras.
En «Los cuadernos de un vate vago» Torrente da cuenta de cómo nacieron algunas de sus novelas. Entre 1961 y 1976, Torrente recogió gran parte de sus notas trabajo en cintas magnetofónicas. Al magnetófono le contaba sus problemas durante la escritura, le hablaba acerca de la gestación de varias de sus obras o de sus miedos y sus alegrías. A veces, incluso, le contaba al magnetófono la historia y luego la transcribía. En este volumen se recogen, tal cual se narraron y con la mínima corrección, este conjunto de soliloquios. Se trata de una obra de características inéditas en las letras españolas, y posiblemente universales, por la técnica empleada en ella; y en un texto de gran dimensión literaria: paso de la literatura oral a la literatura escrita, en una bellísima y contundente prosa.
Reflexión aguda, sensata, amorosa que deben leer lectores, autores, editores, libreros… Hay en la experiencia de leer una felicidad y libertad que resultan adictivas. La lectura libera. Se extiende a leer la vida, a leer quiénes somos y en dónde estamos. Anima las conversaciones de lector a lector. Se contagia por los lectores en acción: padres, maestros, amigos, escritores, traductores, críticos, editores, tipógrafos, libreros, bibliotecarios y otros promotores del vicio de leer. «Gabriel Zaid es capaz de observar el mundo de las letras desde la perspectiva otorgada por otras disciplinas. Su gran acierto es la virtud del poeta: decir lo que oscuramente habíamos intuido sin alcanzar a formularlo en palabras. Señala que el verdadero problema del libro es que el estrato privilegiado que ha hecho estudios universitarios no lee: nunca le ha dado el golpe a la lectura, nunca ha llegado a saber realmente lo que es leer. Esto, que sepamos, nadie lo había dicho». José Emilio Pacheco.
Yo vengo de lenguas indígenas, de las que dos hablé hasta ya mayorcito, con algo de un precario español. Sin caer en alardes ni modestias, me puedo presentar y me presento, como un indio que logró por virtud de los libros integrarse mexicano: esto es, una mitad blanco y otra mitad cobrizo. Cinco años después de iniciar el aprendizaje formal de la lengua española, escribí este pequeño libro, que ha corrido la suerte de muchas ediciones, Los hombres que dispersó la danza: una aproximada conjunción y armonización de las dos almas, las dos sangres y las lenguas de que venimos. De leer libros me vinieron impulsos de escribirlos. Porque siempre la palabra engendró palabras y los libros dieron a luz libros. Yo leo libros desde que me acuerdo. Siempre que pienso en mí me veo con un libro en la mano. Y si bien no siempre los entendí, algo quedó que después fue útil para entender. Por eso se ha dicho que la ignorancia es el principio de la sabiduría. Lo he dicho otras veces y lo repito ahora porque es una convicción: yo soy los libros que he leído. El libro fue para mí lo que el molde al barro: me dio forma. Quien lee un libro, lee dos. Quien un día lleva un libro a su casa, acaba por crear una biblioteca, no importa su número, que no lo tiene. Intenta, joven lector, como yo lo intenté: seguir el camino de aquellos que, viniendo de lenguas indias, aprendieron otros idiomas, sin detrimento de la lengua que aprendieron en el regazo materno y en la leche de sus niñeces.
¿Por qué las palabras son tan importantes para los judíos? El novelista Amos Oz y la historiadora Fania Oz-Salzberger engranan hábilmente personalidades de todos los tiempos, desde el autor anónimo y probablemente femenino del Cantar de los Cantares hasta los oscuros talmudistas o los escritores contemporáneos, para explicar la relación esencial que existe entre los judíos y las palabras. Mezclando la narración y la labor de investigación, la conversación y la argumentación, padre e hija cuentan las historias que se ocultan tras los nombres, adagios, disputas, textos y chistes más perdurables del judaísmo. Ambos argumentan que estas palabras componen la cadena que conecta a Abraham con los judíos de todas las generaciones posteriores. Con una prosa llena de conocimiento, de lírica y de sentido del humor, «Los judíos y las palabras» propone una visita extraordinaria a las palabras que conforman el corazón de la cultura judía y tiende una mano al lector para que se una a la conversación.
Los libros en mi vida anuncia el título de un ensayo de carácter autobiográfico escrito por el novelista Henry Miller (1891-1980), bien conocido por sus novelas Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio; y por su ciclo novelesco La crucifixión rosada. Libros de escándalo, que fueron vapuleados en su tiempo por los conservadurismos de todo tipo, desde los religiosos y políticos, a los académicos y literarios. Su autor recibió los anatemas de pornógrafo y obsceno. Pero Henry Miller fue y sigue siendo amado por los rebeldes, los disconformes, los incrédulos y los raros de toda laya. Miller destaca en su ensayo a los autores que lo influyeron o deleitaron. Grandes, medianos y pequeños. Menciona también sus cien libros predilectos. No los voy a repetir.
Uno de los críticos más destacados y elegantes de nuestro tiempo analiza la maquinaria de contar historias para plantearse algunas preguntas fundamentales: ¿Qué queremos decir cuando decimos que «conocemos» a un personaje de ficción? ¿Qué detalles son reveladores? ¿Cuándo funciona una metáfora? ¿Es el realismo realista? ¿Por qué algunas convenciones literarias quedan obsoletas mientras que otras se mantienen frescas? De Homero a Beatrix Potter, de la Biblia a John le Carré, este libro es a la vez un estudio de las técnicas de la ficción y una historia alternativa de la novela. Ameno y profundo, «Cómo funciona la ficción» es un libro esencial para escritores, lectores y, sencillamente, cualquier persona interesada en lo que sucede en una página.