María Luisa de Parma bautizó como «la trinidad» al singular triángulo que formó con Carlos IV y Manuel Godoy. Triángulo entre cuyos vértices se dirimieron las dinámicas de poder, traiciones y, sobre todo, ambiciones desmedidas y fallos de cálculo que terminarían por entregar el país a un oportuno cuarto en Napoleón Bonaparte. Con un rigor impecable y apoyándose en el estudio minucioso de las fuentes directas, Antonio Elorza recompone en este ensayo la secuencia frenética de acercamientos estratégicos, desafecciones y puñaladas entre los cuatro, pero especialmente entre Godoy y Napoleón, con los que el primero intentaba ganar para sí la legitimidad de un poder que ya ejercía «de facto», y el segundo buscaba expandir su imperio. Y demuestra que, gracias a la ambición de Godoy, Napoleón pudo llevar a cabo pacíficamente la ocupación militar de España. Las consecuencias catastróficas de este juego de tronos castizo incluyen la derrota de Trafalgar, que ya hace inevitable la pérdida del imperio americano, y la posterior Guerra de Independencia, trágica destrucción de un país que reflejó Goya en sus Desastres. De otra parte, supuso también la ruina de Napoleón, quien terminó por reconocer que «los españoles se comportaron en masa como un hombre de honor» y que, después de todo, «merecían algo mejor».
La primera guerra mundial, la guerra civil rusa, la invasión japonesa en Manchuria, la guerra civil española y la segunda guerra mundial configuraron un sangriento período histórico de treinta años que destruyó el mundo tal y como lo conocíamos hasta entonces. En 1918, una vez concluyó la Gran Guerra, las naciones vencedoras reunidas en Versalles impusieron a Berlín severísimas compensaciones económicas que indignaron a los alemanes y sembraron las semillas de un nuevo conflicto mundial que estallaría veinte años más tarde. El auge del fascismo y del nazismo como respuesta a la amenaza comunista y las nefastas secuelas económicas del crac financiero de 1929 también contribuyeron al estallido de la segunda guerra mundial, que fue el último y más dramático capítulo de esas tres décadas de masacres. El devastador escenario social, político y económico que provocó la Gran Depresión recuerda en parte al que sufrimos hoy día en Occidente con el auge de los populismos y la constante amenaza de una devastadora crisis económica que vuelva a poner en entredicho el valor de las democracias.
El final de la Segunda Guerra Mundial, ocurrido hace más de sesenta años, plantea todavía hoy interrogantes de difícil respuesta: ¿por qué Mussolini, ante el riesgo de ser ejecutado, no escapó de Italia?, ¿por qué Hitler aguardó el fin en su búnquer?, ¿por qué los militares alemanes, en gran parte ajenos al nazismo, decidie ron combatir hasta el final, con un inmenso coste de vidas y destrucciones materiales en los cuatro últimos meses de la guerra?, ¿por qué se lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima si Japón estaba a punto de rendirse?, ¿fue acaso un aviso para los soviéticos que se confirmaría ya en la Guerra Fría? David Solar aborda estas y otras muchas cuestiones que marcaron la reconstrucción del mundo tras la guerra, desde las intrigas políticas entre Roosevelt, Churchill y el perspicaz Stalin -que hábilmente obtuvo mayor poder en más zonas de Europa-, a los terribles juicios de Nuremberg y de Japón, con la humillación del emperador Hirohito. Sin olvidar el papel de criminales de guerra que sortearon a la Justicia y cuyas estrategias de ocultamiento llegan hasta nuestros días. Todo lo ocurrido entre 1945 y 1946 marcó el destino del mundo hasta la actualidad. Tremendos sucesos que permanecen como telón de fondo en estos primeros años del siglo XXI e, incluso, dirigen los derroteros actuales de la realidad sociopolítica internacional.
«Un puente lejano» es la crónica magistral de una arriesgada y grandiosa operación que acabó en una amarga derrota para los aliados. Entre los personajes que aparecen en la obra figuran civiles holandeses, aviadores británicos y norteamericanos, jefes y soldados, así como los defensores alemanes, todos ellos empeñados en una batalla que tal vez fue la más sangrienta de toda la guerra en el Frente Occidental y que costó a los aliados casi dos veces más bajas que el día D. Increíblemente emocionante, soberbia desde todos los puntos de vista, es una de las mejores obras de Cornelius Ryan, el más brillante reportero de la Segunda Guerra Mundial.
Crónica, Ciencias sociales, Comunicación, Arte, Historia
«Este es un libro —nos dice Eric Hobsbawm— sobre lo que les sucedió al arte y a la cultura de la sociedad burguesa una vez esta sociedad desapareció, en la generación posterior a 1914». Su destrucción se produjo como consecuencia de los efectos combinados de la revolución en la ciencia y la tecnología, del desarrollo de la sociedad de consumo y de la entrada de las masas en la escena política. Unas sociedades inmersas en la constante presencia de nueva información y de nueva producción cultural —de sonidos, imágenes, palabras y símbolos— han visto transformarse el modo de aprehender la realidad, pero también su concepción de la cultura, que estaba asociada a las convenciones que gobiernan la relaciones humanas. Este libro, el último que dejó escrito Hobsbawm, es una gran aportación a la historia de la cultura del siglo XX, como lo señala el profesor Richard Evans: «Leyendo este libro he aprendido una enorme cantidad de cosas que antes no sabía». Pero es también una reflexión sobre un presente convulso, un tiempo de incertidumbre en que, nos dice Hobsbawm, miramos hacia adelante con perplejidad, sin guías que orienten nuestro camino hacia un futuro irreconocible.
Reedición revisada y aumentada del best seller que reúne las experiencias del abogado y oficial de ejercito José Miguel Varela, en la Guerra del Pacifico, las Campañas de la Araucanía y Guerra Civil de 1891. Un libro que en su primera versión ha vendido más de 60 mil ejemplares y se ha convertido en un clásico de la crónica histórica. Esta nueva edición contempla un capítulo inédito sobre los años de José Miguel Varela trabajando como Notario en Valdivia, y su participación en la logia masónica. Este nuevo capítulo no corresponde a las memorias del soldado, sino a la investigación recogida por Guillermo Parvex luego de la publicación del libro.
El compañero perfecto para El asirio y La estrella de sangre. Esta obra trata de profundizar en el conocimiento sobre las costumbres de los pueblos asentados en Mesopotamia desde hace casi cinco milenios. Con 178 anotaciones y 119 ilustraciones
Con ritmo de thriller, Eduardo Inda y Esteban Urreiztieta, los periodistas de El Mundo que destaparon en 2006 la prehistoria del caso Urdangarin y en septiembre de 2011 la historia moderna, relatan con todo lujo de detalles el primer gran escándalo de corrupción de un miembro de la familia real española. De cómo un plebeyo guipuzcoano jugador de balonmano pasa a convertirse en hijo político del rey, diezmar las arcas públicas y acabar imputado por cinco delitos (malversación, prevaricación, falsedad, fraude y blanqueo de capitales). Urdangarin. Un conseguidor en la corte del rey Juan Carlos aporta grandes novedades: la bronca entre el príncipe de Asturias y el duque de Palma a cuenta del palacete de Barcelona, la reunión en La Zarzuela que disparó las acciones de Nóos, lo que piensa don Juan Carlos del asunto o cuál es la potencia de las «bombas atómicas» que el socio Diego Torres amenaza con hacer estallar en cualquier momento.
Poco se sabe respecto de los uruguayos en la Argentina, de ahí la necesidad de este libro donde, por un lado, se ofrece una reconstrucción del proceso inmigratorio a partir de los diferentes contextos en el país de origen.
Pocos como los historiadores se han preocupado tanto de forjar identidades a lo largo del planeta. El pasado podemos usarlo casi para cualquier cosa que se desee hacer en el presente. Con responsabilidad para obtener reafirmación, lecciones o consejos y para abusar de él, para crear mentiras sobre un pasado que nunca existió, alimentar el narcisismo colectivo o escribir historias desde una única perspectiva. Los usos y abusos de la historia dan para mucho. En esta obra Margaret Macmillan trata del modo en que se usa la Historia y en que se abusa de ella, en que se la manipula para justificar una matanza, una guerra o el poder de un tirano, en que se la sustituye por leyendas urdidas para alimentar el narcisismo colectivo, para envejecer y ennoblecer un pasado que no tuvo nada de ejemplar ni de glorioso o que sencillamente no existió. Usamos la Historia para entendernos a nosotros mismos y deberíamos usarla para entender a los otros, escribe MacMillan, pero el catálogo de desatinos que ella misma enumera le da a uno una idea más bien pesimista de la actitud humana hacia el conocimiento de la verdad.
Como historiador ya consagrado por sus estudios acerca del iluminismo, Franco Venturi es invitado a dictar en Cambridge una serie de conferencias a partir de la célebre pregunta kantiana “¿Qué es la Ilustración?”. Venturi propone una brillante y documentada introducción a la “circulación de las ideas” en la Europa moderna, fundamental para comprender sus valores y debates. Así, llega al núcleo de su respuesta, el derecho a castigar, que oscila entre la “utopía” igualitaria y la “reforma” de las sociedades, tanto en lo político como en las formas jurídicas, éticas, culturales. Venturi reseña la trayectoria de reyes y repúblicas en los siglos XVII y XVIII, en que la tradición clásica de Atenas y Roma se conjuga con la experiencia inmediata de ciudades y naciones modernas, de Moscú a Venecia o Londres. Precisamente en los republicanos y deístas ingleses detecta una de las principales fuentes de la reflexión filosófico-política del siglo XVIII. La recuperación de un pasado utópico de libertades ciudadanas y las denuncias acerca de los abusos del soberano serán tema fundamental para los enciclopedistas, que pensaban los fundamentos de la ley y la cultura mientras se desmoronaba el antiguo régimen: “la herencia del pasado se había mezclado con la riqueza del presente”.
Un libro ejemplar por el notable cuadro de la ilustración europea que propone, por la asombrosa erudición, por la innovadora propuesta metodológica. Personas e ideas en movimiento a la búsqueda de opciones políticas entre reforma y revolución. Fernando Devoto
La crónica, descarnada y humana, del proceso judicial por el atentado islamista contra la sala Bataclan. Viernes 13 de diciembre de 2015. En tres puntos diferentes de París se producen atentados yihadistas. El más grave es el de la Sala Bataclan. El resultado de los ataques es más de un centenar de muertos y casi medio millar de heridos. Años después, durante nueve meses, se celebra el juicio. Hay catorce acusados: el principal es el único superviviente entre los terroristas de Estado Islámico que participaron en la masacre. Sobrevivió porque no detonó su cinturón con explosivos. ¿Porque falló el mecanismo? ¿Porque tuvo miedo? ¿Porque tuvo un fugaz momento de arrepentimiento y humanidad? El resto son colaboradores en diverso grado. Y además están los testigos –supervivientes que explican historias de una gran crudeza–, los familiares de los fallecidos, los severos fiscales, los abogados defensores, el tribunal… Periodismo convertido en literatura a través de la perspicaz mirada de Carrère.
Crónica autobiográfica de sus años de juventud articulada en torno a su fascinación por el cine y la ciudad. Alberto Fuguet vuelve en VHS a la no ficción para contar su adolescencia y juventud en los años 70 y 80, marcadas a fuego por su desatada aición al cine, al tiempo que descubría la ciudad y vivía su despertar sexual y sus inicios profesionales de manera intensa. Analizando las películas de su vida y la trayectoria de algunos de sus cineastas y actores favoritos, como Matt Dillon o Jacqueline Bisset, comentando el arte del aiche y del tagline, rememorando sus idas a las viejas salas de cine o a los videoclubs que invadieron Santiago hace tres décadas, contando anécdotas candentes de su paso por los medios de comunicación y relexionando sobre la onda disco y el pop, Fuguet logra articular un libro divertido y a la vez emotivo, fragmentario y coherente, desfachatado y versátil, que echa mano a versos, fotos y archivos personales. "En todos los libros de Alberto Fuguet que he leído hay siempre, junto con la historia que cuentan, una voluntad de innovar, tanto en la lengua como en la estructura narrativa." Mario Vargas Llosa
El secreto del Sacromonte En la abadía granadina del Sacromonte se guarda un gran secreto. Solo el abad conoce las claves que, desde antiguo, con gran celo, se van transmitiendo de un sucesor a otro. Los jeroglíficos y signos que llenan sus muros y bóvedas anuncian el misterio inquietante que en sus viejas estancias pervive, y a su vez suscitan la curiosidad de dos jóvenes estudiantes que, llevados de su intuición, se proponen descubrirlo, ajenos al riesgo y al peligro que la búsqueda entraña Una compleja trama argumental conlleva la investigación de diversos documentos históricos, que abarcan desde el año 70 a. C., cuando Jerusalén fue sitiada por los romanos, hasta la época actual, y en ella se ven involucrados distintos personajes, algunos reales —el escritor Flavio Josefo, los reyes godos Alarico, Atanagildo y don Rodrigo, el arzobispo de Toledo Juan Martínez Silíceo, el rey Felipe II o el sabio Benito Arias Montano— y otros muchos nacidos de la fértil imaginación del autor. Se cifra aquí, pues, un enigma vinculado a la Historia de España, y a un lugar, la abadía del Sacromonte en Granada, al tiempo que se sustenta la posible verdad de algunos mitos y leyendas de nuestra tradición histórica.
En la mitología germánica las Valkirias son doce hermosas divinidades femeninas que habitan el Walhalla —el paraíso—, donde recompensan a los héroes por sus hazañas terrenas. Audaces diosas de la guerra que cabalgan por el aire, presencian los combates que ellas mismas arbitran y escogen a los combatientes que mueren en las batallas. Aunque siempre subordinadas a Odín, el dios supremo. No cabe ninguna duda de que las mujeres alemanas, como las Valkirias, desempeñaron un papel importante en el Tercer Reich, mucho mayor que el que su führer les había preparado, mezcla de diosa de la fecundidad y ama de casa. De hecho, la llegada al poder de Adolf Hitler en 1933 no habría sido posible sin su apoyo ni su voto. Tanto de las que vivían muy alejadas del prototipo ideal que exigía el partido, como de las que lo cumplían a rajatabla en las asociaciones femeninas del régimen.De eso trata este libro, de todas esas mujeres —unas anónimas, y otras no tanto—, que compartieron los duros años de posguerra que iba a iluminar la República de Weimar con sus cambios, pero acabaron sumergidas en la profunda oscuridad del nacionalsocialismo. De las que apoyaron a Hitler de forma incondicional, dispuestas incluso a morir por él; de las que no lo hicieron tanto y, por supuesto, de Eva Braun.
José Enrique Varela (1891-1951) fue uno de los militares españoles más importantes del siglo XX, empezó su carrera como soldado raso y la terminó como capitán general. Compañero de Franco en Marruecos, estuvo al mando de las tropas indígenas, el puesto de mayor peligro para los oficiales jóvenes, y demostró una verdadera capacidad de mando y pericia militar que le valieron dos Laureadas, algo sin igual en el ejército. Cuando estalló la guerra civil, Franco le puso al mando de las fuerzas que asaltaron Madrid en noviembre de 1936 y, tras la contienda, le nombró ministro del Ejército. Desde este puesto llevó a cabo la supervisión de la transición militar a la paz y la preparación del ejército para los desafíos de la guerra mundial. Por sus profundos principios religiosos y morales, hizo todo lo posible para evitar un compromiso bélico de España con la Alemania nazi. Finalmente dimitió en 1942 tras ser víctima de un atentado perpetrado por unos falangistas. Sin embargo, no perdió la confianza de Franco, que le nombró alto comisario del protectorado de Marruecos en 1945. Allí demostró su amplio conocimiento del país y su talento para administrar, con el mayor respeto hacia sus costumbres y religión, las relaciones con sus habitantes.
Si la obra maestra de Vasili Grossman, Vida y destino, se hubiera publicado en vida del autor, lo hubiera hecho a la vez que Doctor Zhivago de Pasternak y antes de Archipiélago Gulag de Solzhenitsyn, pero Vida y destino fue secuestrada por el KGB. Cuando se publicó póstumamente, décadas después, fue reconocida como la Guerra y Paz del siglo XX.
Vasili Grossman (1905-1964) se formó como ingeniero, pero abandonó su trabajo en los años treinta para dedicarse en exclusiva a la escritura. Tras el estallido de la segunda guerra mundial se convirtió en corresponsal de guerra para el Ejército Rojo, publicando aclamadas crónicas de las batallas de Moscú, Stalingrado, Kursk y Berlín. Su testimonio sobre los campos de exterminio nazis, escrito tras la liberación de Treblinka, se encuentra entre los primeros documentos escritos acerca del Holocausto judío y fue utilizado como prueba en los juicios de Núremberg.
Después de la segunda guerra mundial, la fe de Grossman en el Estado soviético se vio socavada por el giro antisemita del régimen de Stalin. Aunque nunca llegó a ser arrestado por las autoridades soviéticas, sus dos obras maestras (Vida y destino y Todo fluye) fueron censuradas por antisoviéticas, y cuando Grossman falleció en 1964 Vida y destino permanecía inédita y seguiría estándolo hasta que pudo ser publicada en Occidente merced al trabajo de una red de disidentes. La primera edición en la Unión Soviética data de 1988, durante la fase aperturista del gobierno de Mijaíl Gorbachov. La obra alcanzó rápidamente un éxito enorme y pasó a ser aclamada como una de las cumbres literarias del siglo XX.
Un día de julio de 1941, la mitad de los habitantes de lo población polaca de Jedwabne se levantó contra la otra mitad. En una enloquecida cruzada, a la que el ejército alemán de ocupación asistió como mero espectador, acabaron con la vida de casi todos los judíos del pueblo: mil seiscientas personas entre hombres, mujeres y niños. No fueron nazis anónimos quienes apalizaron, acuchillaron, estrangularon o prendieron fuego a los judíos de Jedwabne, sino sus propios vecinos con los que hasta entonces habían convivido normalmente, gentes de nombres y rostros conocidos, viejos compañeros de escuela, sus tenderos, sus clientes, aquellos con los que solían pararse a charlar en las calles. «Vecinos» nos cuenta esta historia brutal y estremecedora que nunca antes se había narrado y que había sido ignorada por la historia oficial. Es el estudio más revelador que se ha publicado sobre las relaciones entre polacos y judíos en tiempos de ocupación y que, por las apasionadas polémicas que ha levantado en la prensa internacional, se está convirtiendo ya no sólo en un clásico de la literatura del Holocausto, sino también en una contribución de primer orden a la historia universal de la infamia.
Entre los siglos VIII y XV vivieron en la península Ibérica gentes de las tres grandes religiones. Sus relaciones, calificadas tanto de intolerancia permanente como de idílica convivencia, siguen generando la controversia entre historiadores. Sin embargo, hay un aspecto que ha pasado desapercibido: el papel que las mujeres desempeñaron en la coexistencia de las tres comunidades.Este libro nos brinda la oportunidad de observar cómo se desgranaba la vida de la mujer en la sociedad medieval, la de aquellas «judías e moras e entendederas», de las que se habla en el Libro del Buen Amor. La autora ha rastreado los datos sobre ellas, escondidos entre las líneas de los documentos históricos, para descubrir el protagonismo de las mujeres, especialmente en la conservación de rituales y tradiciones. Postergadas por los tres monoteísmos, las mujeres debían limitarse a las tareas de la casa. Pero la exclusión de los espacios masculinos las llevó a crear sus propios ámbitos. Cumpliendo con sus tareas domésticas visitaban el pozo, el horno, el baño. Allí se familiarizaban con la rutina diaria de «la otra», y aprendían sus costumbres, sus modos de cocinar, cómo criaban a sus hijos o cómo cumplían con sus deberes religiosos.María Jesús Fuente aborda distintos ejemplos de mujeres, a través del estudio de los lugares que frecuentan, el análisis de los sistemas de pensamiento acerca de la mujer, su papel en la aculturación y asimilación de su grupo.Aquí podemos conocer personajes fascinantes como Florentina, hermana de san Isidoro, o En, monja pintora; nos habla de una bellísima judía, Raquel, o de una poetisa de Al-Ándalus, como Hafsa de Guadalajara; y averiguamos cómo era la vida de la amante cristiana de Alfonso X, y de aquellas maltratadas, como Fátima Curruta o Jamila Abenaçoh. Personas con nombre y apellido, hijas de su tiempo, que despliegan ante nuestros ojos una época de convivencia, fe y rebeldía. Las mujeres, visibles u ocultas, con voz propia o silenciadas, son las auténticas protagonistas de esta historia.