Flora parece tenerlo todo bajo control: es alta, rubia y hermosa. Y tiene su hogar, un bebé y un marido, Richard. Tiene bajo control a su amiga Meg y a su hermano, Kit, el cual ha sentido siempre por ella una gran adoración, y también a Patrick, un caprichoso novelista. Sólo Liz, una pintora bohemia, rehúsa ser una seguidora suya. Flora los seduce, los manipula y los encandila con sus destellos de dicha y entusiasmo. Todos se sienten cautivados por el refinado sometimiento que Flora ejerce en los demás, todos, menos Liz. Será ella quien les mostrará que la candidez de Flora es el veneno más dulce de todos.
Esta es una historia basada en hechos reales, la historia tiene algo de ficción, pues fue adaptada a la cultura anglo-americana. Alma es una mujer Cosmopolitan y decide alquilar un padre para poder ser madre y continuar siendo una Mujer COSMOPOLITAN y se ve envuelta en un sin número de cosas con el nacimiento de la niña, quien sería probeta pero fue natural.
«Una magia modesta» está dividido en dos libros: el Libro Primero contiene dos cuentos de regular extensión, «Ovidio» e «Irse»; mientras que el Libro Segundo recoge más de una treintena de narraciones cortas, algunos de ellas, microrelatos, reducidas, en algunos casos, al puro enunciado del argumento. Bioy Casares, dueño de una prosa capaz, en su exquisita desnudez y en su descarnada ironía, de dejar siempre un poso de inquietud en el lector. Así sucede, por ejemplo, en «Ovidio», donde un enamorado de la vida y la obra del poeta latino tiene que viajar a los confines de Europa para descubrir que el destierro forma parte de la condición humana. O «El último piso» y «Un tigre y su domador», en los que el autor descorre fugazmente la leve cortina que separa la realidad del ensueño. Y así, cuento tras cuento, va creando con los treinta y nueve que reúne Una magia modesta una atmósfera de sutil extrañeza, mientras teje y desteje a voluntad el destino de unas anodinas existencias, sacudidas de repente por el toque de la sombra, el absurdo y una magia, en suma, no tan modesta.
En la década de 1890, August Strindberg interrumpe su producción literaria para explorar distintos campos artísticos y de conocimiento en busca de una unidad y un sentido de la existencia. En la llamada «crisis de «Inferno»», un Strindberg intuitivo, curioso, escéptico, necesitado de respuestas sobre nuestro lugar en el Universo se vuelca de lleno en el estudio de la alquimia, la figura de su compatriota y místico Emanuel Swedenborg (1688-1772), la cábala, la botánica y otras ciencias naturales. Se dedica también a la pintura, experimenta con la fotografía y con los procesos fotográficos y llega a manifestar que puede producir oro. Es una época de viajes —Berlín, París, Austria, Suecia—, matrimonios, separaciones y encuentros con artistas como el pintor noruego Edvard Munch. En París entra en contacto con los círculos ocultistas del fin de siècle y con personajes de la Orden Martinista como Papus o François Jollivet-Castelot. El resultado de sus investigaciones será una poética original que culminará con el retorno de Strindberg a la literatura y la publicación de dos novelas autobiográficas: «Inferno» (1897) y «Leyendas» (1898). El presente volumen presenta los ensayos de esta particular e importante etapa vital de Strindberg que hasta la fecha no se habían publicado reunidos en lengua castellana. En ellos emerge la penetrante mirada del polifacético artista en busca de la infinita coherencia del Universo.
Una novela intensa cuya acción se inicia en la noche histórica del 23-F y en la que el autor nos propone una historia de amor llena de contradicciones, en la que Esteban Neira, arquitecto urbanista, y Andrea Santos, psicóloga y antigua compañera de empeños contra la dictadura franquista, se debaten entre el compormiso moral y las exigencias más íntimas con el telón de fondo del Madrid de los primeros años de la democacia. De UNA MIRADA OBLICUA, Manuel Vázquez Montalbán escribió: "La novela de Rico no es un ajuste de cuentas de la transición, sino una morosa reflexión sobre la crisis de identidad cuando lo histórico no ayuda a delimitarlo" ("El 23-F y Max Frich". Diario El País. Babelia, 18-11-1995. Y Santos Alonso: "Manuel Rico no comparte el concepto neutro de la literatura. Por el contradio, afronta con intensidad la indagación en la incertidumbre y la confusión, narrando la peripecia de Esteban Neira desde la noche del golpe de estado hasta hoy" ("La duda bajo los pies". Diario 16. Libros. Noviembre de 1995).
«Un amor» es una novela de gran intensidad literaria, que absorbe al lector desde la primera página. Narra la historia de un enamoramiento, de una experiencia personal inusitada y turbadora. Si bien por su tema, por su enfoque y por su escenario difiere del resto de las novelas de Buzzati, tiene en común con ellas su calidad, un trasfondo de preocupación ética y una poesía en la que reconocemos inequívocamente a su autor. Cuando se publicó por primera vez en 1963, «Un amor» se convirtió rápidamente en uno de los primeros «best sellers» de la historia de Italia. Esa aceptación por parte del público no ha cesado tantos años después, y hoy sigue siendo considerada como una de las obras maestras de Buzzati. Esta edición ha recibido el Premio de Traducción del Ministerio Italiano de Asuntos Exteriores en el año 2005.
Hace ahora justo veinte años, los Kinsella eran, en apariencia, una familia idílica y feliz. De un día para otro, el marido de Rachel vendió sin avisarle la casa en la que vivían y se llevó a los cinco niños al extranjero. Hace ahora justo veinte años de la ruptura, este preciso fin de semana en que tres de los hijos de Rachel, ya adultos, cada uno de ellos sumido en su particular crisis personal, se han reunido en la casa materna. Con esos recuerdos tan vivos para Rachel, no es de extrañar que una conversación casual, en el porche, después de cenar, derive en una confesión sobre los acontecimientos que propiciaron aquella ruptura; lo que sin duda ella no espera es que sus hijos tengan también algo que contarle…
Jay Follet muere en accidente de tráfico cuando regresa a casa tras de atender una emergencia familiar. Su ausencia marca las vidas de su esposa, Mary, y de sus dos hijos de corta edad, Rufus, y la pequeña Catherine. A través de sus recuerdos, junto a los de otros miembros de la familia, se reconstruye todo el universo que les unía y el vacío que produce su falta. Mary busca refugio en sus profundas creencias religiosas, mientras la pequeña Catherine apenas entiende lo que pasa. En cuanto a Rufus, sobre el que de alguna manera gira gran parte del peso de la trama, la muerte de su padre le genera sentimientos encontrados. Aturdido por los misterios del mundo de los adultos y apegado al mismo tiempo al ingenuo placer de la infancia, la dramática experiencia de la ausencia paterna le irá acercando progresivamente a una anticipada y forzada madurez. Una muerte en la familia es una obra sobre el dolor y el desconcierto que genera la pérdida, la ausencia de un ser querido. Una novela poderosamente emotiva, escrita con una inusual belleza lírica y una apreciable influencia joyceana en algunos pasajes. En Una muerte en la familia, James Agee hace un retrato de una familia norteamericana en el corazón de los agitados Estados Unidos de 1915. Un retrato que en buena medida es el de su propia familia. El padre de Agee, que también se llamaba Jay, murió cuando él tenía la misma edad que Rufus, que curiosamente es el segundo nombre del autor. La narración transcurre en Knoxville, el pueblo natal de Agee. De alguna manera, los sentimientos expresados en esta novela autobiográfica son los que maduraron en el autor durante tres décadas hasta que, con la distancia del tiempo, pudo finalmente expresarlos en negro sobre blanco. Tardó siete años en escribirla pero lamentablemente no llegó a verla publicada en 1957, ya que murió de forma repentina dos años antes. Tampoco pudo ver el notable éxito que cosechó entre lectores y crítica, que fue reconocido con el premio Pulitzer de 1958.
A comienzos del siglo XX, cuando la independencia de las mujeres era muy relativa, Bess Gardner es ya una mujer de recursos: una joven llena de voluntad y ambición que, además, acaba de recibir una pequeña herencia. La novela narra la vida de Bess desde principios de siglo hasta la década de los sesenta a través de su correspondencia a distintos destinatarios a lo largo de los años. En estos escritos descubrimos a Bess mientras soporta los golpes y las alegrías de la vida con una valentía inquebrantable y un espíritu indómito; sus cartas nos revelan los sacrificios que el amor le exige de vez en cuando, los problemas y las recompensas del matrimonio, las complejas relaciones con sus hijos y, sobre todo, su clara voluntad de desafiar a su entorno social.
Así que esta es una historia de fantasmas. O, más que de fantasmas, quizá sea una historia de desapariciones. Santi Alarcón, el protagonista de esta novela, no sabe por dónde empezar a contarnos su infancia. Por el día en que se tragó una mosca o por el día en que su madre asfixió a una rata con insecticida. Elija el momento que elija para tirar del hilo de su memoria, el resultado es un doble retrato. El de una España que se abre poco a poco a la democracia y el de una familia infeliz: unos padres que a duras penas se soportan, un abuelo huraño y violento, un hermano bravucón más interesado en el boxeo que en los estudios. Y, entremedias, los primeros deslumbramientos sentimentales, el papel de la mujer en la sociedad del siglo XX, la homosexualidad callada, y el mayor enigma de todos: qué empujó a Martina, la madre de Santi, a huir con un niño.
¿Qué potentes hilos pueden ligar a una anónima mujer de postguerra con una joven periodista recién divorciada del siglo XXI?
Esta es la historia de dos mujeres o puede que de todas las mujeres. La nueva novela de Elisa Beni nos traslada al Madrid franquista de posguerra en una historia llena de secretos que reivindica el papel de las mujeres en la época más reciente y convulsa de la historia de España.
Lara, desde un Madrid frenético y prepandémico, se lanza en busca de explicaciones sobre la vida de la mujer que murió en el piso que acaba de alquilar y que fue encontrada momificada diez años más tarde. Buscando explicación a esta vida tan aparentemente llena de soledad, probablemente busca las claves de su propio futuro. En ese camino de investigación retrospectiva, que casi roza la obsesión, descubrirá la corriente profunda que une el destino de las mujeres de todas las épocas.
Esta novela es un fresco del papel no resuelto de las voces femeninas en la sociedad y un homenaje a todas aquellas vidas que el franquismo hizo transcurrir en un fondo en blanco y negro.
Unas mujeres que siguen vivas en sus hijas y en sus nietas porque una mujer no muere jamás.
Un andar solitario entre la gente es la historia de un caminante que escribe siempre a lápiz, recortando y pegando cosas, recogiendo papeles por la calle, en la estela de artistas que han practicado el arte del «collage», la basura y el reciclaje —como Diane Arbus o Dubuffet—, así como la de los grandes caminantes urbanos de la literatura: de Quincey, Baudelaire, Poe, Joyce, Walter Benjamin, Melville, Lorca, Whitman… A la manera de «Poeta en Nueva York», de Lorca, la narración de «Un andar solitario entre la gente» está hecha de celebración y denuncia: la denuncia del ruido extremo del capitalismo, de la conversión de todo en mercancía y basura; y la celebración de la belleza y la variedad del mundo, de la mirada ecológica y estética que recicla la basura en fertilidad y arte.
En una remota provincia china, un campesino sutil se extravía en un hechizo de amor. Como casi todos los amores, este es imposible. Pero Lu Hsin, ingenioso y paciente, decide crear una posibilidad a partir de la nada. La tarea le lleva casi toda la vida. Esta fábula erótica, atemporal y eterna aunque ineludiblemente china, sucede sobre el fondo agotado de veinte años cruciales en la historia del Imperio de la Porcelana: los que van entre la Larga Marcha y la Revolución Cultural. La hidráulica, la pintura, la política, la vida cotidiana en una pequeña aldea, y una colorida galería de personajes, marcan el paso del tiempo de la ficción, que se revela en el desenlace como el fulminante momento de la realidad y el amor.
Una novela que comienza es uno de los escasos ejemplos de «novela buena» que nos legó Macedonio Fernández, con lo que se torna imprescindible para comprender la evolución del cuento durante el siglo XX, porque el reto que supuso cuanto contiene, aplicado por Jorge Luis Borges o por Julio Cortázar a sus relatos, cambió absolutamente la concepción del espacio y del tiempo narrativo hacia ámbitos tan fantásticos como sorprendentes.
Este libro sin argumento, del que no puede decirse que «trata sobre», es un excelente ejemplo de la escritura polimorfa y lúdica del autor, prefiguración acaso de los gestos posmodernos. El escritor está aquí tan ocupado en desvestir la escritura como en colocar al lector fuera de la narración para obligarlo a descubrirse a sí mismo a través del texto. De ahí que los estudios sobre su obra lo consideren un objeto delicioso para el estructuralismo y la semiótica.
La locura y el horror han obsesionado mi vida, escribe el autor. Los libros que he escrito no hablan de otra cosa. Después de El adversario, quise escapar. Creí que escapaba amando a una mujer y realizando una investigación. La investigación fue sobre mi abuelo paterno, que desapareció en 1944 y, probablemente, fue ejecutado por colaborar con los alemanes. Es el fantasma que atormenta a nuestra familia. Para exorcizarlo seguí caminos que me llevaron hasta una pequeña ciudad perdida de la provincia rusa, donde permanecí largo tiempo a la espera de que ocurriese algo. Y ocurrió: un crimen atroz. La locura y el horror volvían a darme alcance. También en mi vida amorosa: escribí para la mujer que amaba un relato erótico que debía irrumpir en la realidad, y la realidad desbarató mis planes. Nos precipitó a una pesadilla. De todo esto hablamos aquí: de situaciones que elaboramos para dominar la realidad y de la forma terrible en que ella las asume para respondernos.
Amy tiene el marido perfecto. Hugh es guapo, es un buen tipo y un padre maravilloso. Pero un día, de pronto, le dice que quiere que se tomen un descanso. Que necesita estar seis meses lejos de casa, de ella y de la familia, y viajar un tiempo como soltero. Aunque asegura que solo será medio año y que volverá, pues no ha dejado de amarla, Amy teme que no sea así. Porque en seis meses pueden pasar muchas cosas… ¿Y si cuando Hugh vuelva, si es que vuelve, ya no es el mismo? ¿Y si ella también ha cambiado? Pero lo peor es qué hacer mientras tanto. ¿Debe seguir siéndole fiel o puede dejarse llevar? Está claro que en la vida no hay que dar nada por sentado, y Amy está a punto de averiguarlo por sí misma.
En el título y en la cita de Sartre que encabeza el volumen se cifra quizá el principal nexo unitario de los presentes relatos: a la vez una pasión prohibida y una pasión inútil es el eje irradiador de cada una de estas narraciones, en las que el don poético y el seguro pulso narrativo de Cristina Peri Rossi, sin desconocer el legado de Kafka o el de Cortázar, imponen la evidencia de una escritura irreductiblemente personal. Una prosa de rigor ejemplar nos muestra aquí un universo interior, que rehúye la tentación del psicologismo acrítico para centrarse en lo ético y en el desvelamiento, por la poesía, de la faz invisible de lo cotidiano. Una pasión prohibida resume las mejores cualidades de la narrativa de Peri Rossi.
Cuando su padre la acompaña hasta la entrada del prestigioso internado Ault de Massachusetts, no parece que Lee Fiora añore demasiado a la familia que deja atrás en su pequeña ciudad de Indiana, seducida por las brillantes fotografías del elegante folleto promocional del centro: chicos de uniforme delante de vetustos edificios de ladrillo y chicas con falda escocesa y palos de «lacrosse» sobre un césped inmaculado. Pero como no tarda en descubrir, Ault es un mundo aparte, habitado por jóvenes ricos, hastiados y atractivos que se rigen por sus propios códigos. Tan intimidada como atraída por su deslumbrante entorno, Lee luchará por construir una nueva identidad que le permita seguir adelante, un delicado equilibrio entre dejar de sentirse una extraña y no olvidarse de ser ella misma. Con una protagonista tan auténtica y llena de matices como el Holden Caulfield de Salinger o el Mick Kelly de McCullers, Una perfecta educación es un afilado retrato de la intensa y contradictoria edad de los ritos de paso, una divertida, desprejuiciada y sensual puesta al día de la eterna novela de aprendizaje.
Hay quien piensa que los cuentos son somníferos para niños –en algunos casos, creencia tristemente justificada–, o que los adultos sólo leen novelas –en algunos casos, creencia aún más tristemente justificada–. Se dice que las mujeres son más aficionadas a la literatura que los hombres, los cuales frecuentan el ensayo. Yo creo que leemos en el afán de ser otros, en la esperanza de diluir nuestros límites junto a los límites de aquellos que jamás seremos. Si algo es real o no lo es poco importa, lo importante es el hecho ocurrido, la imagen proyectada a través de un ordenamiento de palabras, la mente de un lector ocupada en una historia.
Una primavera para el olvido es la historia imaginada de una revolución social, desarrollada en un pueblo donde las injerencias culturales externas apenas han influenciado. Narrada en clave de humor y con trasfondo crítico.