Este relato reconstruye el duelo del primer amor a partir de su última noche. Cómo su joven protagonista va saliendo de ese lugar de oscuridad en el que se ve sumida, al darse cuenta de que la persona que aún ama se ha ido. Un relato nocturno repleto de erotismo y poesía, en el que el deseo y el afecto perdido sucumben a la noche.
Grande entre los grandes escritores norteamericanos contemporáneos, James Salter es famoso por su escritura despojada, hecha de palabras certeras y silencios elocuentes. Su incuestionable prestigio, cimentado a lo largo de casi cincuenta años con tan sólo siete libros publicados, se vio reforzado, si cabe, con la aparición de La última noche en abril de 2005, un auténtico acontecimiento literario, puesto que había que remontarse hasta 1988 para hallar su anterior libro de ficción inédito (Anochecer). La última noche contiene diez relatos magistrales, en los que, a partir del retrato íntimo de las relaciones entre hombres y mujeres, salen a la luz los temas favoritos del autor: el amor, el desengaño, el deseo, la traición, la soledad. En el cuento que da título al libro, y que Frank Conroy ha definido como «una indiscutible obra maestra», una mujer enferma de cáncer terminal pide a su marido y a una amiga que la ayuden a adelantar su muerte, con resultados inesperados para los tres. Maestro del estilo, admirado por escritores como John Irving, Richard Ford o Susan Sontag, Salter describe la intimidad con una prosa casi pictórica, en un juego de luces y sombras sin aparente solución. En todos sus personajes, el recuerdo de la felicidad y del éxtasis convive con los efectos devastadores de la traición, llevándonos finalmente a reflexionar sobre si cambiamos con el paso del tiempo o estamos condenados a repetir los mismos errores; o dicho de otro modo, si existe alguna relación entre quienes fuimos en nuestra juventud y las personas en que nos convertimos en la madurez.
¿Es posible revertir el inevitable final del Universo, o el mundo debe acabar de todas formas? es la pregunta que desde un día del siglo XXI, hasta generaciones y generaciones posteriores en el tiempo, hacen los humanos a los ordenadores.
En un relato aparentemente sencillo sobre un asunto sobrecogedor, el fin de los días, Asimov demuestra, una vez más, una mente preclara y una mano maestra para sobrecoger al lector y dejarlo en vilo, incluso después de la lectura.
En la historia, el físico ateo Murray Templeton muere de un ataque al corazón y es recibido por un ser de conocimiento supuestamente infinito. Este ser, conocido como la Voz, le explica al físico la naturaleza de la vida después de la muerte debido a un nexus de fuerzas electromagnéticas. La Voz explica que, aunque según las ideas humanas se asemeja a Dios, es contrario a cualquier concepción humana de tal ser; informa también que todo el universo es una creación de ella, con el propósito de que iba a dar lugar a la vida inteligente que, después de la muerte, podía seleccionar para sus propios fines: pensar, por toda la eternidad, para hallar conocimiento a fin de divertirle.
El físico entonces se consterna por la idea de pensar y descubrir por ningún motivo, salvo para divertir a un ser capaz de sobrepasar fácilmente su intelecto con un poco de esfuerzo.
La última sirena, merecedora del Premio Boolino 2018, es una historia fascinante sobre la amistad, la magia del mar y la fuerza de un verano que puede cambiar nuestras vidas.Clara es una niña de once años cuya frenética vida se corta en seco debido a una grave crisis familiar. Al llegar las vacaciones se ve obligada a pasar el verano entero con sus tíos en una pequeña isla del Mediterráneo, donde descubre que es capaz de vivir tranquila y en contacto con la naturaleza.El lugar es precioso y Clara está fascinada por su enigmática tía Esmeralda: una dama que le recuerda a una reina elfa, va en silla de ruedas y canta maravillosamente, pero respira melancolía y misterio. Poco a poco Clara se da cuenta de que ni sus tíos ni la isla son tan apacibles y amables como parecen. ¿Qué esconden sus solitarios parientes? ¿Qué oculta la cueva junto al acantilado? y… ¿quién es la misteriosa criatura que nada al amanecer en la playa?
Este libro es una selección de cuentos que forman parte de la tradición oral de muchos países. La destacada autora y docente Cecilia Beuchat los tradujo y los recuenta para motivar la lectura a los primeros lectores. Las fórmulas de estos cuentos, algunos en concadenato, otros en acumulativo y unos pocos del tipo de nunca acabar, motivarán a los niños a sentirse lectores ya en sus primeras páginas.
En esta nueva versión modificada y basada en la novela de relatos "Yo, meretriz" se presenta la interesante colección de relatos en la que la autora plasma en sus líneas una fabulosa sensibilidad con respecto a los profundos sentimientos que del amor se derivan. Las historias marcan una gran diferencia entre ellas, pero con un factor común que refleja lo que el alma enamorada provoca en el corazón de cada uno de los personajes. Una frágil Althea sucumbe a las garras de un submundo de prostitución disfrazado por el lujo y la ostentación; cómo la anodina rutina mitiga las ansias de Matías; la relación a tres en la que Claudia se ha visto envuelta; una mujer viuda que en su madurez reconoce haber perdido media vida dedicada a los demás en sus años de matrimonio... En definitiva historias que encierran sus particulares dramas, vivencias, alegrías y emociones siendo el fiel reflejo, en su mayoría, de la vida misma.
Esta antología contiene relatos tremendamente visuales que te atraparán desde el comienzo. El autor, con una prosa sólida y depurada que se desliza con facilidad, nos lleva de manera clara a través de fragmentos múltiples que, pese a su aparente complejidad, funcionan bien y sin tropiezos... Personajes entrañables que trascienden las circunstancias particulares que viven; ideas impactantes, originales, atrayentes; sitios oscuros, áticos, túneles; y finales dramáticos, sorpresivos, incluso macabros; entretejen una trama impregnada de misterio, fantasía y muerte que no dejará indiferente a ningún lector.
La fantasía, como la ciencia ficción, trabaja en el terreno de lo especulativo. Nos hacemos preguntas: ¿qué ocurriría si el mundo estuviera amenazado por orcos, si necesitáramos de la destrucción de un solo objeto de poder para librarnos de esta amenaza? ¿Qué pasaría si pudiéramos aprender magia en un colegio, igual que aprendemos matemáticas o literatura? Y, hablando de eso, ¿qué pasaría si existiera la magia? ¿Qué leyes físicas y emocionales quebrantaríamos?
Un libro mínimo, algo más de seis mil palabras. Cincuenta microrrelatos divididos en seis bloques. Vistazos a la vida. Lecturas ínfimas que albergan historias inmensas y complejas.
Renata era una modelo de 32 años, madre soltera, que había logrado permanecer por mucho tiempo en el difícil mundo de las pasarelas. Sin embargo, su trabajo incesante no le estaba causando buenos dividendos. Su hija Nadia empieza a planear un proyecto que puede llevar a su madre a conocer y saborear nuevas esferas de éxito, pero debe ponerse en acción de inmediato. No hay tiempo que perder. La cámara de su IPhone fue una buena herramienta en su primer proyecto pero ahora va por algo mucho más profesional. Fran, es un excelente fotógrafo que también tiene sueños que pueden quedarse sin realizar. Ninguno de los tres podrá llegar a imaginarse hasta dónde los puede llevar el destino y una cámara fotográfica. Disfruta esta nueva novela, que te hará desear estar en los zapatos de, por lo menos, uno de los personajes.
Los hijos de Húrin es uno de los grandes relatos que fundamentan la historia de la Tierra Media y se sitúa en la Primera Edad, cuando elfos, hombres y enanos llevaban unos pocos siglos sobre la tierra. Junto con las historia de Beren y Lúthien, es la historia más mencionada en El Señor de los Anillos y en El Silmarillion como referente del heroísmo y la tragedia en la lucha contra el Mal, en la Primera Edad encarnado en la figura de Morgoth. Una historia trágica de amores imposibles, pasiones incomprendidas y guerras sin cuartel entre el Bien y el Mal. Con hombres, elfos, enanos, orcos y dragones.
La relación con la familia de origen, con la pareja, con las mujeres, con los hombres, con los compañeros y las compañeras de trabajo, con instituciones y personas frontalmente hostiles… ¡Uf! Son tantos los ámbitos a los que tenemos que estar atentas que a veces nos es difícil dar abasto, pero no podemos permitirnos el lujo de desfallecer si queremos dejar de ser invisibles. Las historias de "Lesbianarium" son afiladas para confirmar que, muchas veces, la mejor defensa es un buen ataque. Son relatos que nos hablan de mujeres que han tenido que aprender a sobrevivir a ciertas situaciones utilizando toda la agudeza de que son capaces y añadiéndose dosis considerables de ironía, sarcasmo y buen humor. Es este contexto, "Lesbianarium" es ese lugar del que todas venimos y al que todas acudimos, un espacio donde podemos ser nosotras mismas, en el que compartimos nuestras alegrías y lloramos nuestras penas, un universo imaginario que a menudo se vuelve real, para bien o para mal. Aquí, en "lesbianarium" somos más visibles que nunca para opinar sobre el mundo que nos rodea y, por qué no, para reírnos un poco de él —y también de nosotras mismas— desde nuestra particular sensibilidad.
Laura, una chica gaditana, le encantaba la literatura y las novelas románticas. Leía y estudiaba Literatura en la Universidad. Y en verano trabajaba en hoteles de la capital. Tenía una página en Amazon donde metía sus novelas y consiguió un grupo de lectoras que le daban al mes un sueldo, no demasiado grande pero lo suficiente para ahorrarlo junto con el trabajo de verano. Pero una editorial de Nueva York, dirigida por Emily Prescott, quiso ficharla para su editorial y llevársela a Manhattan. Y le ofreció una oferta que no pudo rechazar. Cogió sus maletas y se fue a la gran manzana. Cuando allí llevaba dos años, la señora Prescott, la envió a un rancho de Texas a escribir una serie de rancheros. 20 novelas. Un rancho, dos hermanos gemelos, dos amores… sería la vida que le esperaba a la escritora Laura Rojo, ¿vivir en el rancho o volver a Nueva York una vez terminadas sus novelas? Descúbrelo en esta nueva novela. Letras en mi rancho…
Este volumen recoge dos relatos extensos que se cuentan entre los más brillantes de Salinger. En ambos aparece la figura fascinante de Seymour, en un caso el día de su boda y en el otro con motivo de los complejos sentimientos que despierta entre sus allegados. El primero de los relatos se presenta como una extensa conversación que hace que el tiempo de la acción y el tiempo que emplea el lector en conocerla coincidan perfectamente, mientras que el segundo se presenta como poco menos que un pseudodiario del hermano del protagonista. La audacia narrativa de Salinger le ha valido el reconocimiento de la crítica más exigente y la profundidad de sus argumentos lo ha convertido en uno de los escritores de más sólido éxito del siglo XX.
Jaime Muñoz es un narrador con garra. Ésta no es una afirmación que pueda hacerse de cualquier escritor. De él sí, porque sus personajes viven, respiran, se duelen, se lamentan, gozan, están vivos. Basta leer unos párrafos para sentirse enganchado en el mundo de Jaime, en su profundo conocimiento de los seres humanos, en su vigorosa forma de contar. Su narrativa suda, huele, moja, ensucia de sangre, lágrimas, semen. Y encima de todo esto es, además, un escritor elegante. Su prosa es limpia, certera, precisa; al estilo de los grandes contadores de historias, no se queda en un regodeo estéril del lenguaje, sus historias avanzan vertiginosas. El Teniente Morgan puede vivir en cualquier esquina. Es un hombre con pasado. Huérfano, con una hermana-prima muerta en circunstancias oscuras y una abuela que cuida de él a pesar de ser adoptado. Morgan no es un apellido de policía, es el sobrenombre derivado del apellido de un jugador de beisbol al que este «teniente» se parece. Un apodo agringado que no embona con la vida, el rostro y la personalidad rota de este hombre desarraigado y triste, que resuelve crímenes de seres desarraigados y tristes como él. Lean este libro, hallarán el viejo placer de encontrarse con una historia contada de manera espléndida, con un escritor que sabe su oficio, un maestro que usa el lenguaje con sabiduría. Se toparán con relatos sobre el alma humana, con relatos que desgarran, conmueven y emocionan. Relatos sobre los que caminan al borde de los abismos; sobre la frágil línea entre la vida y la muerte. Relatos que seducen. Léanlo, léanlo, léanlo. No se arrepentirán. GUILLERMO ARRIAGA
Bécquer, prosista o poeta, poeta o prosista, siempre se manifiesta como artista completo e intemporal. La aparición de sus 'Leyendas', cuyos valores literarios son notablemente superiores a los de las leyendas predecesoras y coetáneas, supone la culminación, superación y aniquilamiento de un género. La materia prima literaria es elaborada por Bécquer de acuerdo con sus propios parámetros estéticos, imprimiendo el sello de su microcosmos personal y la impronta identificadora de su lenguaje poético.
A lo largo de toda su vida, y antes de que comenzara a escribir leyendas sobre temas antiguos, Hermann Hesse ya se había ocupado detenidamente la tradición narrativa del medioevo alemán. En 1918 recopiló narraciones para una edición expresamente dirigida a los prisioneros de guerra alemanes. Pero fue en 1925 cuando tuvo la oportunidad de publicar una selección más extensa de Leyendas Medievales de «aquella época fabulosa que creó, además de la brujería, el culto a la Virgen, además de salvajes facecias, la leyenda de Parsifal, además del arte de las máscaras de grotesca risa, las grandes catedrales góticas». Esta selección recoge por primera vez todos estos cuentos ilustrativos de la vida y del pensamiento de los siglos XIII a XV. «Su ropaje —nos dice el autor— es viejo, el contenido no es viejo ni nuevo, sino intemporal y siempre merece toda nuestra renovada participación, como todo lo humano la merece».
Abderramán III, el poderoso califa, ordenó construir Medina Azahara sobre las laderas de Sierra Morena, en las cercanías de Córdoba. Las obras comenzaron en 936 y la corte califal se trasladó en 945. Comenzaba la leyenda de una de las ciudades más hermosas que jamás se construyeran, asombro de propios y extraños, que fue conocida en sus tiempos como «la perla de Al Ándalus». Su vida fue tan intensa como efímera, ya que sería destruida en 1013 durante la feroz guerra civil cordobesa que pondría fin al califato. Moría la ciudad, nacía el mito eterno. En Medina Azahara vivieron el poderoso Abderramán III, el culto Al Hakam II y el débil Hixam II. Las historias de Medina Azahara pasaron a las crónicas y se convirtieron en bellísimas leyendas: ricas embajadas procedentes de lejanos reinos se inclinaban ante el califa en el espléndido Salón del Trono mientras que el médico judío de la corte curaba de su obesidad al rey de León Sancho el Craso; bibliotecas míticas; escondidos tesoros; amores inmortales que cubrieron de nieve la sierra de Córdoba; poetas y artistas; magos y astrólogos; guerras sin piedad y crueles verdugos; sensualidad y goce; venenos y triacas; monjes y guerreros configuran un rosario de relatos que muestran la apasionante vida de la ciudad desde su concepción hasta su violenta destrucción, así como lo desvaído de su recuerdo hasta que en el siglo pasado la arqueología la rescatara del olvido para nuestro goce y admiración.
Tartessos, la primera civilización de Occidente, se debate entre el mito y la historia. Su eco nos llega a través de textos y leyendas clásicas y se perfecciona con el trabajo de los arqueólogos. Todavía hoy, genera un vivo debate entre los historiadores y guarda muchos secretos por descubrir. Leyendas de Tartessos recoge de manera magistral —amena, divulgativa y documentada— sus principales mitos. Se trata de historias maravillosas que todos deberíamos conocer: la Atlántida que nos narró Platón; el fantástico mito de Gárgoris y Habidis; los viajes que Hércules realizara a Tartessos para dos de sus trabajos, el robo de los bueyes de Gerión y de las manzanas de las Hespérides; el periplo del príncipe tartésico Nórax, que fundó la ciudad de Nora en Cerdeña; la sabiduría del rey Argantonio, que buscó el equilibrio entre griegos y fenicios; el misterioso santuario de Cancho Roano, que los propios sacerdotes ordenaran derruir; la profecía a Julio César cuando acudió al santuario de Melkart, en la actual isla de Sancti Petri, para rogar a los dioses que le brindaran la gloria de Alejandro. Y en el siglo XX comenzó el trabajo de los arqueólogos, deseosos de encontrar y descifrar los misterios de Tartessos y los fenicios, como el sorprendente caso de Pelayo Quintero, que se obstinó en localizar el sarcófago fenicio femenino de Cádiz, o de Schulten, tildado de loco por su búsqueda obsesiva en el Coto de Doñana. El descubrimiento del tesoro más espectacular se produjo en los alrededores de Sevilla, en el Cerro del Carambolo, y daría lugar al nacimiento de su propia leyenda.