En este último volumen de la Trilogía de la frontera , McCarthy reúne a John Grady y a Billy Parham, los protagonistas de las dos primeras novelas. Dos antihéroes que arrastran un pasado de desarraigo y verdadero exilio interior en un mundo en el que su forma de vida, individualista e independiente, se ve marginada por la invasión de la modernidad. La acción arranca en 1952 en un rancho de Nuevo México que está a punto de ser expropiado por el ejército. Con el escenario de fondo de las tierras fronterizas entre Estados Unidos y México, lugar de encuentro y desencuentro de dos universos aparentemente divergentes, la vida de ambos protagonistas se verá atravesada por la aparición de unos valores en los que nunca encontrarán acomodo. Condenados por una historia que ya no cuenta con ellos, Billy y Grady devienen así los verdaderos supervivientes de un mundo en el que la lealtad, el valor, el esfuerzo y la vida en contacto con la naturaleza eran algo más que una reliquia.
La noche es un relato goyesco situado en Auschwitz que trata la muerte de Dios en el alma de un niño. La víctima sobrevive para llevar consigo la vergüenza de haber soñado un día con volverse verdugo a su vez. El alba, tensa meditación situada en la Palestina bajo mandato inglés, la víctima se ha vuelto verdugo y debe hacer frente a su sueño hecho realidad. Con El día, historia de amor situada en Nueva York, nace la certidumbre de que la herida no se cerrará y de que lo único que cabe es la mentira piadosa.
Trilogía de la pasión reúne tres novelas claves en la obra de Ariana Harwicz: Matate, amor, La debil mental y Precoz. Escritas una tras otra con poco tiempo de diferencia, como un rayo que atraviesa la prosa, es el momento de presentarlas en un solo volumen debido a las líneas de continuidad entre ellas y, por lo tanto, al poderoso efecto que generan en la lectura. Esa mezcla brutal y lírica de critica frontal a los lugares comunes en torno a la familia, a la sexualidad, a los lazos, a las relaciones convencionales encuentra en esta trilogía un punto, casi, de no retorno.
Una coincidente cadena de sucesos viene a enturbiar la rutinaria y tranquila existencia de la psicoterapeuta Mercedes Lozano.Inquietantes llamadas telefónicas anónimas y cartas; el inicio de una relación afectiva con Miguel Vergara, un psiquiatra que ejerce de médico forense, con una traumática infancia de la que no termina de desprenderse; un complicado tratamiento psicoterápico de una paciente, Marina Daroca, y la aparición en escena de un hombre que solicita su ayuda profesional y cuya mirada «hiela la sangre», ponen su vida boca abajo y la sitúan al borde del precipicio emocional. Un thriller psicológico que recrea con gran realismo el escabroso viaje de la psicoterapeuta a través de sí misma y de sus pacientes para identificar el tejido del Mal, su origen y la forma de manifestarse a través de sus múltiples máscaras: la manipulación, la perversidad, la culpa autoimpuesta, el maltrato psicológico… poniendo el acento en las vidas de unos personajes marcados por su infancia, mostrándonos el lado más oscuro de sus mentes.
Año 1919, tras sobrevivir a la Gran Guerra, el comandante Brendan Archer viaja a Irlanda para descubrir si todavía sigue prometido a Angela Spencer, cuya familia regenta el hotel Majestic en Kilnalough. Pero al llegar encuentra a su prometida extrañamente alterada y a su futura familia política en plena decadencia económica: el hotel se desmorona poco a poco, los escasos huéspedes que quedan se pasan el día cotilleando y jugando al whist, hordas de gatos salvajes se van adueñando del bar Imperial y de las plantas superiores, el bambú amenaza con colonizar los cimientos del edificio y los lechones campan a sus anchas por la pista de squash. Mientras el comandante Archer atiende los desastres domésticos que aumentan día tras día, fuera de los muros del hotel el Imperio británico también se tambalea y desmorona: los disturbios son diarios, el malestar crece por momentos y en la propia Irlanda la violencia arrecia. Farrell nos traza, con un humor centelleante e irrepetible, un cuadro desolador de la decadencia y del final, no sólo de un imperio, sino de toda una época.
Renfo, el hijo apócrifo del gran Ronaldo, el mítico escritor latinoamericano, deambula por Madrid en busca del manuscrito perdido de su padre. Acompañado de Curto, un amigo exconvicto, y Vips, un parado de larga duración, recorre la ciudad durante un verano tórrido animado por niñas pijas, coches robados, fiestas lacias y humoristas psicópatas, camareros cutres y bares que nunca cierran. Selfie algo irónico y alucinado, «Cómo dejar de escribir» deja sonar la cara B del mundo literario con la distancia de quien no perteneció a él. Una novela sobre el Madrid más anónimo, sobre gente que no sabe lo que quiere. Sobre cómo dejar de hacer nada y empezar a hacerlo todo; cómo dejar de escribir e ir a la guerra. Una novela secamente alucinada, de ambientes enrarecidos y humor difuso, perplejo, escrita con el estilo agudo, compacto y sugerente que es marca de la casa de una de las voces más felizmente excéntricas de la literatura de hoy.
Madrid. Un Madrid nocturno en cuyo cielo de tanto en tanto se ve pasar alguna estrella fugaz. Un Madrid de extrarradio, de timbas, bingos, gasolineras de la M30, Casa de Campo y bares perdidos en la nada. Un Madrid crudamente real en el que de pronto puede suceder lo inesperado, e incluso lo mágico. Ese es el espacio que transitan los personajes de esta novela de perdedores en busca de una oportunidad. Sus nombres son Nikki y Sánchez. En el pasado compartieron vida, después sus destinos se separaron. Ella ha estado trapicheando con tabaco en La Línea y ahora ha vuelto a Madrid y se ha metido en el mundillo de las apuestas y las carreras de galgos. Él, con fama de gafe y dado a desaparecer, debe dinero y acepta ayudar a Nikki cuando ella lo llama. La propuesta de Nikki a Sánchez: que la ayude a entregar un galgo de nombre Cromwell a una italiana que se dedica al negocio de las carreras. Y durante una interminable madrugada la pareja transitará por un Madrid espectral en busca de ese galgo y se topará con un montón de extraños personajes, como la artista serbia que acaba de celebrar en pleno bosque una performance consistente en comer carne cruda de ciervo durante veinticuatro horas…
La mujer que cuenta la historia de Oscuramente fuerte es la vida es ya uno de los arquetipos o personajes míticos de la narrativa argentina. Y no es para menos. En su voz recuperamos una fe, una apetencia y una resignación que nos pertenecerán para siempre. Esta novela se va haciendo como un himno a la pasión, la firmeza, la ternura. Y lo que cuenta la voz, doblemente verdadero a partir de la ficción, encuentra su eco en la conciencia de los lectores. En el curso de su memoria, la mujer nacida en 1911 recupera los hechos y los sueños de su vida, larga a fuerza de empecinamiento y coraje, y acarrea consigo los emblemas de muchos inmigrantes, quienes identifican esa voz como propia. // Desde su primera edición en 1990, Oscuramente fuerte es la vida se ha convertido en una referencia obligatoria cuando se habla de las novelas realistas más logradas. Imaginación y recuerdo: la naturaleza del relato, heroico y lírico a la vez, encuentra en Dal Masetto al mejor intérprete. Un escritor al servicio de lo que cuenta, sutil y conciso, atento a la curiosidad del lector y también a la exigencia formidable del protagonista que ha creado.
«Sobre la vida de Isaac Jacob Blumenfeld durante dos guerras, en tres campos de concentración y en cinco patrias», así reza el subtítulo de esta novela en la que Wagenstein relata el periplo de un sastre judío de Galitzia (antiguo territorio del Imperio Austrohúngaro, actualmente dividido entre Polonia y Ucrania) durante la primera mitad del siglo XX. Debido a los avatares políticos acaecidos en la Europa de la época, Blumenfeld, que nace siendo súbdito del Imperio Austrohúngaro, termina siendo austriaco no sin antes haber sido ciudadano de Polonia, la URSS y el Tercer Reich. Protegido de los caprichos de la historia por su humor, Isaac cuenta su paso por el ejército imperial y distintos campos de concentración con humor e ironía, diluyendo el evidente fondo trágico de su historia y convirtiéndola en un relato divertido y lúcido de las convulsiones que sacudieron Europa durante el siglo XX. Tras una prestigiosa trayectoria como cineasta, Ángel Wagenstein inició su carrera literaria a los setenta años con esta novela; desde entonces ha afianzado su prestigio en buena parte de Europa con numerosos galardones.
A través de los ojos de Albert Cohen, búlgaro exiliado en Israel, Ángel Wagenstein resucita el mundo de su infancia en Plóvdiv, una de las ciudades más bonitas y cosmopolitas de los Balcanes. Cohen regresa por unos días a Bulgaria para un congreso y el reencuentro con su ciudad natal y con sus gentes, a las que lleva años sin ver, le hace rememorar un mundo desaparecido. El recuerdo más intenso es el de su abuelo, el inolvidable Abraham «el Borrachón» —maestro hojalatero, fabulador genial y testigo del final de una época—, cuya figura le permitirá revivir algunos de los episodios más importantes de su infancia. Sin embargo, su ensoñación se verá interrumpida por algunos ineludibles reclamos del presente: un oscuro intento de especulación inmobiliaria, el encuentro con un antiguo amor o el conflicto de Oriente Próximo. Además de una magnífica novela, este nuevo libro de Ángel Wagenstein —autor de «El Pentateuco de Isaac» y de «Adiós, Shanghai»— es un retrato sin concesiones de la Bulgaria contemporánea y un canto a su riquísimo pasado.
En los albores de la segunda guerra mundial la ciudad abierta de Shanghai era uno de los pocos lugares del mundo en el que se podían refugiar los judíos que huían de la Alemania nazi. Elisabeth y Theodor Weissberg, músicos de fama mundial; Hilde Braun, una prometedora actriz; el rabino Leo Levin y su esposa Ester; el carterista Schlomo Finkelstein, son algunos de los personajes que en «Adiós, Shanghai» buscan amparo en esta ciudad asiática. El Shanghai de finales de los años treinta, bajo ocupación japonesa, era una ciudad de extremos: un centro financiero internacional con más de trescientos bancos y lujosos hoteles, pero también una ciudad portuaria plagada de prostíbulos y fumaderos de opio; una ciudad en la que los míseros barrios como el de Hongkou, que terminaría convertido en gueto judío, contrastaban con las opulentas concesiones internacionales. Entre el relato histórico y la novela de intriga, Ángel Wagenstein reconstruye en esta novela uno de los episodios menos conocidos de la segunda guerra mundial, narrando una historia de amor y muerte que es, sobre todo, un homenaje a todos aquellos hombres y mujeres que creyeron encontrar su salvación en Shanghai.
Esta novela es un retrato de la sociedad española de principio de este siglo. Un ejecutivo español insatisfecho en su matrimonio busca una aventura sentimental aprovechando uno de sus viajes de negocios. La víctima es Tania, una profesora de música bielorrusa, a quien ha contactado por Internet, y que trata de huir de la situación económica de su país buscando una relación sentimental seria. Esta novela forma parte de la trilogía 'Los años de rojo carmín' y 'Teo y Betsy', del mismo autor.
Se ha dicho muchas veces que «El gran Gatsby» es una novela perfecta, lástima que no cuente un poco más de Gatsby. Pero en el original que Fitzgerald presentó a la editorial había más de Gatsby. También tenía otro título: «Trimalción» (Fitzgerald quería que su novela fuera el equivalente norteamericano del «Ulises» de Joyce). La leyenda dice que «El gran Gatsby» se convirtió en una novela perfecta luego de pasar por las manos santas de Maxwell Perkins, su editor. Pero en «Trimalción» se puede ver a Gatsby tal como lo veía Fitzgerald: más crudo, más épico, más noble, más estúpido. Solo por eso vale la pena sumergirse de cabeza en este libro.
Una casa de campo en algún lugar de la Toscana, en el último año del siglo XX. Tristano, que ha combatido por la libertad de su país bajo ese nombre, tomado de un personaje de Leopardi, llama a la cabecera de su cama a un escritor que en otro tiempo se inspiró en él para escribir una novela. Pero ¿es posible inscribir en el cuadro de un relato la geometría ambigua de la vida, con contradicciones, dudas, omisiones, deseos incumplidos, recuerdos falsos o imaginados? ¿Qué es el heroísmo? ¿Qué es la cobardía? ¿La traición? Durante su agonía, Tristano recompone un pasado inabarcable y bosqueja un fresco de casi sesenta años de la historia de Italia, con sus tragedias y sus simulacros, hasta la irrupción del último avatar tiránico, el de la estupidez televisiva.
Tristura recrea el universo infantil de una niña, Tadea, huérfana de madre que vive en casa de sus tíos en compañía de tres primos de su misma edad. Tadea está ensimismada y se ve acosada por fantasmas infantiles, como el recuerdo de un padre lejano y mitificado en la distancia. Sus primos, compañeros de juegos, por un lado admiran la independencia de Tadea, pero siempre están dispuestos a hablar mal de ella con su madre, así como recordarle que está sola, que su madre la ha abandonado. Tadea vive en un mundo hostil, plagado de advertencias y prohibiciones. Su única escapatoria la constituyen sus paseos por el jardín, sus tesoros ocultos, el pozo al que se asoma y que repite una y otra vez los nombres, el establo en el que se amontona el abono maloliente... Pero estas escapadas casi siempre encuentran un castigo a causa de la insolidaridad de sus primos y la pretensión de su tía Concha a ver en su sobrina a un ser malvado que corrompe y tienta a sus inocentes hijos. Tadea se ahoga en un ambiente en el que todo permanece cerrado, incluso el camisón sobre su cuerpo desnudo.
La protagonista de Boulder se gana la vida como cocinera en un viejo barco mercante. Es la situación perfecta: soledad, una cabina, el océano, algún puerto en el que conocer mujeres y horas para encarar el vacío, para sentir la fuerza de la provisionalidad. Hasta que un día una de ellas consigue que abandone el mar, acceda a vivir entre cuatro paredes y se implique en la gestación asistida y en la educación de un hijo. ¿Qué ha hecho la maternidad con la mujer que en su día conoció en un bar de la Patagonia? ¿Qué hará ella, animal enjaulado en una casa unifamiliar de Reikiavik?Todo ha cambiado excepto su apodo, Boulder: esas enormes piedras aisladas en medio del paisaje, expuestas a todo sin que nadie sepa de dónde vienen ni porque están ahí. Después de la exitosa Permafrost, esta es la segunda novela del tríptico donde Baltasar explora la voz, la vida y el cuerpo de tres mujeres.
La protagonista de Mamut es una chica arcaica atrapada en la vida moderna. Su hábitat es la ciudad, donde trabaja para vivir. Quiere ser madre, y esto la obliga a acercarse a los hombres ¿Cómo resistir el hormiguero humano si tienes instinto de cazador solitario? Un día abandona la ciudad, cambia de entorno y se convierte en la dueña de una casa completamente aislada. Allí solo están el pastor, la soledad y bestias que te alimentan o te amenazan. El instinto trabaja, la conciencia se altera y se gesta una transformación. Esta no es una novela más sobre la huida al campo, esto es una bomba de relojería sobre las llagas de la sociedad contemporánea, una narración in crescendo que aúlla a merced de esta novelista salvaje que es Eva Baltasar.
El ataque del grupo terrorista Hamás del 7 de octubre de 2023 a Israel, tomó por sorpresa a muchos. Sara, después de un desengaño amoroso, decidió ir a trabajar durante sus vacaciones, a una escuela de la UNRWA. Refugiada en el campamento de Jabalia, no puede marcharse sin su hermano Pablo, quien desapareció un poco antes del ataque, tras la promesa de una entrevista con el líder de la organización terrorista. Tiene, además, la responsabilidad de llevar a cinco hermanos huérfanos hasta la ciudad de Ráfah, donde la tía de los pequeños se hará cargo de ellos. En su camino se cruzarán las ansias de poder de Jamal, con la intrigante presencia de Hamza. Su huida mientras los bombardeos destrozan y aniquilan todo lo que les rodea, es la historia de muchos en Palestina. La voz que pocos se atreven a elevar y, sin embargo, la resistencia de la población civil ante la masacre continúa.
La vida no es ficción ni realidad, sino todo lo que hay en medio... Meg creció en un mundo donde la comida y la fantasía se mezclaban, donde su madre la dejó reposar en la despensa, como si fuera un pan, porque era un bebé muy menudo y tenía que crecer; y utilizaba sus dientes de leche como abrelatas, de lo afilados que eran. Esto es, hasta que Meg cumplió los cinco años y sus compañeros del cole se empezaron a burlar de ella por todas las mentiras que su madre le contaba y que ella se creía... Ahora, con veintitantos, Meg es una científica, que le ha dado la espalda a la ficción y la fantasía y que deja que la lógica pura dirija su vida, sin concesiones. Sin embargo, cuando la madre de Meg enferma y ella intenta aplicar su forma de hacer las cosas, la madre sigue con sus cuentos, su obsesión por la cocina y rechazando enfrentarse a su enfermedad. Poco a poco, Meg consigue ir descubriendo la realidad sobre su infancia y se tendrá que enfrentar a una decisión: o bien asumir la dura realidad o rodearse de un mundo maravilloso de mentiras.
Durante un crepúsculo veraniego, en un Sur de Estados Unidos asolado por la Depresión, empieza a correr la voz de que un muchacho negro ha abusado de una blanca. De inmediato las temibles fuerzas de la opinión pública y el interés político alientan los miedos y las frustraciones personales de una pequeña comunidad sureña para dar forma a la determinación de una multitud enfervorizada. Erskine Caldwell presenta el linchamiento de Sonny Clark desde muchos puntos de vista. El autor reserva algunos de los pasajes con más fuerza para los pocos que tienen en su mano la vida del muchacho, pero dejan escapar la posibilidad de salvarlo: gente como el sheriff Jeff McCurtain, que no hace nada para dispersar a la masa; Harvey Glenn, que encuentra a Clark escondido y lo entrega a sus perseguidores, y Katy Barlow, que no retira la falsa acusación contra el muchacho hasta que es demasiado tarde. «Transmite mejor que cualquier otro texto que haya leído la esencia de una comunidad obsesionada por los prejuicios raciales y esclavizada por ellos». Margaret Marshall, The Nation