Durante mil años los skaa han vivido esclavizados y sumidos en el miedo al Lord Legislador, que ha reinado con un poder absoluto gracias al terror y a la poderosa magia de la «alomancia».
Kelsier, el Superviviente, el único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, encuentra a Vin, una pobre chica skaa con mucha suerte. Los dos se unen a la rebelión que los skaa intentan desde hace un milenio y vencen al Lord Legislador. Pero acabar con el Lord Legislador es la parte sencilla. El verdadero desafío consistirá en sobrevivir a las consecuencias de su caída.
En El Héroe de las Eras se comprende el porqué de la niebla y las cenizas, las tenebrosas acciones del Lord Legislador y la naturaleza de El Pozo de la Ascensión. Vin y el Rey Elend buscan en los últimos escondites de recursos del Lord Legislador y descubren el peligro que acecha a la humanidad. ¿Conseguirán detenerlo a tiempo?
Han pasado ya trescientos años desde los acontecimientos narrados en la primera trilogía de la saga y Scadrial se encuentra ahora cerca de la modernidad: ferrocarriles, canales, iluminación eléctrica y los primeros rascacielos invaden el planeta. Aunque la ciencia y la tecnología están alcanzando nuevos retos, la antigua magia de la alomancia continúa desempeñando un papel fundamental. En una zona conocida como los Áridos existen herramientas cruciales para aquellos hombres y mujeres que intentan establecer el orden y la justicia. Uno de estos hombres es Lord Waxillium Ladrian, experto en metales y en el uso de la alomancia y la feruquimia.
Después de vivir veinte años en los Áridos, Wax se ha visto obligado, por una tragedia familiar, a volver a la metrópolis de Elendel. Sin embargo, y a su pesar, deberá guardar las armas y asumir las obligaciones que exige el hecho de estar rodeado de la clase noble. O al menos eso cree, ya que aún no sabe que las mansiones y las elegantes calles arboladas de la ciudad pueden ser incluso más peligrosas que las llanuras de los Áridos. Un skyline metálico de bruma, de ceniza y vapor conquista el cielo amenazando a todos aquellos que viven y luchan debajo de él.
La sociedad de Nacidos de la Bruma ha evolucionado en una fusión de magia y tecnología en la que la economía se expande, la democracia se enfrenta a la corrupción y la religión se convierte en una potencia cultural cada vez más influyente, con cuatro fes distintas enfrentadas por la captación de conversos.
Esta sociedad tan animada y optimista, aunque todavía tambaleante, se enfrenta ahora a su primera amenaza de terrorismo, crímenes cuyo objetivo es fomentar el descontento de la clase trabajadora y avivar las llamas de los conflictos religiosos. Wax y Wayne, con la asistencia de la adorable y brillante Marasi, deberán dar al traste con la conspiración antes de que las revueltas civiles frenen por completo el progreso de Scadrial.
Brandon Sanderson regresa con la sexta entrega de Nacidos de la Bruma (Mistborn) Brazales de Duelo: legendarios brazales que portaba el lord Legislador hace siglos, hasta que la Guerrero de la Ascensión se los arrebató, precipitando su muerte. Dicen de ellos que contienen un poder increíble, aunque, como todo el mundo sabe, hace tiempo que se perdieron entre las brumas del tiempo. Solo que alguien acaba de encontrarlos. La cuenca de Elendel es un polvorín. El descontento de los trabajadores solo es la punta del iceberg; las diferencias son cada vez más irreconciliables entre la capital y las demás ciudades de la cuenca, ciudades que Elendel asegura gobernar mientras sus habitantes denuncian la opresión a la que se sienten sometidos. En medio de todo esto, llega a oídos de Waxillium Ladrian el rumor de que un académico kandra podría haber localizado los legendarios Brazales de Duelo, un arma capaz de sembrar la destrucción y dar al traste con el actual equilibrio de poder imperante en la cuenca.
Waxillium Ladrian, vigilante de la ley convertido en senador de la gran ciudad, lleva años intentando dar caza a la sombría organización llamada el Grupo —entre cuyos líderes se cuentan su difunto tío y su hermana—, desde que empezaron a secuestrar a personas con el poder de la alomancia en su linaje. Cuando la detective Marasi Colms y su compañero Wayne encuentran un almacén ilegal de armas con destino a la ciudad exterior de Bilming, se abre ante ellos una nueva pista. El conflicto entre Elendel y las ciudades exteriores favorece al Grupo, que ya extiende sus tentáculos hasta el Senado de Elendel —cuya corrupción pretenden destapar Wax y Steris—, y la ciudad de Bilming está incluso más implicada de lo que creían.
Después de que Wax descubra un nuevo tipo de explosivo capaz de desatar una destrucción sin precedentes y comprenda que el Grupo ya debe de tenerlo, un kandra inmortal al servicio del dios de Scadrial, Armonía, le revela que Bilming ha caído bajo la influencia de otro dios: Trell, venerado por el Grupo. Pero Trell no es el único factor que interviene procedente del amplio Cosmere, puesto que a Marasi la reclutan unas personas de fuera del planeta dotadas de extrañas capacidades, que afirman que su objetivo es proteger Scadrial… a toda costa.
Wax deberá decidir si deja a un lado las dificultades de su relación con Dios y se convierte de nuevo en la espada que Armonía lo ha estado preparando para ser. Si nadie da el paso y actúa como el héroe que Scadrial necesita, el planeta y sus millones de habitantes sufrirán una repentina y calamitosa ruina.
Auge y caida del mundo de los Ascendidos La historia de una civilización desconocida, a veces parecida a la nuestra, otras veces utópica. El inicio de las sociedades, la lucha de clases, el poder de la religión, las grandes mentiras de los gobiernos a sus ciudadanos, historias de amor, amistades rotas, familias desestructuradas... historias que son reflejo de nuestra propia vida. Con un inicio a modo de mitológico big-bang, viajaremos por fechas clave de la historia de la Nación de los Ascendidos, pudiendo ver sus luces y sombras a medida que los años pasan, llegando a ver cómo los grandes adelantos tecnológicos y el materialismo, en ocasiones, sustituyen la ética y la moralidad. Adéntrate en la última novela de Igor Hernández, acompaña a sus protagonistas y descubre una historia crítica con la propia vida y la grandiosa sociedad humana.
Esta relampagueante narración tiene lugar en un congal de la frontera, un antro de última categoría donde los viejos sólo miran y recuerdan, los hombres son asalariados y desempleados que gritan y desean y se embriagan, y las mujeres, prostitutas que los hacen beber y bailar y disfrutar de sus cuerpos. A veces acuden clientes que vienen del otro lado del río, pero básicamente se trata de un mundo ensimismado, penúltimo de los círculos del infierno sobre la tierra. A esta especie de arrabal de una Babilonia del subdesarrollo —cuyos personajes se mueren de borrachos antes de que advenga la verdadera muerte— llega una pareja de una belleza y sensualidad y hermandad extraordinarias. El resultado es un vuelco inusitado —de hecho inefable— del pequeño averno asfixiante, una intrusión prodigiosa de la belleza en el horror.
Esta es la historia de la bella Naomi, una prostituta de lujo enamorada de una criatura de la noche, que le enseñará que la pasión, la lujuria y el deseo no son solo cosa de los simples mortales, sino que cuando el amor es sincero sobrepasa todos los límites y puede llegar a ser en verdad eterno.
En los reinos de Nargrave se cuece el amor, la traición y las alianzas más inesperadas. Éire es la hija de la gran hechicera de la corte, perteneciente a la poderosa familia Gwen. Un día, tras sucesos inhóspitos, ella tiene que partir hacia la corte de Aherian junto con la persona que menos le agrada en ese momento: el príncipe Keelan Gragbeam, heredero de las tierras de Zabia y futuro rey de Aherian si el destino así lo procura. Lo que ninguno de los dos se esperaba era que el viaje se alargaría más de lo necesario y que, entonces, tal vez se darían cuenta de que debían confiar el uno en el otro para sobrevivir.
Éire Güillemort Gwen había huido de Aherian tras aquella traición, con Keelan, Audry y su nueva criatura acompañándola en su viaje para reclamar aquella corona. Gregdow seguía siendo tan oscuro como siempre, plagado de los monstruos sobrenaturales a los que tal vez ya conocían, o tal vez no. Otro viaje, otra aventura, nuevos enemigos y personas inolvidables en el camino. Entre aquella vorágine de amor, amistad, acción y magia, Éire debía decidir: el trono, o la gente a quien amaba, perder la cordura en aquel viaje, o huir para siempre a un lugar seguro. Lo que ninguno de los tres sabía, era que el destino estaba trazado y que una vida siempre se paga con otra.
Probablemente, «Narracion de Arthur Gordon Pym» es la obra de Edgar Allan Poe (1809-1849) que ha suscitado valoraciones más dispares. Los surrealistas han hablado con gran estima de la eficacia evocativa de sus elementos inconscientes (por los que se ha interesado también el psicoanálisis) y los aficionados al realismo mágico elogian tanto el encadenamiento de aventuras que aparecen en la superficie como la corriente subterránea, alegórica y extraña, que las transporta. En cuanto a la abrupta conclusión de la historia, lo más probable es que sea una exigencia de la propia trama; a las puertas del gran misterio, el narrador se ve obligado a callar. «Y este silencio —concluye Julio Cortázar, traductor y prologuista de esta edición— tiñe todo el libro con un horror sagrado, insinúa un sentido ambiguo en cada escena anterior, enriquece misteriosamente el relato y a la vez lo desnuda de su fácil truculencia para dejar entrever detrás de esas matanzas, ese canibalismo, esa exhibición de cadáveres descompuestos, un signo profundo de hombre en lucha consigo mismo o con el destino».