Eugène Ionesco, principal exponente del teatro del absurdo, se constituyó en el maestro del «antiteatro», por el desparpajo de su ruptura con la lógica y la huida inexorable desde lo natural visible, Sus obras, fuertemente marcadas por un sentimiento pesimista respecto de la condición humana, y un particular sentido del humor, han tenido repercusión internacional. En este volumen se incluyen Las sillasy otras piezas de indudable maestría como:
Los saludos
El nuevo inquilino
Amadeo o cómo salir del paso
Primera novela del ciclo Las tres ciudades, «Lourdes» apareció el 25 de julio de 1894, después de ser serializada en Gil Blas. La trama expone cinco días de una peregrinación con el padre Pierre Froment, personaje que es el hilo conductor del ciclo. La novela pinta al mismo tiempo el sufrimiento de los peregrinos en su fe y la «necesidad de lo sobrenatural que persiste en el hombre a pesar de las conquistas de la ciencia». También denuncia las estafas con curación, las rivalidades entre las diferentes corrientes del clero, los Padres de la cueva asimilados a los nuevos mercaderes del templo. Las reacciones a la publicación de Lourdes fueron inmediatas, el debate iniciado por Monseñor Ricard es recogido y alimentado por la derecha católica. Sin embargo, el libro fue un gran éxito, vendió unos ciento veinte mil ejemplares en un mes, siendo la tercera novela de Zola más vendida a primeros de marzo de 1898.
Esta novela de la serie «Las tres ciudades» («Lourdes, Roma, París») publicada en 1896, es un testimonio original e incomparable de la Italia de finales del XIX. Zola se sirve del protagonista, Pierre Froment, para mostrarnos las múltiples facetas de Roma, ciudad del arte, laberinto de intrigas, de odios y de ambiciones de toda índole, mundo en el que impera lo venal y la pompa, habitado desde hace siglos por dos sociedades que conviven juntas, el mundo blanco y el mundo negro. Zola utilizó para documentarse el diario de su estancia en Roma en 1894, unos cuatrocientos folios de anotaciones recogidas día a día, y las más de mil páginas de apuntes sobre la ciudad, extraídas de unos trescientos volúmenes sobre Italia y el Papado. Todo ello otorga a la novela un sello de innegable autenticidad.
«París», tercera parte del ciclo de «Las Tres Ciudades», fue publicada inicialmente en forma de folletín en «Le Journal», del 23 de octubre de 1897 al 9 de febrero de 1898, en pleno «Affaire» Dreyfus. Este volumen narra las aventuras del personaje central de este ciclo, el Abbé Pierre Froment, que regresa a París después de sus dos viajes sin éxito. Es en la capital, recién reformada bajo el Segundo Imperio y la III República y agitada por muchos movimientos sociales, donde el héroe va a encontrar la cura para sus males. París cierra así la trilogía, que relata la búsqueda desesperada del P. Froment por la solución a sus ansiedades y la pérdida de su fe. Esta novela puede definirse como una novela comprometida por la cual Zola desea despertar las conciencias frente a las desigualdades producidas por la modernidad. También es una crónica de la vida política de finales de siglo: los muchos casos de corrupción, incluido el de Panamá; el despertar del movimiento anarquista… Con esta novela, Zola completa la escritura del fresco social que había comenzado en «Los Rougon-Macquart».
Una novela de suspense psicológico que cuestiona las relaciones de poder entre dos amigas.
La narradora de esta historia, Elvira, recibe un mensaje en una red social: una joven llamada Sara afirma haber sido víctima de un abuso y se encuentra en una situación desesperada. Elvira no duda en ofrecerle su ayuda y le abre las puertas de su intimidad, aunque nada es suficiente para quien no halla consuelo. Poco a poco, Sara se convierte en una presencia asfixiante pero necesaria en la vida de una Elvira entregada a salvarla de sí misma.
Las vulnerabilidades es una historia de suspense psicológico que gira en torno a la relación de poder y dependencia que se establece entre dos mujeres heridas y que cuestiona las consecuencias de un acto tan aparentemente altruista como ayudar a los demás.
Tras ganar el Premio Biblioteca Breve en 2019 con Días sin ti , su primera novela, Elvira Sastre regresa a la ficción más descarnada con una historia inspirada en un episodio real vivido por la autora. En sus propias palabras: «Trato de entender a través de la escritura dónde nacen nuestras heridas. He escrito esta historia para demostrar que la vulnerabilidad es la luz que ilumina la grieta».
Héctor Amat es un actor que padece ansiedad. Después de presenciar por casualidad el asesinato de una joven, se bloquea y no recuerda detalles de lo sucedido.Para mitigar la angustia y recuperar su memoria, Héctor acude a la consulta de la psicóloga Eugenia Llort, la terapeuta que lo atendió después del crimen. Esta relación, en un primer momento profesional, se irá convirtiendo en una relación de dependencia que llegará hasta límites inusuales. Para que él pueda actuar, ella acudirá cada noche al teatro en el que Héctor interpreta a Dick Diver, el personaje protagonista de Suave es la noche. Pero como su propio personaje, un psicólogo que se enamora de una paciente, él también terminará por enamorarse perdidamente de su terapeuta.
Henry James (1843-1916). La novela de la codicia y la rapacidad norteamericanas. En sus últimos años de vida, desde su voluntario exilio europeo, James vuelve la vista a su tierra de origen, Estados Unidos, en un intento de saldar cuentas con un país en el que siempre se sintió huésped precario. Producto de esta visión última, acerada e inclemente como pocas, es La torre de marfil, novela mayor que debía completar, por contraste, el ciclo compuesto por Los embajadores, Las alas de la paloma y La copa dorada, de tema europeo. Una depresión profunda, primero, el estallido de la Gran Guerra, después, y la muerte, finalmente, le impiden concluir la obra última con la que el James maduro, auténtico doctor sutil de la escritura, se proponía escalar la cima de su arte narrativo. Nos deja unos restos vitales (cuatro de los diez libros proyectados, más unas esclarecedoras notas de trabajo) que dan testimonio, como dice Jean Pavans en el epílogo a esta edición, “del hombre que sabe demasiado; del escritor que después de mucho tiempo ha comprendido y que experimenta la necesidad de ahondar en su sabiduría, más que en explicarla a los ojos del mundo”.
Laura y Clare Vaizey estudian en un internado. Nunca han sabido lo que es el amor familiar y han aprendido a valerse por sí mismas, pero cuando su padre muere, la ausencia se convierte en un problema real. La madre las saca del colegio para que se encarguen de cuidarla, iniciando un proceso de anulación en el que las hermanas aprenden que la mejor manera de sobrevivir es en silencio. Cualquier ambición queda descartada, de modo que cuando Felix Shaw, el jefe de Laura, le propone matrimonio, ella acepta sin más, dando por hecho que también se ocupará de Clare. Shaw carece de empatía, y disfruta humillando y aislando a las hermanas hasta hacerse con el control de la casa y de sus vidas. Eso sí: la violencia nunca es evidente. Los chantajes, la culpa y el menosprecio se muestran bajo una pátina de normalidad, lo que hace que todo resulte mucho más terrible. Un clásico de la literatura australiana. Un retrato incisivo sobre el miedo, la crueldad doméstica y la tiranía matrimonial. Una novela desgarradora e implacable sobre el reverso oscuro del amor.
Este relato surge de una pregunta sencilla y terrible: la que, en algún momento de su temprana existencia, todo niño se formula alrededor del enigma llamado muerte. Bajo la tutela de un hada que la ayuda a forjar su carácter, H vive en una ciudad, pero también en un laberinto; recorre un tiempo que sólo avanza en una dirección, pero en el que todo ha sucedido ya; se cruza con personas, pero también con criaturas mitológicas y, en suma, observa la realidad como cualquier otra niña de cinco años, pero es capaz de articular preguntas que sólo los hombres y mujeres más sabios llegan a plantearse al cabo de su vida acerca de lo que no vemos y de cuánto y cómo nos atraviesa.
Al comenzar la novela, Del Jordan es una chiquilla que vive con sus padres y su hermano Owen en una granja en la que se crían zorros. Su casa está ubicada en la difusa frontera que separa la pequeña población de Jubilee del campo, y que divide virtualmente también a la familia: el padre se dedica a las arduas labores del criadero y la madre, agnóstica, culta y feminista, vende enciclopedias a los granjeros de la zona. Del relata su vida cotidiana, sus relaciones con los vecinos, amigos y parientes, y muy en especial con los tíos, que son personajes entrañables: el tío Benny, las tías Elspeth y Grace, maliciosamente pícaras, el tío Craig, mimado y convencido de ser un paladín de la memoria. Pasado un tiempo, la madre decide trasladarse al centro del pueblo en busca de horizontes más estimulantes. Fern, su nueva inquilina, participa de la vida familiar y les abre nuevos horizontes, y Del entiende que tendrá que decidir entre la vida socialmente impuesta —hogar, iglesia, matrimonio, hijos— y la vida elegida, que está en otra parte. Ese descubrimiento es también el de la vocación literaria, una suerte de llamada, de deber para con el mundo. Esta deliciosa novela, prácticamente la única en sentido estricto que la autora ha publicado hasta la fecha, es «autobiográfica en la forma, que no en los contenidos», como comenta irónicamente la misma Alice Munro.
En esta novela, una de las más experimentales que escribió Alberto Moravia, el mundo de una acomodada familia burguesa salta en pedazos ante las confesiones de uno de sus miembros, Desideria, una mujer que descubre al narrador su turbulenta y apasionada vida interior.
En Medellín, una de las ciudades más violentas de la tierra, un Ángel Exterminador recorre las calles «limpiándolas» de una buena parte de sus habitantes, y librando, de paso, al narrador de lo que parece molestarlo más: el prójimo. Alexis, el ángel, es un chiquillo de las barriadas, un «sicario» o asesino a sueldo, sin padre y sin ley. Poseído por el misticismo de la destrucción, su vida avanza sobre charcos de sangre. Y mientras las iglesias, mudos testimonios de una religiosidad antigua, se vacían de fieles, la morgue se llena de cadáveres.
Don Juan de Austria, el hijo natural de Carlos V, hermanastro de Felipe II, y, sobre todo, el héroe de Lepanto, quien en una memorable batalla naval logra derrotar, en una empresa prodigiosa, al invencible poderío de los turcos. Separado sin explicaciones de su anodina y apacible vida pueblerina, trasladado a Yuste, el joven se verá pronto sometido a la crueldad de las intrigas palaciegas. Por sus insalvables contradicciones su figura le sirve al autor para explorar el complejo laberinto de la interioridad humana. Por la sorprendente complejidad que presenta se podría extraer de ella una poética del personaje histórico: Juan posee en sí el desgarro de una identidad quebrada y desquiciada, la de un yo solitario que un día descubre, al borde de una fractura existencial, ser otro, arrancado de la seguridad del espacio conocido y cotidiano para terminar en un medio hostil, signado por la hipocresía. Jeromín, el nombre conocido y familiar, va a ser sustituido por otro que le adjudicará el propio rey. Se pregunta Juan de Austria, después de perderlo: «¿Qué era ahora? ¿Quién era? ¿Quién había sido durante todo el tiempo pasado? ¿Lo habían engañado o lo estaban engañando ahora?». Todo lo que había creído ser no era cierto, todo lo que iba a ser en adelante no lo podía imaginar por cuanto no va a depender de su voluntad sino de los designios de los otros. En medio de una verdadera conmoción el joven se pregunta: «¿No va a quedar nada de lo que he sido, de lo que he creído ser hasta ahora? ¿Todo hasta entonces había sido un sueño o era un sueño lo que estaba comenzando ahora?». A partir del registro de uno de los grandes momentos de la historia universal, el autor habrá de sondear con inigualable maestría en lo más recóndito de esta personalidad escindida que pasa su vida oscilando entre la fantasía y la realidad.
Las cosas no siempre son como parecen, y cuanto más cerca aparenta estar el mundo de cierta calma, mayor suele ser la tormenta que se gesta en lo inesperado. Un rayo acaba en segundos con la ensoñación de Pablo Rouviot después de disfrutar de un concierto de violín de una de sus pacientes: su mejor amigo, José, «el Gitano», fue encontrado al borde de la muerte en su consultorio con un tiro en la cabeza. Todo parece indicar un intento de suicidio. Pero Pablo siente que no es así: algo en lo más profundo de su ser le dice que la verdad es otra, y una vez más debe jugarse la vida para llegar al grado cero de un presente imposible de poner en palabras. Llevado por un impulso que lo empuja al límite de lo irracional, el licenciado Rouviot, con la ayuda de su fiel compañero, el subcomisario Bermúdez, se interna en una trama incierta, un universo críptico y siniestro, con leyes propias, en el que el develamiento de un secreto familiar lo deja cara a cara con un enemigo oscuro, inteligente y peligroso. Casi sin darse cuenta, se sumerge en una historia en la que deberá poner en juego sus herramientas analíticas para esclarecer la investigación policial, sin sospechar que a cada paso se irá convirtiendo en una potencial víctima. Vértigo, erotismo, juegos riesgosos que tienen a la muerte como protagonista hacen de «La voz ausente» un «thriller» psicológico trepidante que genera en el lector sensaciones tan extremas como desconocidas. Un libro que confirma definitivamente a Gabriel Rolón como uno de los narradores más sólidos y efectivos a la hora de bucear en las turbulentas aguas de las pasiones humanas.
¿Qué transformaciones se operan en la vida de una mujer objeto de violación? ¿Cómo supera las terribles consecuencias de ese hecho monstruoso? Una dramática novela que aporta sin tabúes una problemática padecida por muchas más mujeres de lo que reflejan las estadísticas. Una obra para seguir paso a paso el calvario de una joven violada y para comprender el difícil proceso de volver a la normalidad.
Al menor de los tres hermanos Tenorio, narrador de esta singular y fascinante novela, le queda sólo la literatura como último refugio. Este joven manco de 27 años, derrotado en la vida, viendo que no tiene nada mejor que hacer, se dedica a escribir la historia de su odio al domicilio familiar y también la de sus intentos fracasados de ser amado. El último Tenorio escribe una novela que acoge sabiamente tanto la figura del desdichado moderno como ese rumor de fondo esencial que en el puerto de Veracruz subyace detrás de tanto refugio y literatura: ese trágico secreto que es ya tradición que los catadores de grandes y sobrecogedoras novelas terminen siempre por descubrir. En esta novela loca e insomne en la que Enrique Vila-Matas vuelca toda su maestría e imaginación, una novela de viaje inmóvil en una geografía onírica, verdadera y fantaseada a la vez. Está poblada por seres inesperados –una bella y letal cantante de boleros, un dentista alcohólico, un macarra, un peluquero fascista, el escritor mexicano Sergio Pitol– que gravitan alrededor de tres hermanos rivales en amores, en artes, en vidas, y que, como Don Juan, llevan el nombre de Tenorio. De nuevo, en esta novela llena de sorpresas, Vila-Matas nos demuestra que la realidad sólo es soportable transformada por las trampas de la literatura.
Esta novela aborda el siempre interesante tema del complejo mundo del adolescente, las «amistades peligrosas» a cierta edad, y la dependencia de una niña de 13 años de otra algo mayor tan precozmente perversa, que logra servirse de la pequeña en una escalada de peligrosas aventuras que culminan en una situación alucinante. Es una novela educativa, con todos los riesgos de escandalizar a ciertos sectores, pero de una fuerza dramática que eclipsa lo escandaloso. Novela de clima misterioso y siempre inquietante, es la historia de dos muchachas y de sus observaciones sobre un hombre maduro a quien llaman el Zar. Escriben sus impresiones acerca de él en un Diario secreto, y estudian sus relaciones con su esposa. No querían pasar de aquí: la historia de un hombre y del verano que pasaron encontrándose con él en los bosques y en la playa. Pero todo cambió. Ocurrieron cosas para las que no estaban preparadas: ni ellas, ni el Zar, ni nadie… Lo ha dicho Harriet es un curioso episodio editorial. Aunque es la quinta novela que ha publicado Beryl Bainbridge, fue la primera que escribió. La ofreció a varias editoriales a finales de los años cincuenta, pero todas ellas la rechazaron. «Su estilo es sumamente prometedor le escribió el director de una de aquellas empresas, pero sus dos personajes centrales son unas criaturas repelentes, ¡casi increíblemente repulsivas! Y creo que la escena en que los dos hombres y las dos niñas se reúnen en la casa del Zar es demasiado indecente y desagradable, incluso en nuestra relajada época. Más aún, creo que ningún editor respetable se atrevería a publicarla». La subsiguiente historia del manuscrito es oscura. Durante años, Beryl Bainbridge la creyó perdida. Pero, recientemente, un editor la encontró al revolver sus archivos y se la devolvió. Y hoy ha visto ya la luz, y se han vendido los derechos cinematográficos.
Eduardo Berti posee una de las escrituras más sólidas de la literatura argentina actual. Las historias aquí reunidas trazan un camino jalonado por formas de olvido y por lo inolvidable. De la mano, un padre y un hijo avanzan hacia la escuela; dos trabajadores sobreviven bajo la presión del aislamiento y la piedra; una lectora impulsiva y obsesionada naufraga en un universo de papel; el peso de un engaño condiciona toda una vida. La memoria y la confesión, la identidad y la decisión son algunos de los temas de los cuentos incluidos en Lo inolvidable, con los que Berti vuelve a mostrar su sutil maestría para la evocación y el detalle, para el descubrimiento y lo inquietante.'Un verdadero talento innovador' Paul Bailey, Daily Telegraph 'Una literatura muy personal e innovadora que proporciona al lector un formidable placer' Gerard de Cortanze, Le Figaro 'El talento y la gracia de Eduardo Berti resultan totalmente indiscutibles' Antón Castro, ABC 'Un escritor inclasificable, es decir, precioso' F. Vitoux, Le Nouvel Observateur 'Una de las voces más interesantes de la narrativa argentina actual' Hernán Brienza, Crítica
En esta edición se reúnen dos volúmenes de cuentos y nouvelles de Henry James tal como se publicaron en vida de su autor: Una vida en Londres y otros relatos (1889) y Lo más selecto (1903). Ambos volúmenes pertenecen a la etapa de madurez de su autor: se trata, pues, de una muestra representativa, fiel a su concepción original, y prácticamente inédita —sólo dos de los trece relatos incluidos habían aparecido antes en España—, del James más exquisito y profundo, el de la época, por un lado, de Los papeles de Aspern y La lección del maestro y, por otro, de Los embajadores.
«La culpa del abate Mouret», aunque poco conocida, es una de las mejores novelas del padre del Naturalismo. Lejos de responder al dictado de la etiqueta normativa al uso, que define ese movimiento literario como una mera y complacida exposición de la abyección humana, esta novela recupera explícitamente, más aún que otras, una gozosa y fructífera filiación de la escritura zoliana con el espíritu «naturalista» primigenio del siglo XVIII. El resultado es una obra maestra en la que ese apelativo literario cobra todo su sentido. No menos anclada que las demás novelas del autor en los parámetros sociohistóricos de su tiempo, «La culpa del abate Mouret» presenta una reflexión sólida y crítica sobre ciertos aspectos de sociología religiosa, en particular sobre la figura del sacerdote, el celibato y los seminarios en el último tercio del siglo XIX. Pero el genio de Zola crea también un gran conflicto íntimo del cuerpo y el alma que tiñe el relato de vibrante dramatismo. Y, sobre todo, como ya señaló en su día el gran poeta Mallarmé, en opinión desgraciadamente poco valorada, dota a la narración de un vuelo metafórico que la convierte en un gran poema.