Alondra Saldivia parece tenerlo todo en la vida: casa, moto, trabajo y una vida cómoda. No obstante, el amor le rehúye y ahora que el hombre con el que se iba a casar terminó casado con otra, no tiene idea de que pasará con su vida en ese ámbito. Por ello, cuando Gabriel Mendoza empieza a apostar, de manera sospechosa, por un lugar en su corazón, deberá decidir entre mantener los recelos lejos o seguir a su instinto.
Gabriel Mendoza nunca se imaginó que lo que comenzó como un plan inocente para conseguir sus objetivos terminara girando en su contra y marcando una parte de sí. Jamás se pensó como un hombre con demasiados sentimientos, y hacía tiempo que había aprendido que estos siempre estorbaban de una u otra manera. No obstante, el brillante ingeniero sacó mal las cuentas, y se le olvidó que el que juega con un corazón roto, termina cortándose con los pedazos.
A Karen le han roto el corazón tantas veces que está considerando seriamente la posibilidad de meterse a un convento. Está convencida de que cupido la odia y solo le lanza flechas torcidas. El amor no parece haber sido hecho para ella, por lo que vivir su vida en soledad no pinta una posibilidad tan aterradora como hacía unos años. Sin embargo, una noche en Las Vegas, una apuesta alocada y un hombre con las características de un príncipe de Disney amenazan de nuevo con hacerla caer en esa trampa mortal. ¿Será ese hombre tan perfecto aquel que tanto esperó o será uno más en su lista de desgraciados?
Alonzo solo desea una vida tranquila y en paz después de tantos años de complicaciones. Esa mujer extrovertida, media loca y optimista parece ser la respuesta a sus plegarias. Lamentablemente, también llegó demasiado tarde. Ahora tendrá que arreglar todos los asuntos de su pasado sin que ella se entere si desea tener una mínima posibilidad de ser feliz a su lado. No obstante, que el secreto se mantenga es pedirle demasiada benevolencia al destino.
¿Será capaz Karen de superar las mentiras y aceptar que su príncipe azul solo es un hombre que ha tomado malas decisiones y ha tenido mala suerte? ¿Podrá Alonzo conseguir la paz y la felicidad que tanto anhela y que le han sido vetadas los últimos años?
Después de perderlo todo, a Sally no le queda otra más que volver a casa de sus padres y empezar de cero.
Y no es nada fácil, porque lo único a lo que se ha dedicado en los últimos años ha sido a fundir tarjetas de crédito en caprichos y lujos que costeaba su prometido, Mark.
Pero Mark ya no está para financiarle esa vida fácil, entre otras cosas porque Sally le pilla siéndole infiel con su mejor amiga.
Así que la única opción que le queda para salir adelante es volver a su Austin natal y retomar su trabajo de enfermera en el consultorio médico de su padre.
Y lo lleva fatal, porque lo odia madrugar, trabajar duro, Austin, sus pacientes…
Y sobre todo a él. A Eric Vila, el chico sexy y canalla por el que todas suspiraban menos ella y al que humilló cuanto quiso.
Eric reaparece en la vida de Sally, pero ya no es el chico humilde que se dedicaba a reparar motos en un taller de mala muerte. Hoy es un hombre poderoso, de éxito y con una sed infinita de venganza.
Su plan es enamorarla y luego romperle el corazón tal y como ella hizo años atrás con el suyo. Y no va a parar hasta que lo consiga, a pesar de que Sally le deteste más que nunca y que esté cerradísima al amor.
Si bien, con el paso de los días, Sally empieza reconsiderar el asunto y decide que no estaría nada mal matar el aburrimiento divirtiéndose un poco con Eric y dejando que la colme de caprichos.
Un mero entretenimiento de usar y tirar, en el que ella siempre va a tener el control. O eso cree. Porque el juego se les va de las manos y se queman hasta el punto de que podría suceder lo que menos esperan…
Annie tiene una única alternativa: convencer a Oliver Rain, el hombre más rico y quizás el más peligroso de la costa del Pacífico, de que se case con ella por conveniencia. Tras la desaparición de su hermano Danny, a quien dan por perdido después de un misterioso accidente, Annie debe tomar las riendas de la empresa familiar. Sabe que Danny está vivo, y mantendrá a salvo su patrimonio hasta que él regrese. Por eso se casará con Oliver, el mayor inversor de la compañía. Pero él tiene otros planes: sus magníficos y fríos ojos han estado observando a Annie, y ahora encuentra la oportunidad de seducir a la hermosa intrigante. El amor es la arriesgada carta destinada a enseñar una lección a estos dos ambiciosos seres. La frialdad podrá controlar el mundo de los negocios, pero la pasión estallará en sus corazones.
Ella no confiaba en las promesas. Él estaba dispuesto a cumplir la suya. Cuando el corazón se pone en juego, el amor tiene la última palabra. Millicent Lowells ha conseguido en parte su sueño: trabajar en el periódico Herald Boston. Sin embargo, escribir sobre moda o los cotilleos sociales no es exactamente lo que desea. Ante su terca insistencia, su jefe la envía a cubrir la noticia de los extraños asesinatos acaecidos en Nueva Orleans. Decidida a demostrar su valía como mujer y como periodista, estará dispuesta a correr cualquier riesgo. Pero ¿y si lo que arriesga es el corazón? Porque el apuesto e irritante caballero inglés que la acompaña no se lo pondrá fácil. Lord Phillip Ashton Melham le hizo una promesa a la señorita Lowells el día de su presentación en sociedad. Cuatro años después intentará cumplirla; sin embargo, se verá embarcado en una aventura cuyo mayor peligro lo supondrá la dama y el intenso deseo que despierta en él. A pesar de sus desavenencias, ambos tendrán que unir sus esfuerzos para no caer en manos de una peligrosa organización criminal. Juntos descubrirán que en el corazón se ocultan los mayores secretos y florecen las promesas más dulces.
Dos personas separadas por el olvido. Un amor oculto en los recuerdos. A veces la vida ofrece una segunda oportunidad. Spencer Hoyt es un prometedor empresario de Nueva York, un atractivo caballero con un gran éxito entre las damas y un hombre que carece de pasado. Su mente es una laguna vacía de recuerdos, excepto por las pesadillas de la guerra. Su existencia, ordenada y tranquila, es lo único que lo mantiene cuerdo en medio de sus tinieblas. Sin embargo, esa cordura se pone en peligro cuando aparece en su vida una joven dama que despierta en él un doloroso anhelo, ecos de un pasado que no desea recuperar. Wendy Scott no tiene ninguna duda de que Spencer Hoyt y Taylor Chambers son la misma persona. Taylor, el mejor amigo de su hermano, el caballero de brillante armadura que la llamaba «princesa», el hombre del que se dio cuenta que estaba enamorada cuando ya era demasiado tarde. Ahora que lo ha vuelto a encontrar, no está dispuesta a rendirse hasta que él haya recuperado todos sus recuerdos, y si sus sentimientos por ella han caído en el olvido, hará todo lo posible por conquistar de nuevo su corazón.
La vida de Phoebe cambió al descubrir, con 17 años, que sufría una insuficiencia cardíaca. Renunció a sus planes de vivir con su mejor amiga, Carrie, durante la universidad y decidió permanecer en casa para aplacar la preocupación de sus padres.Ahora están en su último año de universidad y Carrie se reencontrará con el chico que avivó sus inseguridades sin querer. Axel conectará la vida de Asher con Phoebe y saltarán chispas antes de colisionar, creando una explosión que tambaleará sus vidas para siempre. ¿Qué ocurrirá cuando Phoebe conozca a alguien especial que lleva una carga demasiado pesada sobre los hombros?Una cita interrumpida. Una pelea ilegal. Una noche que cambiará sus vidas para siempre.
Tras el accidente regresando a casa de la boda de Ally y Jordan, nada volverá a ser como antes. Asher está malherido y en coma. Phoebe sufre ataques de pánico que tiene que aprender a controlar para que no perjudiquen a su corazón. Personas del pasado regresarán para aclarar algunas dudas y formular nuevas preguntas, pero ¿qué pasará si Asher no llega a despertar? Esa es la pregunta que se hará Phoebe todo el tiempo y la desesperación no la ayudará. Lo que ninguno esperaba que ocurriese cuando Asher lograse despertar es que no sería el mismo chico que había tenido el accidente. Ahora las tornas han cambiado y será ella quién se enfrente a lo que se ponga por delante, sin importar las consecuencias. Intentará remediar el daño que Rick y Frank intentan hacerle utilizando a su familia y ella, pese a las dificultadas, se convertirá en esa tigresa que nadie espera que sea. ¿Cómo puede un corazón malherido sobrevivir a que lo rompan una y otra vez? ¿Será capaz Phoebe de luchar contra algo que es más grande de lo que todos imaginaban? Una familia. Un amor interrumpido por culpa del olvido. Una pelea ardua que convertirá lo que hay a su alrededor en sangre, sudor y lágrimas. Estaba perdido y ella era el camino, iba a encontrarla de nuevo a cualquier precio. Necesitaba tenerla ceca para volver a ser el mismo, para unir todas las piezas. Necesitaba tenerla cerca para volver a quererla.
Fue amor a primera vista; una historia de amor que se suponía, era para toda la vida. Un corazón joven que no había conocido el verdadero amor, y un alma solitaria en busca de algo real. Esa, era mi alma, y Elizabeth Brown era mi corazón, inocente y lleno de pasión desencadenada. Me hizo creer que el amor podía cambiar todo. Y en realidad, me cambió… Me rompió, me destrozó. La traición que nunca vi venir, fue como una daga que atravesó mi corazón. En un segundo, mi amor fue reemplazado por un odio y dolor tan profundo, que me llevo a pensar que nunca sería capaz de olvidar. Pero, ¿quién iba a pensar que incluso los corazones heridos pueden amar? ¿Quién hubiera creído que, en unos ojos sin esperanza, brillaría de nuevo una luz radiante? - Voy a hacer que se enamore de mi otra vez. Y luego, voy a destruirla, así como ella me destruyó…
Ella estaba fuera de límites por muchas razones: era muy joven, muy ingenua, y su belleza era difícil de resistir.
Pero ser la hermana menor de mi mejor amigo, era la principal razón.
Ella era como un tabú que nunca debió romperse.
Pero los dos cruzamos la línea... Cedimos a la tentación y cometidos un error que nos cambió para siempre.
Los años pasaron, pero por alguna razón que nunca entenderé, sus recuerdos nunca dejaron de atormentar mis sueños, mi mente.
Mi obsesión por ella era más fuerte ahora, que años atrás, pero ella me odiaba con todas sus fuerzas. Y tenía una muy buena razón para hacerlo.
– Te debo una vida de nosotros, y no te defraudaré, no de nuevo... –
Solía pensar que mi vida era la viva imagen de la perfección. Tenía todo con lo que una mujer de veinticinco años podía soñar: una familia afectuosa, amigos, un trabajo de ensueño y un prometido que me tenía en un pedestal. Hasta el día en el que lo perdí todo… incluso la capacidad de ver. El accidente de coche no solo me quitó la vista, sino también una parte de mí que estaba segura de que nunca volvería a recuperar. Y entonces, le conocí… Stanley Burke. El tipo de hombre de los que pensaba que ya no quedaban: comprensivo, cariñoso, solidario y, en general, demasiado bueno para ser verdad. Sin esfuerzo alguno insufló vida en mi corazón helado, haciendo que latiera incluso más rápido que antes. Se convirtió en la luz que mis ojos nunca volverían a ver. Me hizo sentir cosas que consideraba perdidas y olvidadas mucho tiempo atrás. Pero no le podía dar lo que él se merecía. Porque en mi mundo de oscuridad no había lugar para el amor… Nunca en la vida he tenido tanto miedo a perder a alguien… Pero lo cierto es que nunca he tenido a nadie a quien me importase tanto perder…
Nuestro amor era imposible. Nuestro futuro, inexistente. Aun así, dejamos que la atracción ganase. Dos corazones jóvenes, demasiado ingenuos para creer que el amor era solo un juego. Dejamos que nos consumiese, dejamos que nos destruyera... Y después, no hubo nada más que dolor; interminable; ardiente. Durante años, he intentado olvidarme de la existencia de Jeffrey Coleman. El hijo de mi peor enemigo... Enamorarse de él fue un error desde el principio. Hice todo lo posible para eliminarlo de mi vida. Y ahora, estoy de pie en su puerta, lista para rogarle que me ayude... –Solo hay dos momentos que quiero compartir contigo, Rhea: ahora y para siempre.
En un océano infestado de piratas, dos corazones en busca de la felicidad encontrarán el amor entre el cielo y el mar.
Maximiliam Hart, marqués de Blackmoor, heredó el título a los doce años, cuando recibió la noticia de la muerte de sus padres y su hermana de tres años a manos de unos sangrientos piratas.
Catorce años después, descubre que hay una posibilidad de que su hermana haya sobrevivido. Tras pedir ayuda al Almirantazgo para emprender su búsqueda y serle denegada, decide ir él mismo a buscarla, aunque tenga que unirse a los piratas y servir al mismo diablo. Quizá por eso no sabe qué pensar cuando en medio de aquel infierno encuentra un ángel.
La honorable señorita Prudence Houghton cuenta con una sustanciosa herencia tras el fallecimiento de sus padres. A pesar de las numerosas proposiciones matrimoniales que ha recibido, Hector, su primo y tutor legal, se ha negado a conceder su mano.
Cuando descubre las viles intenciones que Corey guarda hacia ella, resuelve pedir ayuda a un antiguo amigo de su padre. ¿Cómo iba a saber que para ello tendría que embarcarse y soportar los modales toscos y sucios de los marineros? Y, sobre todo, enfrentarse a un demonio de ojos azules que despierta en ella emociones poco apropiadas para un grumete.
Una historia plagada de aventuras, de batallas en el mar, de piratas y de romance en el siglo XVIII. Un viaje al mar Caribe, a sus islas paradisiacas, a sus tabernas que eran nidos de asesinos y ladrones.
Ellos eran enemigos, su campo de batalla las aguas profundas del océano. En ellas descubrirán que, por amor, vale la pena arriesgarse a navegar contra viento y marea.
El almirante Archibald Knight siempre ha sido leal a la Corona, pero cuando su amigo, el marqués de Blackmoor, le pide ayuda para encontrar a su hermana, no duda en arriesgar su carrera, e incluso su vida, en un acto que podría conducirlo a un consejo de guerra.
La persecución del navío de Bartholomew Roberts se transforma en un desafío personal cuando conoce a la lugarteniente del pirata, una bella joven que se burla de él y que enciende en su alma un deseo tan profundo como el mar.
Charlotte ha crecido entre piratas. Sabe pilotar un barco, maneja el sable con impecable destreza y aguanta el ron mejor que muchos marineros de su tripulación. Adora el mar y al capitán Roberts, a quien considera un padre. Sin embargo, a veces sueña con algo más.
Cuando su vida y la de sus compañeros corren peligro, acosados por un barco de la Marina Real y por el atractivo almirante que lo dirige, demostrará que en su pecho late un corazón de pirata. Más difícil le resultará admitir que su mirada ardiente despierta en ella la conciencia de ser mujer.
Un enemies to lovers en el que los protagonistas tendrán que luchar contra sus propios prejuicios y con el deseo que surgirá entre ellos. Una narración ágil, con diálogos chispeantes, que atrapará la atención de las lectoras desde la primera página.
Después de un viaje a través de un bosque que los llevaría a una pequeña aldea en el sur de Brasil, son repentinamente atacados por una banda de saqueadores que estaban atacando los alrededores, Gregory es asesinado en un intento de detener a los ladrones y William está gravemente herido. Lo que parecía ser su fin, es salvado por una criatura de la nada mirándolos en la oscuridad del bosque. La criatura demuestra ser impetuosa y sedienta de sangre, después de matar a todos ferozmente, la criatura se acerca a William y se da cuenta de que todavía está vivo y casi sin fuerzas y dice: Escucho tu corazón latir con este dolor que pronto pasará y tu cuerpo renacerá nuevamente. Aprovechando el estado en el que William estaba entre la vida y la muerte, la criatura le hace una propuesta innegable de que en ese momento no pensará en las consecuencias que cambiarán su vida para siempre, termina desmayándose, porque cree que estaba teniendo Delirio, aparentemente una pesadilla interminable que despierta en un ataúd, al levantarse se da cuenta de que todo está oscuro cuando de repente las velas se iluminan de la nada, el lugar estaba herméticamente cerrado y el aire olía a sangre había telarañas en todas partes donde miraste.
Después de quedarse viuda, Cassie Weeks había renunciado al sueño de formar su propia familia… hasta que se vio obligada a cuidar de la hija de su hijastra. Cassie vivía encerrada en sí misma desde hacía años, pero la llegada de la pequeña iba a hacer que se abriera de nuevo a la vida. Eso significaba abrir su corazón a aquella pequeña personita… y al guapísimo vecino que tanto estaba ayudándola.
Silvia Ramírez, conoció a Mario Hernández, en el colegio de Almería, donde estudiaba de pequeña. Mario era mejicano, de piel morena y entró en su clase con dos años más que ella, porque iba retrasado en los estudios. Ahí se hicieron inseparables, el profesor lo puso a su lado, porque ella sacaba buenas notas y podría ayudarlo. Su amistad, llegó hasta el último año de instituto en que se enamoraron y salieron ese año y el verano antes de ir a la universidad. Mario quería estudiar medicina en Madrid, por lo que obtuvo una beca y a Silvia algo similar, pero en Málaga, estudiando Marketing. Ahí sus vidas se separarían seis años. Volvieron a encontrarse en el hospital de Málaga, ya que habían asaltado una noche a Silvia y él era el médico que le correspondía, pero Mario estaba a punto de comprometerse. Y verla de nuevo, despertó el amor adolescente que compartieron Sin embargo, hacer el amor una noche con Silvia, no evito que tuviese que apartarla de su vida una segunda vez, ya que su novia estaba embarazada la y se lo dijo la misma noche en que iba a dejarla. A su vez, de esa noche Silvia también se quedó embarazada de Mario. La siguiente vez que volvieron a encontrarse fue porque la mujer de Mario lo echó de casa con su hija y 500 euros y Silvia lo acogió en la suya. A partir de ahí, tuvieron unos años de felicidad incomparables, hasta que un accidente, se llevó a su familia y se quedó sola. Y su jefe le propuso, enviarla con un amigo que tenía una empresa en Nueva York, con 40 años. Allí conoció al dueño de la empresa, Max Simón. ¿Sería este hombre capaz de hacer que Silvia superara todo cuanto había pasado? ¿Sería posible amar a dos hombres distintos con dos vidas distintas?…
A Tina le encantan las mujeres. Es joven, quizá demasiado, pero piensa que tiene su corazón bajo control. En su futuro ideal no hay cabida para los sentimientos. Se ha prometido no enamorarse jamás, ni siquiera tener amigos. Sin embargo, un hecho inesperado le hará entender que es la vida la que siempre tiene la última palabra. Una historia apasionante sobre un amor convertido en obsesión que le obligará a madurar y con el que, además, aprenderá el valor de la amistad, la familia y el cariño. Ambientada en la segunda mitad de los años 80, Efervescencia es un canto a la pasión entregada e incondicional de quien se niega a creer que existen los amores imposibles.
Sandra necesitaba encontrar su camino y para ello tuvo que perderse. Y es que, a veces, el viaje más importante y difícil es hacia el propio interior. Tras subir cordilleras de miedo y sortear valles de decepción, descubrirá que la paz del sendero correcto estaba más cerca de lo que pensaba. También aprenderá que ella misma es más de lo que ve reflejado en su espejo y que con la belleza del alma se superan barreras que siempre había creído infranqueables. Con esa convicción buscará a la mujer de su vida. ¿La encontrará?
Manuela, una mujer que nunca ha salido de su pueblo natal en Almería, y su hija Carmen escapan de una situación peligrosa y se refugian en el lugar más lejano que se les ocurre, justo al otro extremo del país: la Costa da Morte. Allí el comienzo se les hace duro, el carácter de los lugareños es diferente; la climatología, adversa; y el miedo todavía les bulle por dentro. Pero poco a poco irán descubriendo la bondad de las personas con las que conviven, como Elvira, la panadera, una mujer hosca que les ayudará mucho; o Eduardo, el maestro, quien también ha sufrido un gran desengaño. A su vez, la llegada de las andaluzas será como un soplo de aire fresco en la pequeña aldea. Corazón de acantilado es una novela de superación personal y de esperanza. Su autora, Cristina Selva, ha pretendido transmitir en esta historia el derecho a comenzar de nuevo, a rehacer la vida por muy duro que haya sido el pasado, a volverse a enamorar…