Mientras Roger, Diana y Chatín pasan una temporada en la Aldea de las Campanas, su viejo amigo Nabé hace auto-stop con su mona «Miranda» para reunirse con ellos. Nabé no tiene ningún lugar donde quedarse así que decide dormir en el Ayuntamiento de las Campanas que ahora es un museo. Pero comienzan a pasar cosas misteriosas, campanas que tocan solas, ruidos procedentes de un pasadizo secreto tapiado…
Otra emocionante aventura de vacaciones en la que nuestros simpáticos amigos viven las situaciones más inesperadas e increíbles. Conocerán a singulares personajes, interesantes y peligrosos, en su intento por descubrir el misterio de lo ocurrido en la base secreta de submarinos. Con un final realmente sorprendente para nuestro querido Nabé.
¿Quién llama a la puerta en medio de la noche? Nabé, Roger, Diana y Chatín investigan y encuentran huellas en la nieve, pero no hay nadie a la vista. La señora Cosqui les dice que es una advertencia, la última vez que se escuchó en Villa Rat-a-Tat fue hace cien años. ¿Puede esto tener algo que ver con el muñeco de nieve que creyó ver espiándola a través de la ventana? Los cuatro amigos están determinados a solucionar el rompecabezas, pero cuando Chatín hace de detective, desaparece misteriosamente…
En el primer libro de la serie, Bernabé era un muchacho de circo. Cuando su madre murió, le dijo que su padre al que el niño nunca había conocido, vivía aún y le pidió que intentara encontrarlo. Bernabé, pues, se dedicó a buscarlo a lo largo de sus viajes y aventuras, de un circo a otro. Conoció a Diana, a Roger y a Chatín con su perro «Ciclón», y todos se hicieron grandes amigos. En el libro titulado «Misterio en Tantán», Bernabé encuentra a su padre y se va a vivir con él. Ahora tiene, al fin, una familia propia..., pero sigue siendo el más cordial amigo de los niños que le brindaron su amistad cuando vivía solo y sin amparo. En este nuevo libro de misterio, una vez más, encontraréis reunidos a los cuatro amigos.
Barcelona, 9 de Mayo del 2005. Cacho —detective privado, 30 años— se dirige como cada mañana a su despacho mientras una extraña atmósfera lo impregna todo; como si alguien hubiese derramado por el aire una misteriosa mezcla de canción triste de Hill Street y agua del Carmen, de almendras garrapiñadas y de whisky barato; como una burda sensación de fracaso en el estómago, de dolor de pies, de haber perdido el rumbo; como esa maldita soledad que se te clava como un puñal por la espalda. Corre muchacho, ¿no ves que debes resolver la misteriosa desaparición de Juan Ramón Jiménez? Corre muchacho, porque H. P. Ras te quiere mal. Corre muchacho, antes de que Los Caballeros del Alba Gris consigan contactar con el inframundo. Corre muchacho ya, no te detengas más.
Siempre que se gana algo, se pierde otra cosa. Si solo lo hubiera sabido cuando, hace un año, mi viejo me mandó al Burton College. Entonces tenía dieciséis años y, a pesar de toda la mierda que me habían metido en la cabeza, hice un montón de colegas; te lo aseguro. Lo pasamos en grande sorbiendo nenuco a todas horas y moviendo el esqueleto. Pero de golpe apareció un fiambre y todo se torció. La muerte siempre lo tuerce todo. Y, después de esa muerte, llegaron otras muertes. Y todo se mezcló con la birra y el amor, con el mal y el colegueo, con los sueños y las risas; con un Londres invernal y una lluvia que lo lava todo, que se come tu alma como si fuera un maldito Boca Bit, que te mata y te resucita. Está bien, lo que tienes entre manos son mis aventuras de crío. Colega, lo vas a flipar.
El tiempo es infinito, pero solo hay un número determinado de instantes en los que puedes esconderte. Barcelona, 2015. M. Cacho, detective privado, acaba de cumplir los cuarenta. Su novia lo ha dejado. Lo despierta de una terrible resaca una nueva cliente, Gabriela. Su hija Agnieszka desapareció en su cuarto. Se volatilizó. ¿Será capaz de encontrarla? En otro punto de la ciudad se ha producido el robo de un valioso reloj del siglo XVIII, un reloj que parece tener propiedades extraordinarias. Su propietario, el señor Humperdinck contrata los servicios de Cacho para que dé con él. La investigación lo lleva hasta el Love Story, un bar de copas regentado por Marga. Cacho encontrará consuelo entre sus cuatro paredes, pero ¿hay alguna posibilidad de que eso se convierta en algo más?
Un ser inmortal que necesita la ayuda de un detective privado. Una adolescente al borde de la muerte. Un cazavampiros con problemas de diarrea. Barcelona, 2020. Cacho persigue la felicidad para Haena, una extravagante multimillonaria adicta a la sangre. No es una broma, y está dispuesta a pagar lo que sea. Pero su otro caso es más urgente: Mariel, diecisiete años, sufre una extraña enfermedad mortal. Alguien tiene el remedio, pero ha desaparecido. ¿Será Cacho capaz de encontrar a esa persona? Dos casos atípicos, casi absurdos, que pondrán al límite la cordura de nuestro improbable héroe y lo obligarán a decidir el valor de la vida y hasta qué punto un ser humano debe sacrificarse por otro ser humano.
Un esqueleto y una mujer desaparecida. Un romance condenado. Un misterio que abarca a dos generaciones. Liverpool, 1961. Un grupo de jóvenes se reúne en busca de fama y fortuna mientras los novedosos sonidos de los locos años sesenta se apoderan de la ciudad. Muy pronto, Liverpool se convertirá en sinónimo de los grupos y música que darán forma a una generación. Liverpool, 1999. Los restos óseos descubiertos en los muelles llevan al detective inspector Andy Ross y a la subinspectora Izzie Drake a trasladarse en un viaje en el tiempo, mientras la investigación los transporta a los primeros momentos de la historia del pop de la zona. ¿A quién pertenecen los huesos que han permanecido más de treinta años enterrados bajo el lodo del río Mersey, y qué los vincula a una joven que lleva el mismo tiempo desaparecida? Asesinato en el Mersey, la primera novela de la serie Misterios de asesinatos en el Mersey, es una historia policíaca con profundas raíces en los primeros tiempos del rock’n roll.
En el Lovecraft todos han caído rendidos al encanto de Sarah y Sylvia Price. Todos menos Robert, Glenn y Karina, que saben que las hermanas son en realidad dos criaturas monstruosas al servicio del mal. Pero ¿cómo demostrarlo y cómo pararles los pies a Sarah y Sylvia, que pretenden hacerse con el control del colegio? Cuando el fin parece inevitable, los chicos recibirán la inesperada ayuda de alguien que conoce muy bien al culpable de lo que está sucediendo, aunque sus ideas y consejos resulten ¡insólitos y aterradores!
Una horrible plaga está arrasando el Lovecraft, y Robert y Karina saben que el responsable es Howard, al que todos los profesores consideran un alumno ideal. Los chicos deben desenmascararlo antes de que lleve a cabo sus pérfidos planes, pero ¿cómo luchar contra miles y miles de bichos repugnantes? Y, sobre todo, ¿cómo hacerlo sin la ayuda de Glenn, su mejor amigo, que parece haberse unido a las fuerzas oscuras que intentan dominar el colegio? Las pesadillas que invaden el Lovecraft son, ahora más que nunca, ¡ESPELUZNANTES Y PRINGOSAS!
Cuando una gigantesca tormenta de noroeste deja caer un manto de nieve sobre el pueblo de Dunwich, Massachussetts, Robert Arthur y sus amigos se encuentran abandonados en el interior de la escuela Lovecraft Middle School. Los chicos no tienen más remedio que pasar la noche comiendo en la cafetería, durmiendo en el suelo de las aulas y enfrentándose a un misterioso profesor sustituto que podría tener un siniestro secreto. La última aventura de la serie Lovecraft Middle School incluye más aventuras, más monstruos extravagantes y otra terrorífica portada lenticular.
La acaudalada familia Van Burnam regresa de un viaje al extranjero al mismo tiempo que aparece una mujer muerta en el salón de su casa. Un gran aparador ha caído sobre ella aplastando su cara, y aunque la policía sospecha que la víctima es la esposa de uno de los hijos del señor Van Burnam, éste insiste en que no la reconoce. ¿Qué hacía la mujer en una mansión que permanecía cerrada? ¿De quién son las extrañas prendas que llevaba puestas? ¿Estaba muerta antes de caer sobre ella el aparador?… En «El misterio de Gramercy Park» (1897) una solterona de mediana edad, la señorita Butterworth, se convierte en detective aficionada cuando un extraño asesinato tiene lugar en la mansión contigua a su vivienda. Así da comienzo una compleja investigación llena de giros equivocados y con una intrigante trama que mantiene en vilo al lector hasta la última página. Obra maestra de la «madre de la novela de detectives», Anna Katharine Green, conocida como la Agatha Christie de la época victoriana. Su protagonista es la encantadora señorita Butterworth, brillante precursora de la señorita Marple.
Cuando un hombre es hallado muerto en el interior de un carruaje de alquiler, uno de los más distinguidos ciudadanos de Melbourne es acusado de asesinato. El ilustre joven proclama su inocencia, pero se niega a dar una coartada. Pronto se descubre la identidad de la víctima: un caballero recién llegado a la ciudad, muy bien relacionado con las altas esferas de la sociedad, y que pretendía en matrimonio a la hija de un rico hacendado, Madge Frettlby, que a su vez está enamorada de Brian Fitzgerald, un apuesto irlandés instalado en Melbourne para hacer fortuna. Desentrañar el misterio será tarea de un eminente abogado y dos intrépidos detectives que llevarán al lector desde los más distinguidos salones de la alta sociedad, al submundo más miserable de los bajos fondos.
Imaginemos la larga silueta de un joven. Es un detective privado prodigiosamente dotado para la observación y la deducción lógica, misántropo, adicto a las drogas y experto en química y en las ciencias forenses de la época. Así mismo, es un gran maestro en el arte del disfraz y sus audaces hazañas son narradas por su amigo y confidente, un médico. Otro doctor aterroriza y fascina por igual a nuestro héroe. El joven se ve involucrado en un caso de asesinato cuando su vecino, Jean-Louis Guérin, es acusado de haber envenenado con arsénico a su señor, el banquero Bréhat-Lenoir.
Se ha cometido un asesinato en los terrenos del Castillo de Valfeuillu, propiedad del conde de Trémorel. Dos cazadores furtivos han encontrado el cadáver de su esposa Berthe sumergido en un cañaveral. Mientras la policía local de Orcival está convencida de haber encontrado a los culpables y da por concluida su línea de investigación, llega un policía especial de la Sûreté de París, el inspector Lecoq, que se hace cargo del caso. El astuto detective inicia su propia investigación —caracterizada por el constante uso del método deductivo— recolectando pruebas, estudiando exhaustivamente el escenario y las posibles circunstancias del crimen, entrevistando a los testigos y analizando los posibles móviles de los sospechosos.
Un elegante joven circula una tarde de otoño por Nueva York cuando una desesperada niñita reclama su atención y le suplica que entre en la lujosa mansión de su familia, pues su abuelo se ha puesto repentinamente muy enfermo y necesita ayuda. El joven, Arthur Outhwaite, se siente conmovido y acompaña a la pequeña hasta el interior de la casa, donde se convierte en la última persona que ve con vida al anciano, el gran financiero Archibald Gillespie. Antes de morir, éste le confía una carta con la petición de que la entregue a una persona concreta, y a ninguna otra. Por desgracia, la víctima fallece antes de darle más información sobre la identidad del destinatario. Cuando poco después se confirma que ha muerto envenenado, surgen infinidad de preguntas: ¿Qué contiene la carta? ¿A quién va dirigida? ¿Quién es su asesino?
¿Qué había pasado? Simplemente encontré a esta chica en medio de un incendio donde no pude encontrar a mi padre. Las dudas me llenaron la cabeza, pero ella era la única pieza para armar el rompe cabezas de lo que había ocurrido. Nada estaba claro y el que ella perdiera la memoria no nos ayudaba a ninguno de los dos. Era hermosa, pero era mi nueva hermanastra, y nos acabábamos de conocer. Los limites estaban muy difusos, más cuando nuestros padres aun no aparecían. Intentamos por todos los medios de indagar y descubrir el misterio, pero las cosas se oscurecían aun más y el miedo tocó a nuestra puerta. Su valentía, su dulzura, su encanto… me cautivó, y eso sí que complicaba todo, ¿Cómo, justo ahora me iba a enamorar de ella?
Con este primer volumen comienza la serie Misterios romanos , protagonizada por Flavia Gémina y su pandilla, que además de ofrecer a los niños entretenidas historias de detectives les contarán cómo era la vida en la antigua Roma.
Año 79 d. C. Flavia Gémina, hija de un marino romano, está a punto de vivir una emocionante aventura. Al investigar el paradero de un anillo que lleva el sello de su padre, Flavia conoce a Jonatán, un niño judío, a Nubia, una niña esclava africana, y a Lupo, el pequeño mendigo mudo. A partir de entonces, los cuatro nuevos amigos comenzarán las pesquisas para resolver la misteriosa muerte de unos perros, recorriendo juntos el foro, la necrópolis romana y el puerto de Ostia, y lo que es mejor, se convertirán en muy buenos amigos.
Este es el segundo volumen de la serie Misterios romanos , que se inició con Ladrones en el foro. Además de disfrutar de divertidas historias de detectives, los niños aprenderán cómo era la vida en la antigua Roma.
Flavia Gémina navega rumbo a la bahía de Nápoles acompañada de sus amigos Jonatán, Nubia y Lupo. Van a pasar el verano con un tío suyo que vive cerca de Pompeya, pero, no bien llegan, los temblores sacuden la tierra, los animales se comportan de modo extraño y la gente sueña con un desastre inminente. Es el Vesubio, que entra en erupción y pone a los cuatro niños en un terrible peligro. A pesar de todo, la inquieta pandilla se verá pronto implicada en la resolución de un enigma que puede llevarles hasta un gran tesoro.