Cuando Tim Kearney, un delincuente de poca monta, le corta el cuello a un motorista de la peña de los Ángeles del infierno y se gana una perpetua en una cárcel llena de colegas del difunto, sabe que es hombre muerto. Hasta el día en que la DEA le hace una jugosa propuesta: la libertad a cambio de suplantar al legendario traficante de drogas Bobby Z y de ser la moneda de cambio que permita a la agencia recuperar a uno de sus agentes. Pero algo sale mal y Tim tiene que huir a través del desierto en la frontera entre EE.UU. y México. Pisándole los talones van el FBI, un enjambre de motoristas, señores de la droga e indios americanos expertos en rastros. En su nueva novela, el autor de «El poder del perro» vuelve a hablar de lo que mejor conoce, el narcotráfico.
Ángel Peláez es un hombre muy celoso. Desde que perdió el brazo en un accidente, y con el brazo su empleo de camarero en el Hotel Ritz, se pasa el día imaginando que Remedios, la Reme, su mujer, le traiciona con la mayoría de hombres que conoce. El carnicero, el librero que le recomienda a ella novelas de amor, el director de una asociación del barrio, todos son amantes potenciales que hieren la atormentada imaginación del protagonista. Un día la Reme, que trabaja de asistenta, acude a limpiar el apartamento de un joven catedrático de filosofía, un don Juan de la Barcelona posmoderna que colecciona fotos de todas sus conquistas y que está escribiendo un tratado sobre los celos. Entre ellos estalla una pasión arrebatadora que ambos van a percibir como un milagro. Un cuarto personaje observa los acontecimientos. Se trata de Jaume Corrons, el fanático seguidor del Barça que aparece casi toda la novela hablando desnudo con una prostituta. Con un ritmo de creciente intensidad y un vitriólico sentido del humor, Carlos Cañeque escribe una novela a medio camino entre la parodia de las novelas rosas y el esperpento despiadado y alegre.
En una ciudad portuaria asolada por una plaga misteriosa, una mujer intenta descifrar por qué su mundo se desmorona. No es sólo el acecho de la enfermedad y la muerte, las algas y los vientos pestíferos, los amasijos rosáceos que son ya lo único que se puede comer, sino el colapso de todos sus vínculos afectivos, la incertidumbre, la eclosión de una soledad radical. Con una prosa inquietante y rica en hallazgos poéticos, Fernanda Trías construye un universo extraordinario que descubre la inmensa belleza y el inmenso dolor que hay en la fragilidad de la vida y de las relaciones humanas. «Mugre rosa es una metáfora poderosísima de un mundo afectivo en crisis, donde todo está a punto de hundirse, aunque sostenido todavía por los hilos débiles de la memoria, la ternura, la solidaridad y el esfuerzo para llegar a un lugar donde la vida sea otra cosa. El lenguaje está cargado de aliento poético, y al mismo tiempo es concreto, sabiamente apoyado en los detalles. La lectura de esta novela singular resulta a la vez estimulante y perturbadora, y después de cerrarla sus imágenes seguirán persiguiéndonos por mucho tiempo, con su carga de belleza y melancolía. Realmente extraordinaria». Piedad Bonnett
Este es el secreto: si cierra los ojos, Cruz puede ver lugares en los que nunca ha estado, instantes de vidas ajenas, crímenes o abrazos clandestinos detrás de una cortina vaporosa. Y este es el peligro: si no tiene cuidado, su mirada indiscreta podría arrastrarla al otro lado, donde los espectros tienen manos y pueden atraparla.
Como obsequio por su inminente licenciatura en Medicina, Cruz Montenegro recibe de su padre el encargo de investigar un insólito caso que pone en cuestión toda la historia de la epidemiología europea: un bebé ha muerto con síntomas de peste bubónica en un pueblo del Pirineo, cuatrocientos años después del último brote que asoló el valle. En su búsqueda, Cruz se adentrará en el misterio de una memoria colectiva en la que todavía late la leyenda de una maldición, un romance prohibido, un untador y una extraña figura con rostro de cuervo caminando entre los enfermos.
Con un vibrante pulso narrativo, Martínez Biurrun transgrede los límites entre géneros para concebir un relato tan asombroso como profundamente humano. Una novela que nos descubre los dones y las maldiciones que corren por el ADN de cada familia y de cada individuo.
Mujer al borde del tiempo, de Marge Piercy, es una de las novelas más aclamadas de su género. A menudo se la compara con otras fantasías feministas de los setenta, como Los Desposeídos, de Ursula K. Le Guin, o El Cuento de la Criada, de Margaret Atwood. Un clásico de la ficción especulativa que por fin se traduce al español, cuarenta años después de su publicación. Una mujer chicana, Connie Ramos, ha sido encárcelada injustamente en una institución mental de Nueva York. Las autoridades la consideran un peligro para sí misma y para los demás, e incluso su familia ha dejado de apoyarla. Pero Connie tiene un secreto, una forma de escapar de los confines de su celda: ella puede ver el futuro. Esta novela es una transformadora visión de dos futuros… y de cómo uno u otro pueden llegar a hacerse realidad. Por un lado, un tiempo de equidad racial y sexual, de dignidad medioambiental, un tiempo en el que es posible alcanzar una realización personal sin precedentes, donde todo el mundo participa por sorteo en el gobierno y la educación es comunitaria. Por otro, Connie también es testigo de otra posibilidad con un resultado muy distinto: una sociedad de explotación grotesca en la que las fronteras entre personas y mercancías han quedado definitivamente borradas. Tan desgarradora como profética, esta novela de referencia se dirige hoy a una nueva generación para la que estas opciones pesan más que nunca.
Una mujer baja una escalera. La mujer está desnuda, su cuerpo es pálido, el vello del pubis y la cabellera son rubios. Frente al fondo gris verdoso de una escalera y unas paredes difusas, se presenta ante el observador con una levedad en suspenso. Al mismo tiempo, con sus piernas largas, sus caderas redondeadas y plenas y sus firmes pechos, posee una gravidez sensual. Ésa es la figura que aparece en un cuadro del cotizadísimo pintor Karl Schwind. El protagonista y narrador de esta novela lo contempla fascinado en un museo. La fascinación tiene un doble origen: la obra llevaba décadas desaparecida, y además formó parte de la vida de quien nos cuenta la historia. Es un lienzo que conecta el presente con el pasado, cuando él era un joven e ingenuo abogado y le asignaron un caso que nadie en el bufete quería llevar. Un caso cuyo centro era ese cuadro. Estaba deteriorado, dañado, y había una disputa entre el propietario —el millonario Peter Gundlach—, el pintor y la mujer retratada —Irene Gundlach, la joven esposa del millonario—. Y el inexperto abogado se vio envuelto en esa historia triangular en la que no fue un mero testigo… Con su prodigiosa capacidad para narrar de un modo sencillo y ágil lo complejo, para penetrar con sutileza en los recodos más secretos del alma humana, Bernhard Schlink nos regala una novela sutil y prodigiosa que habla del amor, el arte, el engaño, la obsesión, la posesión y la pérdida, el dolor, el peso de los recuerdos y las oportunidades perdidas. De las pasiones y ardides alrededor de un valioso cuadro que representa a una mujer desnuda bajando una escalera.
«Hay en mí algo descontrolado, pienso demasiado en el sexo. Cuando veo a una mujer la imagino siempre en la cama conmigo. Es una manera interesante de matar el tiempo en los aeropuertos.» En Mujeres, una de las más aclamadas novelas de Bukowski, su alter ego Henry Chinaski, el «viejo indecente», un perdedor nato, se encuentra a los cincuenta años con una creciente reputación literaria, algún dinero en el banco y mujeres: montañas de mujeres. Se le ofrecen en los recitales de poesía, le escriben cartas procaces, le telefonean sin cesar. Y Chinaski las quiere todas, quiere desquitarse de sus largos años de forzadas abstinencias. Y, a la vez, este gigantesco maratón sexual es un proceso de aprendizaje, de conocimiento, en el que Bukowski no escatima sarcásticas observaciones sobre sí mismo, y en el que en el machismo de textos anteriores queda seriamente erosionado. Todo ello unido a incontables borracheras: el alcohol en tanto que mecanismo que le permite seguir viviendo, a la par que le destruye. Bukowski parece sugerir que las alternativas —es decir, una carrera más respetable, literaria o la que fuere— son aún más deshumanizadas.
La mayoría de las personas nace con el mejor de los regalos, el poder más grande que se nos puede dar; El poder de decisión. Mari no fue una de ellas. Ella nació sin poder, sin oportunidad. Todo cambió cuando el destino abrió una puerta y logró defender su vida. Como Ave Fénix, renació de las cenizas. Dejo de ser víctima y se convirtió en un ser ambicioso, poderoso. En una mujer feliz. El destino le tenía una sorpresa y unió lo que nunca debió separarse. Vivió el cuento de hadas: Amada, Completa. Hasta que el pasado llega. Y pide cuentas ¿Mari? ¿Nicole? ¿Quién eres cuando te conviertes en una asesina? ¿Quién eres cuándo amas más de lo racional y estás dispuesta a todo, por salvar tu historia? ¿Hasta dónde llegarías por amor?
Un café irlandés al amanecer… Un cóctel tatanka en el almuerzo… Un caballito de tequila en la cena… O quizás no sólo uno. Christine Adams pensó encontrar en ellos un escudo contra las difíciles realidades de la vida. El abuso que vivía Mari, su hermana de corazón, fue una enorme roca que se instaló en su pecho y amenazó con ahogarla. Pero Chris es una Fénix, y se enfrentó a sus demonios, se enfrentó a ella misma. No contaban con los planes del destino. La sobriedad resultó ser una nueva aventura. Un hombre es lo último en su mente, mucho menos dos, suficiente tenía con los demonios que insistían en que recayera cuando llegó al centro de adaptación en Rockland después de salir de rehabilitación. Las órdenes de su terapeuta eran muy claras: “Vas para terminar de sanar, no te distraigas, cuanto antes te incorpores a la vida real en Los Ángeles, mejor”. Alan, el menor de los Duncan, es la última persona que puede imaginar como pareja: músico, filántropo, padre soltero, totalmente opuesto a su prometido. ¡Oh, sí! Christine estaba comprometida con su versión masculina: abogado como ella, enfermo como ella.
Mujeres de Escocia es un viaje temático en el tiempo a través de la historia escocesa y del importante papel que las mujeres jugaron en su pasado. Desde las humildes hasta las grandiosas, las escocesas han estado en la vanguardia y en los orígenes de los hechos. Aquí están las pescadoras, las guerreras, las grandes escritoras, las jacobitas, las mártires y las molineras. Sin ellas, Escocia no existiría. Únase a un gran viaje, desde la Edad Media hasta el siglo XXI, y aprenda sobre las mujeres que han sido la fuerza motriz detrás de una pequeña, aunque dinámica nación.
Tras haber sido víctima de un ataque en las calles de Londres, Evangeline Ames ha alquilado una casita de campo en las afueras. Cuando su vida vuelve a correr peligro, se refugia en Crystal Gardens, una propiedad cercana que ejerce sobre ella una atracción sobrenatural. Allí es rescatada por el propietario, Lucas Sebastian, quien insiste en mantener el asunto en secreto. Bastante tiene ya con los rumores sobre la existencia de un tesoro enterrado en sus jardines. Aunque Lucas y su nueva vecina perciben de inmediato tanto sus respectivas facultades psíquicas como su mutua atracción, deben enfrentarse a algo más urgente: quien intentó matar a Evangeline volverá a intentarlo…
Bajo las austeras faldas de su vestido, Beatrice Lockwood oculta una pistola. No puede ser de otro modo, pues Beatrice es una dama de compañía con una misión secreta —tan secreta como su pasado— y debe estar preparada para luchar a vida o muerte en cualquier momento. Sin embargo, cuando se dispone a evitar un crimen en los jardines de una mansión en la que se está celebrando un baile, recibe la inesperada ayuda de un hombre de voz hipnóticamente serena. Tras entregarle su tarjeta, el extraño desaparece entre las sombras, dejándola perpleja. Joshua Gage, que se encarga de investigaciones secretas para la Corona, también está intrigado. Tiene un interés especial en esa belleza pelirroja, sospechosa de robo y asesinato, y quizá también culpable de fraude por haber vendido sus servicios como médium…
Soy hija de un multimillonario y vivo en una burbuja de cristal, pero eso no impide caer en manos de los de los traficantes más poderosos de los Estados Unidos. Mi nombre es Simone Du Pont, mi familia me mantiene a raya, no conozco la realidad, solo lo que mis padres decidieron que era bueno para mí. Un día elegí otro camino y eso me llevó a los lugares más oscuros del mundo. Fui robada de mi hogar primero y del hombre que me compró después. Ahora alguien nuevo dicta mi vida, su nombre es Yuri Volkov. No sé por qué me robó, no sé qué espera de mí, pero sé que debo alejarme de él antes de caer en su red.
Todo el que es alguien en Nueva York sabe que Victory Ford, Wendy Healy y Nico O’Neilly están en la cresta de la ola, que son las caras bonitas que representan el éxito en la ciudad de los rascacielos: Victory se ha convertido en la diseñadora de moda más solicitada; Wendy es la presidenta de Parador Pictures y, además de estar produciendo una película que va a ser todo un éxito, tiene tres hijos preciosos; Nico, por último, es la redactora jefe de la revista «Bonfire», la biblia neoyorquina para estar al día. A los ojos de los demás, las tres se hallan en el mejor momento de sus vidas. El problema es que desde el lugar que ocupan Victory, Wendy y Nico las cosas no son exactamente lo que parecen: Nico mantiene una aventura extra conyugal con un modelo de ropa interior, la última colección de Victory ha sido un fracaso y el matrimonio de Wendy con un metrosexual «amo de casa» se está yendo por la borda después de doce años…
La vida en la tranquila localidad de Crowmarsh Priors se ve alterada por la amenaza de la llegada de la guerra europea a Inglaterra. Los evacuados, los bombardeos, el racionamiento y las muertes en batalla se convierten en la nueva realidad, donde cinco mujeres forjan una insospechada amistad que cambiará sus vidas para siempre. Mientras la guerra y sus penurias se intensifican a su alrededor, estas cinco mujeres aunarán esfuerzos para derrotar a sus enemigos: el hambre, los bombardeos, la aterradora amenaza de la invasión nazi y la traición de un ser querido. La suya es una lealtad forjada por la guerra que sobrevivirá a la más cruenta de las batallas y resistirá al paso de los años y a la distancia. Cincuenta años más tarde, cuatro miembros del grupo regresan a Crowmarsh Priors en el Día de la Victoria Europea, pero no han vuelto para recordar y conmemorar, sino para ajustar cuentas y vengar a una de las suyas.
Esta edición respeta la obra original del autor, una historia donde la sexualidad y el amor son el motor principal, a través de las relaciones de dos hermanas con dos hombres muy diferente. Se trata de una traducción revisada y corregida sobre la versión íntegra publicada por Cambridge University Press de 1987, prologada por Belén Gopegui. En Mujeres enamoradas Lawrence explora su naturaleza a través de la historia de las hermanas Brangwen -Úrsula y Gudrun- y sus relaciones con Rupert Birkiny Gerald Crich. Los cuatro se enfrentan en su modo de pensar, sus pasiones y creencias mientras buscan una vida completa y sincera. Escrito en 1916, el año de la batalla del Somme, Mujeres enamoradas es la continuación de El arco iris que, acusado de obscenidad en 1915, había sido destruido. Como consecuencia, la primera edición de Mujeres enamoradas hubo de publicarse en América en 1920, de manera privada y solo para suscriptores. Cuando en 1921 se publicó en Londres, un crítico calificó a este clásico contemporáneo como una «épica del vicio».
Una historia de esperanza y superación del pasado. Sometida al yugo de una madre dominante, Cecily ansía que su prometido vuelva de la Gran Guerra para dejar la casa familiar, pero sus planes se ven truncados cuando él desaparece en alta mar. La tragedia, sin embargo, no apaga su anhelo de independencia y Cecily decide entonces trasladarse a Francia para actuar ante las tropas. Allí, la vida resulta peligrosa y violenta, pero a la vez satisfactoria y activa. Los problemas reaparecen justamente cuando su familia acude también al frente. Su hermana, Merryn, se enamora de un joven soldado que esconde un lado muy oscuro. Su madre, Queenie, atormentada por un dolor oculto, parece empeñada en seguir un camino de autodestrucción. Así, a medida que se acerca el final de la guerra y todos recobran la esperanza en el futuro, Cecily y Merryn se unen para descubrir la verdad sobre su madre. ¿Qué les ha escondido? ¿Por qué? ¿Podrán ellas mismas alcanzar la felicidad o se hallan condenadas por esos secretos del pasado?
La súbita muerte del pintor Jeffrey Finelli, atropellado el mismo día de la inauguración de su exposición, desata una fiebre inusitada por hacerse con su obra. Su viuda, su sobrina Lulú —modelo de su cuadro más representativo— y Mia, la irónica narradora empleada de la galería, se ven envueltas en una intriga llena de humor y giros insospechados que desvela al lector los secretos del delirante y viciado mundo del arte contemporáneo en Manhattan.
«Mujeres en la oscuridad» narra la huida de tres mujeres distintas, cuyas vidas están entrecruzadas sin saberlo, y que comparten algo en común: una vida deslustrada y la búsqueda de luz en el amor, en el deseo. Julia, catedrática universitaria, atraída por los muchachos jóvenes. Miranda, latinoamericana que trabaja en clubs selectos, padece de una profunda nostalgia por su tierra, y un marcado desprecio por todo cuanto tenga que ver con el sexo. La más joven, Estefanía, veinteañera e incurablemente romántica, aunque en las relaciones se siente como un globo que se pinchó demasiado pronto. Las tres se verán empujadas por sus respectivos fracasos a viajar a Amsterdam en un mismo coche. No obstante, sin saberlo, llevan una mochila de color azul cuyo contenido desconocen y que deben entregar al hermano de Julia.
Mujeres excelentes se desarrolla en Londres. Mildred, la narradora, es hija de un pastor anglicano, una de esas «mujeres excelentes» que suelen verse metidas en las vidas de los demás, y que se consideran a sí mismas capaces de «hacer frente a la mayoría de las situaciones clásicas que ofrece la vida: el nacimiento, el matrimonio, la muerte el éxito de una tómbola, el fracaso de una garden fête malograda por la lluvia». El círculo de conocidos de la soltera Mildred, formado principalmente por el vicario Malory, también soltero, y su entusiasta hermana, se amplía de forma imprevista con la llegada de nuevos y sorprendentes vecinos: una antropóloga, que viste pantalones y no se ocupa de la colada, y su esposo, un teniente de navío. La comedia comienza a partir del momento en que los hermanos Malory aceptan como realquilada a la viuda de un clérigo, que responde al exótico nombre de Allegra.