A veces el pasado es un viento que atrapa con su fogoso magnetismo y sus secretos. Pero un arrebato de pasión puede cambiarlo todo. Dos historias ardientes se entrelazan en esta novela: en la Buenos Aires de 1922 la de Carola, una joven que al poco tiempo de casarse descubre el oscuro pasado de su marido; y dos años después, en la Reducción de Napalpí, provincia del Chaco, justo cuando se produce una de las masacres indígenas más trágicas y menos conocidas de nuestra historia, la de Eva, que intenta recomenzar su vida. Con sus extraordinarios recursos narrativos y la riqueza de su prosa, Gabriela Exilart vuelve a capturar a sus lectoras, esta vez con una inesperada arquitectura y un final insospechado.
La historia de Napoleón ha dado lugar a una producción bibliográfica oceánica que ha invadido la literatura y la mitología más allá del campo específico de la historia. Verdaderamente, lo mismo entonces que después, el Emperador es un personaje que ha hecho soñar y ha inspirado a numerosos escritores y novelistas. Uno de ello es Alexandre Dumas, el autor de «Los tres mosqueteros» o «El conde de Montecristo», cuyo padre fue general del propio Emperador, como fue el caso también de Victor Hugo. Con su biografía sobre «Napoleón», escrita de forma esquemática, Dumas, anticipándose al regreso a Francia de las cenizas del Emperador en 1840, supo captar mejor que nadie la cresta de la ola del entusiasmo napoleónico para, de una forma breve, sencilla y fácil de leer, escribir en el momento justo el libro apropiado.
Pablo y Elisabet acaban de perder a su padre y a su hermano respectivamente en la guerra de Afganistán. Los muchachos se conocen el día del funeral de sus familiares y conectan enseguida. Juntos intentarán superar tan terribles traumas mientras investigan las extrañas misivas que han aparecido entre los archivos del padre de Pablo. A la vez, conoceremos la historia de amor de Isabelle y Gerard, enmarcada durante la Guerra de la Independencia. Ambas tramas terminarán cruzándose de forma sorprendente. Un libro que habla del cariño, de la pérdida, de la belleza, del arte y del horror de la guerra.
Un perturbador y absorbente thriller que explora el poder del deseo, los celos y la venganza.
Solo una noche más y lo dejo. Alison tiene un marido entregado, una hija adorable y una carrera en ascenso como abogada: le acaban de confiar su primer caso de homicidio. Pero bebe demasiado. Descuida a su familia. Y mantiene una aventura que raya en lo obsesivo con un colega al que le gusta traspasar los límites.
Lo hice. Yo lo maté. Debería estar encerrada. Su cliente no niega que apuñaló a su marido. Quiere declararse culpable. Y, sin embargo, hay algo en su historia que no encaja. Salvar a esta mujer podría ser el primer paso para que Alison logre su propia salvación. Te estoy viendo. Sé lo que estás haciendo. Pero alguien conoce sus secretos. Alguien que quiere que Alison pague por lo que ha hecho y que no parará hasta que lo haya perdido todo. El domestic noir se hace más visceral, adictivo y oscuro de la mano de Harriet Tyce.
Desde las mansardas de una mansión rural inglesa que casi amenaza ruina, la joven Frances espía a sus vecinos, en la planta inferior: Cara, una mujer a quien le gusta hablar de su triste pasado, y Peter, su encantador marido, una pareja que trata de disfrutar al máximo de la vida. Corre 1969 y los tres han sido contratados para realizar un informe del estado de la mansión y un inventario de sus objetos artísticos para su nuevo (y rico) propietario norteamericano. Unos treinta años después, Frances, enferma y quizá a punto de morir, recibe las visitas del vicario del pueblo. Poco a poco, y de sorpresa en sorpresa, el lector se enterará de los trágicos sucesos que tuvieron lugar aquel tórrido verano.
Narciso y Goldmundo, sin duda un libro fundamental de la literatura y el pensamiento contemporáneos en el que Hermann Hesse llega al punto culminante de su obra, narra la historia de dos personajes que encarnan aspectos esenciales «aparentemente opuestos» de la personalidad humana: el racional y el instintivo, lo consciente y lo emotivo, la ciencia y el arte.
Narciso encarna el rigor idealista, el espíritu ascético, la claridad; Goldmundo es el alma artística y errante atraída por el amor mundano y la pasión de vivir. Su enfrentamiento es una alegoría de los dos componentes básicos de la personalidad.
En los reinos de Nargrave se cuece el amor, la traición y las alianzas más inesperadas. Éire es la hija de la gran hechicera de la corte, perteneciente a la poderosa familia Gwen. Un día, tras sucesos inhóspitos, ella tiene que partir hacia la corte de Aherian junto con la persona que menos le agrada en ese momento: el príncipe Keelan Gragbeam, heredero de las tierras de Zabia y futuro rey de Aherian si el destino así lo procura. Lo que ninguno de los dos se esperaba era que el viaje se alargaría más de lo necesario y que, entonces, tal vez se darían cuenta de que debían confiar el uno en el otro para sobrevivir.
Éire Güillemort Gwen había huido de Aherian tras aquella traición, con Keelan, Audry y su nueva criatura acompañándola en su viaje para reclamar aquella corona. Gregdow seguía siendo tan oscuro como siempre, plagado de los monstruos sobrenaturales a los que tal vez ya conocían, o tal vez no. Otro viaje, otra aventura, nuevos enemigos y personas inolvidables en el camino. Entre aquella vorágine de amor, amistad, acción y magia, Éire debía decidir: el trono, o la gente a quien amaba, perder la cordura en aquel viaje, o huir para siempre a un lugar seguro. Lo que ninguno de los tres sabía, era que el destino estaba trazado y que una vida siempre se paga con otra.
INCLINADO violentamente Kid Dixon sobre el duro asiento de su ligera y fina canoa de corteza de abedul, sobrecargada de agua hasta amenazar con hundirse en la turbulenta y fangosa corriente del rio, se irguió un momento con angustia, y echando un profundo vistazo hacia adelante, al amparo de una de las innumerables centellas que surcaban el denso y negro manto del cielo, abarcó ambas orillas.
Si no se había despistado con la terrible tormenta eléctrica que venía persiguiéndole, Colorado abajo, desde que saliera de Pembina con rumbo a la Colonia, debía hallarse muy cerca de Fort Garry; y aunque, por un lado, agradecía la tormenta que podía protegerle para ayudarle a desembarcar sin ser descubierto, por otro, la impresionante oscuridad que reinaba en el río amenazaba con lanzarle de modo inopinado contra las escarpadas y altas orillas, haciendo zozobrar su barca y poniéndole en terrible peligro de perder la vida.
Probablemente, «Narracion de Arthur Gordon Pym» es la obra de Edgar Allan Poe (1809-1849) que ha suscitado valoraciones más dispares. Los surrealistas han hablado con gran estima de la eficacia evocativa de sus elementos inconscientes (por los que se ha interesado también el psicoanálisis) y los aficionados al realismo mágico elogian tanto el encadenamiento de aventuras que aparecen en la superficie como la corriente subterránea, alegórica y extraña, que las transporta. En cuanto a la abrupta conclusión de la historia, lo más probable es que sea una exigencia de la propia trama; a las puertas del gran misterio, el narrador se ve obligado a callar. «Y este silencio —concluye Julio Cortázar, traductor y prologuista de esta edición— tiñe todo el libro con un horror sagrado, insinúa un sentido ambiguo en cada escena anterior, enriquece misteriosamente el relato y a la vez lo desnuda de su fácil truculencia para dejar entrever detrás de esas matanzas, ese canibalismo, esa exhibición de cadáveres descompuestos, un signo profundo de hombre en lucha consigo mismo o con el destino».
Los «Contemporáneos», esencialmente poetas y ensayistas, dejaron muy escasa producción narrativa. De entre ellos, sólo Jaime Torres Bodet (1902-1974) publicó varios volúmenes —siete—, de novelas cortas y relatos. Cuatro de estos libros («La educación sentimental», 1929; «Proserpina rescatada», 1931; «Estrella de día», 1933; y «Primero de enero», 1935) fueron editadas en Madrid, por Espasa-Calpe, con tiros que no pasaban de los mil ejemplares; no han sido, prácticamente, leídos en México. Los otros tres («Margarita de niebla» 1927; «Sombras», 1937; y «Nacimiento de Venus y otros relatos», 1941), editados limitadamente por «Cvltvra» en nuestro país, también sufrieron de mínima difusión; quizá porque tuvieron que pelear por el espacio —en los escaparates de las librerías y entre las críticas literarias— contra la vigorosa narrativa de la Revolución, que modelaba nuestro gusto literario en esa época. Como se aleja lo barroco de lo clásico, o el pavorreal del águila, así esta prosa decantada se apartó del arrojado estilo prevaleciente entonces. Ahora, a medio siglo de distancia, puede ser leída con el detenimiento y el gusto que pide, y sabe prodigar. El escritor Rafael Solana, amigo y compañero fiel del poeta en su amplia labor educativa y cultural, condimenta con un reminiscente prólogo estos dos volúmenes de su narrativa completa, que pretenden hacer «justicia editorial» a una obra importante.
Aaron Burr (1756-1836), el protagonista de esta novela, fue un personaje realmente extraordinario: héroe de la Revolución norteamericana, prestigioso abogado en Nueva York y Don Juan empedernido, ocupó el cargo de vicepresidente de Estados Unidos bajo la presidencia de Thomas Jefferson, mató a su mayor rival político —Alexander Hamilton— en un duelo y fue acusado de traición cuando Jefferson proclamó que intentaba levantar un imperio personal en los territorios del Oeste. La novela está escrita en forma de memorias, en parte por el mismo Burr al final de su larga vida, y en parte por un joven periodista en el que Burr confía. Aunque esas memorias de Burr y el mismo periodista nunca llegaron a existir, los hechos descritos corresponden a la realidad: los retratos de los personajes más importantes de la obra —Washington, Jefferson, Hamilton, Jackson, Lafayette— están trazados, en efecto, a partir de sus propias palabras y de las observaciones de sus contemporáneos. Como consecuencia, «BURR» es una novela que participa tanto de la realidad histórica como de la ficción, describiendo con fidelidad y agudeza las interminables luchas e intrigas de esa nueva nación que era Estados Unidos.
El mismo Burr es un carácter fascinante, complejo y ambiguo, al que unos consideraban un sospechoso traidor mientras otros le veían como uno de los más brillantes, heroicos y pintorescos de aquellos hombres que forjaron Estados Unidos. Las escenas están trazadas con una fuerza y nitidez poco comunes; las intrigas políticas son tan auténticas que incluso llegan a parecer actuales; los caracteres, en fin, son tan vivos y fascinantes como debieron serlo en su época. «BURR» es una de esas extraordinarias y poco frecuentes novelas históricas que sólo están al alcance de los grandes escritores; una obra que logra recrear con sorprendente originalidad los años más significativos de todo un período de la historia de Estados Unidos.
Abraham Lincoln ocupa un lugar de honor en la historia de los EE.UU. y, por ende, del mundo. Sin embargo, entre las situaciones difíciles que le tocó afrontar es de especial relevancia la etapa en que su promesa de mantener unido al país chocó con la dura realidad, lo que le llevó a sentirse amenazado, de muerte incluso, y sintió en su propia piel el desprecio y hasta la agresividad de sus correligionarios.
A partir del momento en que en 1861 Lincoln llega a Washington, Gore Vidal recrea toda la trayectoria vital de este personaje y, al mismo tiempo, recrea una época crucial para la democracia de los Estados Unidos. Como siempre, Gore Vidal va más allá de la simple recreación histórica, pues plantea para el debate ideológico algunas contradicciones que parecen inherentes en los sistemas democráticos, al tiempo que pone el dedo en la llaga de las imperfecciones de la organización política estadounidense. Lincoln es una de sus mejores novelas históricas
De los «padres fundadores», quizás sólo el difunto Aaron Burr, aquel viejo aventurero, se habría encontrado a gusto en los Estados Unidos de 1876, entre los escándalos de la Administración Grant, en el lujoso ambiente de los salones de la señora Astor, y rodeado por las siniestras intrigas que caracterizaron las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América en el año de su centenario.
A esta Norteamérica tan espectacular llega Charlie Schuyler, hijo ilegítimo de Burr, después de un autoimpuesto y largo exilio europeo. Exilio del que sólo trae una mínima reputación de escritor elegante, un conocimiento del mundo sólo comparable al de su difunto padre, y la fiel compañía de su hermosa hija Emma, la princesa viuda de Agrigente.
Schuyler, cuyos recursos económicos se agotaron en el pánico de 1873, confía en rehacer su capital consiguiendo, en primer lugar, el adecuado amigo norteamericano para su hija; en segundo lugar, escribiendo sobre las elecciones y sobre la celebración del centenario para los periódicos americanos; y, por último, congraciándose con Samuel Tilden, su candidato presidencial favorito, para volver a Francia no como un escritor que lucha por abrirse camino, sino como ministro plenipotenciario de los Estados Unidos.
Con tales ambiciones y con sus abundantes encantos, Charlie y su hija se encuentran pronto en los centros del poder social y político norteamericano de aquellos años sorprendentes en que los ideales de la joven república habían empezado a desvanecerse y a ser sustituidos por las emociones imperialistas.
Sexo, drogas y rock and roll. La vida de Jackie Thomas podría resumirse en esa mítica frase. Tras abandonar su hogar a los 16 años, deambuló por el país, buscándose la vida en varios grupos como cantante o guitarrista. Ahora, a los 28 años, ha llegado a lo más alto como vocalista de los Black Magic, una banda de heavy metal con una legión de fieles seguidores. Mary Crawford es una figura en ascenso en la música country. Apodada por la prensa como la “Princesa de Nashville” se va abriendo paso en un grupo junto a sus dos hermanas mayores bajo la estricta dirección de su padre que condiciona cada aspecto de su carrera musical y de su vida. Cuando deben viajar a Las Vegas al ser contratadas por una cadena de televisión como jurado de un concurso de talentos, saltan chispas entre ellas. El carácter fuerte e irresponsable de una choca contra buen juicio de la otra, aunque pronto descubrirán que tienen más en común de lo que en un principio pensaban. Al fin y al cabo, Las Vegas es una ciudad llena de magia. Sin embargo, ¿lo que pasa en Las Vegas se queda siempre en Las Vegas?
El fútbol y ganar es lo único que importa. Encontrar el amor no estaba en mis planes, y menos con Sadie Benson. Todo lo que siempre quise fue ser el mejor. En el instituto y en la universidad, era el mejor jugador del campo. Como coordinador ofensivo de los Nashville Fury, estoy a punto de convertirme en el entrenador más joven de la historia del fútbol profesional. Hasta que aparece en el vestuario una aguerrida periodista deportiva de grandes ojos marrones, sonrisa seductora y las curvas más irresistibles que he visto nunca. Dado mi trabajo, ella está completamente fuera de mis límites, pero no puedo alejarme de ella por mucho que lo intente. No sólo es guapísima y sexy, sino que vive y respira el juego igual que yo, y ha tenido que trabajar muy duro para demostrar su valía en este mundo. Si nuestra relación se hace pública, podría arruinar todo por lo que hemos pasado nuestras vidas profesionales. ¿Estamos dispuestos a arriesgar nuestras carreras por amor?
Primero llega el amor, luego el matrimonio y después el cochecito del bebé. Así es como se supone que debe ser. Esta es mi versión. Primero viene la cita a ciegas con un entrenador de fútbol increíblemente sexy. Luego viene la amistad con derecho a roce, que sabes que está mal, pero no te importa porque te hace sentir bien. Luego viene el inesperado cochecito de bebé. Al menos tenemos uno en orden. Excepto que Davis no quiere lo mismo que yo. Yo quiero enamorarme. Él dice que el amor no es para él. Yo quiero una familia. Él ha dejado claro que una familia no está en su agenda. Pero a los bebés no les importan tus planes. Vienen cuando están listos. Aunque tú no lo estés. Lo mismo puede decirse del enamoramiento.
Anastasia Kaménskaya, funcionaria de la policía criminal de Moscú, le toma la palabra a su jefe cuando éste le ofrece una estancia en un balneario de lujo, un lugar que ha prosperado gracias a Eduard Denísov, capo de la mafia rusa. Cuando un cliente del balneario aparece asesinado, el propio Denísov es el primer interesado en que se resuelva el crimen. Nastia Kaménskaya se verá atrapada entre la presión de Denísov y el recelo de los policías de Ciudad, a quienes no hace gracia que una moscovita se entrometa en su territorio.La comandante Anastasia Kaménskaya, también llamada Nastia, no es muy agraciada físicamente, no usa maquillaje y tiene un porte un poco desarrapado. Pero se hace querer y tiene una inteligencia agudísima. Tiene un crónico dolor de espalda. En sus ratos libres, para poder aumentar su mermado poder adquisitivo, hace traducciones del inglés o del francés. Además de estos dos idiomas, domina el italiano, español y portugués. Nastia tiene un novio de toda la vida, Liosa Chistikov, un intelectual matemático, con el que parece que acabará casándose.
Vica es una hermosa secretaria de una gran empresa privada de Moscú, cuyo trabajo nada tiene que ver con las labores de secretariado: servir café y licores a los socios extranjeros cuando visitan la ciudad y, si la situación lo requiere, presta otros servicios aún más alejados de su trabajo. Ella, por su cuenta, busca en sus ratos libres otros compañeros con los que compartir alcohol y sueños. Nadie se asombra cuando Vica aparece estrangulada y torturada a muchos kilómetros de Moscú. La policía entonces, empujada por la mafia, asegura que se trata de un caso más del alarmante alcoholismo que se extiende por toda Rusia. Pero Anastasia Kaménskaya se hace con la investigación del caso. Los sueños no es sólo lo que le robaban a Vica. Historia de mafia, corrupción y engaños editoriales con raíces en el mundo soviético, cuando la corrupción no tenía freno y todo el mundo lo aceptaba en bien de la «Patria Grande». Con la Perestroika todo ese mundo construido sobre la falsedad —y la primera falsedad es que nos decían que era un mundo comunista— se hunde disparándose la corrupción hasta límites insospechados.
Nastia Kaménskaya lleva días desbordada por el trabajo. Está sin ordenador y su jefe Gordéyev, alias el Buñuelo, le ha pedido que prepare un informe analítico sobre todos los homicidios sin resolver de los últimos cinco años. Además, en el momento más inoportuno, recibe la inesperada visita de su hermanastro Sasha, a quien hace años que no ve.¿Por qué acude ahora a ella este joven atractivo, rico y casi un desconocido en su vida? Sospecha que Dasha, su bellísima amante, colabora con una peligrosa banda de delincuentes. ¿Qué explicación tiene si no que cada vez que la pareja visita la casa de algún amigo de Sasha, al día siguiente desaparezca la documentación del propietario del lugar? ¿En qué tremendo lío debe de estar envuelta esta aparentemente candorosa joven?Obligada por el vínculo familiar, Nastia inicia con desgana una sucinta investigación hasta que descubre que unos contrabandistas de prendas de piel andan pisando los talones de Dasha mientras que un hombre fornido y de apariencia respetable vigila muy de cerca a uno de sus perseguidores.Las pesquisas de Nastia la conducen a un entramado plagado de personajes variopintos y peligrosos, desde mafiosos a científicos, pasando por espías y asesinos sin escrúpulos. Acuciada por la falta de medios, Kaménskaya no tiene más remedio que pedir ayuda a Denísov, un jefazo mafioso que no duda en poner a sus esbirros al servicio de la criminóloga.