La infancia a punto de terminar, el poder de la naturaleza y los elementos mágicos son los elementos vertebradores de estas tres melancólicas narraciones de Ana María Matute: «La razón», «La isla» y «La oveja negra».
Tres y un sueño recoge tres narraciones de Ana María Matute. Con una prosa serena, que se demora en cada gesto y lo reinventa, Ana María Matute nos desvela las andanzas e invenciones de varios niños a punto de ya no serlo, y a la vez nos traslada de nuevo a un singular universo mágico —recogido por la melancolía y el gozo— donde las espadas están hechas de las plantas de los lirios, los gorriones hablan y los niños son los sueños de los hombres futuros. Las cosas, el cielo, las personas y los animales adquieren un simbolismo luminoso, y a veces sobrecogedor, para armar el fantástico tinglado de una comedia mágica. Los trasgos transparentes en peligro de extinguirse de «La razón»; la isla impaciente que navega sin velas en otro de los relatos o el muñeco hecho de trapos de colores de «La oveja negra» son algunos de los elementos que componen los tres sueños de mundos irreales y de realidades aisladas, de soles y de hielos, de calles adustas y ferias trepidantes que es Tres y un sueño.
A partir de un hecho cotidiano —unos obreros cavando una zanja—, Grosso va trazando una espiral que parte de los propios trabajadores de la zanja y, evitando cualquier pintoresquismo costumbrista, nos ofrece un vívido retrato de la Andalucía de mediados del siglo XX. El contrapunto lo pone el personal civil y militar de una base militar americana próxima.Considerada como uno de los paradigmas de la novela social española junto a las primeras obras de los hermanos Goytisolo y de Carmen Martín Gaite, en La zanja, Grosso se sirve de una estructura cinematográfica, y sus descripciones parecen ser el resultado de una cámara manejada hábilmente y enfocada hacia la realidad circundante. La separación de las secuencias que forman el relato se hace por diversos medios: espacios en blanco, líneas de puntos, asteriscos, etc. Además, el uso de la tipografía (normal o cursiva) sirve para diferenciar o resaltar determinadas secuencias o marcar el tiempo en la novela.Cargada de denuncia, y crítica con la realidad española del momento, tanto por su temática, como por sus recursos estilísticos, la obra mantiene semejanzas con otras novelas de la época como La Colmena (1951) de Cela, o El Jarama (1956) de Sánchez Ferlosio.
Ana María Matute recoge en Historias de la Artámila veintidós relatos que mantienen una perfecta unidad de tono e intención dentro de una gran diversidad de temas. Algunas narraciones —La fiesta, La conciencia, Los alambradores— reflejan la crueldad de los seres humanos encerrados en sus egoísmos y ambiciones; otras se adentran en un universo infantil —Don Payasito, El rey, Los pájaros— hasta dar la justa medida de unos seres frágiles y fuertes a un tiempo, que gozan de su existencia con mayor pureza que los adultos.
Todos los relatos revelan una intensa preocupación social, que en ocasiones deviene francamente acusatoria, y que alterna con la ternura de los personajes. Con desbordante fuerza narrativa, Historias de la Artámila recoge recuerdos fugaces y experiencias dolorosas, pero también ficciones esperanzadas y sencillas anécdotas, en una nueva demostración de talento de Ana María Matute, una de las escritoras más importantes de la literatura española del siglo XX.
«La odisea del Ulysses» es la increíble pero verídica historia del buque de este nombre, cuya tripulación se había amotinado, y al cual el Almirantazgo encargó que dirigiera la protección de un gigantesco convoy que iba de Halifax, Canadá, hasta el puerto ruso de Murmansk, en el Ártico. Tal misión suponía prácticamente una sentencia de muerte. Mac Lean, testigo excepcional, describe en su libro unos sucesos de impresionante dramatismo. No sólo las incidencias propiamente bélicas, sino la intolerable dureza de las circunstancias en que se realizó la expedición, entre las cuales destaca la temperatura de 40 grados bajo cero. Los protagonistas de este infernal viaje son presentados con un relieve de humanidad apasionante, y entre tanta crueldad destaca la figura del oficial de navegación, que lleva una «J» dibujada en su pecho. Esta inicial de un nombre femenino recuerda, en el cuadro de horror del Ulysses, la existencia de un amor elegante y compartido. No debe sorprender que «La odisea del Ulysses», que es al mismo tiempo una acusación y un homenaje, haya obtenido un éxito de resonancia mundial.
Considerada unánimemente por la crítica como la obra maestra de Emst Jünger, Sobre los acantilados de mármol trata de uno de esos momentos en que la acción humana parece deslizarse hacia lo demoníaco. A través de la evocación del narrador vemos cómo la paz y la armonía que reinan en la Marina —comarca simbólica donde se desarrolla la acción— se ven progresivamente amenazadas por las huestes del Gran Guardabosques, arquetipo emblemático del último nihilismo. Acabada de escribir poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial y de la incorporación a las filas del autor, muchos de los acontecimientos que en la novela se relatan fueron utilizados como clave para descifrar los difíciles tiempos que sacudían a Europa. Sin embargo, Sobre los acantilados de mármol es un texto de resonancias clásicas que hace aparecer aquellas realidades intemporales que se repiten en la historia y cuyo objetivo es poner de manifiesto cómo en «los momentos de descomposición el racionalismo representa el principio decisivo». Para ello se sirve Jünger de una prosa transparente y sólida, carente de vibraciones y torceduras, que hace cobrar vida incluso a los más insignificantes elementos de la naturaleza, testigo omnipresente y decisivo de cuanto acontece. «Creo haber conseguido en este trabajo de fantasía —apuntaría el autor en su diario— páginas que pueden compararse con las mejores que ha producido la lengua alemana». Transcurrido más de medio siglo desde la primera publicación de Sobre los acantilados de mármol, esta frase cobra el valor de una sobria constatación.
Se trata de una inigualable novela picaresca actual, con esa juventudperdida que flota entre el alcohol, el ocio y el amor fácil y fuente continuade hastío. Con una riqueza anecdótica excepcional, este relato se desarrolla enuna playa de moda, en una isla que no resulta difícil identificar, y presentael mundillo habitual de turistas, artistas sin arte, acompañantes de ilusasdamas, etc. El vacío moral que nos descubre es tan impresionante que, porcontraste, la novela resulta saludable y moralizadora.Hombres varados resultó finalista del Premio Nadal de 1960.
La acción de Fiesta al Noroeste se sitúa en Artámila Baja, un ficticio pueblo castellano en el que por no haber no hay ni iglesia y que vive dominado por el cacique Juan Medinao, un hombre avaro, deforme y acomplejado. A él llega, o mejor dicho vuelve, para su desgracia, Dingo, el titiritero, después de atropellar accidentalmente a un niño a la entrada del pueblo, y su llegada despierta en Juan Medinao los recuerdos de la infancia que compartieron, de la relación tormentosa con su padre o de la existencia de su hermano bastardo, Pablo Zácaro.Fiesta al Noroeste es una obra muy de su momento, los años más crudos del franquismo y con una España paralizada, caciquil, inculta, misérrima; los años, también, del neorrealismo italiano en el cine y del realismo social en la novela española.
La acción de El día señalado se desarrolla en el pueblo ficticio de Tambo, representación alegórica de una Colombia azotada por la violencia.La novela cuenta con dos narradores: un forastero que llega al pueblo y relata lo que piensa y lo que ve; y un narrador en tercera persona que se centra en la vida del padre Barrios, nuevo párroco de Tambo, desde el momento mismo de su llegada. Gracias a estos dos ejes narrativos, podemos ver la violencia representada y vivida en los personajes de una manera tanto individual como colectiva. Las narraciones en primera persona nos dan una mirada individual del conflicto, mientras que la narración en tercera persona nos presenta una perspectiva colectiva más amplia.En El día señalado, Mejía Vallejo nos presenta un espacio que subyuga a sus habitantes, abocándolos a la violencia. Este sometimiento se logra involucrando a los personajes directamente con la violencia, como es el caso del gamonal, la policía, y los guerrilleros que viven en la montaña; o excluyéndolos como es el caso de la gran mayoría de los habitantes que, aterrorizados, siguen lo dictado colectivamente.
El miedo y la esperanza tiene por base un episodio bélico —sin localización espacial ni temporal— protagonizado por un grupo de hombres sitiados en posición avanzada y en situación de rendirse o morir. A pesar del argumento, se trata de una obra claramente antibelicista.La tensión emotiva de la novela está producida por unos personajes que son hombres sencillos —no héroes a la manera romántica— y que si no se rinden es por propia dignidad. El estilo de Martínez Garrido pertenece al coloquialismo (paréntesis, párrafo largo, utilización de todos los tiempos del verbo). Las descripciones son, a veces, poemas. Los retratos morales están magistralmente hechos La prosa es tremendamente musical. Hay escenas crudas pero dichas con arte. La única objeción señalable se refiere a las frases largas, larguísimas, seguramente empleadas para transmitir la obsesión de los personajes. No obstante, las oraciones están perfectamente construidas.El miedo y la esperanza parte del criterio moderno de lo que debe ser una novela. Limpia objetividad, gran intuición, caracteres de los personajes pintados con mano maestra. Es patente en ella la influencia de Faulkner.
Enrique Medina, terrateniente, ganadero y bodeguero. Sostén de su Hermandad religiosa y cacique de su pueblo. Se dice de él que perdió un cortijo en una partida de cartas. Que tiene una amante fija y varias más ocasionales. Que no hay juergas flamencas como las suyas. Que desflora a las chiquillas que contrata para la vendimia porque le pertenecen, igual que sus caballos, sus hombres, sus toros o sus gallos de pelea. Que se relaciona con lo mejor de la aristocracia local. Que ahogó a uno de sus peones que se le enfrentó cuando seducía a su novia. Él ha sido el primero en divulgar esta imagen de señorito andaluz, en dar pábulo a su leyenda. En el día de su muerte, los que le han rodeado en vida, su mujer, su hijo, su amante, su capataz, su médico o el cura de su pueblo van desgranando sus recuerdos de Enrique. Y la figura que emerge se va diferenciando cada vez más de la de la leyenda… Sin caer nunca en el fácil barroquismo y con un estilo diáfano y bello, Manuel Barrios nos describe en «La espuela», con singular fuerza y atractivo un aspecto relevante de la sociedad rural andaluza, yendo rápidamente al fondo de los hechos y de los personajes, afrontando los problemas sociales y observando con minuciosidad todo detalle que posea importancia y significación. «La espuela» resultó finalista del Premio Nadal de 1962.
En la presente novela se nos presenta el caso de una chica cuya fealdad gravita sobre ella de tal forma que le lleva a varios enfoques erróneos de su vida hasta que llega a resolverla libre de prejuicios. Desde la primera escena en que la ambulancia corre hacia el hospital con el cuerpo de la joven que ha intentado suicidarse, toda la novela mantiene el tenso interés característico del ganador del Premio de los Lectores y del Sainte-Beuve.
En estos trece relatos, Ana María Matute nos muestra el límite entre lo real y lo fantástico echando mano de unos personajes que han adquirido su sabiduría por necesidad o soledad.
«Pocas cosas existen tan cargadas de magia como las palabras de un cuento», escribe Ana María Matute, y la magia es, con la sensibilidad, la desolación y la ternura, la constante de los trece relatos que integran este libro. En El tiempo —el cuento que da título a la obra— la escritora nos acerca a un niño que se desespera por tener apenas catorce años; La ronda se centra en la última noche de un hombre antes de irse a la guerra; Los niños buenos pone de manifiesto de modo irrefutable que la mente infantil no distingue entre el bien y el mal…
Semejantes y diversos, todos los personajes de este libro muestran una rara sabiduría forjada en la soledad, la necesidad o el desarraigo. Ana María Matute nos presenta una vez más su singular concepción de las emociones de niños y adultos, íntima, estremecida y luminosa. Y de pronto, en ese conciso límite entre lo real y lo fantástico, la tristeza se hace poesía.
E. R. Braithwaite nació en la Guayana inglesa. Hombre inteligente y cultivado, prestó servicios como piloto de la R.A.F. durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar la contienda, por ser negro, no encuentra colocación en aquel Londres que se reconstruye y necesita hombres capacitados como él. Tras largos meses de búsquedas y desilusiones, se le ofrece una plaza de maestro en el East End, uno de los barrios más pobres de la capital inglesa.«Al señor, con cariño» nos ofrece, pues, una doble vertiente de la experiencia personal del autor: la pugna silenciosa, pero efectiva, de una sociedad que no acepta de hecho la igualdad racial; y el abandono, no menos doloroso, en que se deja a los niños de los suburbios. Con estilo llano, sin excesivas preocupaciones esteticistas, nos presenta la vida de la escuela en que ejerce de profesor, la problemática académica y familiar que plantean aquellos muchachos indisciplinados, fruto de la incultura, de la delincuencia y promiscuidad.La evolución en el comportamiento de los alumnos, consecuencia de la dedicación y entrega del profesor, nos sumerge en uno de los más acuciantes y complejos temas que tiene hoy planteada la sociedad: la educación.Novela en que se inspiró el clásico cinematográfico Rebelión en las aulas, con Sidney Poitier
El viaje de un recién convertido granjero islandés a Norteamérica en busca del Paraíso prometido por los mormones: tal es el argumento de esta novela escrita por Halldór Laxness, ganador del premio Nobel de Literatura en 1955. El quijotesco héroe de esta obra, Steinar Steinsson, hombre generoso pero de pocas economías, vive junto a su esposa y sus dos pequeños en la paz de una pequeña granja en la Islandia del siglo XIX.
Cuando el Rey de Dinamarca visita el país, un impulso lleva a Steinar a ofrecerle como regalo el caballito blanco tan amado por sus hijos, hecho que desencadenará una serie de trágicos eventos que dejará en la ruina a su familia, y a él, en el otro lado del mundo, construyendo un hogar entre los devotos polígamos de La Tierra Prometida de Utah.
En la narración de los avatares de la familia y el padre emigrado, Laxness expone su marca de estilo que condensa de manera encantadora la mirada satírica y compasiva, el sabor de las fábulas, el folklore y las viejas creencias.
Siervo sin tierra muestra la cruda realidad de la vida de un campesino que es traicionado y muere bajo las consecuencias de un conflicto político, en este libro, el autor expone y desarrolla un conflicto que tuvo origen en los inicios de Colombia y que afecta no el sector social sino que también el sector económico pues los recursos de los que subsistía el típico campesino eran repartidos entre las personas más adineradas y aquellos que tenían pocos recursos simplemente decidían tomar lo poco que les quedaba y escapar de una sociedad que no les brindaba apoyo ni beneficios.Siervo Joya es un campesino liberal de lucha día a día para sobrevivir la cruda realidad de su época. Regresando de prestar el servicio militar Siervo llega a su pueblo natal, Soata, donde vivirá experiencias que marcaran su futuro y el de su familia compuesta por Transito su esposa y Sacramento, Francelina y Siervo sus hijos. Después de llegar a su hogar habiendo escapado de la cárcel, Siervo se encuentra con que la sociedad está en manos de los conservadores y el siendo liberal sufre diferentes hechos violentos que al fin y al cabo lo llevaran a morir creyendo haber conseguido su pedacito de tierra.
El Cristo de espaldas es la obra literaria más notable del escritor colombiano Eduardo Caballero Calderón. Publicada en 1952, narra la aventura de un joven cura citadino, que siguiendo sus inquietudes religiosas, busca el aislamiento y el ejercicio de la humildad en un lejano pueblo, aparentemente ubicado en algún páramo de la región cundiboyacense, donde no llega ni la electricidad. La obra transcurre cuatro días en un pueblo de páramo en la Colombia de la época de luchas partidistas conocida como La Violencia. Un cura devoto e idealista se enfrenta a la irracionalidad de una dinámica política que en el campo es tal vez más radical. Eduardo Caballero Calderón penetra en las formas de vida de un pueblo conservador. Aquí, en medio de la narrativa, hay espacio para la observación de las relaciones políticas, sociales y económicas que caracterizaban a Colombia en los años 40 y 50. Tiempos en los que difícilmente se podía ser neutral, en los que se estaba de un lado o de otro. Con la prosa clara que lo caracteriza, el autor se convierte en un observador agudo y crítico de las estructuras establecidas por el poder en un campo abandonado en la miseria a merced de los gamonales.
Es una novela colombiana de tipo realista y algo costumbrista, desarrollada en el campo, en las montañas colombianas, mezclando y partiendo del mito bíblico. Recrea la historia bíblica de Caín, encarnado en Martín, que en un rapto de ira mata a su hermano Abel, más querido por su padre. Los dos hermanos se disputan además el amor de Margarita, quien finalmente desata el deseo y la envidia, tiñendo sus vidas de los más primarios e inconfesables sentimientos, los cuales son tratados con maestría por la pluma de Caballero Calderón.
Andreas, el protagonista de esta breve pero impactante novela, es un joven soldado nazi que en 1943 ha sido destinado al frente oriental, donde está convencido de que encontrará su destino final. Viaja en un tren que va hacia Polonia repleto de militares con un futuro incierto acechando en el horizonte. Este angustiante viaje de Andreas va desvelándose como una reflexión sobre la vida y la muerte, sobre el amor, así como sobre el verdadero papel de la religión y la sociedad en general en una situación extrema, como es la guerra. El tren llegó puntual es la novela con la que Heinrich Böll se dio a conocer al público, un relato lacónico y sobrecogedor que en 1949 ya examinaba con valentía algunas de las terribles consecuencias de las guerras en general, y de la Segunda Guerra Mundial en particular.En su primera obra el escritor alemán demostró una sorprendente capacidad para observar y comprender en toda su complejidad esa sociedad germana que tan bien retrató en cada una de sus obras.
Cerca de Oviedo es la primera novela de García Pavón, escrita durante su prolongada estancia en esta ciudad como alférez provisional. Hay por lo tanto, en esta novela, un punto de partida «realista», de experiencia personal. Aunque la narración pretenda ser trágica, es una novela repleta de humorismo, con un planteamiento costumbrista e irónico aderezado con elementos fantásticos y oníricos.De vuelta a Madrid, animado por Carmen Laforet presentó la novela al Premio Nadal, resultando finalista del mismo en la edición de 1945.
Novela ya clásica en Colombia y América, en la que el autor enfoca, en forma magistral, el problema político que asoló a Colombia entre 1948 y 1958 y lo complejiza mostrando el punto de vista de ambos bandos, con lo cual evita caer en el maniqueísmo y en el panfleto. Como toda buena obra literaria, le deja ese juicio al lector. La narración presenta como figura principal al famoso líder terrorista León María Lozano, conocido con el nombre de El Cóndor. Sugestivo análisis de la época terrible conocida como «La Violencia», vista como un conflicto de tradiciones arraigadas en la historia de Colombia.Esta obra polémica y de gran valor literario, fue llevada al cine en 1984, con idéntico título, por Francisco Norden, en una producción nacional que ha acumulado numerosos premios.