Intromisión en la vida privada de Harry Kurnitz, tiene un argumento ingenioso. Un magnate del cine compra una novela para hacer el guion de una película sobre un hombre que asesina a su esposa, y cuando está ya muy avanzada la producción de la película es demandado por difamación. ¿Quién lo está demandando? Parecería que el hombre que presuntamente cometió el asesinato. Pero, ¿cómo sabía la autora del libro sobre el crimen? ¿Y cómo puede el productor evitar perder la demanda? Quizás, posiblemente, probando que el asesinato realmente sucedió.
EN EL aeropuerto de Londres tuve cinco minutos justos para poder subir al «Caravelle» del mediodía. En algo menos de una hora, los potentes motores a reacción nos trasladaron a los sesenta pasajeros hasta París. Mientras el autobús de la Air France corría por la «Autoroute du Sud» manteniéndose invariablemente en las sesenta millas, modifiqué en una hora las manecillas de mi reloj para adaptarme al horario francés.
ALAIN Gobert introdujo su reluciente llavín en el ojo de la cerradura todavía demasiado nueva, y se vio obligado a tantear y hacer un esfuerzo para abrir la puerta. Sonrió al ver el periódico desplegado sobre la flamante alfombra nueva del minúsculo recibidor y dio una zancada para poner sus pies mojados encima del papel; solo cuando hubo cerrado la puerta descubrió, junto al periódico, el par de zapatillas nuevas.
NO CABÍA duda, se anunciaba la primavera. El sol era suavemente cálido aquella mañana, la nieve caída en la pasada semana había desaparecido y las primeras flores comenzaban a asomar en el Selwyn Park.
UNA DE las paradojas de Zúrich, la que más sorprende al extranjero que por primera vez establece contacto con la ciudad, es, seguramente, esa extraña mezcla de calma y actividad que, desde el amanecer hasta las siete de la tarde, reina en la villa. Los autos van cambiando de rumbo, los peatones transitan continuamente y los largos tranvías se deslizan en medio de una red de arterias armoniosas sin encontrar obstáculos, sin producir ruidos discordantes. Es una actividad tranquila, de pulso regular. Zúrich vive muy deprisa, muy intensamente, aunque sin la menor nerviosidad.
Los amotinados del Bounty se establecieron en la Isla de Pitcairn el año 1790. En 1808, el capitán Mayhew Folger, del barco mercante americano Topaz, descubrió y dio a conocer su refugio.
Se han conservado muchos relatos discordes de los acontecimientos que tuvieron lugar en la isla durante aquellos dieciocho años. Todos tienen como fuente lo contado por Alexander Smith, o John Adams, como se llamó más tarde, el único amotinado superviviente, que halló Folger al visitar la isla. El mismo contó la historia, primero a Folger, luego a los capitanes Staines y Pipon, en 1814, después al capitán Beechy, en 1825, y finalmente, en 1829, a J. A. Moerenhout, autor de Viajes a las Islas del Gran Océano. Posteriores relatos fueron recogidos por Walter Brodie, que escribió en 1850, una versión que le proporcionó Arthur, hijo de Matthew Quintal, y por Rosalind Young, en su Historia de la Isla de Pitcairn, quien da algunos horribles pormenores recordados por Elisa, hija de John Mills, que alcanzó la avanzada edad de noventa y tres años.
Cada uno de estos relatos se diferencia notablemente de los otros, si más no, en las discrepancias que contienen y en la conducta poco probable de ciertos personajes, poco de acuerdo con los hechos. Los autores, por tanto, después de un detenido estudio de los relatos existentes, han adoptado una cronología y han elegido una serie de episodios, ordenándolos en una consecuencia lógica, omitiendo ciertos pormenores que no añadirían el menor interés a la historia y que resultan demasiado repugnantes para un libro.
La historia de los primeros años en la Isla de Pitcairn, fue, acaso, fatalmente trágica. Quince hombres y doce mujeres, pertenecientes a dos razas tan diferentes, se establecieron en aquella reducida isla, una de las más apartadas del mundo. Al cabo de una década, aunque había muchos niños, solo quedaban un hombre y diez mujeres; de los dieciséis muertos, quince lo fueron de un modo violento. Tales son los hechos en que todos los relatos se muestran de acuerdo. Sí, a veces, en el curso de la narración, corre la sangre con excesiva prodigalidad, y se amontonan los horrores, no es porque los autores así lo hayan querido, sino porque así sucedió en Pitcairn.
Pero la época que sucedió a esos primeros años turbulentos, no es menos extraordinaria que los sucesos que originaron la ocupación de la isla. Todos los que tuvieron el gozo de visitar la colonia de Pitcairn en los primeros lustros del siglo diecinueve, convienen en que presentaba el verdadero aspecto de una Edad de Oro
En aquella noche de diciembre, un suave y cálido vientecillo acariciaba los espesos muros de la antigua casona. La silenciosa y oscura callejuela de los Chapetones, donde se levantaba la vieja mansión, hallábase en aquellos momentos bañada por los brillantes rayos de una magnífica luna. Solo algún lépero1 pasaba, de tarde en tarde, bajo la enrejada ventana tras la cual hallábase, en impaciente espera, don Julián Calderón.
Relata el viaje del barco a Tahití para recoger retoños del árbol del pan con la finalidad de ser plantados en las colonias británicas de las Indias Occidentales y proveer de alimento barato a los esclavos. Pero durante el viaje la actitud tiránica del capitán Bligh convierte el viaje en algo insoportable para la tripulación. El primer oficial Fletcher Christian no está de acuerdo con la estricta aplicación de la disciplina que hace el capitán, ya que considera que resulta nefasta para la moral de los marineros, cuya vida es de por sí bastante dura. El contraste entre la vida paradisíaca en Tahití y el regreso a la rutina de a bordo desemboca en un motín dirigido por Christian, que regresa a Tahití con la Bounty abandonando a Bligh y unos cuantos de sus fieles en una chalupa en alta mar.
Es la segunda entrega de la trilogía de Charles Nordhoff y James Norman Hall sobre el motín a bordo del HMS Bounty. Sigue el viaje del teniente William Bligh y los dieciocho hombres a la deriva en un bote abierto por los amotinados del Bounty . La historia se cuenta desde la perspectiva de Thomas Ledward , el cirujano interino del Bounty , que entró en la lancha del barco con Bligh . Comienza después de los eventos principales descritos en la novela y luego pasa a un flashback , terminando en el punto de partida.
Relatos incluidos:
Un prefacio tenebrosa y oscuro
La bala de plata
Phyllis A. Whitney
La novia gritó: “¡Asesinato!”
Mignon G. Eberhart
El azul fondo del mar
Virginia Coffman
La muerte y la doncella
Verónica Parker Johns
El cabello de mi verdadero amor
Gladys Cluff
Correo mortal
Natalie Macmurdy
El bandido en el dormitorio
Priscilla Dalton
El sádico de medianoche
Edwina Noone
El aldeano suizo
Mary Wollstonecraft Shelley
Relatos incluidos:
Dedos verdes, por R. C. Cook
La especialidad de la casa, por Stanley Ellin
El cuarto de la torre, por E. F. Benson
La granja cortagargantas, por J. D. Beresford
Veneno, por Roald Dahl
El soto de la felicidad, por Herbert Russell Wakefield
La casa encantada, por Chetwynd-Hayes
El cuarto cerrado, por H. P. Lovecraft y August Derleth
Al final del pasaje, por Rudyard Kipling
Relatos incluidos:
La araña, Elizabeth Walter
El libro, Margaret Irwin
Algo extraño, Kingsley Amis
El circo de Satanás, Lady Eleanor Smith
La fotografía, Nigel Kneale
La bestia de cinco dedos, W. F. Harvey
Tan alegre como un queso, John Aiken
Judith, Hjalmar Bergman
La víctima, May Sinclair
La casa de Big Faraway, Norman Matson
Dick Farrell es un hombre atormentado por sus recuerdos de tortura y miedo en tiempos de guerra, una época que es mejor olvidar. Pero el pasado y el presente se funden cuando un viaje a Europa del Este lo envuelve en el mundo crepuscular del espía industrial. Su viaje culmina bajo la ardiente cumbre del Vesubio en plena erupción.
Teddy Lane se ha hundido en las sórdidas profundidades del chantaje y piensa que es un buen negocio. Conoce los oscuros secretos de cuatro personas que tienen todo que perder si salen a la luz: una joven actriz, un abogado criminalista, un científico y una anciana con un hijo médico. Lo que no ha previsto es que dos personas son más despiadadas que él. Y no le dejarán salirse con la suya, aunque eso suponga un asesinato, su asesinato.
—¡Y para colmo de males!... — comentó amargamente Jimmy Buchanan.
—¿Qué ocurre, querido?
—¡Niebla!
—¿Dónde?
Jimmy separó del volante una mano para señalar.
—¡Allí!
El coche empezó de pronto a portarse de un modo extraño. Sus ruedas traseras resbalaron de través de la carretera, como dejando de tener conexión con la parte delantera del vehículo. Se oyó un grito agudo que procedía del asiento trasero y con rapidez digna de encomio la mano de Jimmy volvió a asirse al volante. Las ramitas de un seto azotaron la cerrada ventanilla, y a continuación, el coche volvió al centro de la carretera, prosiguiendo su marcha normal.
Serie: Roderick “Drawers” Random 02
Un misterio bastante extraño con un niño detective, Drawers (Roderick) Random, que investiga la desaparición de bebés.
Carol Kendall, escritora norteamericana de literatura infantil y juvenil. Nació en Bucyrus, Ohio, en 1917 y se graduó en la Universidad de Ohio. Sus primeras novelas The Black Seven (1946) y The Baby Snatcher (1952) fueron del género de misterio dirigidas a un público adulto. Fueron sus viajes por el mundo los que inspiraron sus historias de cuentos populares. Incluso reunió viejos cuentos populares de otros países y los tradujo al inglés. En 1959, su novela de fantasía sobre los Minnipins, The Gammage Cup, recibió varios galardones. Secuelas de ese libro son The Whisper of Glocken y The Firelings. Murió el 28 de julio de 2012, en Lawrence, Kansas.
Un marido y una mujer ingeniosos y sofisticados que tienen éxito en la resolución de asesinatos se encuentran con algo de dinero en la mano y se van alegremente a España en busca de un descanso muy necesario. Nunca se materializa porque su primera incursión en una corrida de toros en Barcelona les involucra en el asesinato del torero. Descubren un laberinto de pistas que los llevan desde el hotel más caro hasta la posada más humilde, desde clubes nocturnos llamativos hasta coloridos bistrós, donde los sentimientos estallan ante la más extraña provocación. La alegría de Barcelona proporciona un vívido telón de fondo, y una vez más se desarrolla una historia de suspenso y entretenimiento en torno a la inteligente pareja asociada durante mucho tiempo con las historias de Delano Ames sobre Jane y Dagobert. Otros títulos sobre este Asesinato, Maestro, Por favor y El cuerpo en la primera página.
Delano Ames (29 de mayo de 1906 - enero de 1987) fue un escritor estadounidense de historias de detectives. Fue el autor de unos 20 libros, muchos de ellos con un equipo de detectives de marido y mujer llamado "Dagobert y Jane Brown". Una serie posterior de novelas involucró a un personaje llamado Juan Lorca, de la Guardia Civil española, quien resolvía misterios locales.
También trabajó en antologías sobre mitología y como traductor para Larousse en Francia. Su último libro fue una introducción para un libro de fotografía de España en 1971.
Murió en Madrid, España, en enero de 1987.
La novela está ambientada en los Dolomitas, donde varias personas buscan un tesoro nazi enterrado. El héroe Neil Blair, recientemente desmovilizado del ejército y desempleado, es contratado para ir a una estación de esquí aislada y fingir que está escribiendo un guión.
Ralph Hammond Innes (1913-1998) fue un novelista británico que escribió más de 30 novelas, libros de viajes y para niños. Fue nombrado Comandante de la orden del Imperio Británico (CBE ) en 1978 por sus servicios a la literatura. Estudió en la Escuela de Cranbrook en Kent. Se fue en 1931 para trabajar como periodista, inicialmente en el Financial Times. Su primera novela The Doppelganger fue publicada en 1937. En la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Artillería Real, llegando a alcanzar el rango de Mayor. Durante la guerra, se publicaron varios de sus libros, incluyendo Wreckers Must Breathe (1940), The Trojan Horse (1940) y Attack Alarm (1941), el último de los cuales se basa en sus experiencias como un artillero antiaéreo. Tras ser desmovilizado en 1946, trabajó a tiempo completo como escritor. Cuatro de sus primeras novelas fueron llevadas al cine: The Lonely Skier (1947), The White South (1949), Campbell's Kingdom (1952) y The Wreck of the Mary Deare (1956).
Inspector Taylor. inspector de Scotland Yard.
La acción comienza en un Hospital de Londres y posteriormente se desarrolla en Escocia, donde Cherry ha de cuidar a una señora, Leticia Carnegie, de familia acomodada. Tras ciertos inicios distantes se entabla una excelente relación entre ambas. La repentina muerte de la Sra Carnegie, sorprende a todos y en primer lugar a Cherry. Pero más sorprendida queda cuando es acusada por la familia de haber asesinado a su paciente.
Biografía: Seudónimo de Pilar Díaz Jiménez-Castellanos o de Josefina Soler Chias según V. de Santiago Mulas: "Novela criminal española entre 1939 y 1975" (Vicente de Santiago Mulas) Libris, 1997
Serie: Pat y Jean Abbott 19.
Cuando Pat y Jean Abbott abordaron un avión en Nueva York para pasar unas vacaciones en el país del Bluegrass, apenas podían pensar en nada más que en el inminente Kentucky Derby y una vez más tuvieron la oportunidad de visitar al Dr. Seth Godwin, un amigo de Pat de la Segunda Guerra Mundial. Pero había una mujer que los intrigaba en el avión: era hermosa y estaba muy molesta. Sin embargo, apenas podían haber adivinado que un par de horas después de aterrizar en Lexington, se les pediría ayuda porque esta encantadora mujer había sido acusada de haber cometido un asesinato. Fue Seth quien les contó sobre el asesinado, un paciente llamado Dick Mallory. La esposa de Dick, Jane Mallory, la misma mujer que los Abbot habían visto en el avión, le dio la cápsula que lo mató. Lo que Jane pensó que era una pastilla para dormir resultó contener cianuro. Para la familia Mallory, que detestaba a Jane, parecía bastante obvio que ella era la asesina. Pero cuando se leyó el testamento del muerto, quedó muy claro que cada uno de los Mallory tenía un motivo legítimo para el asesinato.