Menú



Buscar





Biblioteca Clásica Gredos 91. Tratados hipocráticos III, de Hipócrates de Cos

Ensayo, Salud y bienestar

El «Corpus Hippocraticum» es un conjunto de más de cincuenta tratados médicos de enorme importancia, pues constituyen los textos fundacionales de la ciencia médica europea y forman la primera biblioteca científica de Occidente. Casi todos se remontan a finales del siglo V y comienzos del IV a. C., la época en que vivieron Hipócrates y sus discípulos directos. No sabemos cuántos de estos escritos son del «Padre de la Medicina», pero todos muestran una orientación coherente e ilustrada, racional y profesional, que bien puede deberse al maestro de Cos. Más importante que la debatida cuestión de la autoría es comprender el alcance de esta medicina, su empeño humanitario y su afán metódico. Este corpus resulta esencial no sólo para la historia de la ciencia médica, sino para el conocimiento cabal de la cultura griega. Éste es el primer intento de verter al castellano todos estos tratados, y se ha hecho con el mayor rigor filológico: se ha partido de las ediciones más recientes y contrastadas de los textos griegos, se han anotado las versiones a fin de aclarar cualquier dificultad científica o lingüística y se han añadido introducciones a cada uno de los tratados, con lo cual se incorpora una explicación pormenorizada a la Introducción General, que sitúa el conjunto de los escritos en su contexto histórico. El tercer volumen de los Tratados hipocráticos incluye los textos «Sobre la dieta», «Sobre las afecciones», «Apéndice a “Sobre la dieta en las enfermedades agudas”», «Sobre el uso de los líquidos» y «Sobre el alimento».


Biblioteca Clásica Gredos 101. Del supremo bien y del supremo mal, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Filosofía

«De finibus bonorum et malorum», del año 45 a. C., es un tratado en cinco libros que expone y valora las teorías de la Academia antigua y los sistemas éticos de las escuelas epicúrea y estoica. Se estructura en tres diálogos, cada uno sobre una de estas tres doctrinas. En el primero, el héroe romano L. Manlio Torcuato propugna las ideas epicúreas: el bien absoluto es el placer y la ausencia de dolor. En el segundo, M. Catón de Útica (bisnieto de Catón el Viejo y hombre de gran integridad que apoyó el gobierno senatorial y la causa republicana) defiende la doctrina estoica: el máximo bien es la virtud, determinada por la razón acorde con la naturaleza. En el tercero, el cónsul Calpurniano expone las tesis de la Academia antigua: el sumo bien es la perfección del ser en su totalidad, la virtud favorece una felicidad equilibrada. Cicerón, que no se abstiene de expresar abiertamente sus opiniones, se inclina sobre todo a favor de la Academia. Resulta de especial interés el inicio del libro primero, en el que Cicerón subraya la importancia de su tarea de recuperar el pensamiento filosófico griego en lengua latina. También es de destacar la descripción, en el libro quinto, de Atenas (donde Cicerón residió una temporada para estudiar la filosofía griega), con todo su trasfondo histórico y literario; en el prólogo evoca sus paseos juveniles por Atenas con su hermano, su primo, con Ático y otro amigo: «por cualquier sitio que caminemos, andamos sobre la historia». La obra pone de manifiesto el empeño que Cicerón conservó toda su vida de interesar por la filosofía a los romanos, sobre todo a los jóvenes que podían llegar a ser influyentes en el estado.


Biblioteca Clásica Gredos 107. Acerca de la generación y la corrupción - Tratados breves de Historia Natural, de Aristóteles

Filosofía, Ensayo

Acerca de la generación y la corrupción es una obra breve pero densa, que trata una parte importante de la filosofía natural de Aristóteles: la estructura del mundo sublunar y el proceso de cambio que en él se produce, cuyo fundamento racional se quiere detectar y comprender a fin de probar la integridad del ser frente a la apariencia disolutoria de la diversidad y las mutaciones. Este tratado sigue el mismo método que la mayoría de escritos aristotélicos: tras enunciar el propósito y el contenido, se examinan y someten a crítica las doctrinas anteriores sobre la cuestión, y se procede al estudio de ésta según las concepciones y observaciones propias.En los Tratados breves de historia natural, indagaciones acerca de diversos fenómenos fisiológicos y psíquicos, se incluyen estudios sobre la sensación y lo sensible, la memoria y la reminiscencia, el sueño y la vigilia, los ensueños, la adivinación por el ensueño, la longevidad y la brevedad de la vida, la juventud y la vejez, la vida y la muerte y la respiración. En la interpretación moderna (no necesariamente en su génesis) estos pequeños estudios forman un conjunto, no sólo por las referencias entre unos y otros, sino porque en el primero se plantean algunas operaciones comunes al alma y al cuerpo que constituyen el objeto de los tratados siguientes. En su forma actual proporcionan una especie de «curso» complementario del tratado Acerca del alma (aparecido en esta misma colección). Parten del principio de que los fenómenos psíquicos pueden explicarse como procesos puramente físicos, y responden al proyecto aristotélico de situar los problemas relativos al alma humana en el marco general de los seres vivos. Por eso, además de con Acerca del alma, estos tratados están muy relacionados con los varios de ciencias naturales que escribió el Estagirita.


Biblioteca Clásica Gredos 110. Discursos I-XI, de Dión de Prusa

Ensayo, Filosofía

Dión de Prusa (actual Bursa, en el N. de Turquía) fue llamado Crisóstomo, «el de boca de oro», por su elocuencia. Vivió entre los años 40 a 120 d. C. Fue desterrado de Roma y de su patria por el emperador Domiciano, llevó una vida errante, y luego fue indultado por Nerva y logró la amistad de Trajano. De Dión habla ya Filóstrato en sus «Vidas de los sofistas» como un modelo de oratoria, que toma como ejemplos a Platón y Demóstenes, y desarrolla sus temas con claridad, sencillez y originalidad. Dión, un coetáneo de Plutarco, es un destacado precursor de esa Segunda Sofística, con su esplendor retórico y su mímesis de los grandes escritores clásicos. Con una ideología cínico-estoica, Dión celebra la grandeza de la Grecia clásica y sus ideales. La suya es una retórica literaria, en la que alternan críticas morales, elogios funerarios, sermones y diatribas, alabanzas de ciudades, etc. Sus setenta y ocho discursos nos ofrecen una visión de la época y de la admiración por el pasado glorioso. Unos discursos son más serios y solemnes, otros más novelescos o filosóficos, todos son prueba de la habilidad del escritor. Valga como ejemplo de esa diversidad el primer tomo, en el que se recoge n sus cuatro discursos «Sobre la realeza»; otros cuatro de enfoque cínico, protagonizados por «Diógenes»; el famoso «Euboico», que idealiza la vida campestre y su bucolismo; el paradójico «Discurso troyano», y un curioso y brevísimo «Mito africano».


Biblioteca Clásica Gredos 114. Tratados hipocráticos IV, de Hipócrates de Cos

Ensayo, Salud y bienestar

El «Corpus Hippocraticum» es un conjunto de más de cincuenta tratados médicos de enorme importancia, pues constituyen los textos fundacionales de la ciencia médica europea y forman la primera biblioteca científica de Occidente. Casi todos se remontan a finales del siglo V y comienzos del IV a. C., la época en que vivieron Hipócrates y sus discípulos directos. No sabemos cuántos de estos escritos son del «Padre de la Medicina», pero todos muestran una orientación coherente e ilustrada, racional y profesional, que bien puede deberse al maestro de Cos. Más importante que la debatida cuestión de la autoría es comprender el alcance de esta medicina, su empeño humanitario y su afán metódico. Este corpus resulta esencial no sólo para la historia de la ciencia médica, sino para el conocimiento cabal de la cultura griega. Éste es el primer intento de verter al castellano todos estos tratados, y se ha hecho con el mayor rigor filológico: se ha partido de las ediciones más recientes y contrastadas de los textos griegos, se han anotado las versiones a fin de aclarar cualquier dificultad científica o lingüística y se han añadido introducciones a cada uno de los tratados, con lo cual se incorpora una explicación pormenorizada a la Introducción General, que sitúa el conjunto de los escritos en su contexto histórico. El cuarto volumen de los Tratados hipocráticos incluye los textos de ginecología: «Sobre las enfermedades en las mujeres», «Sobre las mujeres estériles», «Sobre las enfermedades de las vírgenes», «Sobre la superfetación», «Sobre la excisión del feto» y «Sobre la naturaleza de la mujer».


Biblioteca Clásica Gredos 115. Tratados de Lógica (Órganon) II, de Aristóteles

Filosofía, Ensayo

Estesegundo volumen del Órganon contiene los restantes tres tratados: Sobre la interpretación, en dos libros,que versa sobre los juicios o proposiciones; Analíticos primeros, en dos libros también, dedicado al silogismoen su estructura formal, al margen de cualquier contenido que pueda aplicarse aesta estructura argumentativa; y Analíticossegundos, también dos libros, sobre el silogismo en cuanto razonamientocapaz de conducir a la ciencia y a la adquisición de conocimiento y de laverdad. El sistema lógico aristotélico ha constituido, conalgunas adiciones del estoicismo y desarrollos complementarios efectuados en laEdad Media, la base de los estudios lógicos hasta el siglo XX. Dentro delconjunto del corpus aristotélico, hay que mencionar la íntima relación que sulógica tiene con la ontología de su Metafísica puestoque la concepción de la realidad, de la entidad o sustancia (ousía), secorresponde con la definición de categorías que el autor ofrece en el Órganon.


Biblioteca Clásica Gredos 116. Política, de Aristóteles

Ensayo, Ciencias sociales

La Política tiene tres fines (y secciones) diferenciados: completa el análisis sobre la plenitud humana iniciado en la Ética al plantear qué tipo de organización política alcanza el bien; instituye principios morales y políticos que permiten entender y analizar los diversos tipos de Estados reales y sus Constituciones; ofrece propuestas para mejorar los Estados existentes.
Aristóteles define al ser humano como «animal Político» porque sólo puede satisfacer sus necesidades y aspiraciones en el seno de una comunidad política, y puesto que es indeseable una vida humana al margen de la de sus semejantes, la realización del individuo debe llevar aparejado el bien de los demás miembros de su comunidad, que como en Platón es la pólis, organización completa y autosuficiente. Se da así una estrecha vinculación entre naturaleza humana, bien humano y comunidad política, que se consolidan, refuerzan y mejoran mutuamente: el individuo desea participar en el funcionamiento de su organización política, y ésta no sólo favorece su bienestar material y protección, sino que le permite ejercitar su dimensión moral mediante la participación en los asuntos comunes.
No cumplen este objetivo las organizaciones oligárquicas (que cifran el bien y la felicidad en la riqueza material) ni las democráticas (que obedecen a una concepción insuficiente acerca de la libertad humana, reducida a evitar la esclavitud). El fin adecuado de la pólis es el bien común, basado en una correcta comprensión de la naturaleza de la felicidad humana.
A partir de todas estas consideraciones, Aristóteles traza las características del Estado ideal, desde las condiciones geográficas y económicas hasta los criterios para la restricción de la ciudadanía (a la que no acceden ni los esclavos ni las mujeres). Entre los ciudadanos debe haber una paridad de riqueza y una semejante intervención en la administración del poder. Las instituciones públicas proporcionan los mejores fundamentos políticos, sociales, económicos y educativos para el ejercicio de las virtudes morales y de la vida intelectual o contemplativa, que el autor ya había calificado como la mejor de las posibles para el ser humano.


Biblioteca Clásica Gredos 123. Historia antigua de Roma Libros VII-IX, de Dionisio de Halicarnaso

Ensayo, Historia

Dionisio de Halicarnaso niega que la expansión y la hegemonía romanas se deban en buena medida a Fortuna, según el parecer de algunos historiadores griegos de su tiempo, y se muestra pragmatista o factual, pues expone la diversidad de causas que a su juicio la han llevado a ostentar el poder mundial: como Polibio, ensalza la bondad de su Constitución, y destaca también, entre los factores decisivos, aspectos objetivos como el número de sus soldados y otros de índole moral, como la virtud y la piedad tradicionales.


Biblioteca Clásica Gredos 124. Historia antigua de Roma Libros X, XI y fragmentos de los libros XII-XX, de Dionisio de Halicarnaso

Ensayo, Historia

Este volumen incluye los dos últimos libros que nos han llegado prácticamente completos de la Historia de Dionisio de Halicarnaso, y los fragmentos que nos han alcanzado de los nueve libros siguientes (provenientes en su mayor parte de los resúmenes o extractos históricos que ordenó hacer en el siglo X el emperador Constantino Porfirogéneta). Entre las principales fuentes de Dionisio están los analistas (sobre todo la segunda analística del siglo I a. C., más centrada en la política interior que en la exterior) y algunos historiadores anteriores a él; cabe destacar a Polibio de Megalópolis y Marco Terencio Varrón. Dionisio se sirve de su obra para, de un modo crítico, elegir los materiales que más convienen a sus propósitos. Su teoría historiográfica ejerció influencia en la posteridad, como fuente y como modelo literario. Plutarco, Apiano y Dión Casio bebieron de ella.


Biblioteca Clásica Gredos 126. Tratados hipocráticos V, de Hipócrates de Cos

Ensayo, Salud y bienestar

El «Corpus Hippocraticum» es un conjunto de más de cincuenta tratados médicos de enorme importancia, pues constituyen los textos fundacionales de la ciencia médica europea y forman la primera biblioteca científica de Occidente. Casi todos se remontan a finales del siglo V y comienzos del IV a. C., la época en que vivieron Hipócrates y sus discípulos directos. No sabemos cuántos de estos escritos son del «Padre de la Medicina», pero todos muestran una orientación coherente e ilustrada, racional y profesional, que bien puede deberse al maestro de Cos. Más importante que la debatida cuestión de la autoría es comprender el alcance de esta medicina, su empeño humanitario y su afán metódico. Este corpus resulta esencial no sólo para la historia de la ciencia médica, sino para el conocimiento cabal de la cultura griega. Éste es el primer intento de verter al castellano todos estos tratados, y se ha hecho con el mayor rigor filológico: se ha partido de las ediciones más recientes y contrastadas de los textos griegos, se han anotado las versiones a fin de aclarar cualquier dificultad científica o lingüística y se han añadido introducciones a cada uno de los tratados, con lo cual se incorpora una explicación pormenorizada a la Introducción General, que sitúa el conjunto de los escritos en su contexto histórico. El quinto volumen de los Tratados hipocráticos contiene el texto «Epidemias».


Biblioteca Clásica Gredos 127. Discursos XII-XXXV, de Dión de Prusa

Ensayo, Filosofía

Dión de Prusa (actual Bursa, en el N. de Turquía) fue llamado Crisóstomo, «el de boca de oro», por su elocuencia. Vivió entre los años 40 a 120 d. C. Fue desterrado de Roma y de su patria por el emperador Domiciano, llevó una vida errante, y luego fue indultado por Nerva y logró la amistad de Trajano.
De Dión habla ya Filóstrato en sus Vidas de los sofistas como un modelo de oratoria, que toma como ejemplos a Platón y Demóstenes, y desarrolla sus temas con claridad, sencillez y originalidad. Dión, un coetáneo de Plutarco, es un destacado precursor de esa Segunda Sofística, con su esplendor retórico y su mímesis de los grandes escritores clásicos. Con una ideología cínico-estoica, Dión celebra la grandeza de la Grecia clásica y sus ideales. La suya es una retórica literaria, en la que alternan críticas morales, elogios funerarios, sermones y diatribas, alabanzas de ciudades, etc. Sus setenta y ocho discursos nos ofrecen una visión de la época y de la admiración por el pasado glorioso. Unos discursos son más serios y solemnes, otros más novelescos o filosóficos, todos son prueba de la habilidad del escritor.
Este segundo tomo recoge los Discursos XII al XXXV


Biblioteca Clásica Gredos 128. La interpretación de los sueños, de Artemidoro

Otros, Ensayo

He aquí el más famoso manual de oniromancia del legado griego. Artemidoro de Éfeso, o de Daldis, experto en el oficio de interpretar los sueños, compuso este tratado completo y bien estructurado que fue un útil libro de consulta en lo concerniente a tales asuntos. La oniromancia, con sus aspiraciones científicas, venía de lejos: ya la menciona Homero, y hubo sacerdotes que rastreaban en los ensueños signos enviados por los dioses, antes de que médicos hipocráticos y filósofos como el propio Aristóteles se interesaran por la cuestión interpretativa.Artemidoro, en el siglo II d.C., es heredero de tal tradición, y la combina con su práctica personal en este tratado Oneirocritica, en la que asienta los principios de su doctrina con innumerables y pintorescos ejemplos extraídos de su experiencia profesional.


Biblioteca Clásica Gredos 139. Discursos Vol. 1, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Ciencias sociales

Este volumen incluye parte de las Verrinas, una de las más destacadas piezas discursivas de Cicerón. En el año 70 a. C. formuló, a petición del pueblo siciliano, una acusación contra Gayo Verres, corrupto gobernador de Sicilia entre los años 73 y 70 a. C., y a quien defendía Hortensio, un famoso abogado. Tal fue la brillantez oratoria de Cicerón que, tras su primer discurso como acusador, Verres abandonó el caso y se exilió a Massilia (Marsella). De todos modos, Cicerón publicó ese primer discurso y los cinco extensos apartados que debían haber constituido la segunda fase del juicio, y la excelencia del discurso, así como la constatación de los grandes trabajos preliminares, le reportaron de inmediato una enorme fama como abogado y cruzado contra la corrupción. A diferencia de la práctica en los discursos forenses griegos, que pronunciaba el litigante, en Roma contaba mucho la personalidad y el prestigio del abogado. Cicerón aparece en Verrinas como un hombre joven y valeroso, un hombre «nuevo», con un tono vehemente y hasta declamatorio proclive a la invectiva, que le valió el apoyo de los oyentes y, después, el de los lectores.


Biblioteca Clásica Gredos 140. Discursos Vol. 2, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Ciencias sociales

Este volumen incluye la segunda parte de las «Verrinas», una de las más destacadas piezas discursivas de Cicerón. En el año 70 a. C. formuló, a petición del pueblo siciliano, una acusación contra Gayo Verres, corrupto gobernador de Sicilia entre los años 73 y 70 a. C., y a quien defendía Hortensio, un famoso abogado. Tal fue la brillantez oratoria de Cicerón que, tras su primer discurso como acusador, Verres abandonó el caso y se exilió a Massilia (Marsella). De todos modos, Cicerón publicó ese primer discurso y los cinco extensos apartados que debían haber constituido la segunda fase del juicio, y la excelencia del discurso, así como la constatación de los grandes trabajos preliminares, le reportaron de inmediato una enorme fama como abogado y cruzado contra la corrupción. A diferencia de la práctica en los discursos forenses griegos, que pronunciaba el litigante, en Roma contaba mucho la personalidad y el prestigio del abogado. Cicerón aparece en Verrinas como un hombre joven y valeroso, un hombre «nuevo», con un tono vehemente y hasta declamatorio proclive a la invectiva, que le valió el apoyo de los oyentes y, después, el de los lectores.


Biblioteca Clásica Gredos 142. Retórica, de Aristóteles

Ensayo, Filosofía

La «Retórica» aristotélica consta de tres libros, de los que el último ha resultado el de influencia más prolongada. Está dedicado al estilo, a la necesidad de que el orador conozca cómo debe hablar. Por encima de otras virtudes estilísticas, Aristóteles valora la claridad y la propiedad temática en la prosa, que se diferencia mucho de la poesía tanto en materia como en finalidad, y por tanto debe evitar su estilo elevado y recursos como los símiles (aunque no las metáforas, «puesto que todos las usan en la conversación»); otras características apreciadas son la exactitud gramatical, la ausencia de ambigüedades y el uso de términos específicos en vez de genéricos. Se trata además el uso de circunloquios, el ritmo de la prosa y la estructura de los periodos.


Biblioteca Clásica Gredos 143. Tratados hipocráticos VI, de Hipócrates de Cos

Ensayo, Salud y bienestar

El «Corpus Hippocraticum» es un conjunto de más de cincuenta tratados médicos de enorme importancia, pues constituyen los textos fundacionales de la ciencia médica europea y forman la primera biblioteca científica de Occidente. Casi todos se remontan a finales del siglo V y comienzos del IV a. C., la época en que vivieron Hipócrates y sus discípulos directos. No sabemos cuántos de estos escritos son del «Padre de la Medicina», pero todos muestran una orientación coherente e ilustrada, racional y profesional, que bien puede deberse al maestro de Cos. Más importante que la debatida cuestión de la autoría es comprender el alcance de esta medicina, su empeño humanitario y su afán metódico. Este corpus resulta esencial no sólo para la historia de la ciencia médica, sino para el conocimiento cabal de la cultura griega. Éste es el primer intento de verter al castellano todos estos tratados, y se ha hecho con el mayor rigor filológico: se ha partido de las ediciones más recientes y contrastadas de los textos griegos, se han anotado las versiones a fin de aclarar cualquier dificultad científica o lingüística y se han añadido introducciones a cada uno de los tratados, con lo cual se incorpora una explicación pormenorizada a la Introducción General, que sitúa el conjunto de los escritos en su contexto histórico. El sexto volumen de los Tratados hipocráticos contiene el estudio «Enfermedades».


Biblioteca Clásica Gredos 152. Discursos Vol. 3, de Marco Tulio Cicerón

Ensayo, Ciencias sociales

Se reúnen aquí varios de los primeros discursos que Cicerón pronunció en su calidad de abogado, profesión en la que no tardó en descollar tanto por la excelencia de su oratoria como por la escrupulosidad con que preparaba los casos. «En defensa de P. Quincio», del año 81, es su primer discurso conservado (aunque no el primero pronunciado, pues se refiere a otros anteriores), y defiende a Publio Quincio frente a un acusador cuyo abogado era el gran orador Hortensio, con motivo de una disputa sobre una granja de la Galia. «En defensa de Q. Roscio, el cómico» está al servicio de un gran actor, al que la acusación le reclamaba una granja que se le había entregado anteriormente como compensación por el asesinato de un esclavo del que Roscio era copropietario. «En defensa de A. Cecina», del año 69, concierne a una herencia de tierras. «Acerca de la ley agraria», o «Contra Rullum» consiste en tres discursos pronunciados durante los primeros días de posesión del consulado (63 a. C.), el primero ante el Senado y los otros dos ante el pueblo, contra la propuesta de ley agraria del tribuno P. Servilio Rulo (y tras la cual estaba probablemente César), sobre ventas y adquisiciones abusivas de tierras en Italia y más allá, con el fin de fundar colonias; Cicerón arguyó que la propuesta era injusta con los pueblos extranjeros y con los aliados afectados, y que no beneficiaba en nada al pueblo romano. El plan no prosperó. «En defensa de L. Flaco», del año 59, representa a un pretor acusado de extorsión.


Biblioteca Clásica Gredos 154. Discursos y fragmentos, de Antifonte & Andócides

Ensayo, Otros

La retórica fue uno de los mayores logros de la literatura griega, y los oradores del siglo V a. C. como Antifonte y Andócides crearon su estilo y capacidad para los matices. Antifonte (c. 480-411 a. C.) fue el orador ático cuyos discursos son los más antiguos en su género que conservamos. Escritos por encargo para que los pronunciaran otros, le reportaron gran fama. Fue condenado a muerte debido a su implicación al frente de la revolución oligárquica que estableció el gobierno de los Cuatrocientos en la Atenas de 411. Uno de los fragmentos conservados pertenece al discurso que pronunció en su propia defensa; los demás discursos que nos han llegado de él corresponden a casos de homicidio y a ejercicios retóricos para acusador y defensor en imaginarios procesos por asesinato. Antifonte ocupa un lugar destacado no sólo en el desarrollo de la técnica retórica, sino en la historia literaria: él y su contemporáneo Tucídides crearon la prosa literaria ática, que llevaría a los logros artísticos de Platón, Isócrates y Demóstenes. Andócides (c. 440-c. 390 a. C.) fue uno de los primeros oradores áticos. A raíz de acusaciones de profanación abandonó Atenas y perdió sus derechos civiles; pasó el exilio, entre 415 y 403, principalmente en Chipre, dedicado al comercio. Sus tres discursos que poseemos conciernen a este proceso (dos) y a una exhortación a hacer la paz con Esparta, adonde encabezó una fracasada embajada en 392-391.


Biblioteca Clásica Gredos 157. Poliorcética & Estratagemas, de Eneas el Táctico & Polieno

Ensayo, Otros

Forman el volumen dos tratados sobre estrategias militares, distanciados por seis siglos, que muestran la evolución de las prácticas bélicas en el mundo griego. Este volumen reúne dos textos atípicos, ajenos a la tradición literaria. En primer lugar, «Poliorcética» o comentario táctico sobre cómo deben defenderse los asedios (o plazas fuertes), probablemente de un general arcadio del siglo IV a. C. llamado «Táctico» por sus tratados militares, de los que nos ha llegado éste, que es el primer tratado sobre estrategia militar que se ha conservado de la literatura occidental. Además de su importancia histórica, cabe destacar que refleja las condiciones sociales y políticas de su tiempo en Grecia. Complementa a este primer estudio otro muy posterior, del siglo II d. C., obra del macedonio Polieno. Estas estratagemas de guerra, escritas en griego y divididas en ocho libros, están dedicadas a los emperadores Marco Aurelio y Vero, a quienes pretendían ayudar en el enfrentamiento contra los partos.


Biblioteca Clásica Gredos 159. Geografía Libros I - II, de Estrabón

Historia, Ensayo

Debemos al griego Estrabón (Amasia, Ponto, c. 64 a. C.-c. 24 d. C.) buena parte de nuestro conocimiento de la geografía antigua: sólo Heródoto antes que él escribió una obra comparable, si bien en un ámbito mucho más restringido, y tampoco sus sucesores le igualarían en exhaustividad. Su Geografía no se limita a enumerar topónimos y localizaciones cartográficas, sino que proporciona noticias sobre paisaje, clima, formas de vida, recursos económicos, leyendas, acontecimientos históricos y un sinfín de noticias de cada lugar y país de todo el mundo habitado —noticias que han resultado de suma utilidad para la historiografía, la antropología y la etnografía—; el conjunto de tantas informaciones logra un feliz equilibrio entre aspectos físico-matemáticos y hechos humanos. La obra de Estrabón constituye una síntesis monumental del saber geográfico existente al inicio del Imperio Romano, y una rica visión panorámica de la ecúmene, o mundo entonces conocido (Europa, Asia y África), en un momento en que parecía que la expansión y el descubrimiento del orbe habían alcanzado sus máximas posibilidades.Los dos primeros libros, que forman este volumen, son prolegómenos al resto de la obra: tratan de cuestiones de geografía general, critican y rectifican a predecesores (Polibio, Posidonio, Artemidoro de Éfeso…) y defienden la validez de la geografía aparecida en la obra de Homero.