El agente especial de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI Ethan Bush se desplaza hasta la despoblada Montana a finales de otoño de 2017. Un asesino en serie ha matado ya a cinco jóvenes y la policía de los condados afectados no cuenta con recursos ni humanos ni materiales para hacer frente a una investigación tan compleja.
Ethan regresa a Kansas, para ayudar a su buen amigo Jim Worth, detective de homicidios. Una mujer ha sido asesinada y parece que a través de su diario y mensajes privados puede dar pistas sobre la persona o personas que acabaron con su vida. El agente del FBI vuelve al Estado que tantos recuerdos le trae, y allí se encontrará de nuevo con Vera Taylor y solicitará la colaboración de la médium Juliet.
Ethan Bush regresa a su ciudad, San Francisco, para colaborar con el Departamento de Policía. Un asesino en serie ha matado a tres niñas de solo 10 años. Su «modus operandi» es muy extraño, y siempre abandona a las víctimas enterrándolas a los pies de algún árbol. Un caso escalofriante para el agente especial de la Unidad de Análisis de Conducta. Ethan deberá afrontar sus miedos y sus traumas, volver a pisar la ciudad que le vio nacer y crecer y, después de mucho tiempo, colaborar con Tom, antiguo agente del FBI, que ahora trabaja como detective de homicidios en el Departamento de Policía de San Francisco.
Ethan regresa a Kansas, esta vez por el peor motivo: han asesinado al detective Jim Worth de un modo espantoso y el agente del FBI se implica en la investigación dando soporte al Departamento de Policía de Topeka. Está obligado a hacer justicia a su buen amigo, uno de los pocos que tenía y el que mejores consejos le había dado. La joven investigadora Olivia Henderson y un par de detectives son todos los recursos con los que cuenta Ethan para esclarecer tres asesinatos que llevan la misma firma. La última víctima fue Jim Worth, que por lo visto se había acercado demasiado al monstruo.
Cinco negros son detenidos, acusados de haber violado y asesinado a una mujer blanca en una habitación de un hotel de París. ¿Son culpables? Esta es la pregunta que Himes se hace, y su respuesta le permite explorar la esencia del racismo y la violencia.
Carrera de ratas es una de las grandes novelas policíacas de la década de los años 50 donde Bester muestra al mundo de la televisión como una competencia descarnada de la que no se excluye el asesinato.
Policías y ladrones, es la transgresión de la liviana frontera que limita el maniqueo concepto de «buenos y malos».
Weslake es uno de los más brillantes y de los más dotados autores de la novela negra americana.
ROGER MARTIN
Según Weslake: La mafia es la copia patológica de la institución policial, el poder adopta actitudes fascistas, el individuo debe defenderse por sí mismo de la agresividad legal e ilegal que le rodea, la sociedad ha devenido en un caótico delirio donde lo que aún tiene sentido es el instinto de la supervivencia, la lucha para mantenerse incólume en tal estado de cosas corresponde a un itinerario iniciático.
JAVIER COMA
«¡ATENCIÓN! No informar a la policía. Aprender el manejo del arma y esperar las instrucciones. Repito: ¡Aprender el manejo del arma y esperar las instrucciones! La libertad está próxima».La novela póstuma de Chester Himes donde se despiden Ed Ataúd y Enterrador Jones en una erupción volcánica de violencia, revolución, racismo, locura y lucidez mientras silban las balas.
Negocios sucios que pueden cambiar el curso de la guerra, chantaje, coristas, cadáveres y… Jack LeVine, un investigador privado en Nueva York.
En una novela excepcional a mitad de camino entre la nostalgia y el horror.
Ella era una asesina a sangre fría que liquidaba maridos tan pronto como le llenaban la cuenta bancaria.
Él era un detective que en cualquier momento podía detenerla, pero se limitaba a seguirla obsesionado, silenciosamente…
«Una de las más admirables combinaciones de novela criminal y literatura de suspense psicológico que jamás se haya publicado».
Newgate Callendar, New York Times
Considerada por el suplemento de libros de Le Monde como la mejor novela policiaca publicada en los últimos diez años.
¿Qué había sumido a Whitey en ese interminable sueño alcohólico? ¿Quién tenía interés en que la ciudad viviera en un permanente estado de motín enfrentando a los portorriqueños contra los anglos? ¿Qué victoria era posible en medio de tanta derrota? Para saber qué le estaba sucediendo, Whitey tenía que husmear no sólo en el presente, sino que tenía que iniciar un viaje terrible a su propio pasado, un acto de buceo mortal en la memoria. Y lo que iba a encontrar no podía gustarle.
Para aquellos que conocieron el glamour y la emoción de Radio City en los años 30 neoyorquinos, ésta será una novela nostálgica. Para aquellos desdichados que nacieron muy tarde o en otras geografías, ésta es la oportunidad… Aceptó el caso porque estaba enamorado de la voz de Miss Malloy en el programa radiofónico, y porque no podía soportar la mirada de una cara bonita… ¡Qué importaba que las evidencias dijeran que estaba perdiendo el tiempo!
Hay pocas cosas en las que la crítica especializada española coincide: una de ellas, quizá la más importante, es que Chester Himes junto con Jim Thompson son los grandes maestros del renacer del género negro. Y estos cuentos son su punto de partida. “En el insolente aislamiento de la prisión, los sueños crecen tan alto como los abedules rojos. Poco importa de qué tipo de sueños se trate: buenos, malos o fantásticos; todos por igual enraízan profundamente en los años de exilio y rejas, como el follaje en la jungla.” Chester Himes
El cliente de una prostituta aparece estrangulado. Nueva York, casas de citas y hombres de negocios, Sam Kelly…
« Trampa mortal es una excelente novela policiaca, la acción es rápida y furiosa». Irish Independent.
«Burke tiene la habilidad de producir una especie de oro sucio con su maravillosa alquimia, al hablar de una ciudad terrible a la que ama: Nueva York… Muy buen trabajo». New York Times Book Review.
Truman Taylor, a los cincuenta años, tras haber sido deshonrosamente licenciado del ejército que lo entrenó para asesinar en Corea y Vietnam, parece encontrase al final del camino… Pero cuando entra en un maizal con el revólver en la mano y asesina a una mujer y a su hijo, la historia está apenas comenzando… “Cline ha escrito un alucinante thriller sureño cuyos diálogos tienen un toque de genialidad”.
«Una trama rica, personajes fuertes y excelentes toques de humor, hacen de Mercurio , una de las mejores novelas del detective Sin Nombre». Publishers Weekly.
«Era el caso más jodido con que me había encontrado. Muchas de las piezas surgían inesperadamente y no había manera de colocarlas en su lugar. Por la misma razón no tenían sentido individualmente. Era como rellenar un termómetro con gotas de mercurio sin los instrumentos apropiados; cada vez que intentabas coger una de las gotas, se escapaba entre los dedos». Bill Pronzini en Mercurio.
Partiendo del absurdo, manteniéndose en un continuo humor que ennegrece las páginas, Westlake también hace una literatura realista. Las extrañas relaciones entre Art Dodge y las gemelas Elizabeth y Elisabeth (Liz y Betty para los que logran intimar), son una buena prueba.
“Un virtuoso concierto”. The New Yorker “Gollin conoce la música, y esa parte del libro está escrita desde el interior. Hay un buen material sobre el temperamento de los solistas, y también una limpia narración, una brillante trama. No hay que perdérselo”. New York Times Review of Books Cinco músicos dedicados al barroco, a la música renacentista y medieval. Miembros de un oficio gentil, amable, que de repente los atrapa en un peligroso concierto.
“En los últimos diez años, un nuevo subgénero ha nacido en Francia. Es producto del mayo del 68, se le puede llamar Polar revolucionario, o Nueva novela negra (…) Manchette, Daeninckx, Villar, Jonquet, son sus mejores exponentes”. Ernest Mandel “Daeninckx comparte con Simenon y Balzac la capacidad de reconstruir una atmósfera”. Michel Lebrun Una manifestación de argelinos reprimida en París en 1961, es el origen de un asesinato que va a ocurrir 20 años después. Un pequeño policía tímido y provinciano trata de desentrañar una historia terrible que sólo existe “extraoficialmente”. Una gran novela contemporánea, muestra del mejor Polar francés.
«Los sudarios no tiene bolsillos» es una novela maldita. Escrita entre 1935 y 1936, al proponerse para su publicación fue rechazada por varias editoriales norteamericanas. En 1937 la aceptó finalmente una editorial inglesa, Baker, pero no sin realizar cortes en el original. Once años más tarde, el libro vio la luz en los Estados Unidos en una edición de NAL, en la que se hicieron nuevos recortes tras pasar por una seria censura. La versión original de McCoy nunca se rescató. El libro se encuentra agotado desde hace 30 años en los Estados Unidos, y ni siquiera se pueden localizar copias en las bibliotecas públicas. El autor no renovó su «copyright» y lo dejó morir. Los lectores de habla española descubrirán al leerla los motivos de la persecución a que este libro fue sometido, y se sentirán más cerca de Horace McCoy de lo que se sintieron al leer: «Di adiós al mañana, Luces de Hollywood» o «¿Acaso no matan a los caballos?», sus otras tres novelas policíacas. Horace McCoy nació en 1897 en Pegram, un pequeño pueblo cerca de Nashville, Tennessee. Vendedor de periódicos a los 12 años, héroe de la aviación durante la guerra mundial, periodista desde 1921 hasta los primeros años de la depresión, ciudadano de Hollywood a partir de 1931, donde fue extra durante años y a partir de 1936, guionista, miembro del club de la novela negra que colaboró en «Black Mask» y otras revistas «pulp» al final de la década de los veinte, autor de cuatro novelas policíacas y dos novelizaciones de películas, murió en Beverly Hills a los 58 años, víctima de un ataque al corazón. Su dureza, la sequedad de sus narraciones, la sobriedad descriptiva, la desesperanza de sus personajes, atrapados en una derrota social que los trasciende como individuos, hizo de Horace McCoy un autor marginal, cuyos libros eran aceptados a regañadientes por las editoriales e ignorados por la crítica. «¿Acaso no matan a los caballos?», a pesar de haber sido escrita en 1933, no fue editada sino hasta 1935 y no hubiera pasado de un par de ediciones a no ser por la versión cinematográfica de Sidney Pollack en 1969. Ignorado como novelista, McCoy se refugió en Hollywood realizando lo que calificó como un «trabajo de prostituta literaria». Tuvieron que transcurrir 40 años, después de la publicación de su primera novela, para que los nuevos críticos norteamericanos revaluaran su trabajo. Foster Hirsch calificó su obra como la «de un contenido social más preciso» de toda la literatura «hard-boiled»; O’Brien situó sus libros en «el centro de la narrativa negra»; Saturack descubrió sus novelas como «brillantes»; llegaron todos ellos con 20 años de retraso al reconocimiento que al trabajo de McCoy habían otorgado en Francia personajes como Jean Paul Sartre o André Malraux.