Charles Darwin es universalmente recordado como el autor de la teoría de la evolución de las especies mediante selección natural. Y es justo que así sea, salvo por un detalle importante: el de que deberíamos recordar también a Alfred Russel Wallace, que ignorando que Darwin llevaba años desarrollando esa teoría sin haberla publicado, llegó, a principios de 1858, a la misma idea, comunicándosela a Darwin en una carta. Al contrario que en otros casos de la historia de la ciencia, en lugar de competir por la prioridad en la propuesta, cada uno publicaría, en la misma revista, sendos artículos en los que expondrían sus ideas. Estos trabajos aparecieron en el «Journal of the Linnean Society» acompañados de una carta de presentación firmada por Charles Lyell y Joseph Hooker, así como por el resumen de una carta que Darwin había escrito el 5 de septiembre de 1857 a Asa Gray, en la que mencionaba su teoría evolucionista. Fue una sabia y noble decisión, que además estimuló a Darwin a publicar el año siguiente un «resumen» de sus ideas, «El origen de las especies» (1859), uno de los libros más importantes jamás escritos. Introducidos por el profesor Fernando Pardos, el presente volumen reproduce los materiales publicados en el «Journal of the Linnean Society» junto con dos textos (no publicados en su tiempo) en los que Darwin había puesto por escrito sus ideas sobre la evolución de las especies; el primero es un esbozo que compuso en 1842, y el segundo, un ensayo más completo que preparó en 1844.
Asimov habla en esta obra de la Luna y de otros pequeños mundos que pueblan nuestro sistema solar; se ocupa del carbono, del descubrimiento del DNA, de la función de la glándula tiroidea, de los microorganismos y de la velocidad de la luz; reflexiona sobre cuestiones sociales tan importantes como el racismo y el futuro de los medios de comunicación.
Durante miles de años la Humanidad ha explotado la tierra sin tener en cuenta las consecuencias. Ahora que el calentamiento global y el cambio climático son evidentes para cualquier observador imparcial, la Tierra comienza a vengarse. La Humanidad no sólo está a punto de autodestruirse sino que todas las soluciones propuestas o aplicadas hasta ahora no pueden resolver el problema (la biomasa, la energía solar, etc.). El profundo conocimiento del autor sobre la ciencia del calentamiento global le permite darnos una verdadera explicación sobre lo que está pasando y propone soluciones realistas para el mayor problema al que ha tenido que enfrentarse la Humanidad. En este apasionado alegato, James Lovelock argumenta que, aunque el cambio climático ya es inevitable, todavía no es demasiado tarde para salvarnos (o al menos algunos de nosotros).
'Dinosaurio'. Esta sugerente palabra evoca exóticos parajes prehistóricos poblados por criaturas gigantescas que se movían con paso lento y torpe, y que terminaron desapareciendo misteriosamente de la faz del planeta. Pero esta vaga imagen, si bien contiene elementos de verdad, dista mucho de ser precisa, ¿todos los grandes reptiles del pasado fueron dinosaurios? ¿No habría entre ellos algunos ágiles y listos? ¿Fueron todos tan enormes como se les suele describir? ¿Por qué sufrieron una extinción masiva hace 65 millones de años? Pocas personas podrían responder a estas y otras interesantes preguntas acerca de los dinosaurios con tanta autoridad y claridad como lo hace el paleontólogo Alan Charig en este libro. El profesor Charig, que ostenta el cargo de director del laboratorio paleontológico del Museo Británico de Historia Natural, es uno de los más reputados especialistas en dinosaurios del mundo. En su faceta de divulgador científico ha publicado numerosos artículos y varios libros para el gran público, y ha realizado una serie de televisión para la BBC sobre la historia de los vertebrados.
En este libro se propone un nuevo concepto, científicamente fundamentado, de gran importancia para el pensamiento humano: el de la evolución del Universo. En dicha evolución pueden reconocerse tres fases: la material, la biológica y la espiritual. Esta última fase es especialmente importante para nosotros, y en ella se plantean las cuestiones decisivas: ¿Cómo puede —o como debe— continuar dicha evolución? ¿Se trata de un proceso errático, o lleva una dirección concreta? El autor analiza en profundidad todas estas cuestiones, contribuyendo así de modo decisivo a nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos. Carsten Bresch es físico y doctor en biología. Ha trabajado en el Instituto Max Planck de Gottingen y en el Southwest Center for Advanced Studies de Dallas (Texas), y es catedrático de genética de la Universidad de Friburgo. Autor de numerosas publicaciones científicas y de divulgación, es especialmente conocido por un manual de genética utilizado en muchas universidades de todo el mundo.
En 2010, los titulares de prensa de todo el mundo anunciaron uno de los logros más extraordinarios de la ciencia moderna: la creación de la primera forma de vida sintética en el mundo. Sus creadores, científicos dirigidos por J. Craig Venter, pusieron a la humanidad en el umbral de la fase más importante y emocionante de la investigación biológica: aquella que nos permitirá escribir el nuevo código genético para diseñar nuevas especies, que nos ayudarán a adaptarnos y evolucionar para sobrevivir a largo plazo. La ciencia de la genómica sintética tendrá un profundo impacto en la existencia humana, incluyendo la química y la generación de energía, la salud, el agua potable y la producción de alimentos, el control del medio ambiente, y, posiblemente, incluso nuestra propia evolución. En La vida a la velocidad de la luz, Venter presenta un estudio fascinante y autorizado de este campo emergente en el que detalla sus orígenes, sus desafíos y las controversias que lo envuelven, sin olvidar los efectos que tendrán sobre nuestras vidas. Esta frontera científica ofrece una oportunidad para reflexionar de nuevo la vieja pregunta “¿Qué es la vida?” y examinar lo que realmente significa “jugar a ser Dios”. La vida a la velocidad de la luz es una obra histórica, escrita por un visionario en el amanecer de una nueva era de la ingeniería genética.
Descubre los secretos del origen de la vida, el genoma humano y la lucha incansable para vencer la enfermedad y lograr la felicidad.Partiendo de un momento extraordinariamente difícil de la vida del autor, este libro empieza con una pregunta fascinante: ¿llevamos la felicidad escrita en nuestros genes?Tomando esta pregunta como hilo conductor a lo largo de catorce capítulos, López-Otín nos presenta los momentos estelares de la historia de la vida sobre la Tierra, nos explica cómo llegamos hasta aquí y por qué una serie de adversidades nos trajo la enfermedad como amenaza universal contra la felicidad. Para llevar a cabo esta explicación nos adentraremos en el lenguaje del genoma humano y participaremos de descubrimientos asombrosos, como el de Watson y Crick, quienes revelaron que el origen de la vida se inscribe en la cadena de ADN mediante un código molecular de tan solo cuatro letras que designan cuatro componentes químicos: A de adenina, C de citosina, G de guanina y T de timina.Por último, el autor nos propondrá su imperfecta fórmula genómica de la felicidad y descubriremos que más allá de los mensajes escritos en nuestros genes hay otros lenguajes biológicos, dinámicos y fascinantes, que dependen de nuestra interacción con el entorno y de los que estamos aprendiendo lecciones insospechadas.El libro concluye con la presentación de cinco claves generales que nos ayudarán a entender mejor el concepto de felicidad, tanto en la salud como en la enfermedad.
Este libro cuenta la gran aventura de los avatares y de las múltiples y sucesivas migraciones de los «homininos» (es decir, del hombre y todas las especies humanas extinguidas) desde que los primeros de ellos descendieron de los árboles y, muy poco a poco, empezaron a transitar en posición erecta sobre la tierra, hasta el Neolítico y el tiempo presente. De la mano de la biología evolutiva y de la genética, Guido Barbujani y Andrea Brunelli trazan con suma amenidad la trayectoria de este viaje asombroso en que, durante seis millones de años, el hombre ha dado la vuelta al mundo colonizando la práctica totalidad del globo. Al cabo de este tiempo, y tras la última gran oleada migratoria que, en los últimos siglos, se trasladó del «viejo mundo» al continente americano y al Pacífico, es ahora nuevamente Europa, como otras veces a lo largo de este amplio lapso, el objetivo de migraciones desde África y el Oriente. «No tenemos raíces (concluyen los autores), sino pies, los mismos que utilizamos desde el amanecer de los tiempos para el colosal viaje en que está empeñada la humanidad, empujada por dos características inherentes a la especie: la inquietud y la curiosidad.»
El término 'geomitología' inventado por Dorothy Vitaliano va introduciéndose cada vez más entre los geólogos y estudiosos de los mitos. Esta “rama” de la ciencia estudia los orígenes geológicos reales de los fenómenos naturales que antiguamente se explicaban por medio de mitos o creencias populares. Entre los mitos más corrientes que se tratan en este libro figuran los relacionados con los incendios naturales, las erupciones volcánicas, las plagas y demás catástrofes naturales. La autora da un nuevo enfoque a las leyendas mediterráneas, el continente perdido de la Atlántida, las plagas de Egipto y la travesía del mar Rojo por los israelitas conducidos por Moisés. Además analiza las diversas versiones que existen del Diluvio Universal y de otros mitos clásicos a la luz de su credibilidad bajo el punto de vista geológico.
El autor de este libro es una leyenda viva: un híbrido perfecto entre Henry David Thoreau y John Rambo. No exageramos: Doug Peacock es un magnífico naturalista, pero también fue Boina Verde en Vietnam. Y a su regreso, como a tantos veteranos, le fue imposible reinsertarse cabalmente en la sociedad civil.Entonces inició un vertiginoso viaje de huida de los hombres y de acercamiento a lo más salvaje que encontró: los osos grizzly. Sólo entre estos animales, los mayores depredadores del continente americano, era capaz de sentirse vivo. Este libro es el apasionante relato de sus años junto a los grizzlies en los lugares más remotos de Estados Unidos. Años en los que fue dejando atrás el alcohol, las armas y las terroríficas pesadillas sobre la guerra para convertirse en una referencia del activismo ecologista y en uno de los hombres que más sabe de osos en el mundo. Al fin y al cabo, nadie ha convivido tanto tiempo con estos animales, siempre en soledad, con el máximo respeto y una curiosidad inagotable. Y, por lo tanto, nadie ha narrado tan bien como Peacock la belleza y el riesgo absolutos de esa vida compartida en plena naturaleza salvaje. Tampoco nadie ha luchado tanto por su preservación: a veces impartiendo conferencias y a veces realizando auténticas operaciones de sabotaje.Lo que tienes en las manos, por tanto, parece una novela de aventuras, pero todo lo que se cuenta es real; y sin duda es un apasionado manifiesto naturalista: una defensa de la vida como algo indómito, para los osos y para los seres humanos. Unas verdaderas memorias salvajes y un libro adictivo.
¿Cómo sabe una venus atrapamoscas cuándo cerrar sus fauces? ¿Nota realmente las patitas finas y larguiruchas del insecto? ¿De qué modo las flores del cerezo reconocen que es el momento de florecer? ¿Son realmente capaces de recordar el tiempo? Durante siglos nos ha maravillado colectivamente la diversidad y las formas de las plantas, desde la fascinación inicial de Charles Darwin con los tallos hasta el perverso trato que les propinaba Seymour Krelborn en La pequeña tienda de los horrores. En este libro, el renombrado biólogo Daniel Chamovitz nos presenta una sorprendente visión de cómo las plantas experimentan el mundo, desde los colores que ven hasta los calendarios que siguen. Con datos fundamentados en las últimas investigaciones en genética y otros ámbitos, y a partir de un análisis del tacto, el oído, el olfato, la visión e incluso la memoria, el autor nos alienta a pensar que las plantas podrían ser conscientes de su entorno. «Lo que las plantas saben» es sin duda una obra poco habitual de lo que significa la vida para las flores que olisqueamos, la hierba sobre la que caminamos y los árboles que trepamos; un libro que nos permite entender mejor la ciencia y el lugar que ocupamos en la naturaleza.
¿Tiene límites el conocimiento humano? En una época en que la ciencia parece desvelar los misterios más profundos del mundo físico, ¿queda algo que nunca podremos explicar ni comprender? En este nuevo ensayo, Marcus du Sautoy explora siete confines del saber para dar respuesta a las preguntas que plantean: ¿lograremos algún día determinar qué es la conciencia, desvelar la naturaleza del tiempo, comprender las paradojas de la mecánica cuántica, vislumbrar el porvenir del universo o entender si el infinito es una entidad real o tan sólo un concepto abstracto? Con la claridad expositiva y el ingenio que lo caracterizan, Du Sautoy nos guía en este fantástico viaje de exploración de lo desconocido: es muy probable que nunca lleguemos a saberlo todo, pero de la mano del autor descubrimos que la carrera infinita hacia una meta inalcanzable es precisamente lo que impulsa la investigación científica y estimula nuestra sed de conocimiento.
Controvertido y riguroso, brillante e innovador, con una curiosa mezcla de complejidad e ingenuidad. Konrad Lorenz ha alcanzado fama mundial como padre de la etología. La importancia de sus trabajos en este campo fue reconocida con la concesión del premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1975. Sin embargo, también se le atacó por tratar de trasladar sus ideas acerca del comportamiento animal al comportamiento de los seres humanos. Alec Nisbett, autor de destacados trabajos en el campo de la divulgación científica, acometió la tarea de observar y estudiar personalmente la actividad del principal observador del comportamiento animal. La biografía de Lorenz es el resultado de la combinación de dichas observaciones y de las investigaciones llevadas a cabo por el autor en la entidad Glaxo Travelling Felloship. Nisbett nos acerca a la vida de Lorenz desde una doble perspectiva, la del rigor y la del afecto, exponiendo además sus ideas y la influencia que éstas han tenido en el pensamiento actual.
Ensayo, Ciencias naturales, Ciencias sociales, Salud y bienestar
Cuando nos quejamos de que «cargamos como mulas», «trabajamos como animales», o «tiramos del carro» (como caballos), estamos reconociendo la existencia de una relación de clase que, nos guste o no, va más allá de la especie. Observando la indiscutible naturaleza explotadora del trabajo, tenemos que admitir que el papel de los demás animales en la industrialización y el desarrollo del capitalismo ha sido un papel activo. No sólo sus cuerpos, vivos o muertos, se han utilizado como productos, valor de cambio y acumulación. También su tiempo y su fuerza han servido para producir mercancías, transportarlas, construir máquinas o hacerlas funcionar. Del mismo modo, aunque se suela ocultar, han participado activamente en la resistencia contra su opresión.
El paleontólogo británico Adrian Desmond presenta en esta obra una profusa recopilación de los argumentos en favor de que los dinosaurios eran de sangre caliente y, al mismo tiempo, recrea de forma amena la aventura vital de la especie que domino la Tierra durante más de 140 millones de años. Después de leer este libro, que Isaac Asimov consideraba como el mejor que se ha escrito sobre este tema, se entiende por qué los científicos consideran ahora a los dinosaurios como animales activos, inteligentes, especializados y con estructuras sociales desarrolladas, más cercanos a los mamíferos y las aves que a los reptiles y lagartos.
Los dragones del Edén es un libro mítico, publicado por vez primera en 1977 y galardonado con el premio Pulitzer. Casi treinta años después, conserva toda su frescura e interés. En una impresionante ojeada panorámica que abarca desde la prehistoria hasta la época actual, Carl Sagan explica la evolución intelectual y mental del ser humano, habla de nuestros antepasados y sus antagonistas, describe la mecánica de nuestro cerebro y del de otros animales y dilucida el papel que han desempeñado los ordenadores en el conocimiento de los mecanismos de nuestro cerebro y en el almacenamiento de la información en nuestra memoria. Hallamos también en estas páginas fascinantes incursiones en los terrenos del mito y la leyenda, así como atrevidas especulaciones sobre los cauces futuros por los que parece va a discurrir la evolución del hombre. Isaac Asimov dijo de este libro: «Carl Sagan posee el toque del rey Midas. Nunca había leído hasta ahora un relato tan interesante y cautivador sobre el tema de la inteligencia humana».
«Los fósiles de nuestra evolución» indaga en las claves de cómo el hallazgo de una colecciónde restos fósiles puede llegar a cambiar la forma de entender el mundo. De la mano de yacimientos tan relevantes como los del niño de Taung (Sudáfrica), el de Turkana (Kenia) y el de la Gran Dolina (España); los restos del neandertal de la Chapelle-aux-Saints (Francia), el primitivo Homo de Dmanisi (Georgia) y los australopitecos femeninos encarnados en Lucy (Etiopía), y, cómo no, los fornidos Homo erectus de Java y China, el autor recorre el planeta Tierra y se remonta a hace más de seis millones de años, brincando de hito en hito hasta el presente.
Estimulante viaje a través del mundo de la química moderna y atinado recordatorio de que en ninguna rama de la Ciencia puede ser considerado como «absoluto» el conocimiento ni darse por «terminada» la investigación.
La ciencia es un universo fascinante lleno de sorpresas. Un territorio donde reina la aventura del conocimiento y los descubrimientos constituyen pilares esenciales para el progreso humano. Este es el hilo conductor que guía al profesor Lozano Leyva —uno de los físicos más prestigiosos del país— en su afán por acercarnos diez hallazgos científi cos de la historia con un lenguaje accesible y lleno de guiños inteligentes. De la posibilidad de vida extraterrestre tomando como principio las condiciones que facilitaron la vida en la Tierra a las estrellas y su movimiento; de la piedra Rosetta —aquella que la expedición napoleónica encontró en Egipto y cuyos jeroglíficos descifró Champollion— a la colección de microscopios de Van Leeuwenhoek, esencial para el avance de la medicina; de la genética moderna a la sorprendente historia del «cero» y su influencia en la psicología, el arte, la matemática y la fi losofía, Lozano Leyva ha escrito un libro apasionante, lleno de ideas y sugerencias que hará las delicias de cualquier aficionado a la ciencia y sus misterios.
Esta nueva recopilación de ISAAC ASIMOV contiene trabajos de contenido muy diverso. LOS LAGARTOS TERRIBLES, «Monstruos agonizantes» y «Orificios en la cabeza» se ocupan de especies extintas en la historia de la evolución. Otros artículos estudian los metales, la relatividad de las convenciones geográficas y los procesos de formación de la corteza terrestre. «Signo de admiración» es una irónica reflexión sobre las dificultades de la matemática, desde el teorema de Fermat hasta las factoriales.