Una mujer aparece muerta en uno de los modernos molinos de energía eólica que se han instalado recientemente en Breda. Se trata de Esther Duarte González, ingeniera de la empresa Mistralia que explota esa planta de energía. ¿Asesinato o suicidio? Cuando el detective Ricardo Cupido recibe de la empresa el encargo de investigar lo ocurrido, no se imagina los muchos entresijos por donde le van a conducir sus pesquisas. El parque eólico ha sido y sigue siendo fuente de conflictos entre los vecinos porque, aunque todos aprovechan para vender sus terrenos para una ampliación, les irrita sobremanera que una pareja ecologista madrileña, Vidal y Sonia, se nieguen a vender, lo que echará al traste el negocio. Ni siquiera entre los ejecutivos de la empresa las cosas están claras. Cupido sabrá de la agitada vida sentimental de Esther y de las tensiones internas en el trabajo a través de Senda Burillo, una joven ingeniera destinada a sustituirla y por la que no puede evitar sentirse atraído.
Marta Medina fallece de alzhéimer en Toulouse. En el testamento encarga a su nieta Marthe que busque a un hijo que tuvo que dar en adopción en tiempos de la guerra civil. La nieta viaja a España y encarga la investigación a Ricardo Cupido. El detective descubre que el hijo de Marta se llama Alejandro Garcilaso y es un hombre muy rico y padre de una hija ilegítima. Cuando Cupido y Marthe le revelan quién es él en realidad, este se niega a aceptarlo y Marthe regresa desengañada a Toulouse. Días después, la hija de Garcilaso aparece asesinada. El crimen resulta un tanto gótico y truculento, y Garcilaso, que quiere investigarlo al margen de la policía, le pide a Cupido que descubra qué o quiénes se esconden tras ese homicidio. Piedras negras se sitúa en el epicentro de la burbuja inmobiliaria, con unos personajes codiciosos en un momento en que la riqueza parecía estar al alcance de cualquiera, y traza un retrato minucioso de esa época; sus modas, la generalización de las nuevas tecnologías, el gusto por la ostentación… Y un tema polémico y muy presente en los medios, los niños robados durante la dictadura.
Santiago, médico a cargo del servicio de urgencias del Gregorio Marañón, disfruta de unas merecidas vacaciones tras el estrés de la primera ola de la pandemia de Covid. Viaja con su mujer y su hijo a Breda, pequeño pueblo donde él ejerció la medicina por primera vez veinte años atrás, y estaba recién licenciado. Cuando a los pocos días aparece muerto, su viuda contrata a Ricardo Cupido, el detective que ya es viejo conocido de los lectores de Eugenio Fuentes, para que le ayude a esclarecer el caso. Cupido, que no logró resolver el último caso encargado (el accidente de tráfico en el que murió una mujer embarazada de siete meses en la carretera de Breda), se implica hasta el fondo en este nuevo, en el que tendrá que investigar si las razones de este asesinato están en el presente o en el pasado que vuelve.
En 1772, a la edad de dieciséis años, Bolitho embarca como guardiamarina en el Gorgon, un navío de línea de setenta y cuatro cañones, con órdenes de navegar hacia África oriental para reprimir a quienes osaban oponerse a la marina de Su Majestad. Ya de regreso a su Cornualles natal, disfruta de un merecido permiso mientras su barco está en reparaciones. Pero la región en que pasó su infancia está infestada de contrabandistas y malhechores, y Bolitho tiene que interrumpir su descanso para embarcarse de nuevo.
Plymouth, 1774. Richard Bolitho es ahora el tercer teniente de la fragata de 28 cañones Destiny. Atrás han quedado los días de aprendizaje como guardamarina, y Bolitho empieza a entender que su lealtad ha de ser para su capitán, su barco y Su Británica Majestad. Enviada a una misión secreta, la Destiny y su tripulación se enfrentan a los peligros de la conspiración, la traición y la piratería. Entre las andanadas de los cañones y el ruido de los sables, Bolitho aprende a ejercer sus responsabilidades como oficial del Rey.
Nueva York, 1777. Mientras la revolución americana hace estragos en el territorio de la Colonia, la armada británica se apresta a entrar en combate desde el mar. La marina inglesa debe enfrentarse a una pujante flota de barcos enemigos, corsarios americanos y franceses, para intentar mantener el bloqueo de suministros militares vitales para Washington. Atrapado en la contienda, el joven oficial Richard Bolitho se ve obligado a tomar decisiones trascendentales mientras participa en duras batallas. Decisiones de las que depende la vida de muchos hombres, y quizás, también, el devenir de la historia de América.
Abril de 1778, English Harbour, Antigua. Cuando los franceses deciden formalmente intervenir en la Guerra de Independencia Americana, el joven Richard Bolitho recibe su primer mando: el del Sparrow, una corbeta rápida y bien armada. Al fin tendrá la oportunidad de demostrar su capacidad como capitán; pero deberá enfrentarse también a otros retos, amenazas tan reales y peligrosas como el propio enemigo.
Enero de 1783, en el puerto de Portsmouth. La fragata de Su Majestad Phalarope recibe órdenes de acudir en apoyo de la debilitada flota del Caribe.Bolitho es su nuevo comandante. A primera vista la Phalarope es todo lo que puede desear un joven capitán, pero en realidad se trata de un buque caído en desgracia, la plana mayor de la flota lo considera un buque maldito y no confía en él. Entre sus oficiales reina la codicia y la ambición, mientras que entre la marinería corren rumores de insubordinación.
Spithead (Inglaterra), 1784. La fragata de Su Majestad Undine se hace a la mar rumbo a la India y otros territorios de ultramar.En Europa se ha firmado la paz, pero en las aguas de las colonias poco cuentan los pactos de los políticos, y aún se libran sangrientas batallas por el dominio de los mares.En el transcurso de la misión se pone de manifiesto cuan ciertas fueron las palabras del almirante Winslade a Bolitho: «La tarea que le encomiendo sería más propia de un escuadrón, dirigido por un almirante».
Octubre de 1789. Nubes de guerra se ciernen sobre Europa mientras Richard Bolitho dirige la Tempest por las peligrosas aguas de los Mares del Sur. Su misión es proteger las débiles rutas de navegación inglesas de sus numerosos enemigos. Tiene que enfrentarse a los peligros de vientos contrarios, piratas e indígenas salvajes. Pero además le acechan otras amenazas. Los hombres de la Bounty se han amotinado en estas mismas aguas y desde la lejana Francia llegan noticias de una revolución.
Una frágil paz con Francia hace que incluso un capitán de fragata tan famoso como Richard Bolitho se vea obligado a suplicar que le concedan el mando de un barco. Sin embargo, no será hasta que las nubes de guerra vuelvan a cernirse sobre el Canal, cuando le ofrezcan el mando de tres cúters en el Nore. Su misión: capturar desertores; pero los hermanos de la costa a los que se enfrenta son brutales y peligrosos. Cuando peligra la fortuna con la que se ha de pagar el rescate de un rey, a Bolitho se le ordena recuperarla con total libertad de acción.
En junio de 1793 el capitán Richard Bolitho llega a Gibraltar para hacerse cargo del mando de la Hyperion, un navío de línea de setenta y cuatro cañones. Aunque no está completamente recuperado de una grave fiebre contraída en los mares del Sur, Bolitho está ansioso por volver a enfrentarse contra el poder creciente de la Francia revolucionaria. Navega para unirse a Lord Hood y participar en la ocupación de Toulon. Pero en el fondo Bolitho sigue siendo un capitán de fragata, y pronto se cansa de estar atado a la flota. Bajo el sol del Mediterráneo, y frecuentemente a la vista de la costa enemiga, Bolitho y su viejo barco se enfrentan a un conflicto tras otro, y cuando por fin la aciaga campaña fracasa, es el Hyperion, superado en potencia de fuego y número, quien toma el lugar que le corresponde en la línea de combate.
Plymouth 1794, Inglaterra ha estado en guerra con Francia desde hace casi dos años. A bordo del Hyperion, Richard Bolitho y su inexperta dotación se hacen a la mar con la misión de unirse al bloqueo frente a las costas francesas. Desafortunadamente, su superior, el comodoro Pelham-Martin, es un egoísta incompetente cuyas mezquinas enemistades hacen peligrar el éxito de toda una flota. Bolitho se ve forzado a adoptar medidas drásticas en una persecución de la flota enemiga a través del Atlántico que pone a prueba tanto su temple como sus dotes marineras.
Abril de 1797, Bahía de Falmouth. Mientras Francia continúa su enconada lucha por la supremacia en tierra y en el mar, la Marina Real recibe un golpe atroz en su propia patria: el Gran Motín. De vuelta en casa tras dieciocho meses de servicio, el comandante de insigna Richard Bolitho se encuentra en el centro de la crisis. Y al parecer, su nuevo superior es un hombre que no tolerará ninguna intromisión...
Año 1798. Richard Bolitho ha sido recientemente ascendido a Comodoro, aunque no tendrá tiempo de celebrar su nombramiento, puesto que el mando militar le ha asignado una nueva misión. Las fuerzas navales de Napoleón están concentrándose en el Mediterráneo, preparándose para anexionarse Egipto, y es allí donde es enviado el recién ascendido comodoro Richard Bolitho con una pequeña escuadra de barcos bajo su mando. Solo en aguas hostiles, tiene que conseguir toda la información que pueda y entablar combate con el enemigo siempre que sea posible. Y cuando Bolitho coloca su escuadra entre el Nilo y toda una flota francesa, el destino de sus hombres y la libertad de su país dependen de las decisiones que debe tomar en medio del fragor del combate.
Copenhague, 1800. Tras siete años de cruel guerra contra Francia, el antiguo aliado de Gran Bretaña, Dinamarca, representa de repente una amenaza. El escenario del combate sube hasta el Báltico, donde la marina británica se encuentra con la amarga dureza del servicio de bloqueo. Richard Bolitho, recientemente nombrado contraalmirante, está al mando de su primera escuadra y es enviado inmediatamente a una feroz y sangrienta lucha con el enemigo. El resultado de la decisiva Batalla de Copenhague está en manos de Bolitho.
Plymouth, julio de 1801: la pequeña escuadra de Richard Bolitho, aún inmersa en las reparaciones de los daños recibidos en la reñida Batalla de Copenhague, ha estado varios meses alejada de mar abierto. Pero el Almirantazgo necesita a Bolitho. Tras ocho años de guerra con Francia, Gran Bretaña debe hacer un gesto que muestre su fuerza y su determinación, un gesto que debilite de manera espectacular la causa francesa. El Almirantazgo quiere un ataque. El contraalmirante Richard Bolitho debe seguir la tradición de victoria de su bandera, aunque por primera vez en su vida tenga que debatirse entre las demandas del deber y sus necesidades personales.
Primavera de 1802. Richard Bolitho es llamado al Almirantazgo para recibir órdenes, se trata de una difícil e ingrata misión. Bolitho y su esposa están esperando su primer hijo, y por primera vez, se resiste a abandonar la tierra para cumplir con el deber. La reciente Paz de Amiens está ya mostrando signos de tensión ante las disputas de los antiguos enemigos sobre las colonias ganadas y perdidas durante la guerra. En el pequeño sesenta y cuatro cañones Achates, Bolitho navega hacia el Oeste en dirección al Caribe para entregar la isla de San Felipe a los franceses. Bolitho descubre que ser un hombre de la diplomacia no es suficiente…
Septiembre de 1803, Falmouth. El país se enfrenta a la cruda realidad de la guerra y Bolitho será llamado para que se anticipe a la estrategia de la flota francesa. Pero el conflicto ha tomado además un cariz personal: la vendetta entre Bolitho y el contralmirante francés Jobert, quien en su día estaba al mando del Argonaute. Un último y potencialmente funesto encuentro planea sobre Bolitho y sus hombres, en el cual no se va a pedir ni se va a dar cuartel.
Septiembre de 1804. Inglaterra se enfrenta a las flotas francesa y española tratando de evitar la invasión. El vicealmirante Richard Bolitho tiene problemas familiares que resolver, pero su estancia en tierra se acaba bruscamente debido a la demanda urgente del servicio al Rey. Bolitho iza una vez más su enseña sobre el Hyperion, un veterano navío de setenta y cuatro cañones, y zarpa rumbo al Caribe al mando de una nueva escuadra. Sus órdenes son planificar y realizar una audaz misión en tierras hispanas. Resguardado por los cañones del puerto de La Guaira se encuentra un fabuloso botín, un barco con el mayor tesoro conseguido por España. Mientras tanto en Antigua redescubre una pasión que rompe todos los convencionalismos y amenaza su reputación. De nuevo en Europa patrullará por el Mediterráneo para impedir el agrupamiento de la flota combinada hispano-francesa. Finalmente no podrá impedir que el grueso de esta flota se reúna en Cádiz y será Lord Nelson, en las cercanías del Cabo Trafalgar, quien derrotará a la flota enemiga.