Nueva York puede contarse de muchas maneras, pero solo hay una de penetrar hasta el fondo en el alma de la ciudad: a través de las vidas de aquellos que la habitan. Así, gracias a Francesc Peirón, conocemos a Ashrita Furman, el hombre que más récords Guinness acumula de todo el mundo. A sus 64 años, sigue entrenándose cada día en su casa de Queens para conseguir ser quien más botellas de champán abre con un sable o quien más distancia recorre sobre unos zancos. A un salto de metro, en Brooklyn, se encuentra el cementerio de Green-Wood, donde Peirón se cita con la que desde hace más de tres décadas es la enterradora más famosa de Estados Unidos. En su pasado hay varios libros y un posado en Playboy. También están los dos reclusos, mejor dicho, exreclusos. Se pasaron unos cuantos años en la cárcel acusados de un crimen que no habían cometido. Son negros, por supuesto. Nada más salir de prisión abrieron un negocio de hostelería, los dos juntos. Algunos bromearon con que habían cambiado los bars , los barrotes, por el bar. Sus historias, y las de muchos otros, conforman un mosaico de realidades humanas tan increíbles como la ciudad en la que habitan. Porque este es un viaje por las historias reales que mejor explican la ciudad más famosa del mundo.
Se abre el telón y aparece un data center que está en Alcalá de Henares. Entre circuitos de refrigeración, varios servidores almacenan información que se transmite a través de cables de fibra y que luego salta por una densa trama de cables y antenas: aquí nada es muy lineal. La información llega a un router instalado en el pasillo de tu casa y después a tu portátil, que tiene un pegatina para cubrir una molesta manzana. Al abrir un navegador y hacer una petición, una serie de protocolos permiten que frente a ti aparezca un JPG en el que se ve a Julio Iglesias sonriendo entre dos fragmentos de texto. Allí puedes leer: "Este libro te va a gustar. Y lo sabes!" Se cierra el telón. Enhorabuena, acabas de conocer un meme. Es posible que el lector espere de Memes otro ensayo sofisticado más sobre un asunto aparentemente banal... Y, la verdad, razón no le falta. En este libro, el investigador Jaron Rowan analiza cómo Internet ha desarrollado su propio folclore digital, desmiente las interpretaciones del meme como algo que sólo pueda entenderse bajo las tesis de Richard Dawkins, y explica por qué esa estupidez intrínseca del meme ha servido en tantas ocasiones como un imbatible ejercicio de denuncia social. ¿Pueden entonces los gatitos crear infraestructuras para el activismo político? A juicio de Rowan, es más que evidente. LOL.
Isabel, camisa vieja supone una auténtica novedad, dentro de la extensa obra literaria de Fernando Vizcaíno Casas. El autor más leído de España aborda por vez primera el género biográfico; y lo hace conjugando el rigor histórico con la amenidad narrativa que fue siempre su más celebrada característica como escritor.
Ciertamente, la apasionante vida de Isabel la Católica ofrecía un anecdotario amplio y sugestivo, que Vizcaíno Casas recorre con su habitual sentido periodístico, sin perder la ocasión de destilar en ocasiones su celebrado humor.
Ese agudo tratamiento del personaje convierte la biografía casi en novela llena de amenidad, sin merma por ello de la precisa documentación. Los más conocidos personajes del intenso periplo de la reina de Castilla se ofrecen desde perspectivas actuales y en frecuente contraste con nuestro tiempo.
Desfilan así por estas páginas acontecimientos cargados de emoción, lances caballerescos, escenas dramáticas, intrigas cortesanas, hechos ciertos que más parecen imaginados para una novela de aventuras, todos ciertamente sucedidos durante el reinado de aquella singular soberana. A su alrededor, personajes ya legendarios reviven sus hazañas inolvidables: Colón, El Gran Capitán, el cardenal Cisneros, Boabdil. Y los hijos de los Reyes Católicos: Juan, el príncipe que murió de amor , la desdichada Juana la Loca ; Catalina, esposa del siniestro Enrique VIII de Inglaterra… Se matizan curiosas coincidencias históricas, nunca hasta ahora destacadas; por ejemplo, que ya a finales del siglo XV fuera embajador pontificio —nuncio— en Lisboa Nicolás Franco o que el decisivo pacto de los Toros de Guisando comenzara a consensuarse precisamente en Cebreros.
Una amarga diatriba contra las imposturas de nuestro tiempo. «La crisis que lleva al procés no es sino un producto propio de una sociedad a la que se le rompen los mitos diferenciales, beatíficos, y que se encuentra, debido a su servidumbre hacia el poder, a los pies de los caballos. Esos caballos que amenazan sobre todo el falso oasis en el que creían vivir, muy lejos del desierto español. Y el adocenamiento de décadas prendió en casi la mitad de la población hasta hacerse político. Lo primero que cabía hacer era negarse a la realidad, y eso hicieron.» Desde la primera persona, de un modo claro y directo, sin circunloquios, algo tan poco habitual en esta época paniaguada y de insoportable liquidez, la voz libre de Gregorio Morán denuncia las imposturas de un tiempo, el nuestro, en el que las mentiras se hacen pasar por solemnes verdades y la dignidad se vende al mejor postor. De una historia condensada de La Vanguardia a las manipulaciones interesadas que han dominado lo acontecido en Cataluña en las últimas décadas, pasando por todos aquellos que, periodistas, políticos y «hombres del común», han ido modelando su trayectoria profesional y sus convicciones a la vera del sol que más calienta, el presente libro ofrece la confesión amarga de quien se ha visto relegado a un exilio interior, «o, lo que es lo mismo, escribir desde una sociedad en la que no pasas de ser un superviviente de tiempos mejores».
Un genio de la pintura del siglo XX, desde muy joven marcado por figuras de la talla de Bonard y Rilke. Balthus, muerto hace pocos años, se negó a dar entrevistas y hablar de las fuente ocultas de su extraña y sobrecogedora obra, misteriosa, personal, turbadora.
De la infancia rosarina al apogeo de su juventud, el recorrido es largo. Infinidad de escenarios, nombres, lugares, anécdotas, homenajes, la tragedia y el amor marcando el ritmo de un relato que hace de este libro de memorias una canción perfecta.
MEMORIAS DEL SUBDESARROLLO es un libro que tuvo enorme repercusión en nuestro Continente al aparecer en su versión original como una de las primeras muestras de narrativa revolucionaria cubana. Su tema es sencillo, como el estilo narrativo, pero el problema que plantea es uno de los más difíciles de afrontar por un hombre de clase media: la percepción paulatina de una realidad en proceso que se va imponiendo al participante de la Revolución, cuya mentalidad pequeño burguesa intenta negar infructuosamente. Se llega así a rechazar lo que en un momento anterior se consideraba casi como un absoluto y a adoptar una nueva actitud frente a la propia vida y a los acontecimientos que la rodean, abandonando una serie de esquemas y formas de comportamiento que la Revolución y las nuevas circunstancias han hecho obsoletas. Memorias del subdesarrollo ha sido filmado en La Habana y en esta versión del libro se incorporan textos que no aparecieron en la edición original.
Cuando Gregorio Marañón cumplió diecinueve años, respondió así a la pregunta que le hicieron en una entrevista sobre cómo se veía en el futuro: 'Quiero un porvenir en el que vayan juntas, pero separadas, como en paralelo, mi vida social y mi vida privada. Formar parte de una generación que deje huella firme de su paso e influir en mi generación. Triunfar en un trabajo que me guste, aunque sea difícil y requiera mucho esfuerzo. Tener un lugar en el campo o junto al mar para ir a descansar trabajando. Disponer de mis horas y no tener tiempo ocioso. Vivir un gran amor y contar con buenos amigos. Que los ideales de ahora sean siempre los mismos. Y que todo este sueño se cumpla, desde el principio, pronto, lo antes posible'. Ese proyecto de vida, debidamente actualizado, lo ha mantenido, en lo esencial, siempre. Fue el camino que se trazó y el que ha recorrido transitando por diferentes ámbitos: la cultura, el derecho, la banca, la empresa, la política y la comunicación. Este libro refleja el fruto de su vocación, las circunstancias de su vida y el juego del azar, que generalmente le ha sido favorable. A través de sus páginas trata de mostrar cómo y en qué medida ha llegado a ser lo que soñó, mientras su vida continúa haciéndose.
Epopeya extraordinaria de unos tiempos convulsos que François de Chateaubriand vivió como testigo y protagonista, las “Memorias de ultratumba” son un documento literario atemporal. Melancólico y desengañado, aristócrata que presenció la Revolución Francesa, que viajó a la joven República americana y conoció el esplendor y la falsía del Imperio napoleónico, así como la Restauración, Chateaubriand fue un hombre polifacético, hábil y vehemente, cuyas “Memorias” —«un templo de la muerte erigido a la luz de mis recuerdos»— nacieron como confrontación personal con la Historia, como revancha contra el tiempo. Un escritor maravilloso y de culto capaz de construir, como el profesor Fumaroli dice en el prólogo redactado para esta edición, «una reflexión profunda, de una actualidad sobrecogedora y de un alcance universal, sobre la era democrática inaugurada por la Revolución Americana y por la Revolución Francesa, sobre las grandes esperanzas que ella hizo nacer, sobre los peligros que llevaba en germen, y sobre las pruebas insólitas a las que exponía, en su expansión mundial, la libertad y la humanidad misma del hombre.»
Epopeya extraordinaria de unos tiempos convulsos que François de Chateaubriand vivió como testigo y protagonista, las “Memorias de ultratumba” son un documento literario atemporal. Melancólico y desengañado, aristócrata que presenció la Revolución Francesa, que viajó a la joven República americana y conoció el esplendor y la falsía del Imperio napoleónico, así como la Restauración, Chateaubriand fue un hombre polifacético, hábil y vehemente, cuyas “Memorias” —«un templo de la muerte erigido a la luz de mis recuerdos»— nacieron como confrontación personal con la Historia, como revancha contra el tiempo. Un escritor maravilloso y de culto capaz de construir, como el profesor Fumaroli dice en el prólogo redactado para esta edición, «una reflexión profunda, de una actualidad sobrecogedora y de un alcance universal, sobre la era democrática inaugurada por la Revolución Americana y por la Revolución Francesa, sobre las grandes esperanzas que ella hizo nacer, sobre los peligros que llevaba en germen, y sobre las pruebas insólitas a las que exponía, en su expansión mundial, la libertad y la humanidad misma del hombre.»
Epopeya extraordinaria de unos tiempos convulsos que François de Chateaubriand vivió como testigo y protagonista, las “Memorias de ultratumba” son un documento literario atemporal. Melancólico y desengañado, aristócrata que presenció la Revolución Francesa, que viajó a la joven República americana y conoció el esplendor y la falsía del Imperio napoleónico, así como la Restauración, Chateaubriand fue un hombre polifacético, hábil y vehemente, cuyas “Memorias” —«un templo de la muerte erigido a la luz de mis recuerdos»— nacieron como confrontación personal con la Historia, como revancha contra el tiempo. Un escritor maravilloso y de culto capaz de construir, como el profesor Fumaroli dice en el prólogo redactado para esta edición, «una reflexión profunda, de una actualidad sobrecogedora y de un alcance universal, sobre la era democrática inaugurada por la Revolución Americana y por la Revolución Francesa, sobre las grandes esperanzas que ella hizo nacer, sobre los peligros que llevaba en germen, y sobre las pruebas insólitas a las que exponía, en su expansión mundial, la libertad y la humanidad misma del hombre.»
Epopeya extraordinaria de unos tiempos convulsos que François de Chateaubriand vivió como testigo y protagonista, las “Memorias de ultratumba” son un documento literario atemporal. Melancólico y desengañado, aristócrata que presenció la Revolución Francesa, que viajó a la joven República americana y conoció el esplendor y la falsía del Imperio napoleónico, así como la Restauración, Chateaubriand fue un hombre polifacético, hábil y vehemente, cuyas “Memorias” —«un templo de la muerte erigido a la luz de mis recuerdos»— nacieron como confrontación personal con la Historia, como revancha contra el tiempo. Un escritor maravilloso y de culto capaz de construir, como el profesor Fumaroli dice en el prólogo redactado para esta edición, «una reflexión profunda, de una actualidad sobrecogedora y de un alcance universal, sobre la era democrática inaugurada por la Revolución Americana y por la Revolución Francesa, sobre las grandes esperanzas que ella hizo nacer, sobre los peligros que llevaba en germen, y sobre las pruebas insólitas a las que exponía, en su expansión mundial, la libertad y la humanidad misma del hombre.»
Epopeya extraordinaria de unos tiempos convulsos que François de Chateaubriand vivió como testigo y protagonista, las “Memorias de ultratumba” son un documento literario atemporal. Melancólico y desengañado, aristócrata que presenció la Revolución Francesa, que viajó a la joven República americana y conoció el esplendor y la falsía del Imperio napoleónico, así como la Restauración, Chateaubriand fue un hombre polifacético, hábil y vehemente, cuyas “Memorias” —«un templo de la muerte erigido a la luz de mis recuerdos»— nacieron como confrontación personal con la Historia, como revancha contra el tiempo. Un escritor maravilloso y de culto capaz de construir, como el profesor Fumaroli dice en el prólogo redactado para esta edición, «una reflexión profunda, de una actualidad sobrecogedora y de un alcance universal, sobre la era democrática inaugurada por la Revolución Americana y por la Revolución Francesa, sobre las grandes esperanzas que ella hizo nacer, sobre los peligros que llevaba en germen, y sobre las pruebas insólitas a las que exponía, en su expansión mundial, la libertad y la humanidad misma del hombre.»
El genial Groucho no necesita presentación —es Él, el Marx por excelencia—, máxime en una obra con originalísimas connotaciones autobiografías. Así, la propia explicación inicial: «Escribí este libro durante las interminables horas que empleé esperando a que mi mujer acabara de vestirse para salir. Si hubiera andado siempre desnuda, nunca habría tenido la oportunidad de escribirlo».
Al final de una tan rápida como divertida sucesión de breves narraciones, llegaremos a la misma conclusión que el autor: de haberlo querido, pudo haber sido un magnate de los negocios, un jefe en el Ejército, un Hamlet en el teatro y tantas otras cosas, pero desde su más tierna infancia quedó señalado por un destino erótico.
Y nuestra sonrisa se acentuará cuando pensemos también «en los airados maridos y las ninfomaníacas que tuvo que esquivar con mayor o menor fortuna».
Memorias de un exnazi relata, en primera persona, la trascendental experiencia del autor en el interior de la burbuja nazi española y cómo consiguió salir de ella.
Un testimonio único y revelador en el marco de los grupos nazis y de la extrema derecha más radical de nuestro país, pero extensible a todo proceso de radicalización.
«Admiré la Alemania que creó Adolf Hitler. Me rapé el pelo al cero y adopté la estética skinhead. Me tatué la espalda con un enorme retrato de Rudolf Hess, lugarteniente del Führer. Contribuí a crear diversos grupos NS, nacionalsocialistas. Me preparé físicamente para la batalla, participando en entrenamientos físicos extremos en la sierra de Madrid. Igual de rápido que ascendí hasta la cima de la organización, me despeñé por un precipicio que me situó a las puertas del terrorismo. Un día empecé a dudar. Inicié un proceso que arrasó mi identidad. El alcoholismo y el cañón de una pistola metido en la boca fueron la señal de que había tocado fondo. Si hace diez años me hubieran dicho que acabaría escribiendo este libro, sin lugar a dudas me habría arrojado de un puente para evitarlo. Decir que pasé dos décadas en la ultraderecha no reflejaría lo que viví. Fue mucho más que asumir una ideología. Disfrazado de ideología política, el fanatismo amenaza con volver a irrumpir en nuestra sociedad. Es posible detenerlo».
Última entrega de un vasto proceso de elaboración de recuerdos y experiencias, Viaje al pasado constituye el cuarto volumen de las memorias de un militante anarquista que participó activamente en la Revolución española, que conoció el exilio y sus campos de concentración, la resistencia contra los nazis, el reencuentro con la España franquista en años particularmente crueles, hasta dar con sus huesos en la cárcel. Todo ese tiempo queda fielmente reflejado por Abel Paz, quien al escribir, no hace otra cosa que cumplir una deuda contraída con su alter ego: Ricardo Santany.
Irvin D. Yalom hizo una profesión de indagar en las vidas de los demás. En estas esperadas memorias, vuelve su ojo terapéutico sobre sí mismo para analizar las circunstancias que dieron forma a su personalidad. Hijo de judíos rusos inmigrantes en los Estados Unidos, Yalom creció en un barrio de clase baja en los suburbios de Washington. Decidido a escapar de los límites que le imponía su origen, se propuso convertirse en médico. Lo que siguió fue una carrera esforzada pero siempre en ascenso, que comenzó en la Universidad de Stanford en plena década de 1960 y culminó con su transformación en una estrella internacional de la psiquiatría y las letras. Mientras tanto, Yalom conoció a su mujer Marilyn, también escritora, con la que formó una familia. En estas páginas, describe en qué consistió su original aporte a la psicoterapia de grupo; revela las fuentes de inspiración de libros tan famosos como El día que Nietzsche lloró y Un año con Schopenhauer; muestra cómo encontró en la combinación de psicología y filosofía un camino para interpretar la condición humana, y entrelaza anécdotas de pacientes con otras personales que brindan enseñanzas en torno del amor y la pérdida. Este libro generoso y sincero permite asomarse a la intimidad del célebre autor, a su singular técnica terapéutica y a los secretos de su proceso creativo.
El siglo XIX mexicano resulta inimaginable sin las narraciones, crónicas y ensayos de Manuel Payno (1808-1894). Y en este volumen los tres géneros están presentes. La naturaleza de las cosas conyugales, como dice Balzac en su ineludible «Fisiología del matrimonio», por algún tiempo encandiló la imaginación del joven literato Payno. Tanto así que ensayó la manera de fijar algunas de sus ideas por escrito en diversas narraciones y artículos -destinados originalmente para el periódico-, con el fin de que las reflexiones del momento no se perdieran en las aguas insondables de otros tantos pensamientos tumultuosos. Esta es la materia de «Memorias sobre el matrimonio y otros escritos». La figura de Balzac, desde luego, domina la tensión esencial del sarcasmo y la ironía de Payno. Pero no por eso estas páginas escapan a la órbita del autor de dos de las grandes novelas del siglo XIX mexicano: «El fistol del diablo» y «Los bandidos de Río Frío». Y como en el caso de las de Balzac, «Memorias sobre el matrimonio y otros escritos» insisten en esto: de todos los conocimientos humanos, el que se refiere al matrimonio sigue siendo el menos avanzado.
Nada más alejado del quehacer del historiador que la enquistada costumbre de aferrarse a tópicos sancionados únicamente por la repetición, interesada o ignorante, de los mismos; y nada más peligroso que la proyección sin cautela de una terminología actual a los hechos del pasado. De esos dos escollos se aleja con manifiesta resolución Alejandro Nieto en esta revisitación erudita y documentada de un periodo muy concreto y breve, pero definitorio de nuestra historia, las Costes Constituyentes de 1836-37. Porque esos años –los primeros de la regencia de María Cristina de Borbón– suelen despacharse caracterizándolos con una vaguedad impropia, que se deslizaba peligrosamente hacia el lugar común, quizá por el deslumbramiento producido por algunos de los hechos más resonantes, fácilmente reutilizables por la historiografía ideologizada: de la vuelta de los «afrancesados» a la Primera Guerra Carlista, la desamortización o el intervencionismo militar en política… El profesor Nieto restituye la riqueza y complejidad de la historia política de la época con académica humildad, iluminando matices y quiebros desconocidos o malinterpretados, redescubre que lo que estaba en juego no se dirimía tanto en una lucha de moderados y progresistas cuanto de las distintas fracciones del progresismo, entre ellas la templada, liderada por Juan Álvarez de Mendizábal, que marcó la vida política de aquellos años y alumbró la Constitución del 37 –tan deudora y tan alejada a la vez de la de 1812–. Las esperanzas de este periodo, caótico, de transición, «de demolición sistemática de instituciones y de anuncio de muchas cosas», se vieron, sin embargo, truncadas en gran medida y la posibilidad de una España que, al menos políticamente, se pusiera a la altura de los regímenes europeos liberales y consolidara un sistema institucional moderno fue desaprovechada. El progresismo civil, que había abierto una vía posible, acabó agostándose como flor de un día.
En preparación para Su emerger en el mundo moderno, Maitreya, el Cristo e Instructor del Mundo para la era de Acuario, dio 140 mensajes a través del artista y esoterista británico Benjamin Creme. Estos fueron comunicados telepáticamente durante las conferencias públicas de Creme en Londres, desde el 6 de septiembre de 1977. A través de estos mensajes, Maitreya difunde fragmentos de Sus enseñanzas, para preparar el clima de esperanza que le permitirá a Él y a Su grupo, los Maestros de Sabiduría, presentarse sin infringir el libre albedrío humano. Él sugiere las líneas que debe tomar el cambio social y nos insta a trabajar de forma urgente para rescatar a millones de personas que sufren de pobreza y hambruna en un mundo de abundancia. Él describe Su misión y relación con nosotros, proporcionando pistas de cómo le reconoceremos. Él revela nuestra verdadera naturaleza como seres espirituales, destinados a regresar a esa Fuente elevada. Él nos asegura que el Compartir y la Justicia, la Fraternidad y la Libertad prevalecerán.