Spithead (Inglaterra), 1784. La fragata de Su Majestad Undine se hace a la mar rumbo a la India y otros territorios de ultramar.En Europa se ha firmado la paz, pero en las aguas de las colonias poco cuentan los pactos de los políticos, y aún se libran sangrientas batallas por el dominio de los mares.En el transcurso de la misión se pone de manifiesto cuan ciertas fueron las palabras del almirante Winslade a Bolitho: «La tarea que le encomiendo sería más propia de un escuadrón, dirigido por un almirante».
Octubre de 1789. Nubes de guerra se ciernen sobre Europa mientras Richard Bolitho dirige la Tempest por las peligrosas aguas de los Mares del Sur. Su misión es proteger las débiles rutas de navegación inglesas de sus numerosos enemigos. Tiene que enfrentarse a los peligros de vientos contrarios, piratas e indígenas salvajes. Pero además le acechan otras amenazas. Los hombres de la Bounty se han amotinado en estas mismas aguas y desde la lejana Francia llegan noticias de una revolución.
Una frágil paz con Francia hace que incluso un capitán de fragata tan famoso como Richard Bolitho se vea obligado a suplicar que le concedan el mando de un barco. Sin embargo, no será hasta que las nubes de guerra vuelvan a cernirse sobre el Canal, cuando le ofrezcan el mando de tres cúters en el Nore. Su misión: capturar desertores; pero los hermanos de la costa a los que se enfrenta son brutales y peligrosos. Cuando peligra la fortuna con la que se ha de pagar el rescate de un rey, a Bolitho se le ordena recuperarla con total libertad de acción.
En junio de 1793 el capitán Richard Bolitho llega a Gibraltar para hacerse cargo del mando de la Hyperion, un navío de línea de setenta y cuatro cañones. Aunque no está completamente recuperado de una grave fiebre contraída en los mares del Sur, Bolitho está ansioso por volver a enfrentarse contra el poder creciente de la Francia revolucionaria. Navega para unirse a Lord Hood y participar en la ocupación de Toulon. Pero en el fondo Bolitho sigue siendo un capitán de fragata, y pronto se cansa de estar atado a la flota. Bajo el sol del Mediterráneo, y frecuentemente a la vista de la costa enemiga, Bolitho y su viejo barco se enfrentan a un conflicto tras otro, y cuando por fin la aciaga campaña fracasa, es el Hyperion, superado en potencia de fuego y número, quien toma el lugar que le corresponde en la línea de combate.
Plymouth 1794, Inglaterra ha estado en guerra con Francia desde hace casi dos años. A bordo del Hyperion, Richard Bolitho y su inexperta dotación se hacen a la mar con la misión de unirse al bloqueo frente a las costas francesas. Desafortunadamente, su superior, el comodoro Pelham-Martin, es un egoísta incompetente cuyas mezquinas enemistades hacen peligrar el éxito de toda una flota. Bolitho se ve forzado a adoptar medidas drásticas en una persecución de la flota enemiga a través del Atlántico que pone a prueba tanto su temple como sus dotes marineras.
Abril de 1797, Bahía de Falmouth. Mientras Francia continúa su enconada lucha por la supremacia en tierra y en el mar, la Marina Real recibe un golpe atroz en su propia patria: el Gran Motín. De vuelta en casa tras dieciocho meses de servicio, el comandante de insigna Richard Bolitho se encuentra en el centro de la crisis. Y al parecer, su nuevo superior es un hombre que no tolerará ninguna intromisión...
Año 1798. Richard Bolitho ha sido recientemente ascendido a Comodoro, aunque no tendrá tiempo de celebrar su nombramiento, puesto que el mando militar le ha asignado una nueva misión. Las fuerzas navales de Napoleón están concentrándose en el Mediterráneo, preparándose para anexionarse Egipto, y es allí donde es enviado el recién ascendido comodoro Richard Bolitho con una pequeña escuadra de barcos bajo su mando. Solo en aguas hostiles, tiene que conseguir toda la información que pueda y entablar combate con el enemigo siempre que sea posible. Y cuando Bolitho coloca su escuadra entre el Nilo y toda una flota francesa, el destino de sus hombres y la libertad de su país dependen de las decisiones que debe tomar en medio del fragor del combate.
Copenhague, 1800. Tras siete años de cruel guerra contra Francia, el antiguo aliado de Gran Bretaña, Dinamarca, representa de repente una amenaza. El escenario del combate sube hasta el Báltico, donde la marina británica se encuentra con la amarga dureza del servicio de bloqueo. Richard Bolitho, recientemente nombrado contraalmirante, está al mando de su primera escuadra y es enviado inmediatamente a una feroz y sangrienta lucha con el enemigo. El resultado de la decisiva Batalla de Copenhague está en manos de Bolitho.
Plymouth, julio de 1801: la pequeña escuadra de Richard Bolitho, aún inmersa en las reparaciones de los daños recibidos en la reñida Batalla de Copenhague, ha estado varios meses alejada de mar abierto. Pero el Almirantazgo necesita a Bolitho. Tras ocho años de guerra con Francia, Gran Bretaña debe hacer un gesto que muestre su fuerza y su determinación, un gesto que debilite de manera espectacular la causa francesa. El Almirantazgo quiere un ataque. El contraalmirante Richard Bolitho debe seguir la tradición de victoria de su bandera, aunque por primera vez en su vida tenga que debatirse entre las demandas del deber y sus necesidades personales.
Primavera de 1802. Richard Bolitho es llamado al Almirantazgo para recibir órdenes, se trata de una difícil e ingrata misión. Bolitho y su esposa están esperando su primer hijo, y por primera vez, se resiste a abandonar la tierra para cumplir con el deber. La reciente Paz de Amiens está ya mostrando signos de tensión ante las disputas de los antiguos enemigos sobre las colonias ganadas y perdidas durante la guerra. En el pequeño sesenta y cuatro cañones Achates, Bolitho navega hacia el Oeste en dirección al Caribe para entregar la isla de San Felipe a los franceses. Bolitho descubre que ser un hombre de la diplomacia no es suficiente…
Septiembre de 1803, Falmouth. El país se enfrenta a la cruda realidad de la guerra y Bolitho será llamado para que se anticipe a la estrategia de la flota francesa. Pero el conflicto ha tomado además un cariz personal: la vendetta entre Bolitho y el contralmirante francés Jobert, quien en su día estaba al mando del Argonaute. Un último y potencialmente funesto encuentro planea sobre Bolitho y sus hombres, en el cual no se va a pedir ni se va a dar cuartel.
Septiembre de 1804. Inglaterra se enfrenta a las flotas francesa y española tratando de evitar la invasión. El vicealmirante Richard Bolitho tiene problemas familiares que resolver, pero su estancia en tierra se acaba bruscamente debido a la demanda urgente del servicio al Rey. Bolitho iza una vez más su enseña sobre el Hyperion, un veterano navío de setenta y cuatro cañones, y zarpa rumbo al Caribe al mando de una nueva escuadra. Sus órdenes son planificar y realizar una audaz misión en tierras hispanas. Resguardado por los cañones del puerto de La Guaira se encuentra un fabuloso botín, un barco con el mayor tesoro conseguido por España. Mientras tanto en Antigua redescubre una pasión que rompe todos los convencionalismos y amenaza su reputación. De nuevo en Europa patrullará por el Mediterráneo para impedir el agrupamiento de la flota combinada hispano-francesa. Finalmente no podrá impedir que el grueso de esta flota se reúna en Cádiz y será Lord Nelson, en las cercanías del Cabo Trafalgar, quien derrotará a la flota enemiga.
Febrero de 1806, Sudáfrica. El vicealmirante Sir Richard tiene que ayudar a las fuerzas de tierra a retomar Ciudad del Cabo de manos de los holandeses. Impaciente por volver a casa, Bolitho decide una vez más que las medidas más audaces son las mejores y demuestra que los valientes no mueren en vano.Pero apenas hay un respiro. Tras el fracaso de la diplomacia, se une a la expedición que ha de bombardear Copenhague. Tras el triunfo en una nueva batalla constata que, en realidad, el único vencedor es... la Muerte.
En marzo de 1808, mientras Napoleón ocupa Portugal y amenaza a su vieja aliada, España, el vicealmirante Sir Richard Bolitho es destinado una vez más al cabo de Buena Esperanza para instalar allí una fuerza naval permanente.Cuando el desastre y el naufragio asolan al Golden Plover sobre un arrecife a cien millas de la costa africana, se convierte en un símbolo de crisis y supervivencia, y el peligro no distingue a los inocentes de los culpables. Más allá de la tortura del arrecife infernal empieza el combate de Bolitho para aunar las últimas reservas de coraje y esperanza de los supervivientes...
De vuelta a Inglaterra tras la dramática toma de Martinica, el vicealmirante Sir Richard Bolitho descansa por poco tiempo de la guerra y la política en brazos de su amada, Lady Catherine Somervell. Pero la sombra de un nuevo conflicto oscurece ya el horizonte. Su viejo enemigo, Francia, ha forjado una alianza con Estados Unidos. Juntos, amenazan las rutas comerciales británicas.Bolitho recibe la orden de zarpar de inmediato hacia el océano Índico, y a pesar de ser uno de los puntales de la Marina de su país, empieza a preguntarse si podría llegar a vivir lejos del mar.
Marzo de 1811. Tras dos meses y medio de maravillosa paz en Cornualles con su amada Catherine, el vicealmirante Richard Bolitho es llamado otra vez a Londres. En defensa de un Imperio, el Almirantazgo ha de acabar con el malestar de Estados Unidos o afrontar la guerra con los que en su día fueron amigos, puesto que cuando la diplomacia fracasa, el cañón es el que habla. Para su difícil misión, Bolitho debe apoyarse en la lealtad de sus oficiales de mayor confianza y en aquellos a quienes más quiere. Mientras el Indomitable navega con su pequeña flota hacia América, la distancia creciente al centro del poder británico la convierte en un enemigo más. En las agitadas aguas que separan Antigua de Halifax, la revolucionaria «escuadra volante» del almirante Bolitho afrontará su primera y más dura prueba. Por la libertad de un país. Por el derecho de un héroe a volver la espalda al mar…
Febrero de 1813. Con los convoyes de Canadá y del Caribe cayendo víctimas de los corsarios estadounidenses, sir Richard Bolitho vuelve a Halifax para proseguir una guerra que sabe que nadie ganará, pero que ni Gran Bretaña ni los Estados Unidos pueden permitirse perder. El almirante más joven de Inglaterra sólo desea la paz. Pero no la encontrará en las heladas aguas canadienses, donde una nación joven y enojada afirma su identidad y unos hombres que comparten un patrimonio común mueren en un baño de sangre. Ni habrá paz para los que siguen a la Cruz de San Jorge: ni para el amargado Adam, que llora a su amada y a su barco, ni para el contralmirante Valentine Keen, que debe enfrentarse al dolor y a la responsabilidad. Ni tampoco la habrá por parte de aquellos enemigos que aprovechan aquel conflicto entre naciones como instrumento para una venganza personal.
El gobernador de Seringapatam, el Tipoo, sabe del avance del 33.º Regimiento del Ejército de Su Majestad Británica, y le tiene preparada una trampa destinada a acabar con él. El fusilero Richard Sharpe es en esos momentos (1799) un desertor del ejército, pero eso no impide que su alto sentido del honor y del compañerismo le lleve a arriesgar sus vida para salvar a sus camaradas. Para lograrlo, deberá primero liberar a un oficial cautivo de Tipoo que conoce las claves de la trampa, es decir, meterse en la boca del lobo. La batalla de Seringapatam es recordada, en el marco de las guerras anglo-mysore, por el cuantioso número de bajas británicas (casi 1.500), después de la gran victoria obtenida poco antes en Sidassir. Fue un importante impulso a la consolidación del Imperio Británico en la India.
En esta ocasión Cornwell nos traslada a uno de los episodios más atroces de la segunda guerra anglo-maratha, la batalla de Assaye, que Wellington consideró la más sangrienta en la que había tomado parte (y su mayor éxito). El 23 de septiembre de 1803, las tropas imperiales derrotaron al ejército de treinta mil hombres de Sindhia y Gwalior con cuatro mil quinientos británicos y soldados nativos, y lograron capturar todas las tropas y el armamento enemigo. La misión encomendada a Sharpe es dar caza a un oficial inglés que ha desertado para pasar a las filas enemigas, una empresa que su peor enemigo, Hakeswill, hará todavía más difícil. Junto a «Sharpe y el tigre de Bengala» y «Sharpe y la fortaleza india», «El triunfo de Sharpe» forma parte de una trilogía dentro de la serie, centrada en los años en que Sharpe participa en las guerras en la India.
En esta ocasión, el conflicto al que se enfrenta el oficial Richard Sharpe nace de un aburrido empleo que le mantiene alejado de la acción, pero el robo del mítico tesoro del sultán Tipoo le da la oportunidad de reivindicarse ante sus superiores como uno de los oficiales más intrépidos de que disponen. De nuevo se verá las caras con su inefable contendiente, el pérfido espía Obadiah Hakeswill, y sobre todo con el escurridizo desertor William Dodd, que ya se le escapó de entre las manos en el último momento en «El triunfo de Sharpe». Sin embargo, el más temible de sus rivales será ahora la en apariencia inexpugnable fortaleza de Gawilghur, el último refugio de un enemigo desesperado dispuesto a luchar hasta el final. Con «Sharpe y la fortaleza india», situada en diciembre de 1803, se completa el tríptico de las aventuras del valeroso fusilero en la India que forma con «Sharpe y el tigre de Bengala» y «El triunfo de Sharpe».