PUESTO a ser sincero, he de admitir que no soy un santo precisamente. En efecto, si alguna vez me da por reflexionar acerca de mi personalidad (cosa en la que caigo pocas veces, ya que normalmente soy un extrovertido y no un introvertido), y empiezo a analizarme, tengo que detenerme en seguida. No. No abrigo falsas ilusiones, a decir verdad, por lo que a mí mismo respecta.
Invierno de 1910. Todos los jueves, la joven bailarina Marie Legay sale de la Ópera de París y va a posar para el pintor Odilon Voret. Es un hombre alto, moreno y aterrador que pinta con un cuchillo. Ella lo apodó "el Ogro". Ese jueves, el destino de Marie se pone patas arriba por el terror... Siglo XXI. Antonin y Elisabeth, estudiantes de arte, observan con asombro cómo la joven posa para la clase de dibujo.
Flavie, ese es su nombre, tiene extrañas cicatrices en el corazón, similares a cinco puñaladas. Pocos días después, en el museo de Orsay, Antonin descubrió, atónito y fascinado, un cuadro de Odilon Voret. Titulada El corazón desgarrado, representa a una joven asesinada con cinco puñaladas... ¿Quién es ella? ¿Tiene alguna conexión con Flavie? ¿Y cuál? Este es el comienzo de una peligrosa investigación, una investigación sobre los misterios del tiempo, que llevará a Antonin, Elisabeth y Flavie mucho más lejos de lo que imaginaban...
El hallazgo de un baúl en Lighton conteniendo el cuerpo de una mujer asesinada despertó un enorme interés público, ya que era el tercer crimen de esa clase cometido en seis meses y los dos anteriores estaban aún sin resolver.
Cuando el superintendente John Bellamy, que tenía fama de aclarar los crímenes más embrollados, se encargó de la investigación, se esperaba un inmediato arresto. Pero momentáneamente no tuvo más éxito que sus predecesores.
Al ocurrir un cuarto asesinato, todas las pistas señalaban a un solo hombre. Sin embargo Bellamy no estaba convencido de su culpabilidad y siguió investigando, hasta lograr romper una coartada perfecta y confirmar su reputación como uno de los mejores detectives de Scotland Yard.
Paul Henderson es un gran ladrón de joyas en una racha de mala suerte. Tiene una hija de siete años que mantener, así que cuando le ofrecen una asociación en el mayor atraco de todos los tiempos, decide intentar coger las chucherías y huir.
Llega a Suiza, donde se va a cometer el crimen, y recibe una invitación a una gala sólo para enfrentarse a una doble amenaza, una traición y un secuestro. Y todo esto es antes de que llegue la noche del robo...
Donald MacKenzie nació en Ontario, Canadá, y se educó en Inglaterra, Canadá y Suiza. Durante veinticinco años, MacKenzie vivió del crimen en muchos países. "Fui a la cárcel", escribió, "si no con una regularidad deprimente, con demasiada frecuencia para mi gusto". Sus últimas condenas fueron de cinco años en Estados Unidos y tres años en Inglaterra, de forma consecutiva. Comenzó a escribir y vender historias cuando estaba en la cárcel estadounidense. "Trato de hacer exactamente lo que me da la gana tan a menudo como sea posible y no creo que sea un psicópata, un chico descarriado, un problema de nuestro tiempo, un pícaro encantador. O alguna vez lo fue. Tenía una esposa, Estrela, y una hija, y dividían su tiempo entre Inglaterra, Portugal, España y Austria.
Milly Barnes, así es como esta mujer de mediana edad se llamaba a sí misma. Este no es su nombre real, porque Milly está huyendo, impulsada por su terrible pánico de que en cualquier momento el implacable brazo de la ley la alcanzará. ¿Qué ha hecho Milly? Hasta que no haya revivido en retrospectiva, la miserable secuencia de acontecimientos que la ha llevado a su desesperación actual no se revela la causa de su terror.
Celia Margaret Fremlin (Kingsbury, Londres, - Bournemouth, 2009) fue una galardonada escritora de novelas de misterio. Estudió en Somerville College, Oxford University. Desde 1942 hasta el 2000 vivió en Hampstead, Londres. Se casó en dos ocasiones y tuvo tres hijos. En sus novelas introdujo elementos criminales y sobrenaturales en contextos domésticos. Su novela de 1958 The Hours Before Dawn ganó el Edgar Award en 1960. Fue una defensora del suicidio asistido y la eutanasia. En una entrevista en un periódico reconoció haber ayudado a morir a cuatro personas. En 1983 se inició una causa contra ella por ser uno de los cinco miembros del comité ejecutivo de EXIT que había publicado A Guide to Self Deliverance, pero la corte rehusó declarar el libro ilegal.
Durante años, el guión siempre había sido el mismo. Primer acto: encuentra a una anciana rica que necesita compañía. Segundo acto: haz que la encantadora y simpática Gretchen se insinúe en la vida personal y los asuntos financieros de la solitaria viuda. Luego llama a Jay para que baje la cortina final con una sonrisa a sangre fría y una bala en el cerebro del desafortunado anciano.
Parecía que a los dos asesinos les esperaba una larga y exitosa carrera. Pero entonces Jay decidió improvisar un poco. Y de repente, el dúo asesino estaba a punto de verse obligado a interpretar papeles que nunca habían ensayado, como las víctimas...
Doris Miles Disney nació en Glastonbury , Estados Unidos en 1907. Falleció en 1976 en Fredericksburg, Virginia. Hija de Edward L. Hart y Elizabeth Malone Miles; casada con George J. Disney. Fue una escritora muy prolífica y versátil de novelas de misterio y suspense; 49 novelas publicadas, muchas de ellas con gran éxito y de las que se hicieron varias películas. Ha sido elogiada por no repetir argumentos y por variar hábilmente el enfoque de sus novelas.
Disney creó tres detectives; cada uno es un personaje completamente distinto: Jim O'Neill, un detective del condado; Jefferson DiMarco, un investigador de una compañía de seguros, y el más famoso; y David Madden, un inspector de correos. En las novelas de Disney, el misterio va evolucionando a lo largo de la trama llegando a crear obras verdaderamente complejas.
El inspector Mitchell de Scotland Yard es un hombre duro, muy duro, que adora a su esposa, Ann, y a su hijo único, Ken, pero que cumple con su deber como si hubiera emprendido una cruzada contra los delincuentes, que le temen… y le odian.
Hasta que un día es raptado Ken y el inspector debe enfrentarse con un grave dilema: Seguir en su rígida postura de defensor de la ley y el orden y dar parte a la policía para que investigue, o bien acceder a las súplicas de su esposa y aceptar las condiciones del secuestrador.
El joven Alan York, que toma parte como jockey aficionado en numerosas carreras de aficionados, ve como cae y se mata ante sus ojos su mejor amigo, el Mayor Bill Davidson. Más tarde al indagar las causas de la caída, Alan se da cuenta que ha sido provocada por un alambre tendido ante uno de los obstáculos de la carrera, lo que convierte el accidente en atentado. Al intentar averiguar la verdad Alan se ve envuelto en una peligrosa intriga.
Una chica bonita, un muchacho inteligente, un duelo a caballo y la caza del hombre a través de la región de Sussex, sobre el escenario auténtico del mundo de las carreras de caballos, componen esta obra diferente y excepcional, que une o la trama del misterio la acción trepidante y un ambiente típicamente hípico.
Era la víspera de la boda entre el joven y brillante periodista Steve Harrington y Hildy Fansword, preciosa muchacha de la que el periodista estaba locamente enamorado.
Al regresar esa noche al hotel, el conserje le comunicó, que su secretaria, Valerie Sands, le esperaba en su habitación. Muy intrigado, Steve decidió investigar el motivo que traía allí, en una hora tan desusada, aquel visitante indeseado. Pero Valerie no pudo responder a sus preguntas. Sencillamente estaba muerta.
Una difícil situación, en verdad.
Serie: Juez Peck 08
Según su médico, a Hardin Jeffers solo le quedan seis meses de vida, pero alguien no está dispuesto a esperar tanto y Jeffers muere repentinamente. El juez Peck sospecha y organiza una autopsia, que prueba que Jeffers murió por envenenamiento con ácido oxálico.
August William Derleth (1909- 1971) escritor y antologista estadounidense perteneciente al Círculo de Lovecraft. Aunque conocido por haber sido el primer editor de los escritos de H.P. Lovecraft y por su propia contribución a los Mitos de Cthulhu, así como por haber sido el fundador de la editorial Arkham House, Derleth también fue un destacado escritor regionalista americano, así como un prolífico autor en diversos géneros, incluyendo ficción histórica, poesía, novela negra, ciencia ficción y biografía.
Gran admirador de Doyle, con quien mantuvo correspondencia durante su juventud, publicó con gran éxito una serie de 70 cuentos en un afectuoso pastiche de Sherlock Holmes. La serie presenta a un detective británico (al estilo de Sherlock Holmes) llamado Solar Pons, del 7B Praed Street en Londres. La serie fue muy admirada por escritores y críticos de misterio y novela policíaca tan notables como Ellery Queen, Anthony Boucher, Vincent Starrett y Howard Haycraft.
En el género de misterio y detectives también publicó una serie de 1o novelas ambientadas en Sac Prairie y con el juez Peck como personaje central. La primera de ellas, Murder Stalks The Wakely Family, se publicó en 1934.
Serie: Juez Peck 05.
El banco del pueblo de Sac Prairie quiebra y deja en bancarrota a buena parte del pueblo. Dos personas anuncian que van a matar al dueño del banco. Hay un incendio de la casa, que nos deja con un cadáver chamuscado, dos posibles culpables del asesinato que no se hacen cargo de haber quemado la casa, aunque sí de querer matar al tipo. Y un tranquilo juez de provincias, el juez Peck, que está listo para descubrir quién es el asesino…
August William Derleth (1909- 1971) escritor y antologista estadounidense perteneciente al Círculo de Lovecraft. Aunque conocido por haber sido el primer editor de los escritos de H.P. Lovecraft y por su propia contribución a los Mitos de Cthulhu, así como por haber sido el fundador de la editorial Arkham House, Derleth también fue un destacado escritor regionalista americano, así como un prolífico autor en diversos géneros, incluyendo ficción histórica, poesía, novela negra, ciencia ficción y biografía.
Gran admirador de Doyle, con quien mantuvo correspondencia durante su juventud, publicó con gran éxito una serie de 70 cuentos en un afectuoso pastiche de Sherlock Holmes. La serie presenta a un detective británico (al estilo de Sherlock Holmes) llamado Solar Pons, del 7B Praed Street en Londres. La serie fue muy admirada por escritores y críticos de misterio y novela policíaca tan notables como Ellery Queen, Anthony Boucher, Vincent Starrett y Howard Haycraft.
En el género de misterio y detectives también publicó una serie de 1o novelas ambientadas en Sac Prairie y con el juez Peck como personaje central. La primera de ellas, Murder Stalks The Wakely Family, se publicó en 1934.
Eric Crowther recogía secretos y los usaba como armas. Se deleitaba en torturar a los que le rodeaban con lo que sabía de ellos; así que, cuando apareció muerto en White Cottage, no había escasez de sospechosos. Siete personas podrían haber matado a Eric Crowther, siete personas tenían buenas razones para hacerlo. El inspector-jefe Challenor y su hijo Jerry tendrán que investigar en el pasado de todos, incluyendo el de la víctima, antes de estar seguros de quién apretó el gatillo. El hecho que Jerry esté enamorado de uno de los sospechosos, sin embargo, podría complicar las cosas. El misterio de White Cottage fue el primer relato policial de Margery Allingham, escrito inicalmente como una serie para el Daily Express en 1927 y publicado más tarde como libro.
En EL CAMINO DE LAS LLAMAS, como en todas las novelas de Hugo Wast, se palpa, por el tratamiento de sus personajes, la descripción del ámbito geográfico y el uso del idioma, ese "pensar la patria" que tanto bien le hace a los jóvenes. De una gran habilidad narrativa, verdadero técnico en la construcción de un relato, cada capítulo es valioso por sí mismo, pero también juega un papel de interés en la trama principal -que gira en torno a un camino secreto que cruza la Cordillera de los Andes y cuyo trazado exacto tienen interés en conocer los gobiernos argentino y chileno en un momento en que sus relaciones son tensas y podrían aprovecharlo militarmente-, invitando a la lectura de la obra.
BELLA CORMACK había pasado el fin de semana con su padre y su madrastra, en Chatham; como aquel domingo de verano había resultado bastante caluroso, emprendió su regreso a Londres más temprano que de costumbre. Su padre refunfuñó, pero Bella ya estaba acostumbrada a sus gruñidos. Hacía siete años que había dejado su hogar para vivir sola, pero su padre todavía no se resignaba. En el portal, intentó persuadirla para que regresara el próximo fin de semana, pero ella rehusó con firmeza. Solía visitarle dos veces al mes y le parecía suficiente. La mayoría de sus amistades incluso lo juzgaban excesivo.
Intromisión en la vida privada de Harry Kurnitz, tiene un argumento ingenioso. Un magnate del cine compra una novela para hacer el guion de una película sobre un hombre que asesina a su esposa, y cuando está ya muy avanzada la producción de la película es demandado por difamación. ¿Quién lo está demandando? Parecería que el hombre que presuntamente cometió el asesinato. Pero, ¿cómo sabía la autora del libro sobre el crimen? ¿Y cómo puede el productor evitar perder la demanda? Quizás, posiblemente, probando que el asesinato realmente sucedió.
EN EL aeropuerto de Londres tuve cinco minutos justos para poder subir al «Caravelle» del mediodía. En algo menos de una hora, los potentes motores a reacción nos trasladaron a los sesenta pasajeros hasta París. Mientras el autobús de la Air France corría por la «Autoroute du Sud» manteniéndose invariablemente en las sesenta millas, modifiqué en una hora las manecillas de mi reloj para adaptarme al horario francés.
ALAIN Gobert introdujo su reluciente llavín en el ojo de la cerradura todavía demasiado nueva, y se vio obligado a tantear y hacer un esfuerzo para abrir la puerta. Sonrió al ver el periódico desplegado sobre la flamante alfombra nueva del minúsculo recibidor y dio una zancada para poner sus pies mojados encima del papel; solo cuando hubo cerrado la puerta descubrió, junto al periódico, el par de zapatillas nuevas.
NO CABÍA duda, se anunciaba la primavera. El sol era suavemente cálido aquella mañana, la nieve caída en la pasada semana había desaparecido y las primeras flores comenzaban a asomar en el Selwyn Park.
UNA DE las paradojas de Zúrich, la que más sorprende al extranjero que por primera vez establece contacto con la ciudad, es, seguramente, esa extraña mezcla de calma y actividad que, desde el amanecer hasta las siete de la tarde, reina en la villa. Los autos van cambiando de rumbo, los peatones transitan continuamente y los largos tranvías se deslizan en medio de una red de arterias armoniosas sin encontrar obstáculos, sin producir ruidos discordantes. Es una actividad tranquila, de pulso regular. Zúrich vive muy deprisa, muy intensamente, aunque sin la menor nerviosidad.
—¡Y para colmo de males!... — comentó amargamente Jimmy Buchanan.
—¿Qué ocurre, querido?
—¡Niebla!
—¿Dónde?
Jimmy separó del volante una mano para señalar.
—¡Allí!
El coche empezó de pronto a portarse de un modo extraño. Sus ruedas traseras resbalaron de través de la carretera, como dejando de tener conexión con la parte delantera del vehículo. Se oyó un grito agudo que procedía del asiento trasero y con rapidez digna de encomio la mano de Jimmy volvió a asirse al volante. Las ramitas de un seto azotaron la cerrada ventanilla, y a continuación, el coche volvió al centro de la carretera, prosiguiendo su marcha normal.