Una joven acude a Hércules Poirot en busca de ayuda. Su padre, Amyas Crale, un famoso pintor, fue envenenado hace muchos años, y su madre, juzgada y condenada por este crimen murió en la cárcel. La muchacha fue enviada entonces a Canadá con unos parientes, quienes la educaron y cambiaron el nombre.
Hércules Poirot es invitado por su vecina, lady Angkatell a almolzar con ellos. Al llegar a la piscina, donde se va a tomar el aperitivo, a Poirot se le presenta una escena completa de asesinato que aparentemente acaba de ocurrir: John Christow, amigo de la familia, aparece asesinado, y a su lado su mujer sosteniendo una pistola en la mano. Poirot se enfrenta con la difícil tarea de averiguar si la señora Christow ha matado realmente a su marido o si por el contrario todo ha sido una trampa habilmente preparada.
Antes de retirarse definitivamente, el famoso detective Hércules Poirot decide resolver sus últimos doce casos a modo de las doce pruebas que el Hércules de la mitología griega tuvo que realizar. De este modo, acepta tan solo los casos que, aun siendo triviales, como la desaparición de un pekinés o las habladurías y cotilleos de un pequeño pueblo, hayan sido considerados como irresolubles y que, en cualquier caso, puedan encajar con cualquiera de los trabajos del mítico héroe griego.
Tras morir Gordon Cloade sin testar, su viuda Rosaleen resultaba heredera universal del difunto, en perjuicio de los parientes del mismo. Un problema, sin embargo, surge frente a la muchacha: Rosaleen había enviudado antes de un primer esposo, oficialmente muerto pero que de pronto aparece vivo. Esta inesperada «resurrección» llena de esperanza a algunos parientes sumidos en la pobreza, pero también despierta la codicia de otras personas, que acaba por provocar un torbellino de mentiras, suplantaciones de personalidad, chantaje, perjurio, insultos, amenazas, accidentes y muertes violentas. Una conmoción cuya secuela en forma de criminal embrollo obligará a Hércules Poirot a exprimirse frenéticamente las células grises.
«Tres ratones ciegos», clásico «thriller» de Agatha Christie escrito en 1952 y llevado al teatro con gran éxito, narra una extraordinaria secuencia de crímenes que tienen lugar en una casa de huéspedes de estilo victoriano. En una fría noche de invierno, van llegando a la mansión los inquietantes inquilinos que van a pasar un fin de semana en ella. Ante la muerte de uno de ellos, llega la policía y mediante su interrogatorio hace que la casa se convierta en una ratonera. Contiene además una serie de relatos cortos de intriga.
La presente edición se corresponde a la que en 1988 publicó Editorial Molino, que incluía, al igual que la edición original americana de 1951, nueve casos. La primera edición en español se realizó en 1957 y en ella, se suprimió el relato «La herencia de los Lemesurier» que estaba incluida en «Los primeros casos de Poirot». Se incluyen los siguientes relatos: «El inferior» «El expreso de Plymouth» «El caso del baile de la Victoria» «El misterio de Market Basing» «La herencia de los Lemesurier» «El misterio de Cornwall» «El rey de Trébol» «El robo de los planos del submarino» «La aventura de la cocinera»
La señora McGinty aparece asesinada. James Bentley, su inquilino, es acusado del crimen y condenado a la horca, pero el superintendente Spence de Scotland Yard no cree que sea el verdadero culpable y, para demostrarlo, pide ayuda a Hércules Poirot. El detective belga conseguirá desentrañar una verdad que las pistas más superficiales habían ocultado.
Richard Abernethie, un anciano millonario, ha muerto inesperadamente y sus descendientes esperan ansiosos la lectura del testamento para solucionar sus respectivos problemas económicos. Sin embargo las cosas se complican cuando Cora Lansquenet, mujer imprudente y hermana de Richard, deja entrever que posiblemente su hermano fue asesinado y ella misma muere al día siguiente de su "declaración" víctima de un ataque violento con un hacha. El abogado de la familia (Mister Entwhistle) decide llamar a un viejo amigo: Hércules Poirot, para que solucione el misterio de ambas muertes y descubra la identidad del asesino.
La eficientísima secretaria de Hercules Poirot, Miss Lemon, llega excesivamente atrasada y comete algún error. El motivo de su nerviosismo tiene relación con un problema que atañe a su hermana, señora igualmente eficiente que lleva una pensión para estudiantes extranjeros situada en la calle Hickory. Hacía algunos meses que ocurrían hechos extraños y desagradables que la Sra. Hubbard no conseguía administrar adecuadamente: robos y actos de vandalismo inexplicables. Poirot decide ayudar a la Sra. Hubbard, pero se siente inmediatamente confuso, en medio de tantas situaciones aparentemente independientes unas de otras. El problema se agrava cuando ocurre un asesinato.
El robo de una joya perteneciente a la Corona de un estado oriental y el hallazgo de un cadáver en un antiguo cofre español son el punto de partida de dos relatos que ponen de manifiesto, una vez más, la legendaria sagacidad de Hércules Poirot para descubrir siempre al autor del delito. En El pudding de Navidad, un príncipe oriental inicia en Londres un romance con una muchacha de dudosa reputación, a la que regalará un rubí emblemático de las tradiciones de su país. Pronto la joven y la gema desaparecen y, para evitar el escándalo, son requeridos los servicios de Hércules Poirot. Este volumen incluye los siguientes relatos: · El pudding de Navidad (The Adventure of the Christmas Pudding) · El misterio del cofre español (The Mystery of the Spanish Chest) · El inferior (The Under Dog) · La tarta de zarzamoras (Four and Twenty Blackbirds) · El sueño (The Dream) · La locura de Greenshaw (Greenshaw’s Folly)
Desde el número 19 de Wilbraham Crescent alguien llama solicitando una mecanógrafa, con preferencia Sheila Webb. La llamada es atendida y Sheila es enviada a la dirección reseñada con el encargo de presentarse a miss Pebmarsh. Al llegar allí se encuentra la puerta abierta y se introduce en un saloncito que le llama la atención por los numerosos relojes que distingue y porque junto al sofá descubre el cuerpo de un hombre con los ojos entreabiertos, unos ojos que miran sin ver ya que está muerto. Afortunadamente del caso se encarga finalmente Hércules Poirot.
Tres chicas solteras comparten piso en Londres. Una trabaja como secretaria, otra es artista y la tercera, que acaba de pedir ayuda a Poirot, desaparece repentinamente al creer que es una asesina. Hércules Poirot encuentra una joven que le dice una frase que probablemente no escuchara antes, confesándole que creía haber cometido un homicidio, pero que no tenía total certeza y que probablemente él no podría ayudarla pues era demasiado viejo. Es así que el detective comienza a investigar el extraño caso y descubre quien es la chica que no sabe si cometió un crimen. Uno de sus primeros descubrimientos es que ella comparte un apartamento en Londres con otras dos jóvenes, razón por la que era conocida como la tercera muchacha, sin contar que muchos la creían enferma mental. En la investigación, Poirot encuentra varios hechos en el pasado de los familiares de la muchacha, tramas paralelos, conexiones misteriosas, que lo ayuda a descubrir la verdad detrás de esta inquietante joven. Se habla de pistolas, navajas y manchas de sangre pero, a falta de pruebas concluyentes, Poirot necesitará hacer uso de su tenacidad para esclarecer el asunto y descubrir si la tercera chica es culpable, inocente o si está loca.
Ariadne Oliver está de visita en casa de su amiga Judith Butler. La casa hierve de actividad, pues se prepara una fiesta juvenil y hay que organizar diversos juegos. Nadie tiene tiempo o ganas de prestar atención a Joyce, una pequeña que afirma haber presenciado un asesinato; el anuncio se toma como el invento de una mente muy imaginativa, para no decir mentirosa, que es la fama que persigue a Joyce. Pero poco tiempo pasará antes de que la propia Joyce aparezca muerta y tenga que intervenir Hércules Poirot a resolver el caso.
Hércules Poirot y la escritora Ariadne Oliver se sumergen en una historia acaecida doce años atrás, un caso de doble muerte que en su día fue archivado como suicidio pactado. Las cosas que pasaron por alto a quienes tuvieron alguna relación con los sucesos, los recuerdos dispersos de unos y otros llevarán a los dos investigadores al conocimiento de la verdad.
Por segunda vez en Styles, escenario del primer éxito de Poirot, se iba a cometer un homicidio. El autor ya había matado impunemente en cinco ocasiones. Como todos los criminales, se creía más inteligente que nadie. Y eso es algo que Poirot no puede consentir. Poirot ha vuelto a Styles porque pretende localizar a ese asesino. Pero el detective es ahora un inválido, condenado por la artrosis a una silla de ruedas y con un corazón enfermo. Lo único de su persona que se mantiene en forma es el cerebro, sutil, vivo, astuto, sagaz. Se da perfecta cuenta de que es su último caso y el que considera más interesante de todos también.
Una historia de amor y drogas. Una lírica y crítica visión de los ambientes más duros del narcotráfico. Dolores Velasco prefiere que la llamen Lola. Es una escritora frustrada que sobrevive como redactora en una revista del corazón, compensando su anodina vida laboral con una vida sentimental siempre al límite entre el querer y el deber, la libertad y la sumisión. Tras una relación sin futuro con un hombre casado, conoce a Juan, un niño que juega a cosas de hombres. Es un camello con ínfulas de narcotraficante con el que se introduce en el mundo de las drogas. Si la adicción es un estado de dependencia, Lola se hace adicta a Juan. El amor y el consumo de drogas van unidos y nacen del mismo arrebato en la relación entre ambos, llevando a Lola hasta límites que ella jamás pensó que sobrepasaría. Pero una vez dentro, renunciar a un estado de cosas tan magnético como peligrosamente frágil es complicado. Beatriz Manjón nos introduce en los complejos estados psicológicos y emocionales que genera la adicción, y lo hace de un modo ágil, natural, con una prosa llena de referencias literarias y mezclando registros e imágenes hiperrealistas con notas casi poéticas. Reseña:«Pertenece a esa clase de literatura que hoy abunda y que se ha apropiado del modo de narrar cinematográfico: muy visual, el personaje se define en la acción, buen ritmo. Sin necesidad de una meticulosa adaptación Héroes de polvo sería una película. [...] Mezcla con habilidad ingredientes que entretienen: la sordidez de la adicción, un lenguaje llano y mucho sexo, siempre tan difícil de narrar pero que aquí se describe con pausa y precisión meticulosa».ABC Cultural
Bizkaia, otoño de 2008. La noche en que el Athletic inaugura con una victoria su triunfal marcha en la Copa que le conducirá a la final, una mujer aparece estrangulada en el parque de Artaza. La joven, pronto conocida como “la reina eslava”, será la primera de una serie de víctimas que aparecerán en el mismo lugar ocupando unos tronos de madera que parecen erigidos para la realización de un misterioso ritual. Las muertes se suceden coincidiendo con los encuentros del Athletic, de tal manera que Itziar Elcoro, la “ertzaina” guipuzcoana encargada de la investigación, empieza a entrever una oscura relación entre el devenir del Athletic en la Copa y la sucesión de asesinatos. Habrá que esperar al partido de la final que acabó enfrentando al Athletic con el Barça más poderoso de la historia para que el caso se resuelva de forma sorprendente.
Un cadáver salvajemente torturado aparece una mañana de primavera en la playa de Azkorri. No se trata de una víctima cualquiera, ya que viste el uniforme de los marines norteamericanos. Pero nada es lo que parece. La investigación del asesinato embarcará a Itziar Elcoro y a su compañera Arantza Rentería en un peligroso viaje que se inicia en Neguri y que termina de forma sorprendente en un siniestro chalet de Plentzia. Allí, los monstruos se arrancarán su máscara e Itziar Elcoro sufrirá una de las experiencias más perturbadoras de toda su carrera en la Ertzaintza.
Un peligroso recluso se ha fugado de la prisión de Basauri y amenaza la vida de las ertzainas Itziar Elcoro y Arantza Rentería, por causas relacionadas con un caso anterior, y razón por la que fue detenido. Paralelamente, un conocido abogado muere a manos de un asesino profesional. Dos tramas aparentemente inconexas corren paralelas en la novela y terminan confluyendo en un final sorprendente, que cambiará la vida de ambas protagonistas. Y todo ello ocurre en Bilbao, una ciudad aparentemente tranquila, pero en la que bandas de narcotraficantes, cada vez más violentas, adquieren mayor protagonismo y se enfrentan entre sí. Una novela en la que Sagastiberri nos obsequia con los cameos de autores y protagonistas de la pequeña historia «noir» de Bilbao.
Arantza Rentería ha desaparecido. Su compañera, Itziar Elcoro, abandonará Bilbao y viajará a las tierras altas guipuzcoanas, al Goierri, para investigar el asesinato de Ernesto Compson, el líder de una comunidad anarquista nacida al calor de las revueltas ciudadanas que culminaron en el movimiento 15-M. El Goierri es también la tierra originaria de Arantza y, a medida que Itziar se interesa por su compañera ausente, iremos conociendo episodios oscuros de su pasado, que se remontan a la época franquista de nuestra historia. El lector asistirá a un final sorprendente, en el que descubrirá que el pasado siempre vuelve, y casi siempre lo hace para perpetuar la desgracia.