La investigadora Stephanie Plum ha vuelto, y con mucho más carácter. Esta vez va tras la pista de Kenny Mancuso, un compañero de trabajo en Trenton, New Jersey, que ha disparado a su mejor amigo. Ha salido hace poco de la Armada y es sospechosamente rico, Mancuso también está relacionado de manera lejana con Joe Morelli, un subdirector de policía de dudosa reputación…, y que le gusta mucho meterse en los asuntos de Stephanie.
Stephanie está teniendo uno de esos días en que nada parece salir bien, de hecho todo el mes de enero. Hace 5 meses que es cazarecompensas, trabaja con su primo Vincent Plum. Su mas reciente asignación es Moses Bedemier, el ciudadano más amado de Trenton, quién fue acusado de ocultarse y pasar por alto la libertad bajo fianza. Moses fue detenido por una infracción de tráfico menor, pero terminó siendo acusado por portar un arma oculta. Moses dirige una confitería cerca de donde creció Stephanie. Para ayudarla, tiene a Lula, una ex prostituta, convertida en oficinista. Grande, rubia, y negra, Lula se muere por encerrar a un ladrón en la cajuela de su automóvil. Y Morelli, el poli de lenta y ardiente sonrisa —, quien se esta comportando educadamente incluso después de que Stephanie encuentra más cuerpos de los que el Dpto. de Policía de Trenton ha visto en muchos años. Eso es una mala señal con seguridad.
En esta nueva entrega de sus descacharrantes aventuras, Stephanie Plum, la cazarrecompensas más patosa de la Costa Este, le sigue la pista a una camarera con ansias de venganza. Como siempre, para resolver el caso contará con la «inestimable» ayuda de la abuela Mazur, una septuagenaria loca por las armas de fuego, de sus amigas la exprostituta Lula y el travesti Sally Sweet y, cómo no, de su ¿novio? Joe Morelli quien todavía no sabe si pedirla en matrimonio o poner tierra por medio. Y como era de esperar estando Stephanie por medio, no tardan en sucederse los equívocos y las catástrofes. Cualquiera que haya leído alguna novela de esta serie se convierte automáticamente en un adicto: nadie puede escapar al ácido y peculiar sentido del humor y la incoherente personalidad de su protagonista, digna heredera de las mejores heroínas de la comedia americana.
Stephanie Plum, la cazarrecompensas más intrépida de Trenton, Nueva Jersey, investiga la misteriosa desaparición de su tío Fred. La única pista que halla en su escritorio son unas macabras fotografías en las que se distinguen los trozos de un cuerpo descuartizado en el interior de unas bolsas de basura. Por otro lado, la policía encuentra los cadáveres de dos empleados de una empresa recolectora de residuos. Stephanie no es la única que investiga el caso: el sabueso Joe Morelli, su antiguo novio, le sigue el rastro y, de paso, intenta llevársela a la cama. Sin embargo, la protagonista le saca ventaja, pues cuenta con la ayuda de Briggs, un enano experto en informática acusado de posesión ilegal de armas, y de la abuela Mazur, un verdadero peligro público.
La cazarrecompensas Stephanie Plum vuelve a la carga. En esta nueva aventura su talento, su humor y su ingenio continúan a la máxima altura. Ahora nos la encontramos tratando de evitar que su amiga Carol salte por un puente. Después de ver cómo lo consigue —aunque, al fin y al cabo, ¿quién se suicida con una chaqueta de 400 dólares puesta?— nos daremos cuenta de que la acción no ha hecho más que empezar. Su compañero de trabajo, Ranger, ha desaparecido y Alexander Ramos, el traficante de armas, tiene mucho que ver en el asunto. Y, por si fuera poco, su abuela y Bob —un perro con trastornos alimenticios— se han metido en su casa. Pero Stephanie es capaz de todo, y ningún obstáculo podrá detenerla.
«Durante mi infancia mis aspiraciones eran sencillas: quería ser una princesa intergaláctica.» La cazarrecompensas Stephanie Plum tiene una misión bastante simple: todo lo que tiene que hacer es llevar a los tribunales a un viejecito sordo, casi ciego y con problemas de próstata, acusado de contrabando de cigarrillos. ¿Es culpa suya si se le escurre continuamente de entre las manos? Las cosas se complicarán todavía más después de que dos de sus amigos desaparezcan misteriosamente tras ser atacados por una jubilada enloquecida y de que su perfecta hermana Valerie le pida consejos sobre cómo hacerse lesbiana. Quizá la vida de Stephanie sería más fácil (¿y menos divertida?) si no estuviera tratando de huir de su propia boda, si su abuela no se empeñara en acompañarla en una Harley Davidson y, por supuesto, si el increíblemente sexy Ranger no le ofreciera su ayuda a cambio de una perfecta noche de pasión…
Es diciembre en Jersey, y Stephanie Plum tiene problemas mayores que los habituales matones, ladrones y rufianes. Esta vez, hay alguien en su apartamento que no se quiere ir. Seguro que este tipo de cosas ya le han ocurrido a Stephanie antes… pero en el pasado ha sido capaz de salir de los problemas hablando. Esta vez, las palabras rápidas, las pistolas de aturdimiento y el spray de pimienta no lograrán eliminar al intruso. Visiones de la dulce Plums lleva a Stephanie Plum a una aventura navideña y presenta a un nuevo personaje que los lectores adorarán. Es tan misterioso como Ranger, tan sexy como Morelli y… bueno, no diremos más.
Es una verdad universal reconocida que si se tiene un trabajo de riesgo, lo mejor que se puede hacer es mantenerlo al margen de la vida privada. Sin embargo, ésta es una regla que la incombustible Stephanie Plum, la caza recompensas más patosa de la Costa este, parece incapaz de cumplir. En esta nueva entrega de sus descacharrantes aventuras, cuando Stephanie emprenda la búsqueda de una madre y una hija desaparecidas, no sólo la perseguirán malos malísimos como el mafioso Eddie Abruzzi, sino que además tendrá que soportar los bienintencionados consejos de la abuela Mazur, arreglarle la vida a su hermana Valerie, aceptar con buena cara la ayuda entusiasta aunque poco eficaz de su amiga Lula, los hirientes comentarios de los policías de su pueblo, siempre dispuestos a pasar un buen rato con sus meteduras de pata… Y por si todo esto fuera poco aún tendrá que decidir entre abandonarse a la lujuria en brazos del apuesto y misterioso Ranger o reconciliarse con Joe Morelli su novio de toda la vida.
El primo y jefe de Stephanie, Vinnie, ha redactado la fianza del visado para Samuel Singh, un inmigrante indio que trabaja temporalmente en Nueva Jersey. Ahora ha desaparecido, y su casera, la señora Apusenja, insiste en que Vinnie lo localice. Afirma que Singh está comprometido con su hija, Nonnie, pero ésta parece más preocupada por su perro, 'Boo', que ha desaparecido al mismo tiempo. Asociada con Ranger, Stephanie comienza con TriBro, el lugar de trabajo de Singh, propiedad de tres hermanos, Andrew, Bart y Clyde Cone. Mientras que Andrew es servicial y Clyde está muy entusiasmado con el caso, Bart Cone le pone los pelos de punta a Stephanie. Su novio, Joe Morelli, investiga los antecedentes y descubre que Bart Cone fue sospechoso del asesinato sin resolver de una mujer llamada Lillian Paressi. Pruebas circunstanciales lo vinculan a la escena del crimen, pero la acusación fue desestimada cuando las pruebas de ADN resultaron negativas.
Ha destruido accidentalmente una docena de coches. Es el objetivo de todos los psicópatas y malhechores de este lado de la autopista de Jersey. Su madre está convencida de que acabará muerta… o peor, sin un hombre. Ella es Stephanie Plum, y se gana la vida pateando traseros (bueno, cree que suena bien decirlo así. . .). Todo comienza como un inocente viaje a la tienda de comestibles, en busca de nachos. Pero Stephanie Plum y su compañera, Lula, están claramente en el lugar equivocado en el momento equivocado. Un robo conduce a una explosión, que lleva a la destrucción de otro coche. Sería un día más en la vida de Stephanie Plum, si no fuera porque se convierte en el objetivo de una banda… y de una fuerza aún más temible y peligrosa que llega a Trenton. Con el súper cazarrecompensas Ranger actuando de forma más misteriosa que nunca (y la tensión con el policía de antivicio Joe Morelli cada vez más caliente), ella se encuentra con una decisión que tomar: cómo protegerse y dónde esconderse mientras está a la caza de un asesino conocido como el Chatarrero. Sólo hay un lugar seguro, y tiene el nombre de Ranger por todas partes… si ella puede encontrarlo. Y si el Chatarrero no la encuentra primero. Con Lula de copiloto y la abuela Mazur suelta…
Stephanie Plum piensa que su carrera como agente de detención de fugitivos ha terminado. Le han disparado, escupido, maldecido, bombardeado con fuego, hambriento y atacado por perros. Stephanie cree que es hora de un cambio. Entonces ella renuncia. Quiere algo seguro y normal. Pero el tipo de problema que tuvo en la oficina de fianzas no se puede comparar con el tipo de problema que encuentra en ella.
Los hombres misteriosos tienen una forma de aparecer en el apartamento de Stephanie Plum. Cuando el misterioso Diesel aparece, tiene una tarea para Stephanie, y no acepta un no por respuesta. Annie Hart es una 'experta en relaciones' buscada por robo a mano armada y asalto con un arma mortal. Stephanie tiene que encontrarla, y rápido. Diesel sabe dónde está. Así que hacen un trato: él la ayudará a encontrar a Annie si Stephanie hace de casamentera con varios de los clientes más difíciles de Annie. Pero alguien quiere encontrar a Annie incluso más que Diesel y Stephanie. Alguien con un temperamento desagradable. Y alguien con habilidades ' inconfesables'. ¿Sabe Diesel más de lo que dice sobre Annie Hart? ¿Tiene Diesel secretos que oculta a Stephanie y a los dos hombres de su vida: Ranger y Morelli? Con Stephanie Plum metida en un lío, las cosas se pondrán un poco peligrosas y explosivas, al estilo de Jersey.
Justo cuando parece que la vida de Stephanie Plum se está calmando, surge una nueva amenaza: la esposa de su mentor, Ranger. Solo que parece que esta esposa no es todo lo que dice ser, y con el protector habitual de Plum en peligro, Stephanie podría tener que cuidar de Ranger por una vez. El problema es que el novio intermitente de Stephanie, el policía de Trenton Joe Morelli, ya no está muy contento con lo cerca que se está acercando Stephanie a Ranger. Ranger no solo camina por la tentación, sino que también tiene una larga lista de psicópatas y asesinos entrenados detrás de él que hacen que la lista de locos de Stephanie parezca normal.
Enciende todas las luces y mira debajo de tu cama. Las cosas están a punto de ponerse espeluznantes en Trenton, Nueva Jersey. Según la leyenda, el diablo de Jersey merodea por Pine Barrens y se eleva por encima de las copas de los árboles en la oscuridad de la noche. Por extraño que parezca, hay cosas en Los Baldíos que son aún más aterradoras y peligrosas. Y hay monos. Muchos monos. Wulf Grimoire es un vagabundo mundial y un oportunista que puede matar sin remordimientos y desaparecer como el humo. Ha elegido a Martin Munch, niño genio, como su nuevo socio comercial, y ha elegido Los Baldíos como su nuevo patio de recreo. Munch recibió su doctorado en física cuántica cuando tenía veintidós años. Ahora tiene veinticuatro años, y aunque su cerebro es grande, su cuerpo no ha salido del departamento de chicos de Macy's. Cualquiera que diga que las cosas buenas vienen en paquetes pequeños no conoce a Munch. Wulf Grimoire busca dominar el mundo. Martin Munch estaría feliz si pudiera desnudar a una mujer y atarla a un árbol. La cazarrecompensas Stephanie Plum tiene a Munch en su lista de los más buscados por no comparecer ante el tribunal. Plum es la chica totalmente estadounidense atrapada en un trabajo incómodo, triunfando gracias a la suerte y la tenacidad. Por lo general, ella consigue a su hombre. Esta vez tiene un mono. Ella también tiene un tipo grande llamado Diesel. Diesel aparece y sale de la vida de Plum como un pastel de cumpleaños. delicioso a la vista y al gusto, no especialmente saludable como una dieta constante, desaparecido al final de la semana, si no antes. Es un gran cazarrecompensas con habilidades especiales cuando se trata de rastrear a los hombres y complacer a las mujeres. Está detrás de Grimoire, y ahora también está detrás de Munch. Y si se dijera la verdad, no le importaría poner a Stephanie Plum en su punto de mira.
¿Buscando tener suerte? Stephanie Plum ha vuelto entre los números y busca tener suerte en una habitación de hotel de Atlantic City, en una Winnebago y con un galán de ojos marrones que le ha robado el corazón. Stephanie Plum tiene una forma de atraer el peligro, los lunáticos, los bichos raros, la mala suerte… y los hombres misteriosos. Y nadie es más misterioso que el innombrable Diesel. Ha vuelto y está tras la pista de un hombrecillo con pantalones verdes que ha perdido una gran bolsa de dinero. El problema es que el dinero no se ha perdido exactamente. La abuela Mazur de Stephanie lo ha encontrado y, como buena anciana de Jersey, se ha ido a Atlantic City a jugar a las tragaperras. Con Lula y Connie a cuestas, Stephanie intenta traer a la abuela a casa, pero la suerte de los irlandeses se les está pegando a todos: Lula ha encontrado un trabajo como modelo de lencería de tallas grandes. Connie ha encontrado un chico. Diesel ha encontrado a Stephanie. Y Stephanie se ha visto envuelta en una aventura con dinero robado tres veces, un caballo de carreras, una persecución en coche y un caso de urticaria.
Lula, una trabajadora de la oficina de fianzas de Nueva Jersey, es testigo de cómo el famoso chef Stanley Chipotle pierde la cabeza, literalmente. Ahora, Lula y Stephanie Plum, una agente de fianzas, se lanzan a la caza de los asesinos antes de que Lula sea la siguiente en ser descuartizada. Mientras tanto, el experto en seguridad Carlos Manoso, alias Ranger, ha reclutado a Stephanie para una misión de alto secreto. Alguien de dentro de Rangeman está filtrando información de los clientes, decidido a hundir la empresa. ¿Podrá Stephanie dar caza a un asesino, a un traidor, y mantener a su abuela fuera de la salsa?
En esta tibia aventura de Stephanie Plum, un caso personal distrae a la agente de fianzas de Trenton, N.J., del seguimiento del grupo habitual de excéntricos fugitivos: el secuestro de su primo, Vinnie, por el que se pide un rescate de seis cifras. Como Stephanie, su compañera Lula y la directora de la oficina, Connie, no tardan en darse cuenta de que Vincent Plum Bail Fianzas. Vinnie también se ha visto envuelto en un complicado plan con el mafioso local Bobby Sunflower. Aunque su sórdido primo no es su persona favorita y la persecución de extraños delincuentes no es su carrera ideal, Stephanie sabe que la lealtad familiar cuenta para algo, además de que le debe a él por haberle dado un trabajo hace tantos años. Así que con Lula y Connie a cuestas -y los intereses románticos Morelli y Ranger acechando en el fondo- Stephanie debe salvar el día una vez más.
Los cadáveres aparecen en fosas poco profundas en el aparcamiento vacío de Vincent Plum Fianzas. Nadie está seguro de quién es el asesino, ni de por qué las víctimas han sido eliminadas, pero lo que está claro es que el nombre de Stephanie está en la lista del asesino. Con poco tiempo para encontrar pruebas que demuestren la identidad del asesino, Stephanie se enfrenta a más complicaciones cuando su familia y amigos deciden que ha llegado el momento de que elija entre su novio de siempre, el policía de Trenton Joe Morelli, y el chico malo de su vida, el experto en seguridad Ranger. La madre de Stephanie la anima a dejarlos a ambos y a elegir a una antigua estrella del fútbol del instituto que acaba de regresar a la ciudad. La compañera de Stephanie, Lula, anima a Stephanie a tener un 'concurso' de tocador al rojo vivo. Y la abuela Bella, la abuela del viejo mundo de Morelli, anima a Stephanie a mudarse a otro estado cuando le pone 'el ojo' a Stephanie.
Antes de que Stephanie pueda poner un pie en el vuelo 127 de Hawai a Newark, ya está metida de lleno en problemas. Sus vacaciones de ensueño se han convertido en una pesadilla, está volando sola de vuelta a Nueva Jersey y alguien que suena como Sasquatch está roncando en la fila 22. Y lo que es peor, su compañero de asiento nunca regresó al avión después de la escala en Los Ángeles. Ahora está muerto, en un cubo de basura, esperando que lo recojan en la acera. Su asesino podría ser cualquiera. El FBI, el falso FBI, y los asesinos a sueldo están buscando una fotografía que se supone que llevaba el muerto. Sólo otra persona ha visto la fotografía desaparecida: Stephanie Plum. Ahora ella es el objetivo, y no tiene intención de acabar en un cubo de basura.
La cazarrecompensas de Nueva Jersey, Stephanie Plum, está segura de tres verdades: la gente no se desvanece en el aire. Nunca enojes a las personas mayores. Y no hagas lo que Tiki te dice que hagas. Después de un verano lento en el que ha estado persiguiendo fianzas de bajo nivel para la agencia de fianzas de su primo Vinnie, Stephanie Plum consigue por fin un encargo que podría devolverle el dinero a su chequera. Geoffrey Cubbin, que se enfrenta a un juicio por el desfalco de millones en el principal centro de asistencia de Trenton, ha desaparecido misteriosamente del hospital tras una apendicectomía de urgencia. Ahora le toca a Stephanie localizar al estafador. Desgraciadamente, Cubbin ha desaparecido sin dejar rastro, ni testigos, ni su esposa, ávida de dinero. Los rumores apuntan a que debe haber tenido ayuda para la audaz fuga… o que tal vez nunca salió vivo de su habitación. Como los labios del personal del hospital parecen estar más apretados que la seguridad, y a Stephanie le resulta difícil pasar desapercibida en la residencia asistida, la abuela Mazur de Stephanie va de incógnito. Pero cuando un segundo delincuente desaparece del mismo hospital, Stephanie se ve obligada a trabajar codo con codo con el policía más sexy de Trenton, Joe Morelli, para resolver el caso. El verdadero problema es que si no hay Cubbin no hay forma de pagar el alquiler. Desesperada por el dinero -o tal vez sólo desesperada- Stephanie acepta un trabajo secundario protegiendo a su secreta y apetecible mentora Ranger de un mortífero adversario de las Fuerzas Especiales. Aunque Stephanie tiene fama de encontrar problemas, puede que esta vez haya encontrado más de lo que esperaba. Por otra parte, una pequeña intoxicación alimentaria, unas notas amenazantes y un vestido de dama de honor con exceso de tafetán nunca han matado a nadie… ¿o sí? Si Stephanie Plum quiere ganar un sueldo, tendrá que recordarlo: Sin agallas, no hay gloria. . . .