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Tam-tam 6. Sangre en el océano, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

El agente Scott sirvió una taza de café al sheriff que estaba escuchando el relato de Wins acerca de lo ocurrido. El chico hablaba con voz entrecortada, atropellándose en las palabras o sollozando de vez en cuando.


Tam-tam 9. Cazad a los furtivos, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Detuvo el Land Rover cuando alcanzó el alto del montículo. Todavía no había amanecido. Hacia oriente, allá donde debía estar el puerto de Monbasa, el horizonte empezaba a teñirse de malva. Parando el motor, el hombre blanco sacó un paquete de cigarrillos, extrajo uno de la caja y lo encendió.


Tam-tam 10. Cortadores de cabezas, de Alan Parker

Aventuras, Novela

La Compañía se llamaba pomposamente Zodiac Air, pero en realidad solo se trataba de un par de viejos aviones que, desde una pequeña base en Belanga, cerca de Manila, transportaban pasajeros y carga general a las innumerables islas del Pacífico. Los propietarios de la Zodiac Air eran un par de expertos pilotos llamados Alan Gilmore y Pierre Lacroix. Su amistad era tan grande que quienes les conocían les llamaban «los hermanos».


Tam-tam 15. Por el curso del Araguaya, de Bab Fleming

Aventuras, Novela

Emboscados dos individuos esperaban el paso de la caravana de porteadores con destino a la finca de Joao Gonçalves, una de las primeras granjas establecidas al norte de Goiás. La caravana estaba compuesta por tres hombres y una docena de mulos que transportaban todo aquello que podía hacer falta para una larga travesía por el curso del Araguaya aprovechando la época de estiaje.


Tam-tam 16. El misterioso «Big Feet», de Alex Simmons

Aventuras, Novela

En un pueblo norteamericano, cerca de un espacio natural boscoso, empiezan a dejarse ver unas criaturas de tres metros, cubiertas de pelo rojizo, y que definitivamente no son osos. Obviamente, las autoridades no creen a los testigos (la abuelita y su nieto, la mamá y su bebé)... De hecho, al malvado dueño del parque natural (un pariente del alcalde de "Tiburón", sin duda) no le parece bien que las historias sobre el Bigfeet le espanten a los turistas, así que decide echar a la calle al guardabosques (marido de la mamá y el bebé) y poner en su lugar a un cazador de verdad cuya afición principal es llevarse rubias a la caseta de trabajo para trajinárselas a gusto. A todo esto, el nietecito del que hablábamos se ha hecho fan de los Bigfeet, quiere llevarse uno a casa o, en su defecto, irse a vivir con ellos... y aprovechando una excursión escolar, se fuga para buscar a los gigantes. (Lo que hacen los críos con tal de saltarse las clases...) Por si esto fuera poco (que, a decir verdad, no es mucho, pero tampoco está mal), hay un puñado de osos salvajes (no como los osos Yoggie que tienen en el bosque, que comen de la mano de los turistas) que son los verdaderos responsables de las diversas tropelías que, hasta el momento, se han atribuido al Bigfeet.


Tam-tam 18. El puente embrujado, de Elliot Dooley

Aventuras, Novela

El mundo se desgarraba en la mayor de las guerras que se habían producido en su Historia. Un pavoroso incendio consumía pueblos y ciudades en una guerra que parecía haber alcanzado ya su punto crítico, el más álgido.


Tam-tam 19. Las joyas de la pagoda, de Bab Fleming

Aventuras, Novela

El Boeing 727 de las líneas aéreas indias había abandonado el Pakistán Occidental y sobrevolaba el desierto de Thar, hacia el norte, en dirección a Nueva Delhi. Llevaba sesenta viajeros a bordo, funcionarios y ejecutivos de gran rango, que procedían mayoritariamente de los países árabes, en particular del Golfo Pérsico.


Tam-tam 20. Los ojos de la iguana, de Curtis Garland

Aventuras, Novela

El maestro Juan Gallardo Muñoz revisita "La criatura de la laguna Negra" (alias "La mujer y el monstruo") de Jack Arnold en una aventura protagonizada por un mercenario bueno.


Tam-tam 22. Kali, el pigmeo, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Kali oyó el doloroso barritar del elefante. El pigmeo se quedó quieto. Estaba solamente a pocos pasos de la choza donde dormían Luma y su viejo padre. A este, Voma, pensaba Kali propinarle un sencillo garrotazo con el pedazo de madera que llevaba en la mano.


Tam-tam 23. Sangre y diamantes, de Alan Parker

Aventuras, Novela

John Malcom había sido un desgraciado toda su vida. A sus treinta y cuatro años había recibido tantos golpes que en su cuerpo ya no cabían las cicatrices. Fue eso lo que le decidió a abandonar la civilización y ocultarse en la soledad de las vastas llanuras de Sudáfrica; así que un buen día se largó de Nueva York a bordo de un carguero y, después de una interminable travesía, llegó a Ciudad del Cabo.


Tam-tam 27. El alma de la cobra, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Desde detrás de la mesa de su despacho, Ravan Utanipah abrió desmesuradamente los ojos. El terror hizo que sus pupilas disminuyesen de diámetro hasta no ser más que dos puntos minúsculos. Algo invisible, pero férreo, apretaba su garganta como un dogal de acero.


Tam-tam 30. Dentro del volcán, de Bab Fleming

Aventuras, Novela

En un momento indeterminado, el viejo carguero «Chiquirri», de ocho mil toneladas de registro bruto, que navegaba frente a la costa del Ecuador a 3º de latitud sur, se partió como un barquito de papel. El buque fue sacudido por un colosal estremecimiento en la sala de máquinas, seguido de un fantástico estrépito, al tiempo que saltaban por el aire planchas de hierro, surtidores de agua hirviendo y de vapor, y se abrían mortales grietas en toda la estructura de la nave.


Tam-tam 32. Jívaro, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Paula deslizó su Volkswagen hacia el centro de la corriente del tráfico. Fue describiendo una diagonal, no sin oír bocinazos de protesta y algunas frases airadas. Pero consiguió su propósito. Había sitio, en efecto, ante los «Barkers». Aparcó el vehículo y fue hasta el paso de peatones, esperando con impaciencia el cambio del semáforo. Se mordió los labios.


Tam-tam 33. En el mar glacial, de Bab Fleming

Aventuras, Novela

Odin Sturlasson se sentía desocupado a sus treinta años e inclinado a las mayores aventuras. La señora «Heinskringla» —El Globo{1}—, apodo cariñoso con el que Sturlasson obsequiaba a su voluminosa secretaria, directora general, jefa administrativa, gerente y mandamás absoluto del amplio complejo bacaladero que Odin poseía en las islas Lofoten y Vesteralen, se ocupaba de los problemas comerciales y financieros del acaudalado joven, hasta el punto que Odin Sturlasson parecía echado al mundo para no hacer nada concreto, útil o práctico. La consecuencia es que siempre imaginaba «imposibles» para matar los hastíos.


Tam-tam 36. El último safari, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

Cada vez que pensaba en la caprichosa petición de Penélope, le entraban sudores porque, en realidad, estaba loco por aquella muchacha. Había conocido otras mujeres, pero al tropezar con Penélope Moser, hija de uno de los más importantes distribuidores de aparatos de televisión de Gran Bretaña, se sintió cautivado por ella, y no precisamente por la posición económica del padre. La realidad triste, pero realidad al fin, era que el padre de Penélope, como buen escocés, no abría la mano ni siquiera cuando le golpeaban en ella. Era un avaro y su hija estaba empezando a estar más que harta de las restricciones excesivas que la poca generosidad de su padre le imponía.


Tam-tam 38. Sangre en el Himalaya, de Bab Fleming

Aventuras, Novela

John Walker había remontado el Ganges desde Calcuta llegando a la ciudad santa de Benarés y filmando escenas dramáticas y apasionantes de la todavía misteriosa y contradictoria India. 
Ahora se encontraba más al norte... 
Como fotógrafo, John Walker tenía fama universal, y sus negativos eran disputados por las mejores agencias de comunicación social. 
Jhelum, la muchacha india que le acompañaba, abandonó la recepción del Hotel Jamshetpur para meterse en el ascensor.


Tam-tam 42. Mundo inhabitado, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

A bordo del buque Pearl viaja el temido narcotraficante Lester Gardner. Le acompañan una atractiva joven, llamada Martha, y dos de sus esbirros, que no dudarán en abandonar a la tripulación cuando las cosas se pongan feas durante una tormenta. En la misma se encuentran los amigos Pat O’Daniel y Mead Hiram, un irlandés y un negro, que trabajan en la sala de máquinas.Tras tomar tierra de forma separada el narco y la tripulación, todos descubren que acaban de hacerlo en un mundo misteriosamente deshabitado, en el que los únicos seres visibles son sus propios fantasmas. Y nuestros héroes, Pat y Mead, deberán enfrentarse tanto a ellos, como al otro grupo, que no dudará en asesinarles a la menor oportunidad.


Tam-tam 44. Contrabando de armas, de Bab Fleming

Aventuras, Novela

En la séptima planta de un elegante edificio enfrentado al Rockefeller Center tenía lugar una reunión secreta. 
Al menos, según los parámetros de política internacional desarrollados por la Secretaria de Estado, a cuyo frente se hallaba míster Haig. 
O cualquier otro míster, con tal que asumiera la dirección de Asuntos Exteriores. 
Los complicados ocupaban un vasto salón, austeramente decorado, con una mesa redonda en el centro y cinco cómodas butacas en torno.


Tam-tam 45. El señor de la estepa, de Alex Simmons

Aventuras, Novela

El hombre tiró de las riendas del trineo. La nieve se arremolinaba al impulso del aire reinante. Entre los párpados semicerrados, con las pestañas blanqueadas por la nieve, Maurice oyó el sordo ruido de «Duck», el perro de cabeza y, casi al mismo tiempo, el largo trineo empezó a girar, describiendo un amplio círculo antes de detenerse por completo. 
El hombre no reconocía en absoluto el lugar en el que se encontraba. Ni le importaba. En el transcurso del largo recorrido que estaba haciendo, las paradas se hacían cuando la fatiga —tanto la suya como la de los perros— las exigían.


Tam-tam 46. La sombra de la diosa Kali, de Curtis Garland

Aventuras, Novela

El resurgir de la terrible secta de asesinos estranguladores de la diosa Kali, siembran de nuevo el terror entre los occidentales afincados en las misteriosas tierras de la India. 
Una hermosa ecologista, protectora de animales en peligro de extinción y un audaz explorador, aunarán esfuerzos y objetivos organizando una arriesgada expedición a lo más intricado de la selva. Ella en busca de un hermoso tigre de Bengala herido por un cazador furtivo y él tras el legendario templo de Langahor, en el cual se cree tienen su refugio los componentes de la siniestra secta.